Mirando desde lejos
Solo esperar a que
pase el calor del mediodía
Solo oír el rasguido
de las nubes enfrentando al viento
Y después el silencio
que se levanta como vapor tibio
Para dejar lugar a los
primeros ruidos de la tarde…
Después de olvidar la
mañana arrinconado en gomaespuma
Descansando mal de
tanto dormir sin pausa
¡Soñando sin querer
soñar, desparramado
Para despertar
olvidando, aun queriendo recordar!
No debe haber un día
más lento que hoy para holgazanear
Desafío del tiempo a
la quietud, solo los árboles y las plantas,
Las flores, beben sol
y se estiran aparentemente perezosas
Y yo que miro y vuelvo
a no hacer nada, mi único plan es…
No dormir porque ya
agote el sueño
No comer porque ya
paso el tiempo
No salir porque eso
hice ayer
No agitarme por las
dudas que surja alguna idea
Ver pasar el tiempo
mientras se estiran las sombras
Y mañana hacer todo lo
que no pueda postergar más.
Solo mañana,
desmitificar la vida
Para poder hacerla
mía, de verdad.
Para trabajar
Es así, no me va, no
me gusta la oficina
Prefiero el sol y el
viento, y jugar sin corbata
Y arreglar lo que
tenga que pasar, con gente de verdad
Sin papeles, sin
promesas que olvidar,
Sin mirarme las
zapatillas a ver si están agujereadas:
¡Qué vergüenza, mejor
me voy a casa!
Haciendo lugar, donde
haya, haciendo del mundo mi casa
Porrito de cosechero,
amor de madre, perfume de flor nueva
Entre los cortinados
de la sociedad prefiero estar
Riendo, antes que
derrotado por una inútil necesidad.
Pero igual, siempre,
siempre… no prefiero trabajar.
Horizonte o piso
Siempre hay
Un camino
Alternativo
Por donde ir
¿Por dónde ir?
Si podemos cerrar los ojos
a la pasividad
Y mantenernos
despiertos.
Podremos verlo
¿Podemos verlo?
Velo de inconstancia y
comodidad
Venden los
mediocrizadores.
Solo esquivan el lazo
de oro
Los que no supieron
guardar
Para comprarlo.
¿Amor?
No tengo nada que ofrecerte
Más que una vida de
privaciones
Sacrificios y trabajos
sin fin.
Y una sola verdad:
estamos vivos.
Y la única certeza es:
ganar cada segundo
Y hasta cada beso, y
cada abrazo, y no esperar
Nada que no sea bien
merecido, y prometo
Hacer lo mismo desde
mi lado.
Mientras te miro, a
los ojos, pulsación de lo desconocido
Y caliento mis alas
extendidas al sol
En lo inaccesible de
mi risco.
Otro lugar
He visto cómo viven
mis perseguidores
He recorrido sus
mansiones y sus cárceles, y se,
Lo que les cuesta la opulencia de su
desprecio.
He visto sus ceños
fruncirse con rabia
Por nimiedades, golpes
a su orgullo
Martillando el yunque
de su corazón acelerado
Por la ansiedad de
necesitar aún más de lo que tienen,
De esperar en vano,
soga en mano, la entrega
A sus pies de todos
los culpables.
Y correr de un lado a
otro, sin poder disfrutar
El castillo de
ilusiones que forjaron
Sin tiempo más que
para posar, para la foto
Que les exige la
sociedad, tirana, de sus miedos.
¿Entonces por qué?
¿Hay una faceta, de
este mundo, coherente?
¡Mundo humano dedicado
a multiplicar esclavos!
Un segundo de silencio
cada tanto, deja oír
El roer incansable de
los insectos en la madera
Putrefacta de las
viejas estructuras.
Sobre el reír
acomodado en caras gastadas
Suspenso sobre el
plástico, arañas tejiendo en su cerebro.
La vida entera
simulando, sorprenderse
Por la mierda en el
salón que nadie osa mirar.
Caravanas de alegres
inadaptados
Llegan frescas a su
lugar final
Donde construir
inapetentes apatías,
Generalizando
disimulos tolerados
Por la sensación moral
de no existir
Más que para una
fábrica de realidad.
Como un pájaro
Libre como un cardenal
Despreocupado como un
benteveo
Fugaz como un colibrí
Alegre como un hornero
Voraz como una
calandria
Impiadoso como un
carancho
Certero como un halcón
Lento como un águila
Observador como una
garza
Fresco como un biguá
Hoy voy a ser feliz como un pájaro
Con un pescado en el
pico
O una pajita nueva en
el nido
A hacerme el rengo
como el tero
O como un gorrión,
oportunista
Abordar en la vereda
una miga de pan.
Hoy llegare al árbol
para posarme
Comiendo un insecto
descansare un rato
En la punta de la rama
más alta, solo para ver…
El campo iluminado por
el sol apenas dejando
Jugar en el la sombra
aturulada de las nubes
Y hacer correr en mi
plumón el viento
Y hasta perdonar los
piojos que viven
De solo una parte
pequeña de mi sangre
Luego bajare como con
un ala rota
Falsamente caído del
árbol, divertido
Haciendo correr a
ingenuos cazadores.
Pero justo antes que
el sol se esconda
Decretando el oscuro
frio de la noche
…¡el blanco peligro de
la luna!
Elegiré un grano de
avena, o de trigo
Para descansar el
hambre de vida, en mi nido.
Coincidiendo
Aunque no sepa bien
como vivir
Ni tenga un horario
para la memoria
Recuerdo tu nombre,
solo por haber sido
Absolutamente
coherente.
¿Absolutamente…? O
sea, conceptualmente,
Un poco casi siempre
en la misma dirección:
Parámetros entre
estructuras mentales
Físicamente aplicadas
a una razón de vivir
A un motivo para
coincidir, en un futuro
Incierto y permeable a
todo, adaptable.
Sobrevivir es cambiar
de rama
Pero no bajarse a
talar el árbol
Con eso me alcanza
para respetar.
Afila el pico
Empezar a estar vivo
Es sentirse corriendo
Adentro de las venas
Y ser la propia sangre
bullente
Que cae al piso en la
noche.
Es mirar desde arriba
el mundo
Como si estuviéramos
agazapados
Dentro de nuestros
propios ojos.
Y volar en un
sentimiento
O una intención sin
desperdicio
Sin margen, para
pensar, en la caída
Como no piensa el
hacha,
En el sueño del
leñador.
Mejor si te lo digo
Callar.
O inventar un silencio
Cuando no se puede
hablar,
Y sembrar en el tiempo
un vacío
Que se convierta en indiferencia:
En carne muerta en el
resto
De nosotros mismos,
Y una semilla que se
seca
Envenenada, en nuestra
garganta.
Hablar.
Porque no se puede
callar.
Lanzar palomas al
viento
En medio de cazadores.
Clamando, la voz al cielo,
Tirando con pergaminos.
Sin escuchar sin
pensar ni dar lugar
A la racionalidad, al
instinto, solo agarrar
De los pelos la vida,
rabiosos,
Y apretarla en una caja
Donde se la pueda
mostrar sin sacarla
Y mencionarla sin
mostrarla…
Sin dejar de apilar
Cadáveres ajenos
Y espectros propios
En nombre del amor,
Al prójimo.
Y volver caminando
hacia el mismo lugar
Los pelos erizados
todavía, liviano
Las convicciones
machucadas
De gastarse por sonar
en orejas
Que no saben escuchar.
Pero sano, prefiero
hablar.
Erin Ruhr
Entre la infinita
confusión
En las cornisas y los
valles
Cuando campea la
desolación
Inconfundible.
Entre la voluntad
quebrada
Y mil veces vuelta a
componer
Adentro mismo de un
corazón
Que se apaga.
En el furor del sol
que redime
Que ensalza y derrota
a la vez
A las simientes y
cuanto más
A los reyes
En la determinación
simple
De una persona común
Que enfrenta todo sin
pensar
En la muerte.
En el tiempo
inexorable
Que acerca y aleja lo
que vemos
Hoy como meta, o ayer
como cárcel
Pendiente.
En lo más profundo del
instinto
Que empuja la sangre a
correr
Tras un latido, aun
cuando no se encuentre
Al corazón.
En el verde que cobija
la flor
En los escudos de las
viejas huestes
Un segundo antes de
morir
Por amor.
Solo quienes han
pasado de todo
Ven claramente por que
pelearon:
Una semilla por nacer
y un suelo
Donde posarla.
Y en la derrota cierta
ante lo eterno
Una sonrisa se
vislumbra
En el cuerpo frio y
duro, muerto
Feliz.
Los que murieron
sabiendo
Por que luchaban,
tendrán siempre
Un segundo de gloria
atesorado
Dentro del tiempo.
Como las nubes
Hoy me detuve, a ver
mi vida pasar,
A ver correr como
nubes, lo que soy.
Desatando, cortando,
esquivando…
¡Es tan feliz el
viento en la llanura
Haciendo bailar el
sonido en los pastos!
Que a veces no puedo evitar
subirme.
Sin música
Silencio, solo motores
lejanos
Viento entre las
nubes, pregones
De astutos
comerciantes callejeros
O aves, mamíferos,
insectos,
Y el sonido de la
tierra al rozar
El universo lento que
se escapa.
Nada de eso me llena
hoy.
No me da esperanza, la
vida
Que rebalsa en las
calles,
Ni las mismas flores
que sembré:
Erguidas, desafiantes,
dando
Color fugaz y aroma,
devolviendo
Otra vez la semilla.
Hoy ni siquiera me
lleva la música
A menguar mi alegría
A mejorar mi tristeza
O aquietar la calma
chicha
Donde ha zozobrado mi
mente
Cuando ya deje de
intentar
Hacer razonar mi
corazón.
En medio de este tajo
al aire
Ni siquiera tengo
fuerzas
Para corregir este
silencio
Que me envuelve, hoy.
De emergencia
Volar lo más alto que
pude llegar
No hizo amar el color
De mis alas, a los
cazadores, necios.
Estandartes del
pensamiento ajeno
Los veo aun disparando
apostados
Sin saber que un niño
tal vez
Encuentre una pluma y
sueñe
Con volar a pesar de
sus balas.
Los gendarmes
guardianes
Del estado de
pasividad total
De la mente moderna,
que manda
Sin embargo al cuerpo
eterno,
Al infatigable
corazón…
No mezquinaron ninguna
gestión
Ilegal o por la
espalda.
¿Estoy cayendo o solo
se me desenfoca el piso?
¿He escapado del mundo
o estoy muriendo?
¿Son mis huesos acaso
los que se rompen contra el suelo?
Al abrir mis ojos al
sol lo sabré, por ahora…
No sé si voy quieto o
me estoy moviendo.
Ni el fuego
Correr y gritar, la
antorcha en las manos
Y el campo pegando
fuego, voraz
Pero es tan quieta la
comodidad
Que no parece estúpido
morir atragantado
De grano verde y humo,
de aire viciado y humedad
En palomas gordas que
no conocen las llamas:
¡De la chacra al silo,
del silo a la plaza!
Sin otra búsqueda que
un lugar
Donde calzar el nido
para ser más, sin más ideales
Que ser amigas del
gavilán.
De paseo
Paredes, charcos,
calles, casas,
Árboles, autos,
perros, gatos.
Humo, comida podrida,
mal olor,
Miradas de miedo,
ansiedad, rejas.
Codicia, brillo opaco,
maldad,
Violencia y exclusión,
mendicidad.
Ostentación,
desprecio, miseria,
Cenizas, uniformes,
desolación.
Y cada cuadra es un
mar agitado
(Sólo a los ilusos les
parece en calma)
Metros ganados al
agua, usurpados,
A fuerza de cadáveres,
odio, disfraz.
Cada ola vuelve a
agitar los huesos
Y entre los viejos
barcos hundidos
Crecen sin pedir
permiso, las algas.
Recién comienza el juego (y ya estoy
transpirando)
Después de la ola
Y la resaca frenando en casa
Termino de asumir el
golpe
Hago del mundo una
pelota
Y la echo a rodar de
nuevo
Sin importarme el
casillero
Donde se detenga,
Rojo o negro, cara o
cruz
Es lo mismo, vivo, y
soy yo.
Hago del respeto mi
pan y me lleno
Atravieso los días
rápido o lento.
La naturaleza no hace
trampas:
Cuando hace calor,
canta la chicharra,
Mientras las hormigas
caminan y miran.
Luego los huesos se
pegan al cuero
Y otras hormigas los
pelan…
Vivir o temer
Una larga noche
soñando con fuego
Caminando para no
morir congelado
Luego exprimiendo el
rocío de las piedras
Descansando a la
sombra de espinas.
Un largo camino a
casa, sin mapas,
Adivinando el rumbo en
ojos huecos
De blancas osamentas
que pasan
A mi lado pegadas al
suelo…
Nada que llevar, todo
el oro
Que se hunde en la
arena con el viento,
Es en este camino solo
peso.
Una trampa en cada encrucijada,
Una silla con la pata
rota en cada posada.
Pero que sea hoy, no
mañana
-si un corazón se bate
contra armas-
El día en que se
cierran las ventanas
Llegando a una costa
extraña…
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