Como si no alcanzaran los clavos para remachar el caldero donde se cocina la post-humanidad, a lo largo y ancho del mundo se juega y fuerte: inmensas cantidades de personas apuestan con su vida misma a fortalecer un poder que no los contempla. Que nunca los contemplará.
Luego de la exitosa puesta en escena de la última pandemia(última hasta ahora), donde el agonizante resto de voluntad propia que todavía iluminaba el espíritu humano fue dócilmente entregado a las corporaciones y las fábricas de noticias, el poder, ya no necesita de maquillajes ni esforzarse por ocultar sus apetitos ni sus incoherencias.
Poco importan ya las diferencias entre nacionalismo o Nazionalsocialimo, izquierdas, derechas, ecologistas, anarquistas, libertarios, indígenas, blancos amarillos semisantos o dictadores: todos y todas se sientan a la misma mesa y claro, hacen lo necesario para participar en el guion y capturar su pedazo del pastel.
Para disimular casi siempre les alcanza con nuestra apatía crónica, dado que la banalización de los ideales sigue su camino al absurdo total, y ahora, cualquier red social aplaca a las mayorías con actos simples como salvar cachorritos virtualmente o pendejadas por el estilo.
Todos hipnotizados, al mismo tiempo que convierten sus privilegios en una lloradera sin fin que satura las pantallas (no son, y no serán, la élite sin moral y sin ley que admiran).
Claro, "la política" no deja de ser igual, glamorosamente futbolizada, no es mas que una guerra de colores, de bandas de mercenarios de la realidad sin programas ni ideas reales, sin base, sin interés en los pueblos ni en las personas que las sustentan con sus propios hombros.
Entonces, en este juego de máscaras del poder, simplemente resta elegir: entre opciones desastrosas o mágicas, fanáticas o místicas, "entre Guatemala y Guatepeor", sin convicciones ni esperanzas, porque ya no las hay, solo fanatismo y agresión preventiva, difamación, falacias y tergiversación.
Pero la manipulación que vuelve idiotas a las personas, es solo un reflejo de la forma en que los dueños del mundo manipulan a sus alegres marionetas en el gran teatro de la geopolítica...
Gobiernos y candidatos de izquierda que giran bruscamente a la derecha, ya, el primer día que pueden hacerlo? Es que el mundo es redondo!!
Políticas transnacionales atravesando gestiones y regiones como si todavía existiera el sacro imperio romano? Son solo negocios...
Y los negocios que rinden son sagrados, sean drogas, armas, petroleo, minerales, personas, granos o ganado, que todo está en las mismas manos y desangra las mismas mansas ovejas, que pierden el sueño intentando saber como van a devolver cada centavo que deben por malvivir, y respirar, y obedecer.
Mientras tanto, sin desmerecer la gula de los eventuales administradores, no hay un solo problema humano que encuentre solución, una necesidad que sea satisfecha sin invitarnos a ser esclavos.
Que alivio! Es tan trabajoso decidir, pensar, ser... Que cualquier formato nos consuela de la ansiedad dolorosa de ser responsables de los actos y omisiones de nuestras propias vidas!!
Claro, pensar en el planeta como nuestra casa común u otras realidades acuciantes, nos obligaría a realizar cambios, a asumir responsabilidades de las cuales nos protegen las fronteras ideológicas, sociales y geográficas: No queremos destruir nuestro estilo de vida!!
Por supuesto que el genocidio y la guerra es el único resultado esperable. El hecho de ser libres de espíritu, y vivir al borde de la soledad y la desesperanza se conjura sometiéndonos a sistemas de gobierno que convierten todo territorio en un teatro.
Y por supuesto, a todo dirigente en una marioneta que haga reír o aplaudir, amar, odiar o idolatrar a los mas despiadados verdugos por el público: siempre sentado y esperando, siempre espectador.
Claro, hay muchos escalones, y jugosos premios esperando por convalidar el saqueo, la violencia y la devastación social, participando directamente en el sometimiento político-territorial o cerrando los ojos ante el avasallamiento de comunidades enteras...
Luego solo es seguir, permanecer aferrados a lo mas perverso e irracional del sistema, haciendo rendir la confianza que genera decir siempre "si señor" o "no señor" sin preguntar nada, de acuerdo al caso.
Sin importar quienes mueran acumulando el poder de los violentos caciques barriales o los señores de trajes entallados, dueños de todo y de todas las decisiones(aunque nadie sepa a ciencia cierta a quien representan).
Ahí va la humanidad, promocionando el último gran salto al abismo que nos hacen pagar por anticipado día tras día...
Muy duro. Y muy cierto 😔😔😔
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