Porque aún es ilegal la prostitución? Cual es la diferencia entre el cuerpo de un hombre o una mujer, o una persona transexual, y un pedazo de pan, una licuadora o un cigarrillo?
Que tiene de especial tener sexo por dinero a trabajar en una oficina, hombreando bolsas en el puerto, o ser el presidente de un país u otra corporación cualquiera?
Veamos...
Pretender que la prostitución puede ser legalizada o sistematizada,
institucionalizada de alguna manera, es tan inadmisible, tan perverso y
grotesco que no resiste un solo minuto de análisis.
No obstante lo cuál, siempre habrá, por diversos motivos, personas o grupos dispuestos a hacerlo.
Nuestro cuerpo es nuestra única posesión real sobre este planeta. Nuestro
cuerpo y la forma en que le damos uso, o sea, nuestro tiempo, nuestras
elecciones, son las únicas cosas sobre las que tenemos real posesión, derechos
absolutos e inalienables...o por lo menos, deberíamos tenerlos.
Nuestro cuerpo, los limites de nuestra piel, esa es la única frontera entre nosotros y el mundo, sobre la que empezamos a decidir sin mas que nuestras reglas y podemos ser realmente soberanos. Ponerle precio, ES la esclavitud.
Todos los derechos y también todos los deberes nacen del cuerpo humano, un
cuerpo pensante y actuante que se relaciona y toma decisiones pero que, en su
limite, marca todo nuestro real territorio y nuestro único espacio
absolutamente propio e indivisible.
Pero claro, nos dicen que el cuerpo humano puede ser tratado como una mercancía o un bien de uso y consumo, como un producto o un negocio, o nos presentan la prostitución como un trabajo aceptable.
Y cuáles son las leyes del mercado? Realmente, todavía nadie las sabe, nunca han sido respetadas o quedado fijas tanto tiempo como para quedar establecidas en un código que no arrasen las conveniencias o el afán de lucro, pero pueden llegar a definirse según eufemismos como "la mano invisible del mercado" o "dejar hacer, dejar pasar".
Esto significa que siempre habrá víctimas pero no responsables, que la ganancia es un concepto que no admite escrúpulos ni frenos.
Pero volvamos al cuerpo como un objeto...
En este esquema conceptual mercantilista, tan propagandístico como es habitual, que disfraza su imposición y sus mentiras flagrantes de libertad y elecciones, como vende todo lo demás...sabemos que un producto se crea según su mínimo costo y su máxima rentabilidad y luego se adiestra a un público consumidor, se crea un mercado donde imponerlo, mediante los eufemismos de "venta", ""propaganda", etc.
Este mecanismo mercantil esta tan aceptado, tan aceitado, que tomando un bien cualquiera, por ejemplo, un televisor, podemos estar seguros de que el que posee la TV de 29 pulgadas, quisiera tener la de 72, con sonido cuadrafónico, eso es un hecho.
También se puede estar seguro que el consumidor promedio no tiene interés en enterarse si lo que se lleva a su casa fue hecho con mano de obra infantil y/o esclava, si las fábricas arruinaron ecosistemas enteros, o si en busca de materiales arrasaron y masacraron territorios, personas y comunidades mediante ejércitos privados e ilegales.
Oferta-Demanda... Costo-Beneficio... Inversión-Retorno de capital...etcétera.
Mas allá de eso, podemos contar con el poder de los lobbies haciendo fabricar leyes a su medida, los carteles, el monopolio, el dumping y el proteccionismo, la corrupción personal e institucional, los sabotajes, la ausencia e ineficacia de los controles, las guerras empresariales, y una siempre latente y conviviente, paralela, franca, descarada y destructiva ilegalidad.
Imaginemos entonces que el producto pasa a ser el cuerpo: un cuerpo sin pensamientos ni pretensiones que molesten, sin mas envoltorio que la permisividad, sin mas requisitos que estar disponible a un precio prepactado, sin mas quejas por el mal uso que las que puede dar una silla con la pata rota...
Qué indica que el usuario de un servicio sexual no quiera pasar de un cuerpo profesionalizado de 45 años a uno menos gastado de 25, y mas tarde a uno virginal de 14 o 11 aunque este atado, aterrorizado o inconsciente? Porque, es solo una cuestión de precio...
Y cómo se evitará la oferta de cuerpos a través de amenazas e imposiciones, de violencias y coerciones, veladas y desconocidas o descaradas y consensuadas por el cliente?
Cómo se evitará que el sádico le ponga precio a la tortura y la muerte, el pedófilo a la niñez, el perverso a la humillación, el sometimiento y el miedo?
Cómo y por quienes se efectuaran qué clase de controles, seguimientos y monitoreos como para que la prostitución deje de estar directa y cotidianamente relacionada con la necesidad absoluta de la miseria y el hambre? Con el negocio de las drogas, el chantaje y otras ilegalidades?
Como dejarán de suministrarse cuerpos baratos a través de las adicciones, del secuestro y la desaparición? Que clase de resguardo de la violencia, que cuidado y protección de la salud sería posible y viable para quien?
Podríamos seguir haciendo preguntas para encarar el inicio de un debate serio y urgente sobre la niñez y la educación sexual, la libertad, la identidad, el sexo, los valores humanos, la hipocresía y la sociedad, y decenas de temas, pero no justificar algo que inclusive, si fuera por placer, sería o lo haríamos gratis.
Claro que debería abolirse completamente cualquier tipo de prostitución o comercio sexual!
Entretanto, solo se puede construir nuevos conceptos y formas de producir y relacionarnos a través de la libertad, el amor y la coherencia, y dar un paso milimétrico cada día hacia un mundo sin opresión ni violencia, sin esclavos ni explotados, sin hambre ni sed, sin sueños ni deseos que no puedan ser vividos constructivamente y al amparo de la sociedad.
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