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Mostrando entradas de enero, 2014

Calles, y calles

     Camino por el centro de la ciudad, estrictamente cuadriculada, en damero como se dice: calles que se cruzan solo una vez, perpendiculares o paralelas que mueren sin conocerse, no hay mucho más para elegir, salvo que salgamos hacia los suburbios, donde empiezan a nacer cortadas, callejones, callejas que se curvan como culebras hasta casi morderse a sí mismas, angostas y oscuras…    Hasta las aún más angostas sendas y  pasillos internos, alegres o lúgubres, tal vez peligrosos, tal vez llenos de amor… Pero por acá, donde los semáforos se hacen señales unos a otros, solo hay calles modelo, bien asfaltadas, y bien seguras de su función.   Si tomamos una regla, podemos comprobar que las calles están hechas estrictamente para los autos: catorce metros para ellos, y solo un par de metros a cada lado, de vereda para los peatones.  Las calles están hechas para llevarnos hacia los bancos, que son los reyes de la ciudad.   Las calles están hechas sobre un planeta vivo, al que aplastan y l

Reflexiones a las 14:00 hs.

     ¡Ellos conspiran! ¿Debe ser, no? Porque nosotros conspiramos.     Hasta la palabra misma parece destinada a partirse al medio…tiene una resonancia molesta, que debe guardarse en secreto, que debe pronunciarse solo en voz baja…   ¡Conspiración!  Es lo que pasa ¡Somos marionetas, somos hojas en la tormenta, nos han robado las riendas de nuestro destino! Enormes problemas flotan sobre nuestras cabezas, y ya no hay lugar adonde escapar…    Se viene la guerra del agua, del petróleo, del viento, de la web, de la tierra, del mar, del genoma, y cuantas plataformas más desde donde dar latigazos a toda la humanidad están en juego, asediadas, a punto de caer...     Yo soy inocente.     Es  lo único que puedo asegurar con calma: nada puedo hacer contra los imperios y los portaaviones, nada puedo contra el poder de la hipocresía de los medios y los gobiernos, nada puedo contra el control de las corporaciones.     Gobiernos, instituciones, alianzas, todos son socios y cómplices menos yo,

El mundo es invisible (Poesías)

      ¡Disimula hombre!   Calor, humanidad, Un planeta se derrite Lentamente, como… ¿Un helado? Nos cansamos ya de lamer Los restos de nuestra Mediocridad. Basura, lenta, viva Corre por las calles Y se adueña De una necesidad Compulsiva De ser Otra persona.   En el fin del milenio de oscuridad   Solo llamas y bomberos enloquecidos Veo a mí alrededor, corriendo por combustible. Solo humo, cenizas, y estructuras carbonizadas Entre los desiertos que fabricaron para posarlas. Esclavos que mueren aterrados tirando de su cadena Y tiranos reclutando mercenarios para defender Sus cuevas llenas de sarcasmo y basura de otras eras, De recuerdos ajenos y cabezas en la pared. Entre las llamas, carniceros enhebran corazones Y cazadores muertos fabrican lágrimas. Dioses de papel y barro caminan desorientados Mientras se van desintegrando. Ejércitos inmensos de niños deliberan Mientras juegan, fabrican listas negras. ¿Es realmente n

Letras mojadas

      Me han regalado una planta, envuelta en un diario viejo, de unos cuantos meses atrás…y aprovecho a leerlo ya que una o dos veces al año leo el diario.     Habiendo asistido hoy al duelo de absurdos y desmentidos, de humo y nuevas primicias falsas, después de meses de desarrollo, veo el origen de las viejas noticias, en sus formatos alienantes, las que todavía no eran mentiras.    Análisis y opiniones, que aun parecían posibles, plausibles, o por lo menos lo simulaban en las páginas del prestigioso medio.     ¿Prestigioso? Me pregunto y me contesto ¿prestigioso para quién? Como es posible que nos sometamos al látigo afilado de la prensa cada día, que dejemos acicatear nuestras emociones, o directamente fabricarlas, aun comprobando cotidianamente que lo leído el día anterior era una flagrante mentira dedicada a nuestra manipulación.     Y eso sin pasar a hablar del formato igual pero más veloz de la radio y la televisión, de las paginas digitales (campeonas absolutas del error,

La política

     “La Política”.     Así, despectivamente, algunos la miran como el zorro a las uvas, “La política es sucia, perversa, corrupta, decadente”…    No, la decadente es la gente, la política no tiene atributos propios, todos le son transmitidos por la ambición de sus protagonistas, por la sed de poder de los aspirantes a segundones y delfines.     Perversos los que consumen a sus propios colaboradores gastándolos en batallas perdidas como si fueran peones de ajedrez, solo para alardear de su cinismo y su falta de principios.     Sucia esta la coctelera donde se calzan algunos insultantemente el gorro frigio, derivando de una idea a otra, de un sistema a otro, de una ideología a otra en la búsqueda permanente de poder, de espacios libres.     Corruptos con nuestra complicidad y tolerancia,  acostumbrados a traicionar sin perder la sonrisa, a claudicar sin disimular ni mirar atrás, a ocultar sus vicios de grandes hombres y mujeres estresados por el arduo trajín de la manipulación total.