22 mayo

El Método Gaza

   

  Mas allá de elaboradas e incomprobables teorías conspiranoicas, la situación actual de aniquilación fáctica -real y continua-  de una parte de la población del planeta, a comenzado a acuñar este rótulo como representación de un medio, de un formato, de "una manera de".  

  El "Método Gaza" se perfila y se profundiza a si mismo, experimentando su perfeccionamiento permanente a través de la experimentación constante en el "campo de batalla" a través de todos los medios disponibles.  Y decir todos, es decir todos los que existen...

  Ante la mirada impotente o espantada de una gran parte de la población mundial, la impavidez de los perpetradores de la masacre contrapone una tenacidad imperturbable para rechazar todo argumento ajeno, que pretenda poner a los exterminados, en un plano igual de humanidad que al resto.

  No hablemos de derechos, que hace rato desaparecieron, derechos básicos, humanos, en la hace años hambrienta, asediada y restringida Franja de Gaza, que, sin embargo,  no es muy distinta a otros territorios codiciados por el poder en otras partes del mundo.... lo que cambió es el estilo, es el "matiz".

  Al día de hoy, las bombas y los francotiradores, las topadoras y los tanques los misiles y drones, han enterrado en escombros a tantas personas como cuentan ciudades importantes en todo el planeta: decenas de miles, cientos de miles... Que los detendría a no ejecutar impunemente a uno o dos millones de personas?

  La respuesta es el espanto mismo: Nada.  Nada los detendría.  



  La mediatización de los conflictos pudo haber sido una herramienta para tomar conciencia, para evitar abusos y generar algún tipo de control ambiental sobre los detentadores del poder.  Sin embargo, el ciudadano común, envuelto en múltiples tareas y distracciones, pasó muy rápidamente de la posibilidad de una mirada critica, a la absorción sin reparos de una predigerida presentación de los hechos.

  Claro, porque, como el poder real no está en el ciudadano, mas que para lamentarse, la pantalla rápidamente pasó a servir como vidriera privilegiada para mostrar y promocionar armas y sistemas de vigilancia, tecnologías militares y nuevas doctrinas sociales.  El vórtice de violencia actual, sirve para multiplicar, legitimar y financiar nuevas violencias.

  El control social, siempre existió, y técnicas  basadas en el aislamiento y la obediencia, tanto como en la masividad y la indiferencia, son usadas por los reyes del mundo desde que se conservan registros...  Lo diferente esta vez, es la posibilidad de elegir sin dejar de servir.  La maravilla dialéctica de luchar contra las tiranías sin dejar de perpetuarlas.

  



  La masacre empezó, en todo el planeta...acá, allá, en tu ciudad y en tu esquina.  Cada persona y cada metro cuadrado esta siendo registrado con su utilidad y precio, con su valor de extracción.  Ahora, cada persona no es mas que una ecuación, una posibilidad que no refleja mas que un costo derivado de su exterminio o permanencia.

  El dato tranquilizador es que, dado el control total y absoluto sobre todos los resortes y conductas de nuestras vidas cotidianas, el ejercicio de la violencia solo es necesario, ante situaciones inmobiliarias urgentes o necesidades técnicas, como la prueba de nuevos armamentos. Por lo demás, miles de millones de personas se acuestan obedientes dentro de su lata de sardinas y se despreocupan del resto, cada día.  

 Es lo que llaman Globalización.

  La bala que va a matarte requirió materiales de mas de una docena de países: burocracia, importación y exportación, permisos, acuerdos, la movilización de industrias básicas altamente contaminantes y la explotación de millones de seres oprimidos en las minas subterráneas o a cielo abierto, las cadenas logísticas, y las fabricas de todo el mundo. 

  Tu muerte es intrascendente.  Innecesaria y estúpida.  Tu muerte solo es el comprobante que emite el sistema por funcionar correctamente.  La imposibilidad de tu vida ya ha sido largamente facturada e industrializada, usufructuada  a todos los niveles jerárquicos, sean políticos, empresariales o territoriales.

  La única herramienta propia para contrarrestar esto, es tu propia vida.  La herramienta es la conciencia.  Cada segundo de nuestra cotidianidad estamos apuntando en una dirección ajena, pero tendríamos que ser responsables del uso de nuestra atención y nuestra energía: pasar de la permisividad total, de la pasividad aleatoria que nos permite seguir siendo parte del relleno social.  

  Cada segundo, cada decisión, cada centavo, tiene un efecto y una consecuencia directa e inmediata sobre el resto del mundo. 

  Es así, como mantenemos todo en funcionamiento, como generamos el flujo que golpea costas desconocidas con el desamparo total.  Con la Sangre, Destrucción y Muerte: el tridente que los nuevos jinetes nos llaman a cimentar con nuestra indiferencia.  

  Estar vivo es acá, y es ahora.  Empieza alrededor.





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