El niño no terminaba de entender, y acosaba al
dios:
_…Señor -preguntó- ¿Porque debo ser
sacrificado, entonces?
_Porque solo así saldrán adelante los
predestinados…
_¿Y porque no pueden hacerlo solos? Preguntó otra vez
_Porque tienen mucho que aprender, y tú lo
vales, eres su comida, digamos, sino el conocimiento que hace girar el mundo se
perdería y todos perderíamos nuestro mundo, es bastante fácil de entender,
porque no lo haces y ya…
_¿Y porque no podrían hacerlo solos?
Lo interrumpió el niño, sin conciencia de haberse convertido en una molestia, y
estar irritando al dios.
_Porque aprender a alabarme los convierte en
niños indefensos, y tienen que ser acunados, alimentados y guiados hasta el
último día, aunque, créeme, es la única manera de que las cosas sigan como
están…
_Yo no me siento indefenso. Podría
defenderme o elegir no ser sacrificado, afirmo rotundamente la criatura…
_¡No, no lo harás! Se impacientó el dios,
vociferando, ya harto de dar explicaciones que lo rebajaban ¡Porque el temor te
lo impedirá, y seguirás tu camino como todos los demás!
_Yo jamás temeré a nada, y me saltare las
reglas que designan mi muerte.
_Jajajajajajaja. Puedes tomar el camino
opuesto si quieres, me da igual, te prometo diversión sin fin, y sin culpa, y
nada te faltara, es más ¡¡Hasta puedes ser uno de los elegidos, si eso te hace
feliz!! Rio el dios, y luego se puso serio, dictaminando… toda tu
educación se reducirá a inculcarte el miedo ¿Cómo podrías evitarlo? ¡Tú
mismo elegirás tu camino, no hay designio en realidad!
(El niño sintió que se inflaba, que otro tipo
de energía lo invadía, la percepción…)
_¡Evitare asimilar las enseñanzas, y seré
libre!
_Bla bla bla, ya me has agotado la
paciencia, sal de mi vista, ahí tienes la puerta que te corresponde, cuando
termines el pasillo, podrás nacer…
_Ya no te creo nada ¿cómo sé que esa puerta no
lleva a una trampa?
_Porque yo jamás miento
_Y entonces… ¿puedo evitar mi destino de ser
sacrificado a ellos?
_¡No! Grito la imagen grandiosamente.
_Jajajaja!! ¡¡Te has delatado!! No iré por esa
puerta… y empezó a dar la vuelta
_¡¡¡Sal de aquí o te fulminare
insensato!!! ¡¡¡¡Sufrirás mi castigo por toda la eternidad…!!!!
_Jajajaja -
Reía el niño y lo dejo hablando solo,
hasta quedar duro de asombro, impensablemente…
Había dado la vuelta y estaba atrás del dios,
y atrás del dios no había nada, era solo una fachada, donde un imbécil con
dinero, hablaba a través de un altoparlante…
Al verlo, salto de su escalera y salió
corriendo, espantado, y el niño lo siguió
Salieron los dos por la misma puerta, antes
oculta por el inmenso decorado, pero el miedo dominaba al escuálido y pálido
hombre, y el niño lo salto justo cuando se cubría esperando un golpe
mortal. No miro atrás, ni escucho las palabras del imbécil: ¡¡¡Lo
olvidaras, toma el camino que quieras, todo lo olvidaras…!!!
Con tanto ajetreo se había atrasado en
su trabajo, y ya venía bastante mal ese día. Se acomodó en su tarima,
probo el altavoz aclarándose la garganta y recién ahí contesto al insistente
golpear de la gran puerta
_¡Adelante! Puedes pasar…
_¡¡Hola!! Dijo la niña, sin demostrar
miedo ni reverencia, ni siquiera admiración…
_El imbécil sintió que le empezaba a doler la
cabeza…
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