Tanta hipocresía
El mundo se desangra y nadie busca sino cubiertos, para no ensuciarse las manos, pero los problemas reales se ignoran con un estilo… ¡Único! ¿Y porque? Porque las catástrofes de cualquier tipo golpean predominantemente al sector más desfavorecido de la sociedad, a la pobreza de los pobres, a la miseria de los miserables, al hambre y al frío de los desamparados… Y eso no molesta a casi nadie, a casi nadie que tenga voz, claro, voz y voto en esta sociedad estratificada. Algo que se permite a cuentagotas, y siempre que no amenace el estatus quo, la relación de poder, el predominio sobre el territorio… Entonces, vamos a salvar el mundo, de la puerta para afuera, de nuestras conductas para afuera, sino no podríamos marchar contra el fracking con nuestras camionetas, “protegiendo” un acuífero que se usufructúa por los más poderosos contaminadores de nuestro suelo, mientras no hay agua en los barrios, mientras alimentamos industrias reales en tiempo real, en nuestro territorio