La rebelión de las masas
Posesión, objetos, brillo, aprobación…como hemos dejado que nos eduquen así… Con el ojo fijo en la vidriera, con esa sed de tener que nos arrastra hacia las causas de nuestras propias desgracias. ¿Es que no vamos a empezar a cambiar la mecánica, o solo podemos trasladarla de generación en generación? ¿Enseñándola a través de nuestras ansias? ¿De nuestra irracional forma de establecer valores materiales como dominantes, fundamentales, en nuestro devenir cotidiano? Ansiedad, lujuria: vivimos como gusanos enloquecidos encima de una osamenta que se esfuma entre vahos putrefactos. Dejamos el cuero en el agitarnos soñando con algo que olvidaremos después siquiera para que lo queríamos, para que le dedicamos nuestro tiempo luchando centavo a centavo hasta poder adquirirlo. Hipotecamos en este camino el sol, el viento y las ganas de soñar. Encarcelamos el tiempo, la creatividad, y el afecto persiguiendo el destaque y el ascenso social, prisioneros de un universo en