20 agosto

Nuevas semillas (poesías)

 




Empresariado descartable


Silbidos y gritos

En la oscuridad

Sombras que caminan

Mas cerca, hoy, de su ataúd. 


Que pasó con los niños que ayer jugaban?

Reían inocentes ayer... y hoy?

De día ensayan su pose, de noche:

Caen en las zanjas de los callejones...


Donde hay un fuego que no necesite leña?

O una historia de amor que no chorree sangre?

El futuro se llena de fantasmas, como...

Los fantasmas que duermen bajo la tierra



Dinastías Entrerrianas   


Les toca dejar este mundo, de una manera...

A la vez cruel y ridícula, quien lo dijera!

Soñaban con ser eternos, con ser Señores...

Se miraban al espejo, y se veían como dioses...

Aunque un imperio fundamentado

En mocos de harapientos, arrebatados...

Se queda pronto sin descuidados, que traicionar

Sin mercenarios que no se vayan por la tangente.

Sin compañeros que no se cansen de ir y venir

A cada mástil a cambiar de nuevo, cada bandera

Por la que siguen muriendo los aspirantes a segundones

Sin que se dignen en avisarles...



 El gran retorno


Todo esta volviendo

A la tierra, de donde vino

Todo de mucho, mucho de todo

Y sin embargo, no se puede tomar

Ninguna porción de ese pastel

Antes de conseguir un buen cuchillo.




La nada misma


No es como un otoño que se despoja de sus cansadas, viejas hojas

Para dedicarse mientras tanto, a forjar otras, nuevas.

No es como una ola que se rompe y se esparce por la playa

Para dar lugar a la siguiente, distinta pero parecida:

Un poco mas fuerte, un poco mas suave, igual de salada.

No es como el amanecer que se espera con certeza, o la noche inevitable.

Hemos llegado al sinsentido total, al mismo aburrido y rutinario espanto.

Somos seres humanos? Cual es la prueba que podemos presentar?

Si todo lo que sobra y lo que no aporta, lo que nos mata, nos aplasta...

Si todo lo absurdo, lo que nos intoxica, nos esclaviza, desapareciera 

En este mismo instante, y no formara parte de nuestro entorno...

Sin dudas, no quedaría nada.  



Reflujo


Pareciera que termina, pero vuelve, como la marea....

El interminable oleaje de la guerra.

Ensangrentado intenta reverdecer y dar frutos el suelo

Cuando amanece y el sol, parece correr en la brisa.

Sin embargo los hierros no aran la tierra.

Seca, muere y se incendia, una y otra vez, mañana también.

Y cuando cae la noche y hasta las estrellas se aquietan, 

Y solo se escuchan sollozos y el tiritar de los centinelas.

Los corazones trabajan entumecidos de odio 

Bombeando un amor lejano como el fondo de un pozo.



Zona de confort


Sueño, despierto, con un caballo.

Un caballo ensillado, y una funda de cuero, para mi escopeta.

Sueño, despierto, con libertad y paz.

Una paz que siempre galopa adelante, una libertad que salpica, sangre.

Debería salir de mi zona de confort, pero, la guerra...

Es mi única cobija en esta eterna noche humana,

De repetidas crueldades y sarcasmos, de irreparables tristezas, violencia!

Y una sonrisa sumisa indiferente a todo, como uniforme totalizante,

Como herramienta para llegar hasta mañana...24 horas mas sin nada.



Progresión


Las lágrimas del soldado? Ojalá lo salvaran!

Pero deberá volver a matar, mañana.  Cada día

Pierde un hilo mas, de los que cosen su alma desgarrada.

Es necesario? La desolación? Perderlo todo como total rutina?

Mientras en las ciudades la verdad se arrastra aburrida y solitaria

Mientras tantos falsos profetas romantizan la agonía, la fría muerte  

Solo por no estar al otro lado de un fusil. Solo por no sentir los huesos

Hoy un poco mas cerca de la piel. Por no tener que elegir, descaradamente...

Vivir, para poder enterrar los muertos.  Seguir de pie, para mantenerse despiertos


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