Desvandalizar
Tenemos un problema, un problema grave… No sólo nos fuerza la imaginación buscando soluciones, o debería hacerlo, sino que genera cada vez más preguntas: ¿Qué es lo que lleva a una persona a destruir lo mejor de su entorno? ¿A retroceder en sus propias posibilidades reales, logradas a través de un arduo camino para quedarse mirando orgullosa como se llenan de musgo sus propios escombros? ¿A qué intereses beneficia el estado de guerra social eterna? ¿Quién provoca y promueve el caos como modelo a perfeccionar? Imposible saberlo o siquiera pensarlo, sin que las sospechas llenen la espalda de escalofríos, pero en lo individual se puede adivinar que no han sido incorporadas nociones de bien común, de sociedad como una construcción que a todos nos compete, no se han recibido los mejores ejemplos ni brindado a veces oportunidades, se adivina la falta de conciencia fraterna, de esa visión del mundo como un hogar común. A su vez, es imposible eludir nuestra propia resp