01 agosto

Horda

 

Diccionario:


Horda

nombre femenino

  1. 1.

Comunidad nómada que se distingue de la tribu por el carácter rudimentario de los vínculos sociales y espirituales que unen a los que la integran.

"las hordas bárbaras comenzaron a invadir el imperio romano en el siglo V d. C"

  1. 2.

Grupo de gente armada que no pertenece a un ejército regular.

 

  Hay ciclos que no se cierran hasta que no se desnudan las verdades, las mentiras, las intenciones… Estoy durmiendo en mi casa, hoy, pero podría estar durmiendo en una comisaría, o algo peor, en un hospital público…

  Fui atacado por una banda de desaforados, desafortunados, desmadrados, inútiles, incompetentes… e impunes.  La sangre, se hace cascara en mis piernas, ahora mismo, las marcas del acero forjado de herramientas “de trabajo” cruzan mis brazos, mis hombros, mi espalda, ahora, en mis músculos fríos y quietos empieza a hacerse sentir el dolor de los golpes y la carne entumecida.

  Porque si, porque de plano queda descartado todo honor o siquiera respeto, a cambio de malicia, traición y violencia desmedida… (Iba a decir “violencia sin sentido” pero en este aprendizaje que dura siete años viendo como convierten mi vida en un campo de batalla, y cada uno de mis sueños en un blanco de tiro, he llegado a la convicción absoluta de que ninguna violencia tiene sentido.)

  Si estuviéramos en otro diagrama social, en otra ciudad, en otra provincia, en otro país, yo podría estar haciendo una denuncia, ahora mismo, ahora, con mi tiempo de ocio o de trabajo que fue aniquilado una y otra vez, dando interminables recorridos por indiferentes y oscuras oficinas con mi cuerpo, que necesita tiempo para trabajar y generar dinero para mi familia, para mi vida, para mis hijos.  

  Si estuviéramos en otro sistema de convivencia, en otras intenciones de bienestar común social, yo podría alzar mi voz suavemente ante las autoridades e instituciones respectivas y generar el movimiento de los resortes judiciales-administrativos que se diseñaron hace generaciones para protegerme, para protegernos a todos de este tipo de cosas.

  Pero estamos en Concordia, una ciudad donde se ha demostrado obscena y ostensiblemente una y otra vez, para que no haya dudas, la absoluta no-independencia de poderes, la desmesura con que el estado puede responder violentamente con impunidad para protegerse a sí mismo de la ley, la indefensión absoluta del ciudadano “de a pie” frente a un poder descarado y descascarado, goloso y ambicioso a la vez, desvergonzado y cínico.

Fui atacado por siete personas a la vez, y no me defendí, porque si hubiera devuelto un solo golpe, sin duda alguna, estaría preso, así tuvieran que inventar el delito de “defensa improcedente” o algo así, y mientras tanto, mi casa hubiera sido arrasada.

  Con la excusa de limpiar un territorio que día a día se arrastra en el abandono total y absoluto, después de 1550 días de inacción y desvergüenza, los mismos que trabajan de 09:00 a 09:45 para después sombrear o hacer leña, o directamente irse a su casa, teniendo una función fundamental para la ciudad a la que ponen en riesgo, manteniendo la Defensa Sur en forma óptima contra las inundaciones, se decidieron a "limpiar" mi vereda, contra mi alambrado, intentando quemar y arrasar con árboles que llevan años de plantados, que ellos mismos me vieron sembrar y repicar, enterrar y regar, cuidar, proteger y mimar, mientras ellos vivían la oscura felicidad de los inicuos, que se enorgullecen de saltarse toda regla y todo mandato que apunte al bien común, mientras la basura penetra con el viento en cada calle en cada patio...  

  Para llegar a mi vereda a “limpiar” (prender fuego y humear a todo el barrio con plástico quemado) pasaron por alto como si no existieran montañas de basura que deberían haber limpiado, que deberían haber limpiado todo el año, todos estos años… pero claro, tantas veces hemos hablado, si, con ellos, charle tantas veces, con los jefes que me atacaron, ofreciéndoles una entrevista para que lo que me contaban a mí se difunda a fin de generar algunas soluciones… 

  Pero no, solo se da lugar a los problemas: que no hay presupuesto, que no hay gasoil para la maquina ni para el camión, ni nafta para las motoguadañas, ni plata para comprar tanza, rastrillos y palas, que no pueden cumplir con su trabajo designado porque los llevan a armar escenarios y corsódromos, vallar maratones, pintar los cordones del centro de amarillo, hacer de albañiles en propiedades privadas de funcionarios públicos, mantener las veredas de los barrios privados… esas cositas, que desvirtúan completamente una democracia.  

  Claro, tal vez luego se sume alguna propina, sacada otra vez del erario público, otra vez, y todos contentos… Acá, nosotros: no.

  Pero olvidémonos de investigar este esquema de corrupciones interimplicadas, olvidémonos de buscar la maqueta de la Defensa Sur, con su iluminación parquizada, veredas y bicisendas, para lo cual fue derivado en su momento un presupuesto total y absolutamente equiparable… para lo cual se asigna un presupuesto mensual a su mantenimiento, y teóricamente, funcionarios dedicadamente jerarquizados con sueldos al tono…

  No sé si me enorgullezco de haber caído por no devolver un solo golpe, de este dolor físico y punzante, en realidad me siento tan estúpido como desorientado de mi propia falta de reacción, de mi propio perjudicial autocontrol, pero sí que no me arrepiento, porque a pesar de todo, sigo construyéndome como persona, sigo desligándome de la violencia y la agresividad de mi entorno -parece que no pero si- sigo enfocándome en mi mismo y en encontrar salidas y posibilidades, ya no productivas(todo lo que produzco es arrasado) pero si humanas y de relacionamiento, de nuevas posibilidades perspectivas y miradas(mucho más sanas que esto) sobre la sociedad y sobre mí mismo. 

 Claro que antes de apagar el fuego por mis propios medios les pedí que lo hicieran ellos, les explique que están destruyendo un sistema de restauración ambiental (que usa la basura que voló cada día en su ausencia como material estructurante) Claro que saben que el único que limpio toda la esquina una y otra vez no fueron ellos sino yo, y otras personas, amigos de otros barrios, con su tiempo gratuito, con su esperanza mágica, con su amor infinito. 

  Finalmente busqué un balde y cargue agua del zanjón ahora encajonado en hormigón, que eso es bueno para los negocios, encajonado y tapado de tierra y basura, pero bueno… antes de eso, cuando solo era un zanjón de aguas negras lo limpie y sembré de peces, libere el cauce y sanee cada año, cada vez que pude… Y sí, porque me gusta, porque aprendo, porque mi vida es el agua y la naturaleza, hacer viveros y sembrar árboles, fabricar flores, porque me deleito en la construcción, en la generación de armonía y belleza, aun, en este contexto imposible, violento, agresivo, destructivo, del Sur de la ciudad. 

  Entonces de los insultos y los amagues se llega a la agresión violenta, al mensaje seudomafioso y claro, y me cayeron como cucarachas a un plato de azúcar, como si yo fuera tan dulce… con el “jefe de jefes” tirando manos atrás de sus subjefes subordinados, que me aferraban de la ropa,  que a la vez eran superados por la demostración de lealtad de los empleados rasos que me picoteaban con sus herramientas de trabajo, intentándomelas clavar en la cabeza… por suerte no me sacaron un ojo, por suerte cuando me caí, me soltaron para rematarme, y pude dar un salto y dos pasos atrás. 

 Y entonces ya había terminado, porque ahora había que encarar de frente, ahora había que volverlo a intentar y ya no había salido tan bien… y entonces solo era la forma en que se manejan las instituciones y la clase política en la ciudad de Concordia.  Pero claro que aun tuve que escuchar amenazas de despojo, de desalojo… la mitad de mis vecinos fue testigo de todo esto, segundo a segundo, el resto de la cuadrilla también, no me sorprendería escuchar que ya ha pasado antes…

  La foto la saque con un teléfono, porque una y otra vez me robaron cámaras y computadoras, además de cada una de mis herramientas de trabajo, ya fueran serruchos y machetes, ya fueran motoguadañas una y otra vez, para que no pudiera avanzar ni trabajar, para que no pudiera registrar nada, ni visibilizar esta miseria punzante, este esquema de complicidades que convierte a un territorio donde viven quince mil personas en un caldero hirviente donde meter a voluntad la cuchara.

  Maia, te amo. Ciro, te amo.  Si soporte todo, todos estos años, fue para estar cerca de ustedes, y agradezco al universo por haber podido aprovechar y desaprovechar a la vez esta oportunidad… Gracias, discúlpenme por no poder avanzar, y  por seguir adelante, por no haber alcanzado a generar lo suficiente, y  por seguirlo intentando sin éxito, por quedarme aca intentando cumplir un sueño, por no saber adaptarme, por no intercambiar mi paz por destrucción social, por no entender esta sociedad y su esquema de violencia, corrupción y poder…

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