¡Jus-ti-cia!
¡Jus-ti-cia! ¡Jus-ti-cia!
De que estamos tratando de hablar en primer
lugar, de la justicia como valor como aspiración, como ideal, o del sistema de
justicia, del poder judicial de la nación. De una nación cualquiera
En el segundo de los casos, hay dos estamentos, fundamentalmente, que se benefician de la administración de justicia: los abogados y los jueces, lo demás es cuento… que si culpable o inocente y cuantas pavadas, los que llegan al banquillo se quedaron sin respaldo por coyunturas políticas o no tuvieron dinero en el bolsillo para pagar a la policía (al comisario).
Cuidándose de estos pequeños
detalles, todo es posible, matar, robar, estafar a dios y medio mundo,
apropiarse del dinero y los terrenos públicos, y lo que se les pueda llegar a
ocurrir, así que recomencemos.
¿Es la justicia un valor abstracto? ¿Es
un fin? ¿Una herramienta? ¿Por qué hay que ponerse a hablar de justicia?
Hoy vi pasar una marcha de las tantas que dan en organizarse cada día en reclamo de justicia, me preguntaba cómo es que la gente pretende cambiar algo yendo a una marcha. Habían matado a un gurí a balazos, el tipo está preso, y no entendí muy bien que querían sí que lo encarcelen cien años, o que manden un policía por metro hasta finalizar con el delito.
Después cuando se iban uno de los manifestantes atropello a un
viejo en la peatonal y ni siquiera pidió disculpas, el hombre quedo indignado y
a los gritos, esperando mínimamente, ese gesto, mientras los jóvenes
manifestantes se reían de su estampa. Tal vez mañana haga una marcha,
tampoco voy a ir.
Pero a qué viene esta parodia… como pretender que un valor abstracto pueda ser acumulado mediante el número, o se logró más justicia por convocar a la marcha más grande del mundo, creería que no. Si es un fin, no se debería perder nunca de vista, aunque de sobras se ve en cada hogar y en cada lugar de interacción humana, que después de la marcha se olvida con facilidad de acuerdo a las conveniencias de un solo segundo.
Y esto
es así. Entonces podemos todavía aspirar a la justicia como herramienta,
bajándola a un nivel humano, de personas, traducir el ideal a…
Ese es el punto: ¿a qué?
Si partimos de valores predefinidos, o sea, no participamos en su elaboración, como es el caso, aparentemente, pues vivimos en comunidad y los consensos se construyeron en épocas que no conocimos, debemos apuntar, por fuerza a impedir su transgresión. Traducimos(o traducen) la justicia a un palo, a una jaula, a la coerción o el determinismo etc. etc.
Y que logramos con esto, instituciones. Voolvamos atrás…
Entonces crucemos un par de ideas filosóficas mas, como aquella que dice que una persona es un fin en sí misma, por ejemplo, y tornemos el concepto abstracto, inhumano, a algo más personal, a una idea motriz o directriz que nos sirva.
Entonces se hace necesario evaluar el entorno, evaluar los viejos parámetros, definir de una justicia abstracta, inabarcable, una justicia que se inserte en el día a día, en el trato persona a persona, en nuestro día, en nuestra persona.
Tal
vez si estamos lo suficientemente atentos podemos ser conscientes de las
desviaciones a tiempo para corregirlas, para brindar justicia a la vez de ser
justos, pero no es así, no en medio del individualismo despiadado, la
indiferencia, el infinito afán de lucro, lo descartable que es la vida, desde
el vamos que estamos en una posición poco favorable. Sin embargo no
apostaremos a la creación de nuevas instituciones, la justicia debe ser socializada.
¿Y cómo lo haremos? Imaginémoslo, un plan cualquiera, ambicioso claro, por ejemplo este: en primer lugar se habrían de olvidar los últimos miles de años de seudodialectica sobre la justicia, para volver a consultar a la especie humana actual sobre lo que cree para fundar consensos actuales. Para esto se tomarían las unidades mínimas de aplicación, como podría ser un barrio, y plasmar el concepto en algo personal y territorial a la vez que social y público, tendría que ser bastante divertido.
En segundo lugar, la contraposición de este nuevo concepto con las conductas individuales, tendría que poder ser responsabilidad aplicable por los mismos que lo generan, aunque habría personas encargadas de encarnar esta responsabilidad, sería bueno que sean elegidos por sorteo.
¿O? Digo yo, así se educa a los gurises de chiquitos por las dudas… (en realidad lo bueno sería encontrar alternativas a la prisión y los tormentos, a la coerción) con esta flexibilidad propia de las pequeñas estructuras sería posible articular los conceptos personales con los territoriales y los mismos con los adyacentes y así llegar a un concepto propio de una ciudad, provincia, país, mundo, región, paraje, hogar.
O sea partiendo de la base del carácter federal o
autárquico de su administración. En teoría lo justo estaría más cerca de
la justicia, y los jueces más cerca de lo juzgado
Que consecuencias podría traer esto, indescifrables, incalculables con el enfoque y la experiencia actuales, solo sería cuestión de ponerlo en marcha a manera mínima de consulta estadística, ¿no? Eso no haría daño.
Y después, como decía uno, pruébelo a ver si
arranca… o sea, démonos la posibilidad siquiera de pensar en opciones, como un
ejercicio, para generar más opciones
Claro que también están los
esperan a la justicia divina, bienaventurados, allá los debe estar esperando,
mientras ellos siguen en la tierra.
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