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Mostrando entradas de febrero, 2016

Descaracterización automática

     Abrimos los ojos alterados o felices, ateridos o rechonchos, estresados o abúlicos, acalambrados y ansiosos, da igual: no demoraremos en acoplarnos al estado de ánimo estipulado para nuestra categoría en este horario y época precisa.     Ni siquiera somos ya dueños de nuestro pensamiento, un lastimero jirón de irrealidad en un entramado de operaciones comerciales, ideológicas, matemáticas, y geopolíticas mucho más amplias que nuestra indiferente y aletargada capacidad de comprensión.     Nos gusta creer en soluciones mágicas, en milagros ocultos y recetas recién descubiertas, porque eso nos libra del esfuerzo mínimo de pensar que algo de lo que nos “molesta” ¿molesta?... porque eso nos libra del esfuerzo mínimo de pensar que para resolver algo vamos a tener que poner en marcha, de nuestra parte, un mínimo trabajo, estrategia, logística, tenacidad y/o coherencia, no.    Eso está, afortunadamente, fuera de discusión, no hay porque comprobar una realidad que mañana será reformula

De las revoluciones de colores al neomundo

    Que pequeño se ha hecho el mundo saturado de tentáculos que lo cruzan de arriba a abajo… globalizado, mundializado, estructurado finamente para rendir dinero en cualquier circunstancia, para poner en marcha cada mañana los motores ciegos del progreso, mientras asesina a ingratos contemporáneos que tal vez solo pretenden producir sin consumir basura, sonreír sin pedir permiso, vivir sin ser esclavos.    Pero es lo que mejor sabemos hacer, sentarnos a mover comandos, a absorber videos, a repetir eslóganes de felicidad universal, a legitimar el sacrificio, y sin embargo…   El mundo tal como lo conocemos llega a su fin reventando los frenos en el descarrilamiento controlado que apenas vemos comenzar. El mundo que vivimos ahora mismo, cesó, y de prepo, nos encontramos a las puertas del neomundo.    ¿Qué significa el sistema para vos?    Ah ni te interesa, ahora vamos a ver qué significamos nosotros para el sistema… El planeta sobrepaso hace rato sus límites, solo que individualmente

El resto del mundo y yo

   En esta sociedad, en este mundo actual, bajo los términos de la planificación estratégica que va ajustando la población a los recursos y la conciencia a la volatilidad de los productos (recordemos que un producto puede ser mucho más que un escobillón o la Play 7, hoy en día se fabrican en forma masiva éticas y estéticas, ideologías, ideales y discursos al por mayor) el hombre nació para ser soldado.     La mujer, que no tuvo mucha mejor suerte: para prostituta.   Ambos carne de cañón y arcilla fresca de la maquinaria del sistema, todo lo demás son opciones espurias y tomadas por asalto, toleradas como un tallo tolera sus espinas, y claro, como iba a ser, si no tenemos más que nuestro cuerpo como único capital en el mundo, eso es lo real, lo que queda cuando todo lo demás vuela con el viento…    Pero seguimos atados a un mundo de sensaciones, de falsificaciones, regenteado por especialistas en amaestrar nuestras tendencias suicidas ¡Que hermoso, hay tantas tentaciones y tan pocas s