Mi
guerra y mi paz
Solo tengo paz en medio de la guerra
Cuando las antorchas en fila llegan
Y la destrucción se cierne como viento
Que presagia las recias tormentas:
Bulle
ansiosa la sangre y el tiempo
Se condensa intensamente fuera
Del fatal aburrimiento, buscando
Seguir
adelante sin caer, escapar
Sin perder la libertad y el cuero…
Como aprecio la vida en pleno vuelo
Atravesando jaulas, justo antes
De quemar los puentes en la noche
Cuando el frio del silencio
Se siente en cada hueso
Que perfecto es el cuerpo cuando duele
Que preciosa es la sangre cuando corre
Acorralado contra la pared, cayendo
Hacia las dentelladas de los perros…
Que infinita es la naturaleza, viva,
Susurra escapando hacia el horizonte
Era un lobo ayer, o solo un perro
Partiendo desde la ciudad nocturna…
Se
aprende a leer entre dientes
Que se escurren de palabras gastadas
Cuando no hay una verdad que no sea mentira
Ni una mentira que no pueda ser verdad.
No tengo sillón, ni televisor, solo dos
piernas
Inquietas, furiosas, rebeldes: se lanzan
De nuevo al coliseo apenas me siento…
Aunque conozco a muchos gladiadores
Prefiero al que me mate sonriendo…
El que desde mis ojos pueda dar las gracias
Por haber surcado este infinito universo…
Ay la
militancia…
Un ejército de moscas que se creen arañas
Caminan sin cesar, incansables por las redes
Con su letanía de lucha estéril, gastada y
sosa
Hablan y se desgastan unos a otros sin crear
nada
Orgullosos y soberbios en su cinismo ciego
Son la mejor garantía de todos los imperios
Que sin quedarse quietos, no esperan y hacen
Que sin escuchar ruegos, asesinan o nacen
Pero cuanto hay que luchar, por tantas causas
A la vez, como abejas sin colmena: no pican
No polinizan, no hacen miel, solo zumban
Todo el día arruinando el silencio que muestra
La verdadera cara de los tiranos, sonrientes
De contar con tal ayuda, gratuita, imponderable
Que los lance a una nueva victoria inesperada
Que volverán a llorar ocultando sus ventajas…
Catalejo
Consumir y tirar, desperdiciar, gozar, reír
A carcajadas huecas, copiadas al azar,
calcadas
De tapas de revistas, antiguas, pasadas de
moda.
Pero cuando, sin dejar de bailar, levantaste
la tapa
Del tacho para tirar tu basura ¿No viste, que
adentro…
Había personas en marcha? Tu mundo no se
sustenta
Ni un segundo sin fabricar ruinas, sin dolor y
miseria,
Sin el llanto de los desesperados: esa música
macabra
Que en rutinarias disonantes melodías
aprendiste a cantar.
Me voy, a salir como el sol ¿No me viste acaso
caminando?
A pesar de tu sutil y curioso desprecio
estallaba como la Vía Láctea
Desde el centro de mi corazón… ¿Para qué iría
un solo segundo
A acompañarte en tu cruzada? ¿Acaso el ingrato
poder te da alas?
Voy a dejar todo y seguir mi camino, saltando de
cornisa en cornisa
Disfrutando de la vista de las águilas, que
solo vuelan, sin hacer nada.
Voy a alimentar el rio insobornable, con mis lágrimas
saladas
De haber visto todo y seguir, de haber caído
solo, helado
De haber muerto al fin cuando en un segundo,
dos manos tibias
Como un soplido, en vuelo -otra vez al aire-
me lanzaban…
Voy a tirarme lentamente en el pasto a perder
un poco el tiempo
O recostarme contra un árbol que no haya sido
incendiado
Para ver como los insectos me atraviesan, como
un país extraño
Y empezará a llover sobre mis manos,
acariciando la arena
Llenas de amor imposible, de colecciones de
planetas lejanos…
Mientras miras y no entiendes, mientras
condenas y matas
Una vez más saldré caminando, dejare la puerta
abierta, los fósforos:
(… No lo olvides, quedaron en la mesada) no
intentes comprender nada…
Solo necesito aire, latir a tiempo, y lo que
las olas dejen en la playa.
Antes de vomitar por favor, no te vayas, sin
incendiar totalmente mi casa.
Corazón…
Tengo un corazón que sólo sabe,
Andar al galope en toda circunstancia
Cuando no se ve ni pasto: corre…
Cuando todo es verde: corre!
Tengo un corazón que sólo puede
Mantener la calma pase lo que pase
Cuando todo se incendia, mira
Cuando todo es agua, descansa.
Tengo un corazón en forma de cuchillo
Que atraviesa cortando el tiempo de calma
Rumbo a
todos los frentes de batalla
Sin ver
trincheras atraviesa alambradas.
Tengo un corazón sin ninguna bandera
Que demora tres segundos en rendirse
Bajo una sonrisa no tiene escapatoria
Bajo una caricia no hay camino de vuelta.
Ese corazón no me deja opciones
Cuando una espina, fuerte se clava
Como un lobo herido se entierra en su cueva
Y como resultado, se cura o me muero.
Fabulas
urbanas…
Una horda de ciegos afiebrados
Tira lances de dados al azar
Como si pudieran ser ciertos
El cuento de la aguja y el pajar.
Subidos a un zapallo regalado
Por un hada que no sabe nada
Recorren el reino imaginando
Que Cenicienta los está buscando.
Una jauría de moscas los sigue
Alimentándose de su sudor
Mientras tiran y tiran y resbalan
Pero el castillo no abre hasta mañana.
Plumas,
plumas…
Quiero ser tu amiga
Le dijo al halcón la paloma
No son muy diferentes
Tus alas de mis sueños
Ni como nos encrespa el viento
O el luminoso reflejo
Del sol sobre el agua del charco
Que sobrevolamos…
Pero yo no tendré reposo
Hasta aferrar entre mis garras
Lo que se posa ahora en tu nido
Aunque deba rondarte
Bajo el sol o la lluvia
Esperando el momento
En que tu cuello inexperto
Deje un camino a mi pico abierto
Pero al final te posas tranquilo
Para escuchar mejor mí charla
En una rama cualquiera
Mientras el día se gasta
Y salgo lenta volando
Mientras tú miras soñando
Mi cuello verdeazulado
Esponjándose en el cielo
Solo te estoy acechando
Para que te creas segura
De mis afiladas alas
De mis poderosas garras
Me gusta verte volar
Orgullosa y atareada
Sin alojar esperanzas
Cuando desde arriba te caiga
¿Y si es así porque dejas
Que me acicale las alas?
Por qué quiero verte fuerte
En la última batalla…
Entonces ¿porque me miras
Indefensa en la llanura?
Por qué confiando te alejas
De tu segura morada
¿Y cuando vuelvo cansada
…Apenas revoloteando?
Si quisiera algo tan fácil
Cazaría cucarachas…
Y así pasó un día más
Con el sol como testigo
De elaboradas celadas
-Cacería despiadada-
Que no llegaban a nada
Que tan a tiro cesaban
Llenando el aire de sangre
Que no iba a ser derramada.
Plástico
perfecto…
Cuanto disfraz en esta boutique
Para gente inerte, plástica,
Que no siente ni se importa
Más allá de una apariencia
Que hoy puedan aprovechar
Para llenarse la panza
O maquillar su cabeza…
Cuanto morbo en esta jaula
Donde cada día tiran
Un nuevo cuerpo sangrando
Roto y descascarado
Solo para que la hipocresía
Se abra camino sin gracia
Entre los indiferentes
Que se arrancan los ojos
Cada vez que salen de casa…
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