22 febrero

La tiranía de la estupidez

 



  Si! Ya nadie puede negarlo!  Vivimos sometidos a la tiranía de la estupidez mundializada, que se expresa a gran y pequeña escala, local, regional o continentalmente.  Se esparce en horarios diurnos o nocturnos, a través de los medios hegemónicos, de las torvas palabrotas de los guardianes nocturnos, de los susurros de los contrabandistas portuarios, o de las dulces voces de las niñeras familiares.

  En definitiva, no hay forma de escapar.  Lejos quedan ya, los tiempos en que imágenes estúpidas nos hacían reír como niños, ahora, solo reímos como estúpidos cuando nos llevan al matadero como corderitos.  Vivimos bajo la bota de una narrativa imperial que intenta dominar toda la galaxia conocida (por las dudas, por si aprendemos a volar, por si escapamos a otros planetas -aunque no dejemos de arrastrarnos como patéticos gusanos-).

  El capitalismo, solo dejó libres los caballos de la guerra, el derroche, la diversión y las apuestas, la trata de personas vivas o en partes, el narcotráfico, las finanzas subterráneas, la prostitución, la violencia, y todo lo que genere ganancias fácil y rápido a través del sometimiento humano, de la destrucción y el daño.  

  Aprendimos a festejar eso, solo porque lo adornan con sonrisas y gestos de triunfo, solo porque otros caen antes que nosotros.  No vamos a ver a los que caigan despues, cuando estemos muertos, claro, pero muchos se divertirán con eso.  Mientras, aprendemos a gozar con el sarcasmo, a disfrutar de la humillación y el ridículo ajeno.

  Por qué? Porque seguimos siendo pobres, impotentes, inútiles, infelices, inoperantes, pero el único escalón donde podemos elevarnos un poco para sentirnos ajenos a nuestra decadencia, es el desmedido e injustificable orgullo, que nos impide reírnos de nosotros mismos.  

  Cómo llegamos a esta religión mundial del arrepentimiento? Cómo es que solo se toleran las acciones correctas solamente despues de las desastrosamente incorrectas?  Ah... es que dios ama a los que pecan y luego se arrepienten! Claro, nada mas hermoso que la religión y la fatalidad, que la grandilocuencia de los dioses para justificarnos.  

  Hoy en día todo es como el guion de una película en la que nos convocan de protagonistas para los papeles secundarios, para practicar lagrimas de alegría a derramar cuando el adicto vuelve cabizbajo, y luego de incendiar la casa familiar es tomado como un héroe por arrepentirse y reconocer su culpa.  

  Por supuesto, ya no quedan muebles ni joyas, ni tranquilidad, solo la magia del reencuentro que luego nos permitirá volver a consumir -consumirnos mutuamente- cuando nuestros últimos bienes sean apenas nuestro tiempo y obligatoria empatía para salvarlo, una vez mas...

  Mañana encontraran un papel a nuestra medida en este escenario, donde actuar nuestro propio arrepentimiento despues de una tragedia genérica que ensayaremos toda la vida.  Por suerte, hay variedad para elegir!

  Nuestra vida solo tiene sentido si logramos destruirnos y a nuestro entorno, como único camino a la dirección opuesta.  

  Claro, porque nuestros idiomas se llenan de palabras como mitigación, reconstrucción, salvación, restauración, rehabilitación, porque un buen negocio sigue a otro.  El negocio de la vida sigue al de la muerte.

  Por supuesto, que si quisiéramos preocuparnos por la vida antes de que pueda ejercerse la muerte, seriamos tratados de locos, insensatos, afeminados, machorras, violentos, fascistas, delirantes, psicópatas, terroristas, o lo que suene mejor en el nuevo dialecto de las masas anestesiadas por el logaritmo.

  Esas masas que no encuentran piso ni techo en su decadencia, ya que cualquier debilidad o tara que arrastren penosamente, encontrará un poster en las redes sociales, que diga por ejemplo: "Las personas que cagan en la cama por no levantarse a ir al baño son 56 por ciento mas inteligentes que las demás! (según un estudio de la Universidad de...)" 

  Así que rompemos y asesinamos, destruimos y arrasamos porque eso es lo que se premia, y si somos demasiado idiotas hasta para eso, o demasiado holgazanes, podemos mirar y aplaudir, difundir, validar, multiplicar y viralizar, que también es bastante divertido, redituable.  Total nadie se acordará mañana qué fue lo que llevó a la muerte, a los que ya no están.

  Por suerte tenemos el arte! Y a los artistas! En la era de la disruptividad premoldeada, cientos de miles de coloridos esclavos fraternizan sentimientos inaplicables de autoconstrucción personal, pasividad cósmica y amor total, cuyo mayor exponente podría ser bailar bajo la lluvia tibia del verano, o disfrutar de rituales masificados, de la cosificación homogénea, de la institucionalización tribal de la divergencia, de la individualidad industrializada. 

  No hay mensaje? No hay creación? No hay aporte a la sociedad o a la convivencia? Ni siquiera un intento frustrado de originalidad?  Eso es lo mas intrascendente!!  Todo vale para generar el capital que permita adquirir una belleza estereotipada de seguro efecto en las masas, estamos en la era de los emprendedores, y lo importante es progresar. 

  El colonialismo cultural que arrasa con miles de años de conocimientos y prácticas regionales, tradicionales y familiares, es tan automático, que ya nadie se conforma con ser un producto de su tierra, su tiempo o su comunidad.  Eternos y díscolos desertores, promueven el africanismo sin dejar de ser racistas, o cualquier otra paradoja capitalista.  Todo eso esta expresamente permitido por el sistema.

  Todo lo que se pueda convertir en un producto está permitido, la guerra y la resistencia, la tiranía y la revolución, son conceptos totalmente intercambiables al día de hoy, dado el ciclo de vida de las modas y las preferencias del gran público, que deben ser renovadas periódicamente para no distorsionar los costos de la logística y la publicidad. Como niños, corremos de una ronda a otra para no quedar afuera del juego.

  Pero...que va a pasar el día que la música se detenga? El día que las caretas no sean necesarias, y cada vida dure lo que pueda defenderse por si misma?  Estamos al borde del último valle del ciclo de la humanidad, y todos los cálculos fallaron: no hay otro planeta.




Dar (Poesías)

 





Palabras 

 

Hablan de Paz: Construyen la Paz?

Hablan de Guerra: Van a la Guerra?

Me gusta-No me gusta: Tenemos opinión?

Solo somos navegantes del teclado

Podríamos decir si ya salió el sol?

Eternos propagandistas de cualquier lado

Gratuitamente desperdiciados

Que van a anunciar mañana? cuando todo sea evidente?

Habrá un mundo fuera del teclado?



Instinto compartido


Anoche tuve un sueño, donde, finalmente, el mar estaba en calma

Sería antes o despues de que catástrofes, y tormentas?

Soñé con tu voz y tu paciencia lenta, con tu tenaz presencia

Soñé con un día -una tarde entera- sin pisar las trincheras

Y no por eso dejaba de haber vidrios rotos, sobre los que caminar

Con una cuidadosa confianza en la suerte. La misma que salva...

La misma que cuida a los pichones caídos, aun, con los ojos cerrados.

Anoche soñé que acariciaba el camino que prometían tus piernas

Por una vez, los pichones estaban tibios, vivos, el nido; cayó

Y sin embargo, el destino, elevo su cuna trabajosamente elaborada

Por una vez, el llamado desgarrado de la ausencia, se transformó en esperanza.

Los pájaros disfrutan turnándose para acompañar el goteo del tiempo

Mientras su laborioso pico va y viene, alimenta, avisa, festeja, cuenta...



Ejecución


La vida es así

La vida es así

Estás arriba y despues bajás


Es simple, así

No se puede estar

Siempre en la cima sin resbalar


El nuevo Señor

No tiene perdón

Se ha decretado, su ejecución


El sol se puso

El sol salió

Todo es distinto y ni se enteró



Temporada


Círculos

Hay un día para volar

De tantos enemigos el peor es el miedo

La primera caída, el aire en la punta de los dedos!


Todo lo que es amor permanece, perdura...

Renace 


Solo hay un sol y un suelo bajo nuestros pies

Las únicas verdades son:

Va a llover

Va a parar de llover.







12 febrero

Flatulencias del mercado

 



  Claro, los auténticos puristas de las educadas academias, los anquilosados economistas que las más  prestigiosas universidades siguen sembrando como parásitos en un mundo que busca alimentar mejor y mas sanamente su esquema financiero prefieren llamarlas "burbujas".  Pero es un término inexacto, ya que la economía funciona como un gran sistema digestivo mundial, y es mucho mas adecuado compararlo con su análogo instrumento.  O acaso... No hemos escuchado muchas veces que tal lugar es "...el culo del mundo" ??. 

  Bueno, no hay diferencia ninguna, entre el estómago de un cerdo, y los lustrados escritorios de Wall Street, uno de los lugares donde con más velocidad se procesan y consumen recursos mundiales.  Por supuesto que esto ocurre a través de sus símbolos, como acciones y valores negociables, letras y obligaciones, bonos estatales o corporativos, cauciones, hipotecas y créditos, y otros tantos esquemas secundarios ya inventados o no que cumplen la función de hacernos adictos a la deuda y el crédito, de la misma manera que a un niño se le dan caramelos para asegurar que sonría ante la primera dosis de cocaína.  

  Así como la revolución verde destruyó siglos de fertilidad bien cuidada y un detallado conocimiento agrícola reemplazándolos por un suelo inerte que lleva a una dependencia total de insumos químicos, y los rebaños trashumantes por una cría intensiva de carne de baja calidad solo rentable para los grandes productores de alimentos balanceados, la revolución del dólar (posibilitada por genocidios y conquistas imperiales que se adueñaron de los puntos de acceso a los recursos mundiales) desterró miles de sistemas de intercambio, trueque y cooperación, para atenazar todo en las garras de la caprichosa e impredecible FED estadounidense.

  Cuando el sistema consume comida podrida en grandes cantidades, como fue el caso de las hipotecas Sub-Prime, la digestión se atormenta y la gran panza del mercado se hincha, produciendo burbujas, como fue la trayectoria de la gran burbuja especulativa inmobiliaria, que mas temprano que tarde reventó antes de colapsar todo, dando paso a una diarrea económica que, como consecuencia inmediata, postró a una camada entera de financieros, banqueros, oportunistas, especuladores y personas comunes que solo querían mantener sus ahorros fuera de las garras de la inflación.

  Por supuesto, como en la moderna y letal medicina en la que hemos sido maniatados, los médicos ponen cara seria y recetan otras toxinas complementarias que escondan los síntomas y enmascaren el problema, ya que sin enfermedad no hay trabajo que hacer...todo queda latente para volver a comenzar a fallar de inmediato.

  Bueno, como les decía, estos médicos del dinero, que pueden ser ministros de economía, presidentes de bancos de reserva o gerentes de organismos internacionales, inmediatamente dan la pastilla salvadora del rescate, para salvar a los más mediocres y manipulables, a los más sumisos y manejables ejecutivos, empresarios y dirigentes, para poder asegurarse de que la concentración del dinero no se desvíe de sus órganos naturales, excretando hacia las cloacas a cientos de miles, tal vez millones de ahorristas y pequeños emprendedores que de un día para el otro ven como sus sueños se convierten en papeluchos sin valor que bien podrían regalar al viento.

  Siempre fue así, siempre funcionó de la misma manera, desde los fenicios y los persas, desde el imperio romano, desde que alguien guardo lo esencial hasta mañana, por miedo, por ambición, o por esa sed de poder y dominación que nunca deja de acosar al ser humano desde que nace.

  Así como Roma necesita a Nerón, el mercado ha creado a Donald Trump, quien sin soltar la mano de siquiera un centavo propio, genera un remolino intenso y desmedido de sanciones y amenazas, aranceles y proyecciones que pueden durar un solo minuto, revolviendo el mercado en una intensa indigestión que se expresa en una acidez que licúa las tasas de interés y los precios de los metales de reserva, los mercados de futuros, y la confianza mundial en una economía global posible.

  Por supuesto que para quien tiene la sartén por el mango, todo esto no puede mas que beneficiarlo, mientras el mercado vomita millones de acciones por la mañana para volver a tragarlas al siguiente mediodía, porque los trastornos alimenticios y el estrés, hacen que la bulimia y la anorexia económica, se sumen a la diarrea de valores y divisas que ensucia todos los pasillos de las bancas centrales y las casas de gobierno de las anémicas potencias y sus atribulados vasallos. 

  A vista de pájaro, no es necesario aclarar más la perspectiva, todos estos movimientos descoordinados y frenéticos, son extremadamente similares a los manotazos que un náufrago solitario da en medio de la mar.  No hay ya dudas de que los dueños del dinero lo están haciendo una vez mas: solo existe la receta de tomar y acaparar los ahorros de cada ciudadano y salir corriendo para sus vigiladas cuevas, a esperar que se apague el humo de las últimas cenizas para volver a vendernos otros fantásticos negocios.

El sistema esta intoxicado y sigue comiendo mierda, se hincha y deshincha a golpe de recetas viejas y gastadas, pero un día no bastarán para detener la fermentación... ni siquiera una pandemia planificada podría hoy detener la creciente burbuja que nos va a explotar en la cara antes que nos demos cuenta que ya no somos dueños de nada.

  Economía niños!  Fue creada para acumular, no para distribuir...

  Es hora de agarrarse de los sombreros. El viento se acerca










09 febrero

Vegetación

 


  No he dejado de caminar desde que tengo memoria, porque mis pies me permiten generar nuevos contextos, aproximarme a lo que me hace falta para seguir vivo, o simplemente escapar corriendo cuando el peligro es inminente o inevitable.  Tal vez por eso, siempre me han asombrado los árboles en su estoica paciencia y permanencia en el mismo sitio.

  Observando la vida de arboles y plantas aprendí que siempre habrá hachas y machetes, que no hace falta ejercer ninguna provocación para ser atacados y que solo podemos dedicarnos a crecer: mientras las condiciones sean buenas.  No hay mejores objetivos que hacerse mas fuerte, extenderse hacia arriba, profundizar las raíces, acumular reservas.  Crecer para poder hacerse fuerte, hacerse fuerte para poder crecer

  Sin embargo, aun así, en un mundo donde todos se creen buenos jardineros, sin otra necesidad de justificarse que sus predilecciones o apreciación personal, siempre es necesario tener yemas escondidas, preparadas, para rebrotar en una dirección diferente.  Hay que estar listo para volver a crecer cuando una rama se quiebre, porque cuando dejan de volar las hachas, cuando se acaban las agresiones y violencias, vienen las naturales tormentas, los rutinarios cataclismos cíclicos del clima y la naturaleza.  

  Siempre, sin previo aviso, siempre, será necesario volver a desplegarse para sobrevivir, aunque sea mas abajo, aunque sea desde el suelo, otra vez.  Cuando las condiciones sean propicias, cuando la bendición de la lluvia y la tierra fresca, sigue a la tibieza de la luz del sol, no pierdas tu tiempo, hay que ser veloces, esparcirse y crecer, porque es necesario que lo nuevo sea lo mas fuerte posible antes del próximo palazo, del próximo inesperado, innecesario machetazo.  Y va a venir. Eso si, es una certeza.

  Claro, la experiencia queda, la memoria, que nos permite desconfiar de los buenos tiempos y de la abundancia, porque si se termina sin dejar semilla, no es muy improbable que nos extingamos.  Por eso, no debemos esperar permisos para florecer y dar frutos, aunque sea solo para ser cosechados y esquilmados.  No debemos negar nuestra esencia por pretender evitar que un día seamos tablas. 

  En un mundo oscurecido por el humo de los incendios, arrasado por las ruedas de la maquinaria moderna, donde la tristeza y la desesperación son el paisaje cotidiano, donde la malicia es rutinaria y la muerte solo la próxima parada en un viaje que no tiene ningún destino preparado, no es necesario ser altivos ni orgullosos por las razones equivocadas.  Todos somos hijos del sol, y él no hace distinciones.

  Cada inmenso árbol fue una insignificante y frágil semilla, a la que el destino acarició para poder perseverar, cada pequeño ser y cada persona agobiada por la pena y la desolación del infortunio puede un día elevarse sobre sus propia impotencia y volar.  El viento del tiempo fue hecho para eso.  En cada átomo de nuestra castigada piel habita nuestra grandeza, es imposible perder eso, solo lo olvidamos por comodidad, pero si mirás hacia abajo, solo el pasto nació para ser pisoteado.

  Toda la vida depende de la respiración de una hoja verde que vibra con el sol de la mañana, baila en su brisa, se baña en el rocío fresco que la oscura noche fabrica mientras dormimos.  Cada día que tengas la oportunidad de dar al mundo belleza y paz, no la desperdicies, porque nadie sabe mañana si podrás, pero siempre vas a necesitar una flor en el camino que te haga olvidar el cansancio.

Sin embargo, cuando una persona llega a un estado de inercia donde pierde toda reacción y toda capacidad y función humana, se dice que se ha reducido a un estado vegetal, como si fuera posible que pudiéramos vivir con ese sentido, propósito e identidad, siendo que somos simples y llanamente seres humanos modernos, despojados de toda intención de ser libres y todo camino hacia la plenitud de seres vivos que cada animal o planta en el planeta atesora hasta su muerte, desde su nacimiento.

  De los árboles aprendí que el bosque existe, que siempre esta ahí, latente, inderrotable, dispuesto a explotar en miles de formas y colores apenas le dejamos una oportunidad.  La selva, preexiste a toda ambición humana, en un plano que no podemos controlar o entender, por lo que la lucha contra la naturaleza es una lucha perdida que solo fomentan los imperialismos, los absolutismos, porque sus principales victimas son los seres humanos que la llevan a cabo.

  Y del bosque aprendí que todo esta conectado, comunicado, aunque no seamos conscientes, no nos importe, no pretendamos permitirlo.  Es imposible detener una red anterior a la conciencia humana, que lleva miles de millones de años perfeccionándose para sustentar la vida en el planeta, en una relación eternamente amorosa con la tierra, el aire, la luz y el agua, algo que aun podríamos aprender si tuviéramos un poco mas de tiempo libre.

  Cada raíz está conectada con todo lo demás, y cada hoja es consciente de su sombra, cada animal o insecto que vive en un equilibrio perfecto no es casualidad, y nuestra destrucción inconmensurable y permanente no detiene el camino hacia la trabajosa restauración y la abundancia que genera la convivencia armoniosa de todas las formas de vida en el planeta.

  En un bosque no existe el vacío, todo esta completamente lleno, cada metro cúbico de aire tiene una exacta función, y si un rayo de luz llega al suelo, es porque esta lleno de semillas, o porque un retoño joven, mantenido amorosamente por sus congéneres, ha llegado al momento de ocupar su lugar, y esforzarse por ser parte del techo del bosque, o de algún estrato intermedio, lo que sea parte de su naturaleza.

  Porque, a diferencia de las sociedades humanas, donde el poder daña y contamina todo lo que tiene alrededor, en la selva el poder cuida y alimenta, aun despues de la muerte.  El poder de los arboles ancianos contiene la memoria, la sabiduría, la evolución de cientos de generaciones, y cuando un árbol centenario cae, es porque le ha llegado su hora, y ha trasladado, traducido, y distribuido el conocimiento al resto de los seres vivos de la comunidad.

  Con total amor los grandes árboles despegan sus raíces del suelo, para que muchos otros que permanecían en paciente espera, renueven el bosque y las posibilidades de vivir de miles de especies animales y vegetales, y con la misma parsimoniosa lentitud con que crecieron, devuelven al suelo lentamente, cada nutriente y cada mineral que acopiaron a través del intercambio entre el aire, la tierra y el agua, en un último gesto de cuidadoso compromiso con la vida.

  Es ahí cuando comienza la danza frenética de miles de millones de hongos y bacterias que recorren y crean la logística invisible del bosque, la danza incesante de la vida, de la reconstrucción y el reciclaje eterno de nutrientes.  Lo gigantesco se compone de lo infinitamente pequeño y es por eso que finalmente se devuelve, 

  Así funciona un ciclo que empezó antes que el primer ser humano pisara la tierra, y seguirá aun cuando las últimas maquinas humeantes terminen de incendiarse y nos hayamos extinguido, con toda nuestra soberbia, inutilidad y orgullo humano.  Cuando salga el sol, mañana, agradece a la floresta, vive, sonríe, respira.  


06 febrero

No creas en tus sentidos!

 


Bueno, a pesar de la lucha contra la evolución de los propios idiomas, y su correspondiente lucha por conquistar los idiomas ajenos, no dejan de brotar y florecer decenas, o tal vez cientos de términos intercambiables para cualquier idioma. 

  Estos nuevos términos, por lo general palabras cortas y pegadizas, sonoras y arrastrantemente pegajosas, tienen todas el mismo significado.

  Y lo que significan, lo que significa la palabra clip  o reel, meme, trend, o tantas otras, se refiere por lo general a un pequeño trozo de imagen, audio o video multimedia, multiprocesable por cualquier plataforma. 

  Este pequeño alimento virtual, es tan liviano que se puede descargar y compartir con una mínima señal y gasto de energía, tan corto que ni siquiera nos roba tiempo, y casi siempre, dado la evolución que han tenido las redes sociales, viaja bajo el cristal encadenado al siguiente trozo de contenido.

 La función de este intenso e interminable bombardeo de datos, para los que se han inventado tantas palabras nuevas, es compartimentar nuestra mente, cuadricular nuestra percepción, y derrotar la necesidad y el sentido de cualquier conexión lógica entre nuestros pensamientos, nuestro tiempo, nuestras decisiones.

  Por supuesto, esta moderna caravana biotecnológica, esta simbiosis moderna en que un ser humano de nuestros días esta atado a una pantalla o un teléfono, tampoco nos quita demasiado tiempo, datos o señal, por lo que dejaremos correr las pequeñas historias, adquiriendo un nuevo trozo de información aleatoria indiscriminada, que por supuesto nunca nos hubiera interesado por nuestra propia cuenta, y que está destinada a generar una visión del mundo homogéneamente desinteresada por absolutamente cualquier cosa o elemento real del ambiente o la vida cotidiana que nos rodea.  

  Para nuestro bienestar, cada eslabón de esa cadena interminable de datos irrelevantes aleatorios, viene con su cadena de enlaces secundaria, con su correspondiente traducción o cualquier añadido que se necesite para absorber el absurdo e inútil conocimiento que contiene, con su propaganda oculta o evidente, o su referencia a un producto fácilmente identificable.  

  Ya ni siquiera se necesita ser humano para  insertarse en este sistema, y es así como muchos lo están logrando: dejan de lado sus rasgos y emociones humanas, para convertirse en un almacén viviente de siglas e instrucciones, en esclavos sumisos y estáticos, sonrientes y babeantes.  No es un problema mientras haya energía eléctrica y señal de internet disponible.



Bueno, el tema es que mientras disfrutamos de nuestra nueva vida zombi, los grandes cazavampiros mundiales siguen activos.  Afilan permanentemente sus estacas, pulen sus balas de plata, preparan los exorcismos que vayan a ser necesarios.  Lo que está de moda, sin embargo, es el sacrificio ritual.

  Se ha comprobado en la práctica, que los seres humanos son bastante reacios a saltar voluntaria y  multitudinariamente por un precipicio para regular sus poblaciones, como hacen los simpáticos lemmings, así que hay que ayudarlos.  

  Estamos en la era del exterminio, de la masacre permanente.  Nadie recordará tu injusta muerte un gigabyte después, nadie tendrá una necesidad lógica de comprobar tus derechos usando su valioso tiempo, que apenas alcanza para perseguir las tendencias de esta semana.  Nada es lo que parece.

  Cada guerra y cada confrontación, tiene un sentido posterior que no nos está siendo develado, y no nos es develado porque no nos importa, y no nos importa porque no hemos sido informados de su existencia.  

  Claro, la cadena de informaciones con que nos llevan del cogote, el tren de micro películas se parece bastante a una calesita.  Todo tiene sentido si todo tiene sentido, y así, una información comienza a ser relevante cuando es autorizada y avalada por los poderes que nos enseñaron a respetar, por lo que todo lo que viene detrás se vuelve automáticamente relevante y crucial, vital, urgente, impostergable.  

  Si fuera necesario, podría seguir siendo una intrascendente e inofensiva manera de perder nuestro tiempo, de consumir nuestra atención por el resto de lo que nos queda de vida pero... hay que jugar.  Hay que trabajar de seres humanos, y convalidar el siguiente asesinato, la siguiente invasión, el posterior cambio de roles, poderes, gobernantes o lo que sea que toque.  Ya nos lo dirán.

  No importa si hoy un terrorista ocupa un país entero, si un mafioso dirige a millones de personas.

  Mañana las causas de sus esfuerzos serán otras, y así sucesivamente, porque es lo único que encaja con nuestra mente adiestrada a la pantalla.  La información debe ser renovada, eso es lo importante, no si tiene sentido o cualquier conexión con la realidad, la justicia, la razón.  No importa nada.

  Mañana las trompetas tocaran otra melodía, las máscaras serán cambiadas, los actores suplantados, el escenario renovado.  

  Cada gota de sangre humana que corre hoy en el planeta es un buen negocio, mucho mas rentable que el petróleo, que el territorio, que el oro.  Y es por eso que siempre vuelven a inventar un fantasma nuevo, porque así seguimos  -en el mejor de los casos-  buscando y acumulando información deslocalizada, imposible de utilizar, que ya se volvió irrelevante y antigua antes de llegar a nuestras manos, a nuestros dedos, a nuestros ojos fijos en un inerte cristal.

  Pero es divertido!

  





Felices e Incapaces

  Bueno...   Siempre es un problema conocer a gente importante.  Y es un problema porque la gente importante tiene problemas importantes... ...