Cuando empezó mi vida...
Ni parecido …entonces… un día, me di cuenta que necesitaba amor, no podía aguantar ni siquiera una palabra más fuera de lugar o en tonos agresivos, no podía seguir viviendo sin caricias, sin que mi piel se erice de placer en vez de menosprecio ajeno, me canse de que mi cuerpo lleno de amor fuera desperdiciado, desconocido, completamente mal valorado, pero más que nada me canse de no poder ser mujer, ni persona, solo un objeto sin posibilidades ni elecciones, más que descansar en la estantería donde me lucían como una mascota obediente, responsable, indiferente a mí misma. Creo que me estaba marchitando como mujer, sin saber quién era, hervía por las noches, sin embargo despreciando el cuerpo insensible que dormía a mi lado, sin salida. Un día, en la caja del supermercado, al pasarle la tarjeta, nuestros dedos se rozaron, solo medio segundo, se me aflojaron las piernas, el rayo de sus ojos asombrados perforo los míos, acabe caminando a casa, hace meses que no lo hacía