Como
enredaderas
Hoy no se pudo, mañana no sé…
En las calles todo es efervescencia
Aunque no se note, la masa está:
Levando a punto y el horno la espera.
Un millón de guardias custodian la torre
Del conocimiento ancestral…
Parecen cínicos pero están atribulados
Los libros ya no alcanzan, para distraer.
¡Pero las madres se cansan de tirar cada día
A la basura el pan recién horneado!
Todo es sospecha y rugir preparativos
Pero cuando empiece no alzarán las manos.
¿Se redimirán los peores de hoy?
¿Los sonrientes se verán espantados?
¿Quién mueve el lápiz desde atrás de las
sombras?
¿Quién alcanzará a sentirse dibujado?
¿Acaso el bosque se corre antes del incendio?
Nunca
fue en vano
Todo el amor que quedo en el camino
…todas las semillas que cayeron, en el pasto
seco
Y cada día que la espada volvió a su vaina
Por una esperanza tan pequeña y fresca
Destinada a perecer a media mañana
Si el mundo no fuera más que números y letras.
Todas las hojas que volaron con el viento
Y cada barco descascarándose, solo, en el
puerto, quieto
Todas las esperanzas que se hundieron en el
barro
Volando por caminos de polvo de huesos
Perdieron el sentido cuando los ejércitos
Frenaron ante el amor de dos niños pequeños.
Caer rodando para intentarlo de nuevo
Y llorar desde adentro con el triperío
revuelto
Si cada moretón y cada cascara que sangra
Es un aviso de que nada detiene al tiempo
Y no hay un frio tan gélido en el mundo
Que alcance a detener un corazón de fuego…
Diálogos sobre la hierba…
Si te dijeron que muchas veces me vieron en
las noches comiendo de la basura
Si te dijeron que camine descalzo y sucio por
los salones esparciendo mi desprecio
Si te dijeron que mi ropa y mi pelo pareció
alguna vez la de un mendigo escuálido y polvoriento
Si te dijeron que me vieron despertar
tiritando en plazas y baldíos en el invierno
Si te dijeron que agache la cabeza para no
responder al que me humillaba, masticando a la vez mi rabia y mi tristeza por
la raza humana...
Si te dijeron que estuve al borde de la locura
y la muerte y no encontré la cura viviendo en este mar insensato de gente
Si te dijeron que teniendo casi nada regale y
compartí todo lo que me quedaba sin pensar en el día de mañana
Si te dijeron eso seguramente fue porque lo
vieron y eso es cierto.
Si te dijeron que humillé a un niño, que
devolví un golpe a traición, que robé y mentí, maté para conseguir algo que
fumar o tomar, para drogarme...
Si te dijeron que acepte un trabajo humillante
y servil de adulador pago para mantener mis lujos...
Si te dijeron que soy esclavo de una persona
una idea, un prejuicio o una sustancia
Si te dijeron que mi sonrisa de felicidad le
costó un segundo de tristeza a alguien más
Si te dijeron que alguna vez tuve un arma que
no fuera yo mismo y mi palabra
Si te dijeron que alguna vez me fui corriendo
de cobardía y miedo, que tengo cicatrices en la espalda y no en la cara
Si te dijeron que un solo día me rendí o tiré
la toalla, que retrocedí antes de entrar otra vez a la arena del combate, aun
perdiendo
Si te dijeron que enarbolé la bandera de la
neutralidad frente al despojo y la violencia, que escapé de la masacre
Eso no es verdad y nadie fue testigo de eso
El amor por la libertad y la vida es el único
medio, el único bien que poseo...
Si te dijeron que alguna vez me vieron
encadenado o preso, fue porque no miraron mis ojos incendiados, fluyendo...
Gracias,
hasta luego…
Gracias noche por tu sabiduría
Gracias pequeña oscuridad por afinar
Entre las sombras mi mirada
Gracias Luna, gracias Estrella, por un rayo
Iluminando un camino hacia mí mismo
Apenas tropezando sí, pero volviendo…
Exhalo y devuelvo toda la enfermedad
A los confines secos y muertos de la tierra
Inspiro y absorbo el sol resplandeciendo
Desde el otro extremo del planeta…
Respiro y vivo, abro los ojos ¡Despierto!
Y camino entre brasas sin errar un paso
¿Es la hora tal vez o solo lo parece
En que los sueños se despegan del suelo?
Cuantos acechen ahora darán el salto
¡Si estaban desatentos no es mi culpa!
No dura más que el invierno la malicia
No llega a cruzar el rio la soberbia…
No alcanzaron a ver el suelo lleno de semillas
No distinguen un pasto de cualquier cosa
Es muy trabajoso incendiar el mundo entero
Para quien solo espera la fácil ganancia
Derrotados de antemano viven como ratas
Buscan nuevas madrigueras en la vieja casa…
Destravesias…
Como una tabla en el medio del mar, algunos…
Algunas ven al amor como una isla que los salve
Acostumbrados a mentirse frente al espejo
Habituadas a subastar los restos del despojo
A diez leguas huelen las hienas la carne muerta
Los gusanos olfatean el brote antes de que nazca
A mil años de tormenta delicadamente envuelta
No la llaman los puertos descaradamente altivos
Que permanecerán pero no buscan, la resaca…
Acumulándose siglos en sus radas, abandonadas
No la anhelan las costas de recuerdos erosivos…
No la extrañan marinos bajo techo, en su día franco
Aunque haya siempre cielos negros tan oscuros
Que se nutran de chispeantes nubes de tormenta
No la sienten las serpientes marinas en su fosa
No la buscan los dragones en su monte despejado.
Rugen inútiles y soplan, y se gastan arrasando
Territorios que igualmente serian renovados…
Wake up
in áfrica
A veces estoy tranquilo sin esperar nada
Y una lanza invisible se revuelve adentro mío
Desde la infinita nada se concentra en mi
pecho
Se clava dura y me hace pensar que todo está
resuelto.
No logro escuchar el desesperado ladrido de
los perros:
Encadenados cuidando el terreno de los
hambrientos
Que venderán su cadena para lograr ser
adictos…
Ni me preocupa el ruido de los disparos, en la
noche
Sabiendo que es tan frágil y tenso el
equilibrio
Que los mantiene aún fuera de mi perímetro
Ni haber comido ayer por el día de mañana, si
tengo
Tanto imposible tiempo para hacer cosas nuevas
Y volver a caminar entre los brotes insolentes
En un mundo que solo da sus premios al
desierto…
Camino o me detengo en una vida sin barrotes.
Solo me duele el estallido silencioso de la
vida
Encegueciendo mis ojos repentinamente, cuando
Después de la tormenta, todos los charcos
No parecían ocultar más que malos presagios…
Intraducible
Hay lunes llenos de sonrisas
Y hay caminos que haremos en puntas de pies
Para poder llegar -sonriendo- más lentamente.
Hay noches donde la furia está en calma
Hay ausencias que prometen libertad…
Y aunque haya creadores de silencio, eternos
Hay moscas que no se posan en el vidrio.
Hay una forma de atravesar la niebla
Sin tirar miguitas en la llanura, llena de
ratas…
Hay caballos que conocen su destino
Y hay jugadas que, solo parecen, preparadas.
Al rey del tablero no le importan las piezas
Quien se hunde o amanece bajo el agua
(La vida y la muerte son caprichos baratos)
Para divertirse no dudara en patear la mesa:
Alfiles y caballos derramara jugando.
Pero cuando
los grandes pájaros levanten vuelo
Y se reúnan los grandes en el pequeño salón
Su corazón extraña la alegría de los peones
Que con llenar la mesa se sienten amos del
juego.
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