24 octubre

Sed Humana

   



 No soy una máquina.  A veces, cada tanto me pasa...por un segundo me agoto, me quiebro.  Sin consuelo, me veo arrasado por la aterradora convicción, el espantoso privilegio de ser un "Ser Humano". 

  Nada pareciera mas limitador o escalofriante, mas atenazántemente compulsivo, mas amenazadoramente homogeneizador.  Miro a mi alrededor y veo nada más que rutinas y mandatos, obligaciones y repeticiones.  

  Debo aceptar como propio un circuito infinitamente pequeño de caballito de carrusel, mientras simulo asombro y maravilla frente a la repetición inalterable de lo predeciblemente habitual.  De lo irremediablemente chato.

  Mis posibilidades de pensar por mi mismo, de elegir según mi conveniencia, son declaradamente ofensivas para el sistema, y como tales, son perseguidas y estigmatizadas, hasta que su inmensa presión me obliga a sonreír mientras camino como un zombi a hacer lo que hacen todos, sin dejar de babearme frente a cada pantalla que encuentre.

La imposible decisión a la que me enfrentan diariamente, es la de aceptar como propia, la funesta misión de recortar de mi mismo toda particularidad y todo rasgo individual, todo interés genuino y toda capacidad constructiva para encajar en un mundo que se angosta hasta invalidar cualquier diferencia en aras de la supuesta igualdad.   

  Claro que esta igualdad no genera convivencia, no genera paz, no genera bienestar ni felicidad.  En realidad no genera nada mas que babosadas doctorales y doctrinarias, abominaciones políticas y esclavitudes consentidas a cambio de supuestos privilegios que solo representan lastimeros e insignificantes trozos de la libertad que se nos ha quitado. 

  Como puede ser que una persona normal, un ser compuesto de las mismas moléculas que el universo reutiliza hace millones de años, regada por la misma luz del sol que cualquier magnifico dinosaurio, sea obligada a desanimarse segundo a segundo y día tras día hasta desmantelarse por completo solo para caber en la afinada punta del lápiz que traza nuestro destino?

  Esto sucede porque carecemos de la valentía del pasto, que osa dar la cara eternamente al viento, o de la tenacidad de las moscas, que vuelven una y otra vez aunque las espantemos.  Somos como babosas que esperan que el semáforo cambie para empezar a atravesar la avenida...parecemos lógicos pero somos absolutamente ridículos. 

  Todas las masacres nos excitan, todos los genocidios y los crímenes impunes nos reconfortan, porque de alguna manera nos reconocemos como deslucidos fantasmas de nuestras posibilidades, y nuestra frustrante y cotidiana actuación como luminosos y conformes objetos biológicos posmodernos no hacen mas que llenarnos hasta las orejas de una rabia ciega, que no podemos siquiera traducir.

  Como útiles esclavos, jamás escupiremos hacia arriba, sino hacia nuestros contemporáneos, nuestros indefensos y mutuos testigos del despojo, nuestros desdichados y engrilletados compañeros de camarote en este viaje blindado hacia ninguna parte.

   La teoría que sustenta todo esto es que cada persona elegirá para siempre, y en toda circunstancia, el cómodo e inofensivo suicidio, o la impulsiva carnicería de la rabia ciega, antes que cuestionar severamente o siquiera intentar mover las bases del sistema que lo aplasta como la suela de la pata de un inmenso elefante.  Solo morir de hambre es grotescamente inconveniente, o mas bien, poco elegante.  



  La muerte por hambre y la desesperación de los famélicos dispuestos a todo, nos lleva a pensar que tal vez, deberíamos elegir mejor, antes, mucho antes de llegar a eso.  Lo que no queremos pensar, es en lo famélica y desesperada que vive nuestra propia alma, en la tristeza oscura de nuestro corazón eternamente despojado de sus sueños, mientras nos atiborramos de comida chatarra.  

  Solo hace falta una persona en el planeta, un solo individuo en la raza humana que deje de mentirse a si mismo, para que todo se derrumbe como un gastado castillo de naipes... pero quien va a salir de esta infame comodidad...?



12 octubre

Espejismo

 

  

Nadie sabe lo que esta pasando...

  Ey!! Que buena frase para comenzar una película!  Algo así como un documental -preapocalíptico-entre conspiranoico y criminal, que siembre dudas pero también certezas inverificables!  Que fermente la rebelión pero no la permita!!  

Algo bien tradicional, que alimente la apatía, el conformismo, la impotencia y el fatalismo moderno ...Ahí va de nuevo:

  Nadie sabe lo que está pasando...

  O si, todos lo saben, lo sabemos, pero no alcanzamos a entenderlo.  Lo que está pasando es que nadie entiende qué es lo que está pasando. 

   Eso está pasando.

  Claro, porque para entenderlo, hay que ir a la base, o mejor aún, a la base de la base, porque todos sabemos qué está pasando en la sociedad, porque esta pasando en las familias, que son la base de la sociedad!!  

  En definitiva, que no vivimos mas que en un autoreflejo, que no hace mas que demostrar a gran escala, la increíble decadencia en la que se ha sumergido la especie humana.  Nos hemos degradado como especie, y eso ha pasado porque la suma total de la especie, se compone de ejemplares que se han degradado como individuos.  Y esto no se trata de supremacismo, elitismo ni racismo, sino de la mas pura realidad.  Se trata de lo patética y cotidianamente comprobable.

  Claro que siempre hay casos excepcionales, aunque su efecto es demostrar la regla, recordarnos, que el ser humano fue...puede ser...otra cosa.  No, en realidad,  ya no... como no pueden volver al bosque los perritos falderos, ni las ovejas a la montaña, ni un viejo león de circo a cazar a la sabana africana.  El hecho es que estamos cómodos, nos sentimos cómodos en nuestra interminable y predecible mediocridad.

  Y hundidos en la mullida, tibia y pegajosa internet, todos nuestros males y nuestros fracasos, nuestras frustraciones y rencores, vuelan como pájaros por un rato, para que la fantasía nos renueve.  Con solo invertir unos centavos de nuestro dinero, podemos acceder a una dosis de insumos químicos, manufacturados a gran escala en laboratorios modernos de diseño de la conciencia,.  

  Think Tanks, Medios Masivos, Juegos en Red, Influencers, o el entorno de cualquier Cyberteatro de Operaciones se convierte en un disparador que produce insumos químicos en nuestro cuerpo y nuestra mente,  a los que hemos acostumbrado a obedecer a estímulos tecnológicos externos, ya que es mucho mas cómodo que asumir la realidad por nuestra cuenta.



  Luego, dormir, comer, trabajar, volver a la rutina, votar, ganar dinero, ser testigos indiferentes del asesinato premeditado y milimetrado cronométricamente de nuestros congéneres, al mismo tiempo que compartimos el escenario, donde un día seremos asesinados, descartados. 

   Desactivados, por el sistema.

  Si.  Y eso si, es una certeza.  Porque para eso nos educaron, nos adoctrinaron, nos adiestraron, nos sometieron y domesticaron desde nuestra mas tierna infancia.  

  Porque nuestra única función fue aceptar la autoridad, o mas bien, fomentar y justificar el autoritarismo en el que nos veríamos inmersos mas adelante, mediante un sistemático ensayo que consistiera en decir: Si Papá! Si Mamá! Y despojarnos entonces de preguntas y dudas, hasta no necesitar explicaciones ni motivos.

  Para poder ir a la escuela a decir: Si Señor Profesor! Si Señorita Maestra!  Hasta dejar de preguntarnos la utilidad o la función de nuestro adoctrinamiento, o el uso de nuestro tiempo.

  Y todo eso para poder sentirnos cómodos, y hasta orgullosos en un uniforme corporativo, hasta normalizar los uniformes de las mas grandes y peligrosas corporaciones del planeta, las fuerzas de seguridad y los ejércitos.  

   Todo para poder vociferar: Si Sargento!   Si, Coronel!  Y todo esto para poder aferrarnos a una metralleta y matar, matar, matar.   

  Todo para matar sin piedad, en cuanto nos digan que ha comenzado una nueva guerra? Para sentarnos en el puesto de una fábrica a mover una palanca y fabricar un hermoso vaso donde las familias viertan la sidra del brindis navideño? 

  No, solo son distracciones,  Pequeñeces... 

  Todo es para que cuando nos saquemos el uniforme, el delantal, el mameluco, y encendamos la pantalla para desperdiciar nuestro escaso tiempo restante -mientras nuestros hijos aprenden a ser indiferentes, apáticos, sumisos y autodestructivos- nos sintamos libres.  Libres como pájaros.  Libres como liebres.




  Todo eso es para que cualquier resquicio de conciencia propia, de autodeterminación que aun siga latiendo bajo nuestra piel, sea aplastado y opacado, apagado por nuestra propia sed de estímulos instantáneos y baratos, por nuestra absurda necesidad de desconexión que refresca cotidianamente nuestra renovada voluntad de esclavos...

  Todo para poder estar frescos y disponibles, para sonreír aliviados, cuando nos pongan las cadenas nuevamente, mañana. 




 

10 octubre

cabalgar(Poesías)

 



Mercado


Un mundo mágico y despiadado

Un mar inmenso, sin fondo.

morder o escapar, morder y escapar...

Siempre, hay un pez mas grande!

Hay tantas redes y anzuelos que esquivar

Tantos anzuelos y redes que lanzar

Mientras sube o baja la marea.

El oxígeno se acaba? El sol?

Esta tan cerca de la arena

El agua se calienta mas que el aire

Sin tiburones tampoco se puede nadar




 Matar, matar...


Solamente el hombre que sabe

La hora de su muerte, sonríe, con felicidad

Finalmente duerme como un niño quien cumple

Con su obligación final.  El cielo, siempre estará.

Hay una guerra eterna, que nunca cesa, un remolino

Sangriento... absorbe guerreros sin descansar...

Y sin sentido las nubes, negras, llueven cenizas

Desde la eternidad. Y hay una guerra, también, 

Otro remolino intenso, que arrasa día y noche

Cada corazón, humano, exultante o atribulado.

Sangrando al abrir el camino de vuelta, perdido,

Buscando la causa, el motivo, para sonreír...

Por última vez.



...Y descansar


Llegará el día, otra vez, en que despierte

Acochengado en tu lazo, adormilado...

Nada mas que aprender, nada mas que enseñar

Y una mochila en la tierra, abandonada, para caminar

Al fin liviano como un pétalo, que el viento roba travieso

Anticipado tributo a la continuidad del fruto, y la semilla

Que hace tierra de cada rama caída, de cada hoja muerta.




Instantes


Una pausa histórica, un segundo de tregua

La tenaza de los dientes se afloja, la paz se asienta.

Los caballos relajan sus orejas, los rumiantes engordan

Los niños y los perros vuelven a jugar

Y hasta en las calles de la ciudad, el crimen mengua.

Una vieja esperanza baila, entre el humo, entre las ruinas...

Y el amor acecha como una trampa tan lenta, inevitable

Que a los combatientes les roba, medio beso de la muerte.

Y sin embargo el destino, nos aferra insatisfecho, tenaz...

En el horizonte está, la única casa, donde vamos a llegar.


Otro amanecer


Recibid, con los ojos bien abiertos, 

A este rayo de sol, que quizá mañana no estén.



Conexión


Cuando nos daremos cuenta de lo esencial, de lo inmutable!

De que un rayo del Sol nos aferra a la vida, igual que al resto

Sin preferencias, sin prejuicios, solo un camino, una puerta

Un boleto gratis de vuelta hacia la conciencia, inderrotable...

Creemos que importan nuestros logros y pasiones, nuestras...

Amargas guerras, odios, nuestra efímera felicidad, el éxito...

O el barro en que amamos revolcarnos, de culpa y tristeza.

Un rayo de Sol nos sostiene, hasta el último segundo:

También a nosotros, como al resto, y a la tierra, terrible y mansa

Que nos regaló el material de la vida, y sin prisa, nos espera.


03 octubre

Confrontación

 



  En cualquier país serio que busque en contraparte, tanto el respeto de sus acompañantes en el complejo entramado de la geopolítica mundial, como la tranquilidad y el apoyo de su propia población, nunca, jamás, bajo ningún concepto, se declararía a embarcaciones civiles como peligros públicos con capacidad de atentar contra la nación (cualquiera fuera el estado, tamaño y naturaleza de su organización), y a sus supuestos tripulantes como amenazantes combatientes en situación de igualdad táctica-logística-militar tan grande como para declarar una situación de guerra inminente.

  Es toda una confesión, tanto desde EEUU como de Israel, recurrir a esos argumentos para abordar y bombardear pequeñas e insignificantes embarcaciones, de cuyos tripulantes, no se ha demostrado ni siquiera la posesión de la mas precaria de las armas, y por supuesto, tampoco de cargamentos de drogas o cualquier otro contrabando con la peligrosidad de arrodillar a sus poderosas armadas...

  El inmensamente ramificado conglomerado de Medios de Expresión, Trols, y Robots Comentaristas, de Comunicadores cínicos e incapaces de cualquier análisis propio, Inteligencia Estatal y Corporativa (por cierto, a esta altura, ya indiferenciables) y la absurda sumisión fanática de sus pueblos, adoctrinados en el miedo infantil, la renovada justificación de la masacre ajena como base de su bienestar, y la esclavitud voluntaria a cambio de estabilidad laboral, es el único terreno fértil donde estas teorías son divulgadas y escuchadas.

  Por supuesto, decir "terreno fértil", asignarle cualquier adjetivo que alegue a la vida, el crecimiento, la multiplicación y la creatividad, es una amarga ironía, y como tal debe ser entendida:  el oscuro y contradictorio pantano dialéctico donde esta narrativa, este discurso hegemónico aún prospera, es una zona desértica de la conciencia humana, un suelo intoxicado y muerto, donde incluso estos espinosos pensamientos, encuentran cada día mas dificultades para sobrevivir.




  El hecho de que se intente atribuir a estas pequeñas naves, casi siempre artesanales pescadores valerosamente inmersos en el inmenso mar océano es, no solo una confesión póstuma de su ya comprobada caída, sino una demostración práctica de su aislamiento absoluto, su desacoplamiento total de cualquier tipo de legalidad internacional, diplomacia, capacidad de negociación, aventurerismo y estupidez política y la tan vieja y conocida arrogancia y prepotencia imperial como única justificación final al mas perverso de sus actos.

  En este tren de acontecimientos, la creciente oposición, el aislamiento, la vergüenza y el desconcierto dentro de sus propios pueblos, son como rajaduras que avanzan hacia arriba en la lisa y blanca pared que la  orgullosamente llamada "Mainstream Media", construyó alrededor del corazón del imperio.

  Estas rajaduras que poco a poco se hacen grietas, donde los nuevos vientos empiezan a entrar cada vez con mas fuerza, son a la vez resquicios o directamente ventanales, por donde la cada vez mas adicta, sicópata y empobrecida sociedad imperial, es sorprendida por una realidad nueva, que ni siquiera puede ser ocultada o disimulada, donde su pretendida y aparatosa grandeza es ignorada y ridiculizada, desafiada y confrontada.  

  Esto es cada vez mas evidente y claro, y no se soluciona rebautizando una oficina llena de inútiles como "Ministerio de la Guerra" o "Ministerio de la Risa",  El lenguaje de las amenazas y sanciones, aranceles y golpes blandos, corrupción y asesinatos, ya no resulta eficiente, ni efectivo: como si fueran  ninjas que aprendieron a pelear por correo, cada golpe que intentan descargar, termina en un llanto de rodillas raspadas, dedos lastimados, músculos desgarrados por el esfuerzo incoherente e inútil. 

  Bueno, los perros se parecen a sus dueños, y viceversa, dicen... así que no hay ya esperanzas de que la administración de Israel o EEUU comience tardíamente a sembrar alianzas.  Se sienten demasiado cómodos(por ahora) espalda contra espalda, despreciando al mundo entero, intentando declarar que su creciente aislamiento es una decisión voluntaria y no una penosa consecuencia de su jactancia, su impericia, su violencia, su arrogancia...

  El hecho de que a la vista de todos, recurran a reciclar reconocidos y sanguinarios terroristas, bajo una supuesta capa democrática, habla de sus rotundos fracasos en la tan practicada política mundial de "Cambio de Régimen" que ya no encuentra títeres dispuestos a inmolarse a cambio de un pasaje simbólico al Sueño Americano, incomprobable, fugaz y traicionero.  

  Entonces?  La única predecible y absurda respuesta es la guerra, la guerra urgente y desmedida, contra cualquier adversario que aun siga siendo demasiado pequeño para defenderse, o a través de cualquier audaz estafador apátrida que soporte incendiar y enajenar a su propio pueblo para el placer ajeno, para complacer al moribundo imperio...

  No hay otro camino que la guerra inminente, aunque nada funcione, aunque se miren al espejo y se reconozcan como tigres de papel, con una crudeza que obliga a atribuirles su impotencia al resto del mundo.  La guerra de verdad, no el castigo colectivo a los ya moribundos hambrientos y descalzos del mundo, no el genocidio, sino la guerra, donde un adversario preparado y fuerte se planta con orgullo y decisión, con la misma capacidad de aniquilamiento que la que puede recibir.

   Solo queda mandar al caldero a unos cuantos miles de soldados propios para defender un mundo que se desdibuja entre nubes de fentanilo y tiroteos cotidianos sin ningún motivo.  No hay otro camino que el zarpazo final, que el salto mortal, ya que ni siquiera los autoatentados, las falsas banderas, las bandadas de mercenarios o los salvatajes dolarizados a los países que antes hundieron en la miseria, logran generar el consenso, el permiso, o siquiera la indiferencia mundial que necesitan para avanzar con calma en el tablero.

  El final de la película es tan decepcionante, que demócratas sionistas y republicanos pierden el temple por igual... pero podemos leer uno por uno, los nombres de los protagonistas y sus responsabilidades.  Y, con certeza, su desesperado y violento último intento, no va a salvarlos del castigo, así como  su desaparición de la arena política, no va a salvar a sus naciones del absoluto caos, y tampoco de la caída, la venganza, y el ajuste de cuentas... 

  Si existe un dios, le agradezco por no haber nacido en los Estados Unidos de Norteamérica!!






19 septiembre

Cotización

 




  Señor Presidente, ya todo esta dispuesto.  Solo falta su presencia.

  El Jefe de Ceremonial sentía un misterioso cosquilleo a la altura del pecho, una emoción indescriptible que no había sentido desde su primer día de trabajo en el Palacio de Gobierno, hace muchas gestiones, y muchos años, atravesando diferentes colores, banderas, ideologías, crisis, secretos y crímenes que jamás serían dados a conocer.

  En una jugada audaz y desmesuradamente temeraria, a pesar de las críticas y debates aun en marcha, de las manifestaciones y la violencia callejera, en un acto completamente innovador, absolutamente "sui generis", el país comenzaría a cotizar en la Bolsa de Valores.  

  En este nuevo marco de representatividad, cada movimiento y cada decisión serían sometidas al escrutinio del mercado, y en consecuencia, cada reacción y cada respuesta, sería dada, no solo como una herramienta de gobernabilidad, sino de estabilización de valor frente a la volatilidad de los papeles.

  Habían sido necesarios casi dos meses de debates en las cámaras legislativas, donde no faltaron insultos, acusaciones cruzadas, espectáculos ridículos y violencia política, hasta que un plus pagado en forma de acciones, correspondiente al sueldo de cada Diputado o Senador, calmó finalmente las aguas, dando la impresión a la sociedad, de que siendo partícipes de la empresa, no podrían bregar mas que por su éxito y consolidación.

  En las calles, la población, luego de una férrea oposición temporaria, fue cediendo a las campañas de marketing, seducida por las interminables promesas de rápidas ganancias que el nuevo formato posibilitaría.  La mayoría no alcanzaba a comprender el esquema, intuyendo una especie de juego de lotería permanente, en el que todo seguiría como siempre, pero podrían ser propietarios, no solo de la nación y su territorio, sino del poder de decisión política.  Ambas cosas, sumamente lejanas en la actualidad, o por lo menos, ampliamente discutibles...

  El silencio ensordecedor de los últimos segundos antes de salir al balcón, ponía los pelos de punta.  La vista del Jefe de Ceremonial se quedó pegada a un hilo rebelde que se descolgaba solitario de una de las altas cortinas.  Su corazón tal vez ya no estaba preparado para estos intensos momentos, pero debía permanecer parado y firme detrás de escena, verificando que cada cosa saliera como estaba prevista. 

  El presidente pasó a su lado con una intensa y estudiada sonrisa, aunque él solo lo radiografiara con su despiadado escrutinio: todo estaba a la perfección.  Un segundo despues, la cerrada ovación hacía retumbar la plaza, y todos los líderes políticos, saludaban al unísono, en un sospechoso y jamás visto acto de fraternidad que pretendía ser la antesala para la final prosperidad y la ansiada y jamás conocida Unión Nacional.

  Disimuladamente tomó su teléfono y enfocó su vista en la pantalla.  En un acto de improvisación, el discurso oficial, había cedido a una charla de bar entre los grandes jerarcas de la política, y el público deliraba entre aplausos, carcajadas y ovaciones, todos se sentían igual de humanos, igualmente representados, y con la misma oportunidad de participar y hacer un buen negocio, además de mejorar la sociedad. 

  Unas cuadras mas allá, los mendigos se tiraban de cabeza a los contenedores de basura, como siempre, y los adictos juntaban peso sobre peso para la siguiente dosis, cualquiera fuera el valor del país.

  Sus sentidos se agudizaron al escuchar el inicio de la cuenta regresiva: 10...9...8...7...6...5...4...3...2...1.....Veinte manos distintas hicieron bailar la soga que colgaba de la campana.  El mercado abría a la hora exacta.  Por primera vez, un país cotizaba a la par de cualquier otra empresa.  Sus ojos no se separaban de la pantalla, y su dedo pulso el botón verde, todos sus ahorros de mas de cuarenta años de trabajo, iban a ser invertidos en un solo golpe de suerte:

  Comprar

  Un silencioso y gélido terror se apodero en los siguientes segundos de su corazón. 

  La cotización bajaba.  Inmediatamente!  

  El valor caía en picada, a pesar de la alegría de la plaza, de las desenfrenadas muestras de entusiasmo de los personajes que bailaban en el balcón.  No alcanzaba a calcular cuanto dinero estaba perdiendo por segundo, sin atinar a detener el drenaje de sus ahorros.  

  Finalmente, decidió salvar la mitad, y jugarse con el resto, para lo cual genero la subsiguiente orden a mercado, pero... justo cuando iba a realizar la operación, el flujo negativo pareció detenerse, ahora subía como un cohete, una emoción violenta le hacía arder hasta las orejas, imaginando que haría con tantos millones!

  No quiso ceder a la avaricia, así que decidió, efectivamente, vender la mitad de sus acciones, para lo cual solo tenía que bajar su dedo índice sobre el botón rojo, pero las cifras no paraban de subir.  Levantó la cabeza hacia la pantalla gigante para verificar que sus datos coincidían, y pensó: "Cuando la acción llegue a diez mil, vendo todo" para lo cual debió generar una nueva orden al mercado... su dedo tembloroso bajaba lentamente hacia el botón verde de la pantalla... estaba decidido, no iba a correr mas riesgos, ya se había hecho millonario en unos cuantos minutos...

  No alcanzó a entender por qué el comando no respondía a su orden de venta, por qué los números habían dejado de girar en las pantallas... hasta que el griterío y los silbidos se volvieron atronadores, y pudo darse cuenta de que todas las luces hasta donde podía ver, se habían apagado.

  Los políticos pasaron a su lado, rápidamente, mientras las luces de emergencia se encendían en el histórico edificio.  Por alguna razón, escuchar sus risotadas no lo tranquilizaba para nada.  Su mente se despojó de banderas y trajes, de etiquetas y zapatos, de formalidades y saludos ceremoniales, clavada en la última cifra que había visto en la pizarra, ahora parpadeante y oscura.

   Los infaltables fuegos artificiales lo sacaron de su abismo.  Atrasados, ya que debían haberse lanzado en conjunto con la campanada de inicio.  Ahora parecían festejar la vuelta de la energía eléctrica, la señal volvía a las pantallas.  Ilusionado, le llevó unos cuantos segundos comprender que esa era la cifra real del valor, de la acción que representaba a un inmenso país.

  57,90

  Si sus cálculos eran correctos, había perdido ente el noventa y el noventa y cinco por ciento de su inversión.  Nunca se había sentido tan desahuciado.  A su alrededor, casi todos festejaban y se mostraban las pantallas entre gemidos de felicidad.  La champaña chorreaba desde las copas a las bandejas y desde estas al inmaculado piso.  Ahora si, necesitaba una silla. 

   Unas cuadras mas allá de la plaza, empezaban los primeros disturbios y saqueos, al calor del incendio de los contenedores de basura.

  El caos era inconmensurable, monumental, saco su silla al balcón y se sentó a observarlo.  Una larguísima fila de vehículos blindados policiales circulaba lentamente rodeando la plaza.  Con tristeza, vio la banda presidencial tirada y pisoteada, y luego de alisarla apenas con el dorso de su mano derecha, se la puso.  Caminó hacia el frente del balcón, aunque nadie prestaba atención, ya, al edificio, excepto para tirarle piedras, palos o restos de banderas en llamas.  

  Con la banda presidencial puesta sobre su inmaculado traje negro, miro al frente, y saludó al pueblo con el conocido gesto, como si fuera el presidente.  Absolutamente nadie lo notó.

  Una fila de autos blindados de lujo abandonaba la casa de gobierno por la entrada lateral, cercada por un cordón de coches policiales.  Mientras tanto, desorientado, el Jefe de Ceremonial salía solitariamente por la puerta principal, con la banda presidencial aun cruzada sobre su traje negro.  

  A alguna hora de la madrugada, atravesando el sangriento caos que asolaba cada cuadra, llegó a su casa y se hizo un café negro.  Se acostó en la cama mirando el techo.  Faltaban veinticinco días para cobrar nuevamente su sueldo... si es que todavía se podía pensar en eso... Se durmió al amanecer, justo cuando estallaban los vidrios de la entrada del edificio...




17 septiembre

Banco de valores

  


 
  

Hay cosas que no van a cambiar, solo empeoran...

  Cada adelanto tecnológico acuñado por nuestra supuestamente privilegiada capacidad de pensamiento, no ha dado mayores resultados que la esclavitud individual.  Se nos enseña a pensar socialmente, a contemporizar, a trazar estadísticas que presenten en un supuesto plano de igualdad a los que mueven el pie sobre las cabezas de sus semejantes, y a los que sangran y mueren bajo sus lustradas botas.

  Cada adelanto nuevo solo sirvió a la manipulación y la opresión, al monopolio de los recursos y el poder.

  Sea la refrigeración o la capacidad de matar a distancia, la locomoción, cualquier cosa que "disfrutemos" hoy, y de la cual nos hayan convencido que mejora nuestra vida, cada forma nueva en que una máquina, institución o instrumento resuelve nuestros intereses por nosotros, no hacemos mas que agregar un grosero y brillante eslabón a la cadena de nuestra consciente y feliz esclavitud.

  Hubo un momento en que las riendas se aflojaron, imperceptiblemente, y se puso a prueba la capacidad humana para autoesclavizarse: se le habían dado todas las herramientas necesarias para ello. 

  No funcionó. 

  No funciono?     

  Aunque el cincuenta por ciento de la humanidad acepte alegremente ser esclava, el otro cincuenta por ciento no va a dar ese paso.  O si?  

  Somos la única especie del planeta cuyos cachorros continúan siendo cuidados por sus progenitores  durante más de cuarenta años... eso, debería darnos alguna pista sobre el desenlace. 

Todo son siglas, estadísticas, tendencias.  Nos están acostumbrando permanentemente al análisis técnico, a poner nuestro tiempo y dinero, nuestros intereses, nuestros deseos, nuestros sueños en el valor mayor y mas ampliamente aceptado, en el punto culminante.  Y así, se vuelve el punto culminante, porque todos nos acostumbramos a seguir una pequeña luz que se acerca. 

  Ya ni siquiera hacen falta ejércitos irregulares ondeando sus banderas negras, la población del planeta es dirigida (digerida?) por pequeñas, específicas indicaciones que signifiquen al público, sacar la cabeza por encima de la marea interminable de lo igual, de lo predefinido, de lo establecido.

 Por supuesto, esas indicaciones, en un mundo de nueve mil millones de seres conectados a la misma pantalla, se vuelven inmediatamente una pequeña ola, y luego otra marea compacta predefinida. 

 Mientras la ingeniería social cosecha los restos anteriores, una nueva camada se eleva y surfea, convencidos de que han llegado al cenit de las posibilidades humanas, técnicas o económicas, lo que sea...todo es decorado.  Todo no es mas que un escenario, un nuevo y maravilloso escenario mas.  

  Como mansas y dóciles criaturas de rebaño, nos acostumbramos a sentir a nuestros congéneres al costado, y con eso nos alcanza, no importa si nos encierran en un marco conceptual imposible, inasible, no importa si se escuchan los gritos aterrorizados de otros incautos cayendo el precipicio... sí renovamos con la suficiente velocidad nuestros esquemas de pertenencia, estaremos en el centro, y daremos el viraje de la curva a tiempo. 

  Siempre hay alguien mirando por la ventana.  Siempre hay alguien mirando a través de la ventana.  Siempre hay alguien mirando tras tu ventana.  Del ojo eterno de dios, pasamos a la vigilancia irrestricta del Gran Hermano, y sin escalas a la total autocensura y el determinismo voluntario. 

  Es que todo son siglas, grupos de letras intercambiables!  

  Tres o cuatro letras mayúsculas pueden significar el último grupo de ciudadanos recién catalogados como terroristas, empresas, acciones cotizables en el mercado de valor, instituciones públicas o privadas, asociaciones regionales o locales, lubricante anal, partidos políticos antiguos o nuevos, o el último grupo terrorista recién legalizado y catalogado como democrático y necesario para la libertad de los caballeros del petróleo.

  El objetivo manifiesto es designificar, descatalogar, el objetivo es sumir todo en la misma bolsa posmoderna donde una mano oscura pueda sacar siglas premiadas como si fuera un sorteo de lotería (y en verdad lo es, y como siempre, está "arreglado").  Luego, ya que estamos acostumbrados, intercambian esas siglas por marketing directo, y obedientemente compramos.  

  Instintivamente, el ser humano moderno, se siente atraído hacia las siglas, ya que representan un esquema de organización predeterminado donde no somos responsables, una organización de algún tipo de la cual podremos obtener beneficios, sean estos económicos, políticos o lúdicos, un sistema de representación de un esfuerzo ajeno y estructurado, donde podemos lograr nuestra pertenencia total con solo agregar nuestra participación virtual, sin comprometer siquiera nuestro tiempo.

  Es así que nos bombardean con siglas de todo tipo, entre las cuales debemos -forzosamente- elegir, ya que también fuimos adiestrados en la comodidad, la inmediatez, el costo de oportunidad, y la ganancia supuesta que permita llegar a nuestros supuestos, permitidos, sueños...

  Ni siquiera nos preguntamos ya, que significan, a que se refieren esos grupos de letras: esas explicaciones deben haberse dado hace mucho tiempo, y no queremos perder el nuestro, además estamos seguros de que hay algún tipo de organismo de control que vela por nosotros, como en cualquier pecera.

  Hemos dejado de pensar quién nos alimenta, y para que! 

 
Bah... hemos dejado de pensar, completamente, hace décadas, o no hubiéramos llegado a este presente...


  

15 septiembre

Haciendo fila!

   



Si.

  No.

  No se.

  No importa.

  Todo puede ser...todo en este mundo es tan impredecible, pero hay algo que encaja dentro de la categoría de certeza absoluta: a nadie le importa tu opinión.  No importa lo que quieras o lo que tengas para dar, no importa lo que  brindes o lo que generes, y por supuesto que no importan tus intenciones, excepto en el caso de que generen un ingreso de dinero en las manos correctas, o sea, en las mismas manos que ya lo tienen.  

  No dejarás de ser una molécula minúscula de mierda, sin peso ni relevancia.  Tu única posibilidad es ser domesticado.

  Y para que el salvaje y antiguo ser humano, hambriento y apasionado, dueño de sus días y de sus noches durmiendo bajo las estrellas, sea fácilmente sojuzgado, sometido al arbitrario imperio del sinsentido, el desperdicio y el aburrimiento, una de las trampas mas perfectas es la sala de espera.  O mejor aún, la mejorada, moderna e implacable fila, que apenas se mueve un centímetro por hora, consumiendo segundo a segundo y día tras día el escaso tiempo restante de cada ser humano.

  De cada ser humano normal, claro, porque los elegidos no tienen por que hacer cola, ya que siempre hay una puerta lateral por donde acceder a la resolución de cualquier necesidad o conflicto humano, enmarcado en el único lenguaje universal compartido por toda la especie, el del poder, la violencia y el dinero.

  Es así que para cualquier trámite o necesidad que se nos haya sido impuesta, declarada como importante o indispensable por el sistema, por mas ridícula o innecesaria que sea, no solo tenemos que enfocar la totalidad de nuestra atención, además de nuestros recursos y nuestro tiempo, sino que, como corolario final, debemos demostrar nuestra mansedumbre, como si fuéramos atados por una ajustada y simbólica correa ajustada a nuestro cuello...como  un simpático e inútil perrito.  

  Para lograr nuestros educados objetivos, debemos ceñirnos a las mas absurdas reglas diseñadas para desmotivarnos y deshumanizarnos, supuestamente dictadas por la sobrepoblación y la falta de infraestructuras, por el escaso presupuesto, por la baja eficiencia, el desinterés o la desmotivación del personal de las oficinas privadas o gubernamentales, las instituciones educativas o de seguridad, las empresas de diversión y esparcimiento, o cualquier otra opción humana.

 Debemos hacer la cola.  Ocupar nuestro último lugar en la fila, muy democrática y simbólicamente, ya que no importa cuando nos unamos a la farsa, siempre estará a nuestra disposición el último lugar...

  Claro que, al sumarse otros "últimos" a la degradante espera, nuestro impotencia se tiñe de arrogancia y nuestra obsecuente impaciencia de privilegio, ya que cuanto más larga es la fila, más nos podremos sentir como adelantados... Adelantados idiotas!! 

  La psicología conductista no comete errores, y las masas humanas deben ser tranquilizadas y manejadas con mas cautela que cuidado, ya que, no por descartables, dejamos de producir efectos y ganancias al sistema, por lo que seremos manejados por personal especializado para lograr los mejores resultados de acuerdo a la inversión realizada.  

  Es así como los imperturbables burócratas sacan lo mejor que pueden con nuestro miserable material humano, y lo peor de todo es que seguimos creyendo que son ellos los que trabajan para nosotros.  Si nos cercaran con tablas a nuestros costados, nos daríamos cuenta que estamos en la misma situación que el ganado, con la diferencia que la mas mansa de las vacas patea y brama, y de vez en cuando intenta saltar por encima de los limites de la manga.  Nosotros no. Nunca.  Jamás.

  Hemos adaptado tan absolutamente nuestra existencia a un paquete interminable de regulaciones y requisitos, que no sabríamos como vivir nuestra vida sin seguir las reglas, así que intercambiamos nuestra libertad por diversas autorizaciones para existir, lo cual no nos parece demasiado excesivo...además, podemos relacionarnos en el trayecto con otros sumisos bueyes o borregos humanos, con otras felices vacas humanas camino al matadero...  Y quejarnos de lo mal que funciona todo, de lo incompetentes y corruptos que son nuestros captores!

  Mas allá de las humillaciones y el hastío, estamos seguros de que nosotros lo haríamos mejor, así que podemos estar orgullosos de pensar mas claramente que el resto, que los directores de esa maldita oficina donde hemos encallado sin esperanzas, como un viejo y podrido barco.

  Lo que no sabemos, es que si empezáramos a trabajar en la administración mañana mismo, y cometiéramos el imperdonable error de hacer funcionar las cosas, seríamos despedidos inmediata e irremisiblemente, y esa mancha en nuestro legajo no sería borrada nunca.  Los Directores y Gerentes saben que todo está bien como está, y es una especie de música en sus oídos el permanente murmullo indignado de la gente.

  Como seres humanos funcionales, debemos ser drenados por el sistema, para que nuestra energía no desborde en ideas raras de libertad y renovación, de fraternidad, de ternura y esperanza.  Solo por conjurar esos riesgos vale la pena construir esos monstruosos ministerios.

  Bueno, es que somos importantes, el resto de los animales de granja son domesticados a través de un rústico y barato sistema de premios -aunque también castigos- una amorosa caricia, una golosina...  Nosotros -en cambio- tímidos e inservibles humanos, constituimos un extraño y único caso, donde obedecemos por el temor de no pertenecer, de que nos expulsen del mecanismo que nos oprime, de ser excluidos o desterrados, olvidados.... la dignidad no se negocia, por supuesto, ya que no existe desde el vamos.

  Es por eso que se desconfía implacablemente de cualquier proceso eficiente, de cualquier metodología basada en el respeto humano, de cualquier interacción que no nos iguale a los demás en un acto de despotismo... "Mas vale malo conocido que bueno por conocer" dice el eterno refrán, y ceñirnos a su texto es lo único que calma nuestro temor al cambio.  Nuestro cada vez mas cercano terror de que la siguiente generación mejore en vez de empeorar y nos arroje al basurero de la historia!

  Podríamos culparlos pero...Quien podrá detenerlos?  


Sed Humana

     No soy una máquina.  A veces, cada tanto me pasa...por un segundo me agoto, me quiebro.  Sin consuelo, me veo arrasado por la aterrador...