27 abril

Concord City


 


 

 

…Que yo recuerde:

  Hay cosas que no cambian en algunos barrios de Concordia, todo el mundo tiene un arma, gurises y gente grande, uno porque ya lo asaltaron y no sale más ni a pescar sin una nueve milímetros.  Otro porque está buscando a los que lo asaltaron para matarlos.

  Otro va armado porque está buscando alguno para asaltar.  Otro, porque viene de noche y por las dudas.  Otro, porque la lleva para cambiarla por drogas.  Y otros porque todos tienen: mejor tener también. 

  Eso y una violencia latente, funcional.

  Mientras,  la gente vive y sigue adelante, levantando casillas donde se pueda, y hasta donde no se puede. Defendiendo un metro de terreno hasta hacerse o hacer  el barrio, viviendo de la basura o del rio, o de las dos cosas. 

  Al mediodía cayendo al comedor, a buscar la comida, colgándose de la luz, cruzando un caño pal agua, pegando ladrillos cuando viene una buena, o clavando una tabla para cortarle el paso al viento.  

  Y en eso por la calle pasaban caminando como todos los días, un par que no van a tener nunca para la bicicleta, y el muchacho le preguntaba  a la chica…vas a vender las zapatillas ¿y qué vas a hacer, andar todo el invierno de ojotas? …

  Y hace un par de días casi se agarraba a los tiros, iban para allá con la misma chica y un gurí más chico y se cruzaron con otros que serían aparentemente del bando que iba perdiendo uno a cero, porque la semana pasada le habían matado a uno , y deben haberse dicho algo porque empezaron a gritarles los que venían para acá,  y se bajaron todos de la defensa para el lado del rio y uno le gritaba tira, tira puto y tira que ya te voy a ver no sé dónde.

  Y  etcétera, etcétera.  Mientras el compañero miraba como carteando el territorio, y a los otros solo podía suponerlos con el muchacho apuntando algún revolver al pecho del que gritaba, y después todos siguieron de largo, seguro que se van a seguir cruzando. 

  Dicen algunas versiones que  el fallecido había ido a copar la parada con una recortada y parece que no le fue muy bien porque el primer tiro de una 22 le entro  al costado del cogote, y bueno, se murió.  (Los memoriosos afirman que en la zona sur ya van muriendo como seis, en distintos hechos, desde principios de año)

 Pero esto fue hace días y hoy venia por la costanera y mientras pasaba se meten un par por la rampa a la izquierda del mirador (la costanera repleta como suele estar) y se veía que no iba de buenas la cosa como se iban mirando, y atrás se sigue metiendo gente y se van arrimando gurises arriba de la baranda como queriendo ver qué pasaba abajo, pero el lio seguro era al pie de los tubos de desagüe que en ese lugar salen como dentro de una pequeña covacha,  además, con los pinos que hay no sé si verían algo.

  No había luna, pero igualmente se podría decir que la cosa progresaba porque cada vez venia más gente y  se metía a mirar por ahí o bajaba, y una mina subió diciendo ahí prefectura le está pegando a todo el mundo, y mientras sigo casi hasta carriego  ya parecía una maratón.

  Como en un reloj de arena, la gente se iba deslizando a medida que corrían algunos para el lado del quilombo los que quedaban con ese vacío en la un segundo antes repleta costanera se tomaban la mano para no perderse y enfilaban aunque sea despacito, a chusmear.

  Hasta los milicos que cuidan que no les peguen a los agentes de tránsito concordienses, famosos mundialmente por su tendencia a la coima, se empezaron a mirar entre ellos y empezaron a caminar mirándose como viendo quien iba primero entre tanta gente, hasta trotar sin ganas agarrándose de los palos para que no les peguen en las patas.

  Y entonces doy la vuelta y voy también a ver que estaba pasando y había un par de prefectura en esta grieta del hormigón y tenían a algunos y un hormiguero de gente que no se iba ni se quedaba...

  Y no se veía nada así que me fui por la calle que sube desde los sauces hasta la entrada del puerto desde donde justo ya venía la formación, una moto un patrullero y una camioneta, a todo trapo, y seguí nomas hasta que pasando las vías frente a Clapton me pasan dos motos con gente y uno le comentaba a los de la moto de al lado: …

 _¡Lo mató! Le clavó el cuchillo, lo guardo en la mochila y se fue… 

_¿Murió? -Le grito yo desde la bici.

_Si!

_¡Faa! No vayan a esperar una semana!

  Y encaré para casa con cierta tranquilidad de que hoy no me iban a matar por haber cumplido ya con la cuota del día.  O si, a veces los muchachos se salen de la estadística… 

  ¡Son boludos los gurises!


Clonación


 


 

  O elecciones

  Se nota: hay un ambiente raro en las oficinas, los empleados caminan hacia sus tareas con más lentitud de lo acostumbrado, la rutina solo distrae, lo  importante esta todavía por pasar.  A veces se sabe de antemano quien va a ganar, y otras viene peleado, tan raro, que nadie termina de saber si está en un bando o en el otro.

  Bueno, los que ya están ya están, pero también están los que todavía no están ¿qué? Claro, es así, no hay una silla que permanezca vacía un solo segundo, donde uno se para, aparece otro y se sienta, aunque sea por un rato, para probarla, porque todo está por duplicado, esperando la definición.

   ¡Y los dos cadetes esperan que uno de los dos jefes de compras le diga a que panadería hay que ir a buscar los bizcochitos! y  “democráticamente”, el personal de limpieza se reparte el salón por mitades, afanando para molestar las gomas, reglas y marcadores de los del otro bando.  

  El contador "A" y el contador "B" llegan a las once de la mañana y se ponen a discutir por los dobles gastos, los dobles faltantes, los dobles sueldos, etc. Aunque sin voluntad de arreglar nada, por si pierden, que el quilombo le quede al otro.  

  Después toman un café, y se van charlando hasta el estacionamiento, como demostrando que son profesionales, que son más civilizados que los demás, que se arrancan los ojos en cuanto tienen una oportunidad. Jajaja!

  Mientras tanto, en esta democracia distorsionada, el doble de mochilas se van cada día con los frutos de mil impuestos distorsivos, que vuelven selectivamente a familias seleccionadas. Igual hay para todos, si se mueven, claro, es un año electoral y sobran planes, becas y pensiones, chapas y viviendas, además de los puestos que están por definirse. 

  Una gorda le comenta a otra, en mesa de entradas, para que se muera de envidia, que le regalaron un plan “argentina trabaja”, cumpliendo el trámite de anotar al hijo, claro, para poder cobrar.  La mira como diciendo “que me importa quien gane, si yo ya estoy hecha” y la otra se pone verde y tiembla por adentro, esta misma tarde va a ver si le dan la beca del bicentenario para el más grande, y que quilombo va a armar si no sale rápido. 

  Después terminan de desayunar mientras acomodan sus papeles, la gente sigue en la cola quieta, esperando sin quejarse, desde las ocho de la mañana.

  Nada funciona el doble de rápido, sino al contrario, el ritmo frenético en los pasillos solo se debe a la superpoblación administrativa y el consiguiente desorden, con empleados llanos y jerarquizados que se buscan unos a otros para consultarse, sin encontrarse.

  Sin embargo, cuando lo hacen, solo es para olvidarse de lo que estaban haciendo y sumarse a la camarilla donde se reparten las últimas tendencias, los últimos chusmeríos, se festejan las ultimas zancadillas y puñaladas por la espalda, mientras, un viejo en la sala de espera se duerme agarrado a su bastón para que no se lo roben.

  Por suerte casi todos van prendidos a la misma nave madre, en esta interna de intereses, tooodos debajo de la misma pollera, eso evita que corra la sangre, porque, en definitiva, después siempre habrá un huesito consuelo para los que se quedaron afuera. Mientras los capos transan entre ellos y se preocupan de no perder ningún negocio ni desnudar demasiadas contradicciones…

… Pero esas cosas de arriba mejor ni meterse, aparte son versiones que arman ellos mismos para tantear como está la cosa, lo esencial es robar para la corona, y quedarse con el treinta por ciento, ¡el setenta por ciento es para la corona! 

  Rendir bien las cuentas, y ganar confianza, y siempre estar del lado de los ganadores, que es lo importante, por eso ahora andan tantas chequeras dando vuelta, porque baja mucha plata, pero muuucha,  y la gente se cambia de bando cuando puede, y ya está todo definido.

  Pero te decía, entonces podemos empezar a meter a algunos parientes y conocidos, que ahora pasaran a robar para uno, y así ganar poder para poder hacerse una linda casita en un barrio tranquilo y dejarse de joder por un rato, que la política no es para toda la vida, y siempre hay que ir armando un negocito aparte, para no quedar colgado de la brocha si se corta la racha.  

  Como el tío Roberto que trabajaba en el corralón municipal y ahora no solo tiene su corralón sino que hasta le vende a la Muni, un capo.

Y bueno, vos anda y habla con este tipo, más si lo conoces de antes, decile que querés trabajar políticamente, que querés salir adelante, yo no te puedo recomendar porque lamentablemente estoy del lado de los perdedores,  aunque no se por cuánto tiempo.  Si me ponen la plata adelante, largo a estos a la mierda, pero vos sabes cómo es esto.  Andá y decile... 

  O sea...viste?   Decile que querés progresar, que te valla tirando algo, y por ahí ya arrancas antes de noviembre  eh, vos anda pensando en algún proyecto, alguna cosa para sacar un crédito que se yo, de lo que vos haces, bueno nos vemos que estoy hasta las bolas de tiempo.  

  Pasá por allá esta semana, un abrazo a tus viejos…

15 abril

Mala racha


 


15 de abril de 2011   

 

(Tengo la sensación de que me estoy por cruzar con un boludo)

… Venia pedaleando tranquilo, evitando las subidas y las bajadas porque no tenía frenos;  por primera vez en la semana despacio y respetando el sentido de circulación,  afilando la mirada en la calle, ya que venía de una fallida entrevista laboral, así que desde la concha de la lora ida y vuelta, venia tratando de no gastarme más de lo necesario. 

  Iba por una calle bastante tranquila a esa hora, antes de llegar a la esquina había una camioneta aparentemente estacionada a doble mano, lo cual se hace bastante común en algunas  arterias comerciales de nuestra ciudad, después de las ocho de la mañana.

  Yo que a todo esto tenía la sensación de que en cualquier momento me iba a cruzar con un boludo, iba atento a la jugada, aunque relajado.  

  En ese momento la camioneta sale retrocediendo con la descabellada maniobra de intentar embocar en un garaje, marcha atrás, haciendo una especie de ese que le dio vuelo para encarar la abertura, dejándome en ese momento (por suerte no me choco) a  medio metro de la cola de una camioneta que se metía a la vereda.  

  Tuerzo violentamente hacia la izquierda para no chocarla, pero el mismo envión de la curva me impide doblar de nuevo, recuperando la dirección en que venía, pero por el otro lado de la calle, que ahora había quedado libre.

   Iba igual intentando ganar un milímetro más por si pasaba, pero ya sintiendo que el manubrio respondía a las violentas torsiones de otra manera, dando con mis costillas  contra un auto rojo estacionado, mientras el manubrio se torcía  para abajo y al costado, desoldado.  Miro al de la camioneta azul: en la puerta decía empresa “etc.”.

   Y el tipo, que aparentemente no le importaba nada, charlando con otro en la entrada del garaje… sin dejarme ofender por la temeraria maniobra, pero pensando en las complicaciones que me ocasionaba quedar a pata, le grito al grosero conductor, algo así como “mira lo que haces boludo” mientras me bajaba de la bicicleta que ya no podía llevarme a ningún lado, con la impotencia de ser víctima de un complot inmerecido.  

  El tipo, lejos de pedir disculpas, con lo cual yo se las hubiera aceptado y tal vez hasta hubiera seguido mi camino, salvo que me ofreciera llevar mi bici hasta un taller, como correspondía,  me grita, a su vez, “presta atención pelotudo aprende a andar en bicicleta” o algo así, bronceado de camisa en esa camioneta nueva, con esa cara de soberbio de anteojos de moda riéndose de su propia ocurrencia (apuesto mi vida contra una cucharita de helado a que era ingeniero, esa clase de ingeniero).

  Y yo, que trato de no perder energía, viendo como venía la mano, lo cago a puteadas y me voy nomas gritando “esta noche te incendio la camioneta” como para sacarme la bronca y que el tipo se quede pensando en algo a ver si cae en la cuenta de que me estropeo mi medio de movilidad, y yo podría muy bien estropearle el suyo.  

  Un par de empleados de la empresa en la vereda se reían disfrutando de su venganza invisible.

  Dejo la bicicleta en casa, reflexiono sobre el tema, vuelvo sobre mis pasos caminando por la resolana, ya eran el doce menos diez.  

  De la bronca me paso encima dos cuadras, pero finalmente llego. No había nadie, pero me cruzo justo con un  acuario, todavía abierto, y entro a preguntar el costo de unos implementos para completar la pecera que le estoy armando a mi hijo. 

  Explico-veo-cotizan,  prometo volver a las diecisiete y me voy caminando más que acostumbrado al sol, sintiendo como la transpiración me va pegando el vaquero al cuerpo. Mastique mi bronca hasta las cuatro, cuando salí con rumbo noroeste hasta el lugar que había ido a las diez pero a pata, solo para enterarme que ya habían tomado gente.

Doblo ahí nomás hacia el sur y luego de unas cuadras vuelvo al oeste, donde todo estaba como siempre, tranquilo. Me llevo lo justo y bueno, y encaro para el sector crítico, llegando menos cuarto, todo cerrado.  

  Cuando abren la tienda espero en la vereda mientras miro al engominado y un gordo canoso cara de hipopótamo haciendo equilibrio, que ahora llegaban en otra camioneta, gris, y conversaban cegándose de risa mientras me miraban, aunque seguramente era mi imaginación, imposible que una persona así gaste su cabeza en recordar un idiota que casi pisa en bicicleta.

  Olvido por un rato el asunto y compro los elementos correspondientes, salgo, agarro las cosas con mi mano izquierda mientras con la derecha golpeo la puerta.  Al toque sale el canoso y le pregunto por el dueño de la empresa... 

  _¿Para qué?  

_Es usted?, mire hoy a la mañana un tipo engominado, que seguramente era ingeniero,  hizo una maniobra brusca y atolondrada, en una camioneta azul de su empresa entrando al garaje acá al lado y me encerró,  haciéndome… 

_Pero vos venias mal pibe! 

_No, yo venía bien y el tipo cruzo la camioneta… 

_Vos venias mal si todos los autos estaban esperando

_Que autos si la única que estaba era la camioneta y no tenía balizas ni guiños prendido ni nada (con un tono firme, respetuoso a pesar de que estaba escuchando las primeras mentiras) 

_Y qué? Te paso algo? 

_Si, se rompió la bicicleta 

_Mentira si te fuiste caminando! 

_(por la forma de usar la lógica este había sido compañero en la facultad del otro) Ya me estaba empezando a dar asco pero ingenuamente lo intentaba: No, se rompió el manubrio y lo…

_Mirá, ándate nomas…  -me dijo mientras me empujaba con sus dedos a la altura de los hombros, para la vereda, ya que nunca había entrado del todo. . .

 Antes de que pudiera pensarlo se proyectó mi mano en un violentísimo revés sobre la cara del mequetrefe que  lo dejo con una expresión de sorpresa tan grande… ¡Como si recién se diera cuenta que realmente no era el dueño del mundo!  

  Pero en vez de pedir disculpas aprovechando el nuevo marco de interpretación que le estaba brindando gratis, se metió retrocediendo para adentro cerrando la puerta. 

  Chau! pensé,  ahora me manda a la cana, de yapa, y salí desamparado para la pensión con veinte cuadras por recorrer esperando el alto inminente.

  En el camino, como si hubiera roto un maleficio al descargarme en ese maleducado, suena el teléfono de una empresa constructora, si estaba trabajando y todo eso, y yo pensando cómo iba a llegar hasta el acceso norte caminando, y antes de que me alcance a poner contento, y mientras miraba de reojo un patrullero, suena por segunda vez y era el tipo de la mueblería si quería ir a  trabajar al otro día...  

  Bien temprano lleve la bici al taller, gastándome los veinte pesos de los pescaditos de Ciro, retirándola  después de haber encerado un placárd parte por parte... 

  El resto de la historia está por pasar hoy. Otro día se los cuento.

Para que


 


 

De algo hay que vivir 

Estaba escuchando ladrar al perro, hace media hora, imposible saber a qué le ladraba, pero lo cierto es que no lo hacía de forma casual, como había pensado hasta ese momento.  

  Se esmeraba en largas series como introductorias para luego matizarlas cadenciosamente, y volvía a repetir lo mismo, por un rato el perro del otro lado y los dos cuzcos inútiles también lo acompañaron.

  De tanto escuchar empezó a captar más claramente los ladridos y a traducirlos, ahora si es como si estuviera leyendo un libro, estaban hablando de mí: el perro del vecino estaba chusmeando, que hace tres semanas que no salía ni al patio, que no se escuchaban más ruidos, y que iban a entrar a investigar, en cuanto pudieran, porque no confiaban en la información del gato que entraba por la chimenea.  

  Que indignación recorrió mi cuerpo, tan atrevidos iban a ser, sentí como mis dedos se curvaban en el suelo y mi columna se estiraba al máximo mientras un aullido largo salía desde el fondo de mi garganta apuntando al techo, que nada podía hacer por apagarlo.

  Inmediatamente se callaron todos, escuchándome, respetuosos ahora, sabían que los había agarrado en falta.  Cada vez que una gota de saliva resbalaba entre mis dientes hacia la arena del piso aumentaba más el volumen de mi voz, hasta que se hizo tan insoportable el reproche que se pusieron a aullar todos los perros del barrio, y no paso menos de una hora antes que lográramos ponernos de acuerdo.

 El silencio barrió con todo.

  Me levante y me dispuse a hacer unos mates, pero antes mire bien por las rendijas al frente, y me subí asomando la cabeza entre las ramas de la manguera, en el fondo, nadie por ningún lado. El perro de al lado daba vueltas como queriendo ponerse contento, así que lo fulmine con la mirada. 

  Atrevido. Nunca más volvería a confiarle nada.  En el murito me habían dejado un plato con comida, lo entre para no tirárselo al traidor.  Tal vez mañana me de hambre, pensé, mientras ponía la pava al fuego.

  En el silencio fresco del galpón prendí la radio, un tipo idolatraba al señor, apasionadamente, y  yo me lo imaginaba escupiendo el micrófono, de ojotas y pantalón de vestir viejo, con una remera hawaiana desteñida, y comiendo sanguchitos de miga y gaseosa en las pausas publicitarias.  

  De a ratos siento como un gusto a agua, y no es porque este tomando mate hace tres semanas, sino que la yerba ya no viene como antes, es como si naciera lavada, pero lo único que puedo hacer es tirarla y renovar el mate, calentar el agua hasta el segundo antes de que rompa el hervor, y sentarme a mirar la puerta, tratando de adivinar que pasa afuera por el reflejo de las sombras en la vidriera tapada con diarios y aerosol. 

  Paso así hasta que anochece, lentamente se va oscureciendo la tarde hasta que quedo en las tiniebla más completa, recién ahí me empiezo a sentir más lúcido, y me escurro disimuladamente para afuera.

 Unos camioneros que charlaban a los gritos se quedan callados al verme, congelados los vasos en las manos.  Lejos de su guarida de dieciocho ruedas, me miran y los miro, y me concentro en uno que seguía sonriendo: me acerco lentamente mientras no sé porque me dan ganas de saltarle al cogote y digo “buenas noches” a lo que contestan de la misma manera.

  Al de la sonrisa le corre una gota de sudor desde el costado de la frente, pero ya no se ríe, en la mesa de al lado se nota como se preparan para saltar a defender a sus amigos, aunque nadie podría ser tan estúpido. 

  La ondulante mesera distiende el ambiente pasando entre las mesas, y su saludo amable y sincero me hace volver en mí, acomodo el caño en la cintura y me siento a esperar.

  Al rato viene el negro, con un sánguche de milanesa en la mano, coqueteando con los travestis y las putas, gritándole a la gente de la rotonda, haciendo gestos y saltando como si se hubiera ganado la lotería, yo ya me canse de decirle que mantenga un perfil bajo, que no atraiga la atención, pero no quiere escucharme, fuera de los límites de mi casa, tampoco tengo argumentos para imponer mi visión del asunto.  Pero es útil, conoce el paño y siempre viene con la justa.

  Saco el grabador y lo pongo al máximo a ver si cultivo a los vecinos con un poco de cumbia de la buena, preparo una jarra de Fernet con coca, con mucho hielo.  Discutimos las opciones, nunca se llega al riesgo cero, y el polaco del remis quiere cobrar más o dice que se abre, conchudo, sabemos que es por miedo, anda a tu casa nomas, tendrá que ser a pata.  

  Se va sin darnos la espalda hasta que se sube al auto y arranca sin mirarnos.  Los de las mesas pagan y se van, yo le mangueo un trago a uno que se estaba llevando la botella y me la da, amistosamente: le sonrío, ya queda poco Fernet.  El bolichero cierra implementando sus ridículas medidas de seguridad,  aunque también nos trae un vino empezado, que dejaron de una mesa dice, gracias, hay gente que entiende sin palabras…

  El 32 del gordo esta desalineado, cada vez está más irresponsable, pero el alcohol hace que nos lo tomemos a risa, pasan patrulleros, algunos miran y los saludamos, como indicando que ya estamos por irnos a dormir… cierro la puerta y salimos por las vías, cortando camino sin ser vistos, en el rancho de la carlota nos saludan, uno de los gurises nos dispara con el dedo, mala señal.  

  Al rato estamos haciendo guardia a una cuadra del casino, el policía de la esquina no se enterara de nada cuando doblen para nuestro lado, ya resoplamos cuando se escuchan los pasos de nuestro benefactor.

  No hacen diez metros que les salimos al cruce, con nuestras medias de nailon, la puta que están mal hechos los agujeros, apenas puedo ver y las pestañas se enredan, las chicas levantan las manos sin gritar, mientras el punto lleva una mano al saco y lo derribo de un culatazo en el ojo.  Le pego dos más mientras el gordo vigila atrás sin dejar de apuntarnos a todos, mamado como esta.  

  Reviso hasta encontrar el bagayo, y además una 22 cromada y la billetera, y dudo con las llaves del Bora en mis manos, pero estamos a pata…

  Salimos a todo trapo poniéndolo en quinta a las dos cuadras, en las esquinas pegamos tales saltos que se hace difícil mantener la dirección.

  Ya saliendo de la ciudad un patrullero viene en dirección contraria y prende las luces, no voy a dejar que me reconozcan, aplasto el acelerador y le apunto al medio…


Código libre II (Poesías)


 


 

El gitano

 

Me guarde para vos

Pero no estaba entero

Sigo juntando pedazos

De mi propio cuero

 

Un gitano dejo

Mal  atado su caballo

Mucho más que el zaino

Extrañaba  su recado

 

Sera mejor así,  dijo

Me estaba poniendo gordo

Acomodo su navaja

…  ato sus zapatos

 


Caminando caminando

 

Harto de la guerra de pasteles

Con que se divierten algunos

Cuando el azúcar se acaba en mates vacíos

Salí a caminar tranquilo,

Sin más armas que mi cámara

A ver si encuentro algún viejo amigo

De esos que sobrevivieron, donde estarán

Siempre llegan noticias, de alguien que los vio pasar

Cuando termina el asfalto

Empieza la zanja y el pasto,

 Las casillas donde los niños

Ríen y lloran de hambre,

Trabajan y matan por amor

Los rubiecitos son los más negros…

Donde estará el pilo, tantas veces boxeamos

Al lado o en frente igual te extraño

El respeto es algo que se aprende dando

Y tus pasos quedan resonando en el barrio

Aunque nunca nos cruzamos este año.

Los gurises siguen igual, todos recordamos

Que detalles son importantes,

Hoy no somos mejor que nadie.

Sigo respirando libertad

 Entre el monte y las piedras

Voy a seguir de largo por las dudas

Que te hayas muerto como tantos

Sin importancia, sin corte, sin respaldo

En el rio manso y generoso

Juntare anzuelos y plomadas perdidas

Mientras el sol me recuerda

Lo interminable del día.

Del día a día por acá…                    

 


    ¿Demasiado o poco?

 

Cada tantos años nos cruzamos

Los suficientes para no mezclarnos

Para no olvidarnos, para no enredarnos

Nunca nos reconocemos, siempre estamos tan cambiados

Y nos quedamos admirandos, sin conocernos

Hasta que una chispa de luz conecta nuestras pupilas

Y pocas veces paramos, casi siempre seguimos de largo

No nos creemos solo nos amamos, en ese día, y toda la vida

A través de los años, a través de la ausencia, el respeto

Que nos dejó a un lado de nuestros caminos

Tal vez paralelos para siempre, pero ya van diez años

Aunque nunca nos buscamos, nunca preguntamos

Tal vez sea hora de cruzarnos, para saber cómo andamos

Solo mirarnos, sin hacernos preguntas, tal vez

Ella es directa, rechaza mis caricias, evita enamorarme

Pero en su piel está escrita la historia del mundo:

Yo sigo mi camino, aunque quisiera capturarla

Pero la libertad no brilla en una jaula

Siempre le miento, nos volveremos a ver…

Cuando las calles se angostan, tu recuerdo

No da derecho a lagrimear, camino, peleo y sigo

Tus piernas no son solo para acariciar, lo sé,

Están caminando sin piedad, cruzan nuevos puentes

Tu mirada explica a cada cual, adonde vas…

¡Hoy te vi de nuevo!

 


 Coerción

 

Cada día se entregan por millones

A pesar de sus hermosos ideales

A pesar de su compasión etiquetada

Envasada, acostumbrada, banal.

Eligen la comodidad sin hacerse preguntas

Eligen comer del plato servido y frio

Eligen vivir bajo el techo bien hecho

Eligen pensar que otros se gasten, pensando

Eligen y eligen como ratas en el laberinto

Hasta el último día simulan ser felices

Con grandes maquillajes disimulan

Lo apagado de sus ojos, lo grotesco de su risa

A la larga tiran sogas hacia arriba

Para bajar a los que caminan, trataran

De hacer de esa energía su comida

Ellos dirán que  su mundo es real

Cada día intentan serruchar tu camino

Por donde pueden esparcen oscuridad

Diciendo que es la luz, que quieren dar

Nunca más alimento esas alimañas

Que se duerman en sus cuevas, que  sueñen

Cada día oscuro que son libres

Ya su baba nunca más me alcanza

Ya no piso donde hay trampas.

 


Solo un caballo

 

Se murió un caballo galopando

Otro inocente pasado de dosis

Para que ganen los que no arriesgan nada

Muy cerca de la raya, casi cruza primero

Pero los que venían atrás no tenían tanto tiempo

Con la ventaja que llevaba, abrió de más el juego

Nariz contra nariz respiran y salpican

La misma baba, el mismo sudor y rabia

Por ganar el premio que se les escapaba

Las patas levantan tanta polvareda

Que casi todos se enteran solo por la pantalla

Y en medio de la masacre y el tango

Se prepara una nueva largada.


 

¡Hola!

                                                                                             

Aquí estamos, casi no hay tiempo

Nos cruzamos en un ovillo demasiado enredado

Nuestros caminos se siguen pero de lejos

Una lástima no poder unir nuestros pies

Y refregarnos en la arena y el fresco de la costa

(Que solo soñamos, claro)

Pero un gesto reciproco nos da aire

En nuestro trajín sin fin del día de hoy

Y sin darnos más que lo máximo

Que nos dejaba el momento del encuentro

Nos dedicamos cada cual a su rumbo

Llegaremos con un dulce recuerdo

A donde, cansados, cerremos los ojos, lejos.

 


 

Mirá

 

No sé si estoy viejo y débil

Llorón y caprichoso

Que  tanto se me olvida

Que tanto me cuesta pelear

Que la vida me parece de a ratos

Como un pantano donde no hago pie

 Pero vos seguís ahí con la misma saña

Con la misma voluntad rabiosa

De vivir y salir adelante que

Hoy cuando te vi supe que estaba bien

Supe que tu fuerza en soledad me llena

Que no hay viento que te tumbe, así

Con la cara y el cuerpo curtidos

Si estas viva,  yo no puedo quejarme

Si estas viva, hermanita, cuídate…

Por más que quiera y sienta

Poco puedo verte y cuidarte.

Pero cuando no puedo, sé que vos pudiste

Cuando no puedo, vuelo en tu recuerdo

 Y lucho, y sigo, y te quiero en silencio.

 


 

No me contestes

 

Hoy

Quisiera saber

Si me vas a dar

Tu cuerpo

Otra vez

Solamente

O

Alguna vez

Un pedazo

De tu corazón

También?

 


Celular

 

Siento que puse el pie en una trampa

De la que no quiero escapar

No sé de qué manera, el destino me alcanzo

Te estoy esperando con todo mi cuerpo

Te pienso con todas mis células

Hasta que tenga otro minuto con vos

Tengo un motivo para cuidarme: quiero verte

Quiero pulir los poros de tu piel

De tu tirante piel de mujer

Quiero sentir, el reflejo de tu corazón

En el mío, en este charco llamado mundo

Chispeante corazón, ven a mí,  ven…

 

 

 Dudas

 

No puedo seguir mirando espejismos

Causados por el intenso calor

Estoy pensando si tirarme desnudo o vestido

Al agua, o seguir asándome al sol

Este rio es tan largo y generoso,

Pero no tan ancho que no se vea el otro lado

Donde otras vidas se calcan tal vez de la mía

Dejare confiado mis cosas en la orilla

Nadare y me rodeare de agua bendita

Por estos paisajes que solo redime la belleza

De su tenacidad, de la globalización del cemento.

Arena sucia o musgosas piedras

Charcos calientes o fría corriente

A veces siento que nací para ahogarme

Sumergirme, sincronizarme,

Con la corriente eterna,

 Que pasa un segundo por acá, sobre la arena

Entre mis pies,  sobre mi cabeza

Es tan inmenso el rio…

Nunca termino de saber si me fui

O estoy nadando todavía.

 


Sera que cantan esos pájaros de mierda

 

La noche termina tan rápido

A veces, que ya no está y la extrañamos

El sol rompe la oscuridad

Mucho antes de que lo veamos

Y de repente un día empieza

Y ya estamos pensando en atacarlo

Con miles de horas a disposición

Estoy tan impaciente, que no puedo

Esperar a que despierte el resto del mundo

Aunque es lindo mirar

Como despierta la ciudad


 

 Sin ofender

 

No es mi cuerpo, lo que estas mirando

Es solo el envase donde corre mi sangre

Y mi corazón se esfuerza.

Esto y mi vida entera, es solo una ofrenda

Para quien hoy me ofrezco sin mirar quien soy

Ni si mañana será hoy.

Paisajes hermosos dejo pasar en mi camino

Como si el mundo los tuviera siempre

Pero no voy hacia un lugar donde oxidarme

Bajo la sombra de viejos arboles

Sino a un camino lleno de sol que no lleva a ningún lado

Solo a una playa tan mansa

Que nunca se sabe si estas en la arena o en el agua

Entonces lo que tu buscabas, hermoso ejemplo de mujer

Sera arrojado cuando suba la marea, para hundirse

 Tal vez  para siempre, ojala algún día lo entienda.

 

 


Esa gente (desfachatada)

 

Hace rato

Cuanto tiempo pasó sin ver

 Este espectáculo incomparable

Heterogéneo y simple como siempre

Esa gente que no descansa, que no se desvía

Que cuando quiere parar la echan

En los caminos, en  la ruta en los trenes

Cuando quiere descansar la despiertan

La patean, rodean, verduguean y mastican

Si no sacan de su debilidad su rabia inútil

Si no convierten su impotencia en descaro.

Y perdiendo o ganando compañeros

De ruta, de vida, de un día de comer y seguir

Adelante creando, buscando, luchando

Por no quedar un paso atrás de la tribu

Hasta que el viaje se acabe…

Hasta extinguir o cumplir los objetivos…

Quien sabe cuáles serán, donde estarán

Esperando hace tantos miles de años

Agazapándose en la conciencia humana.

 


Otra vez mirando

 

No recuerdo como sobreviví, aquella vez

O si todo esto no es un sueño póstumo

Pero el sol refleja de nuevo su sonrisa

En el hacha del verdugo,

Que impaciente se sangra los dedos probándola

El filo promete un corte limpio

No es que me entregue, vida y muerte son estados…

Solo estoy descansando, mientras demoran en dar la señal

Si fallo en el último segundo, aprenderé una gran lección

Y mi cuello no tendrá forma de reprochar mi estupidez.

 


Posdata

 

Y en vez del calor podría ser el viento lacerante del invierno

A cambio del agua del mar mañana cruzaran leguas de arena sin frio

No es que haya alguna preferencia, o que algo se pueda elegir realmente

Todo se sabe con un segundo de antelación, solo se elige partir, ahora

Cada día es un reconocimiento al anterior, cada hora no se gasta sola.

 


Recuerdos

 

Cada vez que tu recuerdo

Empieza a descolgarse de mi mente

Me siento libre para pensar en mí

Pero llamas de nuevo, con tu ronroneo

Tirando de nuevo del anzuelo

Que trato de sacarme sin que sangre.

Miro y no entiendo, no soy tu presa

Pero me esperas con el collar en la mano

Y una cadena que ni vos sabes dónde querés atar.

No vas a encontrar tu perro

Caminando por los bulevares

Cuando hay tantas calles cortas y angostas

Que me llevan hasta casa…

 

 


Otro día.

 

Volviendo al centro

Descartando el lastre

Hay formas y formas

De pasar por el ojo

De la aguja

Mientras al volver

Un silencio abrumador

Se va filtrando entre los ruidos

De la noche como un color blanco

Que borra de a poco el mundo

Mientras permanecemos

Mirando la media noche

 


Matemática

 

Se abre la puerta a un mundo

Antes incomprensible y oscuro

La pasión desbordante

Lo pone en práctica

Aunque no espera menos que

La total entrega o quedar

Mirando la polvareda

Perdido y bizco, solo

Y hasta tal vez machucado

¿Es necesario que sirva para algo?

¿O solo debe ser la llave del tiempo y la vida?

O alguien me pregunto si quería

Si quiera ser parte de estos planes

O podría haber sido que

Durmiera hasta el último día

Sin culpa y sin conciencia

Sin enterarme de esto

¿Sin arriesgar nada?

Tomo tu mano y voy

Arando el piso

 


Caminando

 

Se dibujan a cada rato

A mis espaldas solo reflejos de lo que fue

Al frente nuevos caminos brillan

Engañosamente mansos lentos esperan

Y pasan también como el agua de lluvia

Mientras sigo sin saber dónde voy

Siempre por la cresta

Siguiendo mí estrella

A veces me tumbo a descansar

Tres o cuatro meses

Pero nada más solamente…


 

Perros

 

Mirándose a cara de perro,

Como solo los perros pueden comer juntos,

Con la alegre furia del que ni piensa perdonar.

En su vida: a nadie

Con el orgullo de perro suelto

Que jamás mendiga su comida

Con la prisa de saber que el sol calienta

Y ya es tiempo de echarse mezclados panza arriba

Esperando que los primeros aburridos

Empiecen a morder las patas de todos

Es hora de oler el viento

Y comprimir el mundo y el tiempo

En un trote que no para.

La motivación es la manada

Lo demás va adelante o atrás de ella

Solo hay perros y perras

Hasta después del verano.

 

 

Pipa negra

 

Iba cortando camino

Por donde no cortan el pasto

Ni juntan a veces la basura

Estaba por patear un pulóver viejo

Cuando te vi: estabas adentro

De esa lana rancia, de ese olor a entierro

Desenterrado

Un cigarrillo pedias mirando a nadie

Porque no me conocías,

No me ofendí, si ni siquiera sabias

Quien eras vos, que hacías, donde estabas

Ni tu nombre te sonaba

Hace dos meses, quizá, no te bañabas

Pero estabas ahí, abrir los ojos es seguir

Recordar el camino, volver a empezar.

¿Te diste cuenta que fui y vine?

Con los cigarrillos, fuego tenías…

Desconozco, si es un problema, la solución

Tristeza impotencia y bronca

Solo son sentimientos perversos

Seguí mi camino, el atajo me atraso

Si, ya se cuánto sale, como no.

Y después me fui caminando

Mientras quemabas la resina negra

Para poder arrancar, acariciando la pipa.

Me fui como escalando un pozo

En diez metros me faltaba el aire

No resistí mirar por última vez

Solo había maleza y bolsas tiradas

Llegando a la calle vi una de tus zapatillas

Era sí, porque la otra la tenías puesta

La revolee para tu lado, creo

Donde solo había malezas y bolsas tiradas

 

 

Ratas y ratas

 

Mirando los ojos de la rata acorralada

Dispuesta a morir peleando

Cuando la estaba por partir

 Al medio de un palazo

Me puse a pensar cómo vivimos

Hasta el final sin dar la cara

Sin jugarnos nunca como una rata

Entramos siempre por la puerta  

Que da derecho a la trampera

 

 

Adaptable

 

Ya arrancando, suavemente

Atrapando un mundo nuevo

Ayer no tenía importancia

(Hoy no tiene tampoco

Pero apunta mejor)

Salvado momentáneamente

Del lastre del ego sigiloso

No hay lugar para conservar

Pedazos de estructuras obsoletas.

 


Hoy sino cuando

 

Hoy me sentía tan agradecido a mi planeta

Tan cercano a su esencia, a su decisión

De cuidarme las espaldas tantos años

Que solo caí al suelo acurrucado

Como un ciego sentía la pulida aspereza

De las baldosas que formaban el piso

Acariciando con las yemas de mis dedos

Un pedazo de la tierra inabarcable

Y que sepa que nunca la olvido

Que nunca dejo de amarla un día

Aunque no hubiera puesto en mi camino

La comida el techo y lo mejor que tiene

El amor y sus frutos, el mar lleno de espuma

Los pastos verdes, la selva, el viento caliente

El tiempo y las moscas, los pájaros

Íntima y eterna cada vez que caigo

Me está esperando suave y calma

Como en mi último día, no tengo apuro

Por volver a vos, vivo en vos

Sigue girando, alrededor del sol

Que te acompaño…

Durmiendo en el piso

 

 

Para que

 

Saliste a buscar

Lo que no querías encontrar

Recorriste tanto y tantas cosas

Descartando y tirando

Cada vez que llegabas al blanco

Cuántas vidas segaste sin sentido

Que la vejez te va ganando antes de tiempo

La farsa de engañarte y no verlo

La falacia de pensar que estabas

Recorriendo más que tu cerebro

Te hace desangrarte cada día

Riendo sin alegría, llorando

Aflojando las riendas

De la autocompasión enferma

Un esclavo es más digno

Porque no puede romper sus cadenas

Y vos que las elegís en una tienda

Plagada de falsas intenciones

Inicua personalidad, sigue mintiendo

Despreciando el don de la vida

Sigue sumando piedras al camino

De tu desolación, es lo mismo

Ya sobran hace rato, apílalas.

Felices e Incapaces

  Bueno...   Siempre es un problema conocer a gente importante.  Y es un problema porque la gente importante tiene problemas importantes... ...