No se puede con tanta arena
Se sabe: máquina que para se oxida lentamente, y la herramienta que no se usa se desafila… y eso es lo que temen los organizadores de la guerra permanente, al perder la extensión de sus interminables -aunque bastante estáticos- frentes en Libia y Afganistán, el liderazgo y la iniciativa en Irak y en Siria y decididamente la dirección y el rumbo en Yemen, en Ucrania. A pesar de los miles de millones invertidos en técnica militar, entrenamiento, tecnología, logística y pertrechos, no se ha podido forjar un solo ejercito de locos fanáticos que respalde las decisiones del centro mundial por un par de meses más, después de recibir el primer cargamento de armas: rápidamente se diluyen en ambiciosos y pequeños reinados, intensos remolinos de descontrol y sangre, de dinero sucio y muerte. Entonces los engranajes de la máquina de fabricar guerra se llenan de arena, y los ambiciosos generales ven evaporarse las comisiones de la industria armamentística, porque no se puede legiti