27 julio

Noni


 


 Buscando una bisagra 

Me pareció sentir un ruido afuera, apague la música para escuchar mejor y fue como si hubiera apagado el mundo, mi mundo, volví a sentarme sin saber ya que estaba haciendo, y cuando mire la pared me di cuenta que estaba empezando de nuevo…

  Miraba la pared de mi casa la del lado de la avenida, y de repente solo estaba viendo una pared, era solo una pared, con cosas que no me decían nada, casi hostil. 

  Miraba el suelo y se encrespaba en una pequeña ondulación que pasaba como una ola dependiendo de cómo enfocara mis ojos, miraba las bicicletas apoyadas displicentemente sobre los muebles del living, y en un segundo se volvían ajenas a mi vida, y más que eso, extrañas e incomprensibles...

  Quise tratar de agarrar algo que me sirviera _quien sabe para qué- pero no encontré lo que estaba buscando.  Intenté escribirme una nota y las letras perdían todo sentido las palabras no tenían significado, menos aún las teclas de la laptop, que deje caer al suelo asustado y...

  Cuando levante la fija mirada hacia el cuarto ya no lo reconocí, supe que tenía que irme, abrí la puerta y salí, eché una última ojeada y no pude explicarme que hacía en ese lugar, deje la puerta abierta…

  …Encaro para el otro lado y  las cosas no mejoran, las cuadras y cuadras que camino desorientado no me dan idea alguna de conexión, las casas me parecen construcciones incomprensibles que me abruman todos se mueven rápido pero no alcanzo a definir de que se trata ser persona o ninguna cosa los autos parecen ballenas en lata en un mar que va hacia atrás, y todo lo que me rodea son parches sobre otros parches sobre los que camino como sobre un lago, que se encrespa en formas cuadradas.  

  Y sigo atravesando un país incomprensible y perfecto.  Sigo hasta que va perdiendo densidad, hasta poder separar el entorno de mí mismo y canta un gallo por ahí como para que me dé cuenta que me doy cuenta que es un gallo, que lo reconozco. 

  Tal vez llego a una costa semántica donde mi cabeza deje de ver líneas de colores que se cruzan sin chocar, y veo en el suelo una piedra que tengo que esquivar para no tropezar, ya lo sabía, no sé cómo, tampoco se cómo recupero los conceptos de piedra y suelo o gallo, ahora solo sé que empiezo a ver un color marrón que se va separando en tablas que se hacen cercos y adentro más tablas formando casas y personas que van de un lado a otro o solamente están. 

 A medida que entro empiezo a ver caras conocidas, saludo a algunos que pasan y me miran con cara de interrogante, sigo adelante ahora tengo la sensación de que se dónde voy pero solo es el camino, y cuando me empieza a ladrar un perro… 

 Veo la primera casa que puedo reconocer, mi casa, por suerte la encontré en este laberinto, pero alguien sale…y vuelve a entrar corriendo cuando me ve, yo corro como loco, no sé qué significa pero parece que hay intrusos, suena contra la pared la puerta de alambre de afuera cuando paso, aceleradamente, mientras de la puerta ya se escuchan cerrojos que no recuerdo haber puesto...¿Cuándo?  

Si ayer… ¡Hoy  yo vivía acá! Creo, ahora no estoy  seguro, aunque todo es familiar, no puedo asociar ningún recuerdo que me una a las cosas, aunque miro la canilla y me indigna que todavía no hayan arreglado esa gotera, retrocedo hasta la vereda para tomar perspectiva, donde ya hay un niño mirando.

 Mirándome, fijamente hasta darme miedo y después  dice Nooooooooooniiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii y se me viene encima con los brazos en alto, y otra vez corro, mientras otros niños se suman y me gritan y todos saben mi nombre: Noni, ahora yo también lo sé.

 Corro todavía un par de cuadras más después que dejan de tirarme piedras, solo paro cuando se cruza una plaza en mi camino, donde un banco esta mirándome llegar como ofreciéndome reposo, me miro la ropa, sucia, no sé qué hago de zapatos y traje, se me ocurre revisar los bolsillos y saco una gorda billetera llena de fotos y papeles y algunos billetes, que agarro tirando todo lo demás, tengo que saber que me paso, tengo que llegar a una comprensión que me permita tomar alguna decisión, y cambiarme la ropa por algo mas cómodo. 

  Aparentemente estoy revestido de pedazos de tela brillosa y resbalosa, que empiezo a sacarme mientras busco con la mirada algún lugar donde convertir los billetes en algo  de comer y una botella de vino para bajar los niveles de ansiedad  y oh mala suerte un policía viene caminando despacio para mi lado, sé que está disimulando y se me tirara encima, se acerca haciendo gestos con las manos

_Doctor.  Doctor! Me escucha? Vamos, a casa…

  No entiendo lo que está diciendo, no confió en ese disfraz, intento salir  corriendo pero ya tenía otro atrás que me abraza y me tira al suelo, el que estaba hablando me retuerce el brazo, escucho que alguien más les da indicaciones, un chasquido, siento un calor quemante en el muslo, las cosas se van borrando hasta que la costura del pantalón azul que es lo único que veo se diluye en una somnolencia que es como un viaje, me aflojan el brazo, termina el dolor…

...Entonces

  Despierto mirando el techo de la ambulancia, hasta que se quema de sol cuando abren la puerta, no me puedo mover, además estoy atado a la camilla, pero llegamos, varias personas de todas las edades esperan, algunas mujeres lloran, ya sé que me paso, estoy llegando a casa después de un episodio.

  Tengo la sensación de haber resuelto algo.  Seguro no será la última vez, debo pensar en una forma de conectarme con el Noni, de resolver lo que sea que esté pasando… podría hacer ya mismo un plano desde la plaza, podría dibujar esa cara, si pudiera escribir.

  Mi mujer me mira con tristeza, aunque veo otra cosa también, determinación, sé que no entiende, mis hijas me acompañan con una sonrisa.  Con su mano me rozan ligeramente sobre la camilla, aunque las percibo bastante avergonzadas, apenas entramos a la casa y se pierden por las escaleras llorando, pero nadie les dice nada.

  Antes de irse  y dar las ultimas indicaciones, el enfermero me mete un comprimido en la boca, todos se van al salón y discuten mi estado, yo los escucho horrorizado, mientras norita desmantela el consultorio, seguro no saben que estoy oyendo, pienso una estrategia para la próxima vez mientras mis ojos se llenan de oscuridad, no puedo evitarlo.

  Sé que nada quedara en mi memoria

  Me duele, lloro, anestesiado, por no poder dejar de olvidar…

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