Mercado
Un mundo mágico y despiadado
Un mar inmenso, sin fondo.
morder o escapar, morder y escapar...
Siempre, hay un pez mas grande!
Hay tantas redes y anzuelos que esquivar
Tantos anzuelos y redes que lanzar
Mientras sube o baja la marea.
El oxígeno se acaba? El sol?
Esta tan cerca de la arena
El agua se calienta mas que el aire
Sin tiburones tampoco se puede nadar
Matar, matar...
Solamente el hombre que sabe
La hora de su muerte, sonríe, con felicidad
Finalmente duerme como un niño quien cumple
Con su obligación final. El cielo, siempre estará.
Hay una guerra eterna, que nunca cesa, un remolino
Sangriento... absorbe guerreros sin descansar...
Y sin sentido las nubes, negras, llueven cenizas
Desde la eternidad. Y hay una guerra, también,
Otro remolino intenso, que arrasa día y noche
Cada corazón, humano, exultante o atribulado.
Sangrando al abrir el camino de vuelta, perdido,
Buscando la causa, el motivo, para sonreír...
Por última vez.
...Y descansar
Llegará el día, otra vez, en que despierte
Acochengado en tu lazo, adormilado...
Nada mas que aprender, nada mas que enseñar
Y una mochila en la tierra, abandonada, para caminar
Al fin liviano como un pétalo, que el viento roba travieso
Anticipado tributo a la continuidad del fruto, y la semilla
Que hace tierra de cada rama caída, de cada hoja muerta.
Instantes
Una pausa histórica, un segundo de tregua
La tenaza de los dientes se afloja, la paz se asienta.
Los caballos relajan sus orejas, los rumiantes engordan
Los niños y los perros vuelven a jugar
Y hasta en las calles de la ciudad, el crimen mengua.
Una vieja esperanza baila, entre el humo, entre las ruinas...
Y el amor acecha como una trampa tan lenta, inevitable
Que a los combatientes les roba, medio beso de la muerte.
Y sin embargo el destino, nos aferra insatisfecho, tenaz...
En el horizonte está, la única casa, donde vamos a llegar.
Otro amanecer
Recibid, con los ojos bien abiertos,
A este rayo de sol, que quizá mañana no estén.
Conexión
Cuando nos daremos cuenta de lo esencial, de lo inmutable!
De que un rayo del Sol nos aferra a la vida, igual que al resto
Sin preferencias, sin prejuicios, solo un camino, una puerta
Un boleto gratis de vuelta hacia la conciencia, inderrotable...
Creemos que importan nuestros logros y pasiones, nuestras...
Amargas guerras, odios, nuestra efímera felicidad, el éxito...
O el barro en que amamos revolcarnos, de culpa y tristeza.
Un rayo de Sol nos sostiene, hasta el último segundo:
También a nosotros, como al resto, y a la tierra, terrible y mansa
Que nos regaló el material de la vida, y sin prisa, nos espera.
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