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Mostrando entradas de noviembre, 2015

Ilusión Armada: mientras mirábamos televisión...

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    Claro, ¡Cuanto más iban a esperar! ¡Cuántos soldados engordando y perdiendo su potencial en el estrés de los cuarteles!   Finalmente, la propia ONU se ha puesto a golpear desesperadamente la campana de largada: Señores y señoras, para todos ustedes, comienza formalmente la Tercera Guerra Mundial (“ya veremos luego cómo los hechos vayan encajando en las definiciones”)…   Y así, como de la nada, se abre una nueva posibilidad, un premio latente para darle color y emoción al juego, un teatro movidito y caliente donde apostar las fichas con comodidad: como la geometría indica, tres puntos conforman un plano, y en estas tres guerras modernas, francas y bien definidas que se desarrollan en Yemen, Siria-Irak y Ucrania, podemos ver claramente un plano de conflictividad creciente.   Es en este territorio -que se intercambia y retroalimenta de vértice a vértice, sin dejar de atraer recursos y jugadores hacia su efervescente punto medio- donde con un golpe de mano se puede conseguir cualquie

Ahora... ¡Al agua!

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     Hay un viento de silencio, de soledad inútil y armada, en el aire, frente a la misma tumba donde pretenden enterrar un país entero, se miran quienes desaforadamente quedaron esperando pelea, gritando al viento con armas ajenas, y quienes se guardaron para una batalla que miraban pasar, porque de a ratos quedaba más lejos el frente, y en su comodidad podían tomar de cada caja que veían pasar un poco de material gratis y ajeno…    Un olor a silencio, un espacio muerto en las miradas sin brillo que se quedaron viendo…   Como la espuma que se consume contra las piedras de las orillas, los mas furiosos jinetes del cambio llegaron a la playa y el agua volvió a alimentar su propia ola… el sol y el viento harán el resto, solo algunos aun no se dan cuenta que han dejado de ser útiles, que da lo mismo que sigan pataleando, difamando y publicando versiones alocadas de la realidad: ya son espuma, espuma secándose en la arena y solo les queda desintegrarse al sol.    Muertos civiles, algun

¡Ah...! ¿Y ahora qué?

     Bueno… ¿Voté, votaste, no votaste, votaron, votamos?    Hay quienes lo convierten en un ritual, o en un mandato familiar o corporativo, hay quienes lo hacen con indiferencia, con desprecio, por obligación, hay quienes simplemente se dedican a otra cosa y no lo hacen, para sentirse los únicos ganadores al no perder su tiempo en eso, porque consideran que todo no pasa de ser una sobreactuada farsa…el resto del día seguirán los resultados por televisión.    ¿Votaste en blanco? ¡Valientemente!    Para expresar tu rechazo de alguna manera… ¿El resto del tiempo no vas a generar ninguna opción? Ah… construir es más difícil: Hay que exponerse, ponerse en juego ¡pero quien tiene tiempo para eso!   Votaste para cambiar porque no te llega nada, porque querés más, porque querés algo a cambio, votaste para que todo siga igual, para no perder, para poder seguir pidiendo… en cualquier caso, es la misma mirada: la democracia y el sistema político es un rehén, una vaca atada donde prenderse co

Bombas para la paz

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    Como el opresivo peso que crece en la humedad que presagia la tormenta, en la conciencia colectiva, en los corazones de la humanidad, se deposita una mentira escandalosa y ruin, refugiada en la masiva propaganda a doble página de los medios, en los adustos gestos de los altos dignatarios.   Una mentira que se esconde en las milimétricamente convenientes fallas de seguridad que permiten las operaciones exitosas del terrorismo mundial, en las acciones de bolsa que suben con el miedo, en los contratos de reconstrucción que se firman a la semana de invadir a sangre y fuego cualquier país…    Cada día con mayor evidencia, nos damos cuenta de que solo estamos vivos para pagar aviones, de que solo tenemos voz para apoyar las políticas hipócritas que permiten seguir fabricando “bombas para la paz”.   En esta era de tecnología inmediata, de producción para la dominación, de Internet para la hegemonía total, de a ratos, el monstruo de la guerra se termina mordiendo la cola: con cada video

Sobre dichos y refranes populares: “entre bueyes no hay cornadas”

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    Como tantas veces a lo largo de la historia humana, los malentendidos se profundizan, se sostienen a sí mismos y se estancan, llegando a producir guerras y violencia indiscriminada, pero no es nada casual, el idioma siempre cambia, la comunicación nunca es perfecta y se reparte a veces entre varios canales, se traduce de un código o un idioma a otro…    Además, alguien habla, enuncia, y otros interpretan, es natural, entonces, que aun cuando un buen día crecemos y llegamos a ser adultos, seguimos jugando al teléfono roto, mas allá de que hay gente que cuando habla “no se le entiende nada, como diario mojado”… Y este es el caso de algunos refranes populares, que primero sacados de su contexto histórico y poético, luego fueron siendo interpretados según el espíritu de los tiempos, por ejemplo: “entre bueyes no hay cornadas” sintetiza para muchos, para la gran mayoría ¿para todos?    Ese espíritu de cuerpo que debe primar entre iguales, corporativamente, para atender a la suavidad d

Desinformación y Guerra

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   Como siempre, después de la avalancha de balas y metralla, de humo y explosiones, viene como una ola que cubre todo, la avalancha informativa: miles y miles de fotos, posters, posteos de todo tipo, comentarios y opiniones, versiones, rumores, trascendidos, mentiras y desmentidas, tags, memes, recopilaciones, archivos, justificaciones, ataques verbales, arrepentidos y sus sorprendentes declaraciones de último minuto…    Entre todo eso se cuela la verdad, no como una niebla que subyace entre el oscuro temor de los sometidos y avasallados, no como un diamante entre el barro brillando a pesar de todo… No, lo que se cuela es la verdad pura y dura, en forma de declaraciones reales en tiempo real, de funcionarios que desnudan en este clima propicio las verdaderas intenciones de su política espuria y zigzagueante.    Así que después de un atentado -una serie de atentados- en un país “central” que se cae a pedazos como el resto de la pretendida “Unión” Europea (y ese es el chiste político

Indefinible (Poesías)

   ¿Qué hago con tu amor?   Que hacer con un amor de fuego Que no se aviva con el viento Con un amor de agua Que antes de correr se estanca Con un amor de aire Que respira y no despierta Con un amor de tierra Que se resiste a tocar el suelo ¿Es necesario habitar una prisión Porque te dejen las llaves? ¿O caminar al sol pero suelto, sin el peso De lo que siempre no sucede…? Quiero quemarme sin remedio Y volar en contra el viento Despertarme panza al cielo Y ahogarme feliz justo antes De asomar la nariz A respirar de nuevo.     Implacable instante   Todo es energía, aun cuando… No queramos aceptarlo, y perdamos La conexión eterna que nos salva De un mundo en permanente deconstrucción. Vivo y muero libre, y no me arrepiento De perder en el camino todo el lastre Hasta quedar como un pato de plástico Flotando en la laguna del destino Mientras los cazadores certeros apuntan Y preparan el fuego. No me interesa Mantener priv

¡Cambiemos!

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    Queremos un cambio. Que hermosas palabras, cuando remiten, como siempre, a todo lo externo, queremos un cambio ¡Y lo queremos ya! No nos alcanza con ser nosotros mismos para adaptarnos al mundo, para decidirnos a construir, para reconocer el camino que hemos avanzado, nos calcificamos en nuestra ambición, nada nos alcanza, mucho menos si también lo disfruta el de al lado.  Eso sí que es un insulto!   No es casualidad que nos esclavicen con palabras distorsionadas, con eslóganes, con viejas frases gastadas que no representan nada: cuando empezamos a actuar como autómatas nos roban el sentido de las palabras y se apropian de todo lo que significan.    Queremos un cambio para no cambiar en nada, para poder quedarnos mirando sin comprometernos.  Y cómodamente alquilamos nuestro menguado poder de decisión a cambio de un globo, de una foto, de una sonrisa de papel y nos indignamos pidiendo un cambio y nos guiñan un ojo, dándonos a cambio tinta y papeles mojados.   Porque estamos in