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Mostrando entradas de enero, 2013

Recuerdos de familia

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      Camino, camino, camino y camino.  ¿Caminante no hay camino?  Aja, pero se hace, dijo un catalán.  Como mi primo, que vive por allá en otro lado,  y antes no éramos primos, ni yo de acá, ni el de allá, pero el viento nos cruzó y nos llevó a otro lado.   Pero ese no era catalán, el que cantaba, sino que lo había llevado el viento, a través de la panza de su madre, desde otros países que había recorrido su esperma antes de caer desesperado, atravesando las fronteras entre la vida y … Entre la vida y que?     Nadie lo sabe, por suerte, sino no tendría misterio, solo sería un nuevo cielo prometido, un nuevo infierno, una nueva religión sin gracia: como agacharse a rezarle a un dios que no nos escucha ni nos responde, ni se calza el nombre que le pongamos.    Solo adentro nuestro están todas las fronteras, y seguimos sin darnos cuenta.   Pusimos una frontera entre la vida y la muerte, y de ahí salieron todas las demás, y pagamos caro por eso, el peaje diario de buscar el pan

La historicidad histórica de la historiografía historiada: un punto de vista histórico

      ¡Historia! ¿Qué es la historia? ¿Cómo se fragua? ¿Para que sirve?   Más allá de “historias que contar” como si fueran relatos para dormir a niños grandes ("como si fueran"... ja) ¿qué valor tiene la historia, la historia escrita?  Y todo su prolífico palabrerío: ¡historicidad, historiográfico, historicismo, histórico, lugar histórico, contenido histórico, fecha histórica!  Hasta la palabra repetida empieza a sonar a podrido, artificialmente pegadas las consonantes como las páginas de ese gran libro de cuentos llamado historia de la humanidad…   No es necesario ir a las catacumbas ni al sótano de las iglesias, ni a la cárcel más cercana a nuestro domicilio, para conocer otra faceta de la historia, como si hubiera sido encerrada y ocultada a nuestra vista, como si no eligiéramos el cuento de la democracia representativa y los medios masivos de telecomunicación antes que mirar con nuestros propios ojos.     Todo está a la vista, y en el mismo lugar, superpuesto com

Lobos, entre la gente, entre lobos

    Sin dudas, no es lo que parece… bienestar, no es lo mismo que estar bien.   El fin de siglo, el fin del milenio, el fin de año, el fin del mundo, el fin de una era, el fin del fin…   La propaganda nos empuja a consumir antes que se termine el mundo, el sistema, el confort, el dinero ¿Antes de que?   Antes del ser humano había un planeta, y seguirá estando después, esta sola verificación lógica debería bastarnos para pensar un poco más en concreto sobre lo que estamos haciendo con nuestro tiempo, con nuestros recursos, con nuestra energía.     Cada día afilamos la voluntad para correr atrás de cosas que no necesitaríamos si la televisión no nos hubiera convencido de ello.  Después de diez mil veranos, la especie humana no puede sobrevivir al verano sin aire acondicionado.     Los parámetros naturales ¿¿¿naturales??? …no solo no importan sino que prácticamente no existen, y nuestro cuerpo se acostumbra antes que nuestra mente a doblarse sobre un somier o no hay descanso que

Una mota de polvo, un planeta

    El hombre.  El hombre, la mujer, el ser humano: se reencuentra a sí mismo a través de sus frutos, a través de sus hijos tal vez aunque no siempre.     Pero el hombre animal, el hombre bicho, el hombre instinto que duerme atontado por la televisión y las cuotas de la tarjeta sobrevive y espera por sus cinco minutos de fama… la persona que planta una semilla en la tierra como hace mil años, se reencuentra a sí mismo en la justificación de aquella labor, aunque sea magra a veces, aunque sea flaca, de vez en cuando, la recompensa.     Lo poco que le devuelve la tierra, lo poco que le pueda sacar como un pionero entre las piedras y la arena caliente, es parte de sí mismo, del amor que pusieron las mujeres y los niños con las manos en la tierra, tratando como iguales a unas semillitas diez veces menores que sus propias uñas.     Cada yuyo que se arrancó, sin lastima y sin embargo sin rabia, es el anuncio de un nuevo mundo que mansamente se deja descubrir, desde abajo, como si la tierra

Hijos de la calle

    _¿No tenés juegos? _No, no tiene nada esta compu _¡Tenés que hacer así! ¡Ves! _No, no da juegos la señal, ni páginas de música, ni nada… _Ahhh _¿Y tu hermano? _¿El que te robo la bici? Allá esta. En casa _Y como se porta _Mal _Jaja ¿?  _¡Y si!  Toma pala, fuma porro, toma cerveza… _¿Y vos? _Yo no, yo soy chiquito _¡Y   por qué no te vas a dormir! ¿A cuanto querés llegar? _Si, ya me voy, es tarde… ¿qué hora es? _Dos menos diez… ¿y para qué es la plata? ¿Se la   tenés que dar a tu mama? _Si, para que cocine… _Ah… bueno mandale saludos a tu hermano ¡Decile que se porte bien!   Yo agarré mis cosas y me subí a la bici, la desprotección, la inocencia de los seis años, igualmente, solo genera malicia en otros:  mirando desaprobadoramente mientras le contaba la plata al niño, seguramente pensando que trabajaba para mi…por suerte nadie vino a hacer quilombo, les alcanza con indignarse y pedir más seguridad.  Mas estética…   Lo invitaría a tomar una