¡Feliz día!
Hoy es mi cumpleaños, o sea, hoy es el aniversario del día que nací, pero de otro año, hoy se festeja entonces mi cumpleaños y felicidad automática, de paso compruebo que estoy vivo, que dure un año más, y que como siempre, no me importa nada el día de mi cumpleaños… Creo que el ultimo cumpleaños que festeje fue el de seis años… no, debe de haber otros más y yo no me acuerdo -tengo una válvula en mi cerebro que vacía mi memoria para hacer lugar- pero prefiero festejar el día de no-cumpleaños, que me da muchas más oportunidades y no encasilla ninguna parcela del almanaque. ¡Porque todo tiene fecha hermano! El día de tal, el día de tal otro, el día que nació aquel y el día que mataron al último cóndor a toscazos, entonces hay que llamar por ejemplo al arquitecto y desearle feliz día y que no se le caiga ninguna obra en la cabeza, y quedamos bien y todo eso… Hay un día para todo, así que solo es cuestión de agendarlos y ya podemos aumentar nuestro nivel de corrección so