Inminencias modernas
Las arañas cuelgan de los árboles, como si no les importara
O, tal vez, realmente no les interesa nada, mucho menos, esas cosas
Pero cuando el silencio cubre todo con su espeso manto esponjoso
Se escucha atronando el rugido intrínseco, de una gran ola oscura.
Viene cabalgando sobre todo, arrollando sueños y paisajes, alisando continentes.
Es tan pegajosa que atrapa la superficie del tiempo, la misma esencia de la vida:
Una ola incombustible que se consume y multiplica a si misma, la última paradoja humana...
Se extiende usando de combustible todo lo que toca. Son tan suaves y mansas sus orillas!
Nadie diría que la profundidad comienza, insondable, apenas comienza a lamer nuestras suelas
Ademas: Quien no sueña con el mar? O acaso nos conformamos con observar el vuelo ajeno?
Mientras tanto, miles de directores de orquesta, completamente corruptos, nos enseñan sin cesar
A amar su creciente estruendo como si fuera música. Nos llevan a nadar como niños de veraneo
Cuando el silencio es tan denso que un simple grillo latiendo puede explicar el universo entero
Los perros aúllan, lastimeros, intentando espantar la visión que sus finos oídos escuchan
De millones de huesos haciéndose arena tan rápido que no hay tiempo de morderlos...
No pueden evitar saberlo, no pueden evitarlo... Simplemente viven sin entristecerse demasiado
Quien disfrutaría de anticipar un futuro tan sombrío?
Canción para mi amada
Adonde estará mi metralleta?
Tan elegante, tan pizpireta
Solo disparaba cada tanto
Cuando mis dedos, la acariciaban
Ella escupía dulcemente
Balas de oro, balas de plata
Era una delicia de muchacha
Cuando ella hablaba, todos callaban
Y hoy me desperté con ganas de invadir una ciudad
Una ciudad desconocida, otra ciudad
Y arrasar de abajo a arriba sin pensar, solo actuar
Sin saber si es invierno o primavera
Sin diferenciar, ni seleccionar
Y usar de perchas árboles exóticos, para colgar
imperturbables, indiferentes
Y oportunistas caminantes de vidriera
Por Que?
Un día entre los charcos pestilentes
Entre la muerte que baila sobre el agua
Enrojecida de sangre, insultante, inútil
Que refleja la matanza rutinaria...
Un día... una pequeña arista verde explota
Como una granada silenciosa. Lanza al destino
Su pequeña hoja. Ríe, baila, sonríe, se menea contra el viento,
Se eleva, como una carcajada, entre los hierros retorcidos
Y el hormigón desencajado, de sus cimientos fuertes
Y sin embargo... la vida toma, el lugar de la maquina
Una vez mas, y nadie la nota, nadie lo nota, solamente...
Algún caminante apresurado, algún desesperado
Que se oculta de las balas, de los francotiradores...
Que no ven la pequeña y dulce mata, disfrutando del sol
Entre sus impotentes balas, entre su ridícula maldad humana.
Por un segundo el condenado llora de amor, se hermana
Con las dos pequeñas hojas brillando intactas: su vida tiene sentido
Para ver este momento, llegar latiendo, juntos. Verde corazón:
Carne quemada y chatarra, polvo y desesperanza, cambian
En un segundo. Y todo se llena, de dinosaurios, y helechos:
El ser humano comienza a asombrarse por la tierra
Que el sol llena de maravillosa abundancia y sorpresas
Quien mata? Quien vive? El proyectil es solo un punto de contacto
Un nudo gordiano entrelazando dos destinos malgastados
Un cielo rojo estrellado de agujeros de bala, como si fuera...
La guerra nada mas que una excursión al planetario.
Y mas allá, lejos, del quemante aire acido de pólvora
Del vomitivo hedor a carne quemada, que se cierne
Sobre ratas y perros asalvajados nuevamente, una niña
Descubre una pequeña y desconocida rara planta, sonriendo al viento
Sus dos pequeñas hojas no emocionan a la madre, que no siente,
Mas que angustia, temor, y una certeza cada vez mas aguda, clara, lo sabe.
No va a volver a casa, tampoco, el soldado, y no puede llorar
Antes de tiempo, y se arrodilla, ante las verdes laminas verdes
Milagrosas eternas mensajeras, y acaricia a su hija, que baila,
Danza, ríe, sonríe y explota en carcajadas, como una dulce granada.
Inesperadamente, cae una gota de lluvia, y el universo canta.
Pájaros, al aire!
Travesías modernas
Hay que caminar descalzo sobre las brasas del mundo
No hay otra forma de atravesar todo
Hay un meteorito por cada dinosaurio
Y una bala por cada comisario...
Sin embargo, el sol, saldrá mañana
Indiferente y majestuoso
Para las flores y mariposas
Para los cocodrilos y las hienas
Mientras nosotros clasificamos todo para dar
Nuestro permiso a vivir o matar
Visiones
Termina la guerra? O empieza?
Es otro misil o una estrella fugaz?
Tanta gente sueña con descansar, sin embargo...
Podrían vivir mil años, saltando a esos barcos,
Con el cuchillo entre los dientes, gastados de apretar.
De verdad? Creen que es un partido mas?
Que podrán llenar sus vasos mirando una pantalla?
Nos embaucaron con un mundo irreal, en paquetes
Pero nada viene de a kilo en la ruleta universal
Orgullosos, como niños disfrazados, los líderes
Se muestran los dientes para las cámaras de TV.
No hay menos hambre por eso, ni menos mal...
No hay menos sangre en el piso, ni menos cenizas
No hay menos escombros, ni menos barro
Enterrando pedazos de niños y muñecas por igual.
Planetas
Hoy es el próximo día
Hoy es mañana
Hoy ya llegó...
Es el momento de aferrarse
A este pequeño planeta
En su vuelo interminable.
Somos polvo de la tierra
No hay forma de conmover
Al viento refrescando las montañas
Al sol que corre sobre los prados
A la noche que envuelve todo con su manto
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