Estereotipos
Cada día, abrimos los ojos y caminamos hacia un estereotipo, es mas fácil, menos trabajoso que razonar o pensar, o mas cómodo, o simplemente encaja en nuestra necesidad de inmediatez. Así funcionamos, así funciona nuestra mente social, así somos dirigidos y automanipulados para brindar nuestra energía útil y nuestros pensamientos a la construcción de la hegemonía dominante de nuestra época y nuestro lugar, facilitando una tabla fija de clasificaciones que acentúe los efectos de la propaganda, que facilite las tareas de la publicidad, la dirección y el control. Entonces dividimos o cuadriculizamos totalmente a la población en fotos fijas, en imágenes estandarizadas de acuerdo a características o rasgos dominantes -reales o imaginarios, eso no importa, porque lo esencial es clasificar y jerarquizar- que pueden ser territoriales o étnicos, etarios o laborales, ideológicos, económicos, culturales o de cualquier otro tipo, y su superposición en un mismo ser humano no lo enriquece