Seguramente, algunas personas, sobre todo niños inocentes, despues de una visita al zoológico, pueden configurar en su mente la idea de criar un elefante en su departamento.
No, absolutamente no!! Es demasiado descabellado!!... Pero sí que suponen que lo pueden criar en su pequeño patio. Tal es así, que algunas lo intentan!
Claro, un elefante pequeño, aunque apenas tenga lugar para dar algunos pasos, parece un proyecto factible pero, por supuesto, crece. El elefante crece por que no puede ser otra cosa que un inmenso animal, como así lo dictamina su mandato genético, su larga y misteriosa evolución.
Y eso pasa aunque lo criemos en nuestro patio. Y eso pasa aunque tengamos un gran patio, o incluso un inmenso patio trasero. Además de los ingenuos, locos, niños y soñadores de lo inútil, también creen en este absurdo los presidentes de EEUU.
Es por eso que siguen insistiendo en mantener casi mil bases militares en el extranjero (sin contar embajadas y pequeños nidos de inteligencia). El presupuesto total a destinarse para su solo mantenimiento, excede la capacidad del decadente conglomerado posindustrial de sustentarse con los propios beneficios generados, y por lo tanto, de asignarle un presupuesto racional.
No importa cuantas máquinas impriman billetes de cien dólares a tiempo completo.
Claro, tener un hermoso jardín, y un hermoso elefante, no es posible. Ni siquiera es posible tener un hermoso elefante en el jardín. Ni siquiera es posible tener un jardín despues de haber criado un elefante, así sea por un corto período de tiempo.
El inmenso animal come todo lo que encuentra, todo lo que ve, solo para seguir respirando, mientras sus pesadas patas aplastan cualquier cosa delicada, como una pequeña huerta, flores, senderos o cercas, que pudieran ser de alguna utilidad o provecho... Con solo rodar, girar en círculos, o darse vuelta, el inmenso animal convierte todo lo que lo rodea en tierra yerma y endurecida, estéril.
Es así como tarde o temprano -despues de masticar incluso la corteza de los árboles hasta quedarse sin sombra empieza a olfatear a través del muro, los hermosos patios de sus vecinos, y a empujar con su grotesco cuerpo los límites que lo mantienen encerrado y famélico. Antes de eso, las cantidades de forraje y agua, son tan monumentales, que los demás habitantes de la casa, ven reducirse todos sus planes y expectativas, solo para que el animal siga caminando en círculos.
El viejo y anquilosado elefante norteamericano conocido como MIC (Complejo Militar Industrial) consume miles de toneladas de materias primas, como acero, hamburguesas con queso, coca cola y petróleo, solo por mencionar las esenciales, cada mes, sin brindar a cambio, absolutamente nada. Ningún país se siente ya amenazado, ningún pueblo está dispuesto a entregarse sin luchar, por mas corruptos que sean sus dirigentes, y ya nadie cree en las fábulas de los medios corporativos, en Hollywood, o en las sonrisas o amenazas de cualquier canallesco personaje, aunque este sentado en un solitario salón de la Casa blanca.
El elefante tiene que atravesar el muro solo para sobrevivir, pero hasta para eso, se juega entero, y sin garantías de éxito. Ni aún lográndolo, saben sus dueños, si continuara respirando o se perderá para siempre o si seguirá siendo de su propiedad, ya que arrimar el cuenco con comida, aunque pudieran invadir un patio ajeno, es tremendamente trabajoso. Y así pasó, la última vez, en Afganistán, aunque mantenerlo ya les había salido demasiado caro, y abandonarlo fue tan vergonzoso y ridículo, que perdieron su reputación para siempre.
Claro, pareciera simple la solución Hay que deshacerse del elefante!! Pero que pasa cuando un gran país se convierte en un circo lleno de agujeros y su viejo elefante es lo único que pueden presentar como atracción?? Ciertamente, el número principal sale cada día mas caro!! Hay que hacerlo trabajar sin demora!! Que se levante en dos patas y ruja como el león de la Metro Goldwyn Mayer, que invada Venezuela, o siquiera Puerto Rico, o aunque sea, California!!
Hay que darle una lección a algún enemigo, con suma urgencia, y que quede claro que nadie escapará a la justicia del Imperio. Pero todo da risa, cuando el payaso maneja el circo, como esas ruidosas entrevistas de último minuto a punto de embarcar un avión, o las pomposas firmas de aranceles y leyes extravagantes, que sumen a todo el empresariado en el mas pasmoso desconcierto. Solo queda huir. A tiempo.
Un día, los cientos de miles de inmigrantes deportados a la fuerza, se darán cuenta de la suerte que tuvieron, de poder sacar los pies a tiempo de un caldero a cielo abierto, a punto de implosionar
El mundo entero presta atención al viejo elefante, lo mira moverse pesada y trabajosamente, está llegando tan tarde al show que solo se puede apostar que aun siga vivo! Aun así, todos esperan a ver que pasa con su último rugido... porque tal vez, ya quedó ciego y paralítico de vejez y hambre, y sus montañas de bosta sin limpiar causan el hedor nauseabundo que invade el hemisferio norte... El hedor de la derrota sin vueltas y sin revancha.
La pregunta que nadie quiere hacerse a tiempo -como si la realidad se pudiera esquivar cerrando los ojos- es: Quien va a espantar las moscas de tanta carne podrida?



