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Mostrando entradas de junio, 2011

Completamente

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    Agua y alcohol   Recostado contra la pared, las piernas chorreando harapos arriba del cartón sucio, en la semipenumbra de la sala, los ruidos se habían apagado, las risas y las discusiones a los gritos ya no se oían, ahora un  general ronquido entrecortado era todo lo que se podía escuchar, y a veces, una canaleta a punto de caer, raspaba del lado de afuera, cuando soplaba alguna ráfaga de viento particularmente intensa.   sentía el cuerpo como una bolsa  de arena, que alguien había arrimado, digamos arracimado,  a la pared para que no moleste, las pulgas haraganas caminaban por el piso, buscando un cuerpo que morder, aunque para un observador desprevenido hubieran parecido hormigas, de tantas que eran sobre el cemento gris perla.  Yo tampoco las distinguía  pero sabía bien que eran pulgas.   Estaba mirándolas porque tenía los ojos abiertos, se parecían a dos lámparas de querosén, cuando alguno se levanta trabajosamente y apoyándose en mis hombros, me saca la gorra, segur

Delincuentes

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      Los unos y los otros   Estaba hablando en serio y no me creías, me vas a creer cuando te mienta pensé, y  pase a contarte:   Yo vivía ese día con la misma intensidad de siempre, con la tranquilidad del que no rinde cuentas ni detalles a nadie, libre. Y se me ocurre llevar a arreglar el mp3 que hace rato se me había roto, con lo cual termino al azar, en un comercio bastante grande, en una calle céntrica.  Luego de sacar número y esperar mi turno, planteo mi problema a la chica que me atendía, que me explica rutinariamente que debía dejar $ 15 de seña para hacer el presupuesto, y que de no ser aceptado, perdería sin devolución, así como lo estoy contando.  Esta declaración, dicha con esa facilidad pasmosa, desde atrás de un mostrador al que teóricamente yo no tengo acceso, la sentí como la fría y escamosa piel de una víbora, caminándome dormido.    sonriendo por cortesía, amén de la gracia que me causaba lo que acababa de escuchar, me abstengo de saltar el mostrador y a

La tierra y la erosión humana

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      Lomo al sol     Hace tanto tiempo que todo esto empezó de la misma manera en que está planteado hoy día, que es casi imposible rastrear otras intenciones, otra dirección que la tomada con arrogancia, corporativamente, por los que llevan el volante de las políticas agropecuarias de nuestro país, y no quiero decir y del mundo, porque tal vez exista un país diferente...   Voy caminando por la ruta y veo alambrados que encierran todo tipo de explotaciones, grandes superficies son mal trabajadas y peor administradas, en aras del ahorro en personal, en tecnología, en estructuras etc.  La tradición del santo patrón se llevó el progreso por delante, y la ineficiencia se disimula rogando más y mejores beneficios al estado, mientras se restan al mencho ignorante y bruto, como se lo catalogo hace doscientos años para siempre, porque así está bien, las cosas funcionan y los bienes se dirigen hacia las personas más capacitadas para apreciarlos y disfrutarlos, para aumentar la codicia

Yugular

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    Sangre entre el pasto     …Pero anoche estábamos charlando en la esquina, tranquilamente, como a las tres de las mañana, por la calle no andaba ni el viento, éramos como quince y estábamos tomando desde el mediodía. El barrio parecía una foto, ni perros se veían, tenía roto el cierre de la campera y el frio se me colaba molesto.     Todos estábamos bien, chamuyando y haciendo planes menos el Cabeza de Perro que había quedado sentado, callado y cabizbajo, después de una discusión por pelotudeces con el Meado, entonces se levanta y empieza a saludar a todos uno por uno.   Yo en ese momento vi que tenía un tornillo en la otra mano, pero no le di importancia, una pavada  ¡quién iba a pensar! Al último que fue a saludar fue a él, que todavía lo miraba sobrador, recostado contra un auto.   Y capaz fue al único que lo miro a la cara, levantando la vista del suelo: el Meado se iba a enderezar, pero el Cabezón ya se había acomodado el tornillo  entre el pulgar y el otro dedo, y le t

¡Todos a bordo!

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    Boletoparaguay   Se escuchan sirenas en el barrio: uuuuuuuuuuuuu uuuuuuuuu… algo grave pasa, si nunca entran por estos lados, aumentan de velocidad ahora uuuuu uuuuu uuuuu y se agudiza, se diluye y se apaga, por suerte lejos, y yo agazapado entre el pajonal del baldío, con la oreja pegada a los ruidos de la tarde, aprovecho a cagar y pienso en el laberinto de bañados, selva y malezales que me espera, si logro salir de la ciudad y colarme en algún camión al norte, donde está la única fuente que puedo beber en este desierto…si, si, que poético y me limpio el culo con unos yuyos mientras pienso… ¡tarde o temprano me van a buscar por acá!  Y entonces va a pasar un policía, y ojala no con los perros ¿porque este lugar esta tan maldito? Nadie pasa por acá y las malezas ya se están haciendo monte y ya paso otro minuto y yo sigo en el mismo lugar hasta que las sirenas hagan uuuuuuu uuuuuu uuuuu uu y se detengan enfrente y empiece el baile.   …alguien viene… agarro una botella de si

Un ladrillo

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    Tierra y vivienda   Estaba en la costa mirando correr el rio, tratando de entender a que se deben las extrañas corrientes que se entrecruzan en esta playa: a veces,  o más bien hay una altura,  casi llegando al pie de la barranca, en que la costa caprichosa pareciera ignorar que el rio corre para el otro lado.  Aunque tal vez igual entrega más piezas que cuando llega a estar pisando el metro, bajo,  y el pescado grande no entra en esas playadas donde el agua llega con suerte a las rodillas y no puede desplegarse bien.  En cambio, aparecen grandes piedras como en la playa nebel, y los pescadores se desquitan recuperando las líneas cortadas, anzuelos y plomadas.   Era un hermoso día que me hacía agradecer la inmensa suerte de vivir en la costa, y estaba reflexionando sobre ese particular cuando estaciona un carro junto a la parte que se conoce como la escalera, y se bajan un par de hombres jóvenes con algunos gurisitos. Con un par de palas y de a poco como calentando el cuerp

Algo de calle

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    Sol y tierra     El tiempo de la calle no es lineal, a veces se compone de compromisos inclaudicables que corren más allá del tiempo, los que se desvían son alcanzados.  La palabra dada se recuerda, los favores recibidos se guardan en el alma, la vida se cuenta como otras cosas.   Hay un mundo sin palabras, donde todo se entiende antes de decirlo, hay un sentido de humanidad que no se menoscaba con los prejuicios ajenos, la libertad existe, allí donde no la desprecian, el tiempo se llena hasta con silencios y miradas.   Todo sigue igual o todo cambia, según, el transporte es vital, cuando tantos miles de barrios son iguales. Una casa es un puerto seguro, un kilo de pan vale cada grano de trigo.  Una persona es un territorio, y los limites se negocian a como dé lugar   Siempre habrá música, en los nacimientos  y velorios. Siempre en el medio algo que compartir, y muchos niños esperando la posta… muchos se pierden, otros tantos se esconden, algunos apuntan a una vida sin