Los niños esperaban, sentados contra la barra del barsucho abandonado en la plazoleta, sus pequeños pies sucios colgaban desde los altos bancos de madera. Mariana miraba la punta de su zapato, lo movía hacia un lado y hacia el otro, haciendo que los miles de diamantes brillaran un segundo con los primeros rayos del sol, contra el hermoso color violeta.
Julia terminó de hablar con una persona, que había frenado en un auto gris y largo, y se aproximo al pequeño quiosco circular con una sonrisa picara y prometedora.
_Como andan chicos!? Comiste hoy? -le preguntó al pequeño José Luis, que se había subido inmediatamente a su regazo-
_No comí nada, desde ayer que ni comí nada... -Respondió Daniela, como si le hubieran preguntado a ella, sin poder evitar la tristeza que invadía su cara con la sola descripción de tal realidad.
Francisco Rafael, Julio Cesar -en tanto- con los codos sobre la barra, observaban la escena sonriendo, solo disfrutaban del pequeño y extraño momento de felicidad que la mañana les regalaba...
_Bueno chicas devuélvanme mis zapatos que en cualquier momento tengo que salir corriendo!
Daniela le paso el suyo(solo tenía hambre, no quería dilatar mas el tema) pero la pequeña Mariana estaba hipnotizada, no podía dejar de hacer brillar las estrellitas, hasta que uno de los mas grandes le dijo con urgencia:
_Dale Mariana, dale su zapato a la Jueza!!! -Y el otro agregó
_Se tiene que ir a trabajar!!!
Pero ya la Doctora había puesto su pie izquierdo al lado del de la niña, y con una voz impostada le hablaba envuelto en su negra media, al pequeño pie de Marianita que, negro de polvo de la calle, bailaba en el amplio zapato.:
_Hola pie de Mariana, yo soy el pie de Julia, me parece que te metiste en mi zapato! -Provocando risas en los otros cuatro, mientras la pequeña, obediente, entregaba El hermoso y elegante zapato para que calzara suavemente en su lugar original, ganándose un cariñoso beso en su despeinada cabeza, lo que evitó (justo a tiempo) que dejara escapar las lágrimas.
_Ah pero no saben lo que les traje hoy, una maravilla del mundo mundial! De esto van a hablar los diarios mañana!! -Y corriendo hacia su auto volvió al siguiente minuto con un manojo misterioso escondido entre sus brazos...
_Este es para vos... -Y le calzó en la cabeza a Daniela un gorro marinero blanco con manchas desteñidas de azul, que por primera vez la hizo sonreír. Enseguida dio la vuelta corriendo alrededor del quiosquito para llegar nuevamente al lado de José Luís, que ya la esperaba saltando de alegría...
_Este es para vos... -Y le calzó en su pequeña cabecita rubia un gorro marinero blanco, casi intacto salvo por el agujero del tamaño de una moneda por donde inmediatamente escapó un mechón de pelo. Corriendo sin parar, simuló buscar a la mas pequeña, que siguiendo el juego terminó siendo encontrada bajo la sombra de la pequeña barra:
_Este es para vos, y le calzo hasta las orejas el gorro marinero a Mariana, metiendo todo el pelo largo y grasoso de humo de automóviles adentro del gorro, para que no le quedara tan grande...Luego sacó su teléfono con una exclamación: Ay, me llaman, me tengo que ir, y salió corriendo hacia el juzgado mientras los dos niños restantes, estoicos, saludaban al igual que los demás, sin una queja, sin reclamos...
_Ah pero me olvidaba de estos dos!!! -Dijo retrocediendo al trote, mientras calzaba en sus cabezas los correspondientes gorros marineros blancos, uno con una gran mancha roja, y el otro con el borde deshilachado, acariciando sus rostros sucios leve y cariñosamente, sus felices pero serias caras de hombres pequeños.
_Este es para vos...y este para vos!!! Bueno... no se piensen ni por un segundo que estos son gorros normales! Estos son gorros mágicos! Hace miles de años que pasan de cabeza en cabeza, haciendo que la gente que se los pone pueda cumplir sus deseos!! Y me tuve que recorrer medio mundo hasta lograr recolectar los cinco!
Mariana y José Luis se imaginaron a la Jueza recorriendo todo el mundo en sus zapatos violetas y la abrazaron instantáneamente. Los otros tres ya había superado el mundo de la fantasía, pero se sentían cobijados por la magia de la historia, y de alguna manera, era muy misterioso que pudiera haber conseguido cinco gorros iguales...
_Y saben por qué son mágicos? Porque las personas que se los ponen les cambia instantáneamente la vida, y empiezan a viajar por todo el mundo, como me pasó a mi! Capaz que a ustedes los gorros van a esperar un poco que crezcan porque son muy chiquitos para viajar, pero seguro que les empiezan a pasar muchas cosas lindas y maravillosas...!! _Y en un susurro de complicidad les dijo:
_Yo tengo el mío!! Bueno, ahora si me tengo que ir, van a estar acá? Se quedan un ratito? -Preguntó como si hubiera miles de posibilidades.
Un abrazo de despedida uno por uno y ahora si, salió corriendo de verdad, mientras los niños debatían el origen misterioso de los gorros... El policía de la puerta, testigo de toda la escena, la saludó con una sonrisa.
_Buen día Doctora, una mañana atareada la de hoy?
_Buenos días Alejandro, y si, estas mañanas se me amontona el trabajo -Dijo, sin dejar de caminar aceleradamente.
En cinco minutos mas, ya estaba sentada en su escritorio, mirando pilas de expedientes en sus carpetas, practicando el desapego, la indiferencia hacia la maldad y la degradación humana que traslucía cada caso para no comprometer su salud mental, respirando profundamente antes de abrir la primera carpeta. Se acordó de algo, tomo su teléfono y realizó una corta llamada.
En la plaza estacionaba una moto de reparto, sorprendiendo a los niños que ya no esperaban ninguna otra sorpresa, pero mucho menos, que el repartidor depositara tres cajas de pizza y una gaseosa de tres litros en la barra del pequeño bar.
Ahora sí, la mañana estaba completa. Mientras los niños se lanzaban contra las porciones de pizza, olvidando por un segundo el abandono y la violencia áspera de la sociedad, apenas a un centenar de metros mas allá, la jueza bajaba el martillo, enviando a un hombre a prisión por robar comida. Odiaba profundamente su trabajo.