Conversación
Un universo de palabras
Un mar de letras donde navegar:
Y pisándolas, avanzar las playas
Hasta una sombra, leve de acentos
Donde descansar sin quemarse
Donde asolearse sin tiritar
Las brasas
Voy a cuidar una vasija antigua y reluciente
De todo viento malicioso, de violentas tormentas
Para cocinar el animal mas arisco que hay
Huidizo, esquivo, que nunca se deja atrapar.
De aromáticas reliquias serán sus cenizas:
Perfumando los ambientes de mi terraza.
De dura madera se harán las brasas, para iluminar
Un rincón tranquilo de mi casa, llenando de magia
Mañanas frescas, tensos mediodías y rojo, el atardecer.
Agregaré siempre astillas a las brasas lentas
Donde duerme el fuego que acompaña la espera.
Reposaré atento con las armas en la mano...
Soñaré de vez en cuando con un sendero en el pantano.
Colores y calles
Caminando, acuna el amor a los niños, que no dejaron ser:
Desde el corazón hasta la punta de los pelos.
Dulcemente pinta las calles duras donde la incertidumbre cedió al miedo.
(Las ciudades vieron esto antes, mañana lo verán de nuevo.)
Que rutinario es comer, para los que tienen la panza llena!
Cuanta moda entra en un universo sin problemas!
...El infinito misterio de la libertad despierta,
Haciendo hasta del frío una caricia nueva.
El sol, se desvela como una novedad eterna...
El mismo tiempo es un tesoro que con pocos se comparte.
Se cotiza, en oro, una sonrisa. Se guarda una canción...
Se reservan, alegrías, para cuando ya no queda nada.
Naturaleza
Las hojas caen y se hacen tierra, donde los insectos penetran,
Donde los pájaros escarban, para poder volar.
Se vuelven polvo las ramas viejas, y recuerdos las madrigueras...
Las piedras se hacen arena, en las lagunas secas,
Que ayer parecían tan profundas, imprevisibles, insondables.
Se pierde la memoria de las tormentas, quedan vestigios
De sus consecuencias. Solo los fuertes dan buena semilla:
Sobrevivirán, a los muros, a los incendios, a tenebrosos jardineros.
Evolución
Alguien lanzó una flecha hacia el cielo, hace un millón de años
Lo siento, en el nerviosismo de los animales del corral, temen.
Lo sabe mi cuerpo, desintegrándose en sueños, vuela.
Lo sabe la niebla que cubre el puente, haciéndose más espesa.
Lo siento en las tripas que laten, y velan, esperan:
El primer rayo de luz que atraviesa la conciencia.
Como una mano que se estira desde el infinito, sedoso mar,
Atravesando lo desconocido, el miedo, el espacio, el tiempo.
Una flecha vuela sin desviarse, desde, y hacia mi
Para romper el velo de la insensata cotidianidad. Irreversible
Soñar con lobos
Todos los caminos donde me perdí:
Me llevaron hasta acá, me trajeron hasta hoy.
Y acá es acá, y hoy es hoy.
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