La herida del tiempo
He visto gente caer de repente por
Golpes sordos que recibieron mucho antes
He visto imperios resquebrajarse en días sin
viento
Como una culebra que enroscándose a un palo
Deja su piel vieja, inútil, para vivir de
nuevo…
Es imposible atrapar un pensamiento, entre dos
miradas
Antes de achicar la distancia, que forjo lenta
la indiferencia.
¿Cuál es tu forma de apropiarte, de aprehender
un mundo
Que nunca dejo de ser tuyo? Cada milagro nace
de saber
Esperar que una semilla rompa el tegumento:
como una dama
Que en la noche, suavemente, muestra los
hombros, lenta…
…En la mutua decisión de entregarse, que no
frena ni se apura
En derrotar al tiempo. ¿Vas a engañarte?
¿Mirando la TV?
Mientras alrededor vuelve a salir el sol,
entre los pastos,
¿Mientras la luna y las estrellas reflejan el
futuro en los charcos?
Y por cada muerte que lloramos,
intrascendentes, por no saber
Apreciar el valor de la vida, nacen universos
completos, fecundados
Por la tenacidad del viento. ¿Has visto tus
propias huellas en otros pies?
¿O solo ambicionas ciegamente copar la parada,
ignorando, millones de años
Que tardaron los planetas en forjar tu alma?
Podemos inventar bombas
Podemos fabricar maquinas, y arrasar países
enteros para callar una sola voz
Pero jamás alcanzaremos a describir, en
nuestra vanidad, la realidad con palabras…
Soberbia
Todo ser humano
Es una construcción
Colectiva, ardua, primorosa,
Que asoma entre prejuicios
Deberes y miserias,
Mandatos y lazos.
Cada gota, cada bocado
De comida viene de mil brazos
Tensos esforzados…
Conformes o esclavos.
Cada pensamiento navega:
…Perdura o se pierde
En la historia hasta posarse
En la curva de nuestras cejas.
Donde danza huérfano, libre,
Escapando de la utilidad
Del provecho, la raza, listo
Sólo a soltar amarras.
Cada imperio no hace más
Que cosquillas al planeta
Que ríe y se revuelca
Sonriéndonos. Mezclándonos
Siempre de manos abiertas…
Llorar de dolor o frustración,
Encadenarse a la nostalgia,
Bailar entre músicos ciegos
O huesos frescos sangrando,
Ganar, perder. Reír
Con todos los dientes o
Mostrando las encías
En un castillo de viento,
No cambia nada, ni conforma
A los sabios inútiles, encerrados
En su dialéctica vil:
Robando tinta hace mil años
Solo para decir, cada tanto
En milagrosos congresos
Después de tontos libros
Que la única certeza
Es estar vivo.
Mientras respiro
A veces es tan largo el camino que
Para que apurarse, al llegar…
Día tras día atravesando
Sentidos, creando países
Viejos y nuevos...
Naciendo sin partero
Entre tormentas crueles
Entre sombras frescas
En la polvareda del sol
Desintegrándose en las piedras
Mirando de reojo
Lagartijas, fantasmas,
Gendarmes y espejos
Rotos al borde del sendero.
…Arena, pasto seco y lluvia
Balazos y música, tranqueras
Cerradas, miel y cobre,
Y un paisaje volador, como una alfombra:
El que salte primero, se estrella
Mientras el universo deposita la tarde
En capas lentas de rocío.
Primavera
Desde la sombra fría del invierno que se acaba
Retrocediendo pero lanzando ciegas dentelladas
Nacieron tus labios desde canciones solo
imaginadas…
Y en la curva interminable de un camino que
vuelve
Pisando el tiempo como un gallo, que canta a
las tres de la mañana,
Florece lentamente el suelo desde el barro
seco que se raja
Cediendo a la presión subterránea tenaz,
invisible y calma
De la semilla que sin piedad se hincha,
revienta, estalla…
…Tan lejos de las palabras
En esos ojos de agua de rio
Me quiero zambullir pa’ siempre
Y navegar adentro de tu piel…
Aterrizar en tu silencio,
Llegar desnudo, rendirme sin banderas,
Y escuchar el canto fresco de los pájaros
En la misma trinchera…
No voy a regar con lágrimas
En la tierra nueva: la semilla que caiga
Buscará el fondo de la tierra,
Lentamente -como un niño
Que despierta sonriendo-
Los primeros rayos del sol
Acarician un brote nuevo.
La brisa de la mañana
Llega enredada entre tu pelo, y yo
Solo puedo callar y esperar
Que tus manos rocen mis dedos…
Eterno devenir de la ciencia
Cuantos sabios, escribiendo,
A la luz de tibias velas
Enclaustrados voluntarios
De la mojigata ciencia
Murieron sin saber
Que se puede derrotar
Al tiempo muerto en el reloj,
Y penaron en las sombras
Fabricando leyes, experimentos,
Que una tarde cualquiera
Dejan de tener sentido…
Corriendo con las probetas
Entre azulejos relustrados
Mientras al calor de los seres
Que recuerdan estar vivos
Fluidos surgen y se evaporan
Sin invocar a las formulas,
Despreciando teoremas,
Derribando enunciados
Para dar al mundo tal vez
Un nuevo genio frustrado
Por no poder comparar
Entre sus propios dedos:
Contra crisoles y marmitas
Contra alquimistas mecheros
El calor arrebatado
De un segundo infinito
En el que chocan dos cuerpos.
Ojos contra el viento
Soñando, despierto y me sacudo el polvo,
Que vuela eternamente en esta zona de guerra.
Renazco cuando hago lo que siento,
(Ya me libre de la locura de tratar de
entender)
En un mundo que diseñan cada día al revés,
El que se queda mirando se convierte en
blanco:
No solo somos carne y hueso, pero tampoco…
Mucho más que eso, sacate la careta, tirate
De cabeza a la pileta con tu santa manta
blanca.
Cada día que se pierde no vuelve, y te aleja
Encerrado con palabras, ajenas (es hermoso el
rio
Pero no pa’ estar atado) mirando el fondo
Mientras los caranchos vuelan. ¡Atento!
Que cada átomo esta en movimiento
Girando hacia el universo ¿Qué Big Bang?
¡Si nacen de nosotros todas las estrellas!
Levanta la cabeza que hay demasiados
Pintores malogrados, dibujando baches.
En cada camino, cuando te marches,
Miles te dirán que conocen tu destino,
Pero hay un solo corazón que bombea
Tu sangre, no lo dejes solo, cobardes
Son los que se curan antes de caer…
Pero en este mismo segundo, a tu lado
Sin que la mires la vida se dispone, a
florecer.
La gota que enhebra el destino
¿Cuantos caminos se cruzan, en una sola aguja
Que enhebra el trenzado hilo de nuestro
destino?
¿Cuantos mares se secaron viendo nacer
montañas
Antes de vernos derramar la primera lagrima?
Que sin embargo es parte de la misma sal, y al
mar
Vuelve sin perder tiempo, mientras se abre
paso
Una sonrisa que lenta se arrebata pero sin
prisa,
Entre tormentas y escollos asoma como la roca
Que en mil años enfrento una por una todas las
mareas
Golpeada por los esqueletos de orgullosos
barcos
Negreros hundidos por su propio espanto.
Pero aun cuando en el mismo día, la noche
Se presente lenta majestuosa y franca y diga
“Yo reinare aunque haya vida” y la duda se
enrosque
En la desconfianza que nace de la resaca
Formada de mil cadáveres deshilachados
Que enseñorean la playa ancha de nieve oscura
Nacida de la zatarra: un solo grano de cuarzo
Que asoma en el entrevero para ser presa
De un rayo de luz certero que atraviesa como
un mazo
El cumulo de nubes mansas para partirse en
reflejos
Tiene la fuerza del sol estallando en las
montañas
Que en la pura piedra volcánica hace nacer
primero
-Mientras espanta a la noche sin dejarle alzar
el vuelo-
El sonido de la vertiente que pare los buenos
tiempos.
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