30 septiembre

Cambiando de bando

  


  Es difícil, es peligroso e ingenuo hoy en día pretender que accedemos a la realidad, desde la comodidad de nuestra casa, solo con encender una pantalla y un par de controles…imagen y sonido nos envuelven como pulpos, eficaces herramientas corporativas de la última trinchera social donde la humanidad se suicida alegre y voluntariamente.  

  Pero claro, nos gusta, el despliegue de color cuando transitamos el otoño, el show de cuerpos bien torneados que enmarca nuestra soledad, el humor ácido y sarcástico que nos venga de las humillaciones diarias que hemos aprendido a soportar. 



  Disfrutamos las morbosas noticias del planeta que nos ponen casi felices de sobrevivir a duras penas en vez de estallar al compás de los bombardeos, terremotos, inundaciones y demás catástrofes “naturales” que, curiosamente, siempre pasan en otro lado… 

  Somos felices consumiendo malas noticias y biografías de los peores asesinos con los que nos podemos comparar para ser “buena gente”…y claro, también el abanico de políticos y empresarios corruptos que hacen el turno de culpables, hasta las próximas elecciones.

  Un minuto después de guardar las urnas, volverán a encumbrarse para gobernar sin nuestra presencia, encallados felices frente al televisor, al Facebook, a la pantalla táctil de esta maravilla que tengo entre mis manos por la cual no parece un gran sacrificio dejar de comer para adquirirla…



  Entonces, nos regalamos con noticias frescas, recién elaboradas, y a eso le llamamos estar actualizados, pero el resultado no pasa más allá de volvernos sordos, ciegos y apáticos, mudos no, ya que hablar y hablar y hablar de todo es un deporte de tiempo completo.  

  ¿Pero qué discurso genera la falsa información, la distorsión y el engaño? 

  Y… algo así como un cacareo, una certeza descartable que se redefine con cada vuelta del sol sobre nuestras cabezas.



  Entonces repetimos sin responsabilidad, y cambiamos de versión con la conciencia tranquila de haber olvidado todo anticipadamente, porque estamos inmersos en una época donde hay que creer, y luego olvidar para creer en lo contrario.  

  Lo importante es estar del lado de los ganadores y eso hoy en día es tan variable que hay que estar atentos, muy atentos, creer, creer que estamos del lado correcto, sea cual sea, y exterminar al que piensa distinto, al otro, a la otredad que nos rodea amenazando desintegrar nuestra visión del mundo… 

  Igualmente de eso se encargaran otros, más radicales, extremos, nosotros solo tomamos partido, la sangre no mancha nuestras manos, el recuerdo de la muerte brindada sin piedad no atenaza nuestro sueño. 

  Entonces tranquilamente podemos admirar las máquinas y las torres, las teorías y las estrategias, y contar los muertos de uno y otro lado para saber que nuestro bando va ganando 

  ¡Estamos en guerra, y vamos ganando! 

  Ni siquiera importa que mañana cambiemos de bando, y que lo sepamos hoy, todo es virtual, aséptico, sin salpicaduras, para que preocuparse si, en definitiva, no es muy distinto a cualquier juego…



  Mientras tanto el atronador bramido de los helicópteros de combate, el estampido de los cazas, las tropas avanzando de uno y otro lado dejan de ser matices, se expanden en el paño global del mapamundi que algunos miran desde arriba, esparciendo su neo realidad en pedazos país tras país, región por región.  

  Vivamos contentos mientras no toque por acá más que el manoseo de cada día, el desaforado “trueque” de tierra, materiales y recursos a cambio de venenos y degradación ambiental que ya nos parecen normales, el etiquetado y la repartija de nuestro territorio…

  La televisión nos dirá que somos estadísticamente felices salvo por las culpas que le corresponden al gobierno, tomamos la gaseosa de moda y respiramos tranquilos, estamos en el lado correcto, nosotros…

   ¡No estamos muriendo!  ¡Todo esto no puede más que beneficiarnos!

 

Aun gira el mismo mundo (Poesías)

 

 

 


Espejo del mundo

 

Destruyendo, difamando,

Acorralando

Por el hambre,

El aislamiento,

La degradación

Y la desesperanza.

Tomando de rehenes a los niños,

Empujando un hogar

(Caminando sin nada)

 Hacia las fronteras

Que luego volverán

A ser vulneradas.

La apología de la traición

Se dibuja en los bolsillos llenos

Del entregador.

-porque confiar es la única manera

De desenmascararlos-

Tiempos sin fin buscando un sentido

A la manera de seguir

Siendo lo mismo

A pesar de morir un poco más cada día

Para no ser parte de la mala camada

Que desbarata el mundo a mordiscones

Para que otros puedan seguir…

Destruyendo:

Todo antes que la dignidad,

La voluntad de recomenzar,

Y entre la rabia el amor, puro,

Fiel a su esencia sin precio,

Que vuelve a preparar la tierra

Llorando sobre las flores secas,

Muertas, antes de semillar.

 

Tal vez preferiría

 

De a ratos me canso de ser fuerte

Y azotar las olas del tiempo contra mí

Trotando los días sin llegar al pasto bueno

Llevando caprichosas carretas ajenas. 

Agacho las orejas, y empujo

Un día y otro día y otro más…

¿Quién se cree dueño de mi vida

Para ofrecerme nada más que el yugo?

¿Quién pretende que mejora mi suerte

Preparando sus arreos de plata,

El día de la fiesta?  Necios…

Como un puente atravieso las noches

Entre dos soles que calientes no dejan

De ser largas travesías, buscando el silencio

A través de tanto griterío y moscas muertas

Para ganar verduras viejas y pan seco.

Calles y calles sin terminar el viaje,

Sigo esperando que un día me dejen

Vivir, como viviría la vida, sin que la desperdicien

Con su horrible necesidad de cargar a otros

Con sus culpas, sus miedos y sus trabajos…

Pero cada vez que gano el campo y vivo

Manso sin molestar a nadie, los pajaritos

Me avisan que la manada humana

Vuelve llevando a rastras mi cabestro. 

 

Solo soy…

 

Solo soy un pequeño pez

Divagando en un inmenso mar

Aprendí a nadar, a morder, y a escapar

Y a buscar entre la arena y la sal,

Y en el fondo del océano, olvide la piedad.

Eternas corrientes, inmensos paisajes

Cuantas veces vi pasar sin mirar, mientras tiraba

De un cruel anzuelo, que lacero mi cuero

En la decisión desesperada de escapar.

Aun aprendo cada día, y aun tengo hambre

Pero no temo, todo llega a tiempo,

Para olvidar mis aletas colgando en tiras

Y el reguero de escamas que perdí

Escapando del abrazo indiferente de la muerte.

Aprendí a despreciar la tierra firme, donde

Al aire y el sol tibio tantos otros se secan

En una sonrisa embalsamada, fría y dura.

He visto organizar mi propia cacería

¡Y afilar el hierro donde me iban a asar!

No hay ofensa personal ni diferencias

Entre cada ser: todos somos lo mismo…

Pero aun antes de aprender

A curar en agua calma las llagas de mi piel

Cada segundo de amor, que recibí en la vida

Borro todo, todo el daño anterior.

 

 

Al ras del sueño

 

Abro los ojos y salgo a mirar

Lo bueno y lo malo entre el sol

Amaneciendo sobre el basural…

La costa y el viento, los niños, los perros

Y pescadores de piedra clavando los remos.

Pero nada de esto es real

Cuando despierto mirando el techo,

Y lleno de amor espero que la mañana

Se calme un poco, a ver…

Que murió y que brote nuevo

Apunta al sol.

El amor que acuna la chispa

Dentro de mi piel, crece y confía

Y late con las estaciones

Que caminan conmigo, hacia el mar.

 




En pedazos

 

Estallando desde el corazón

Inflamado de este infinito derroche

Que el mundo esparció sobre mí

Amor y luz, aire, sol, comer, volar…

Y entre sueños armar una telaraña

Donde sentarme a descansar…

 

Envasados

 

En la inacción

Contemplando

Nuestra propia fabulación:

A casi nadie le importa ya

Cantar, ser la canción, o escucharla

O ser molido para fabricar tinta

Que mienta lo que hicimos,

Lo que creemos, y a donde vamos…

 

Fuimos perfectos seres vivos

Libres en el infinito

Y dejamos avanzar el cemento

La pólvora y el metal

Hasta convertirnos en una…

“agenda de la necesidad”

Superflua y destructiva

Que consume todo lo que late

Todo lo que vive

Todo lo que se busca y se espera

Sin más pretensiones que el amor…

 

Fuimos seres humanos…

Somos productos diseñados

Para consumir productos

Igual de superfluos y muertos

Que nuestras ilusiones

Somos engranajes de la maquina

Que nos pasa por encima

Y nuestra sangre solo riega árboles secos

Que lloraron viéndonos avanzar…

 

Fuimos conscientes y teníamos

Todo alrededor, y nada falto hasta el día

Que pusimos precio a nuestro confort

Hasta vivir sudando en yugos ajenos

Para alimentar a los obesos que fabrican

La mentira que no queremos dejar.

Y todo el rosario de bancos a los que no dejamos de rezar

Nos mantiene de espaldas a lo que pudimos soñar.

 

…y más banderas

 

Como explicar sin embargo

Que la tierra gire sin parar:

Cuando lanzo un sentimiento al aire…

¿Dónde caerá?

 

Desayunándome

 

Despierto envuelto en llamas

Lleno de amor, perezoso, y

Con los sueños al alcance de la mano

Escucho y espero, saco al fin la nariz

Afuera de mi cueva, y el mundo se transforma

En una tela y yo en un pincel.

Todo tranquilo, nadie me tira…

Los arboles bailan con el viento

Más allá un charco refleja el humo del basural

Respiro y me avasallo de sol

Tan absolutamente agradecido

¡De tanto y tan bueno, tan a tiempo!

…la vida me da todo y todo a la vez

 

 

Una o dos

 

Dormir o volar, al sol… puede ser

Destrozar mi vida usándola de escudo

Contra la tristeza del mundo

No es un plan que pueda formular

Si piso mi tierra, solo se sembrar…

Como el agua, busco en el viaje mismo

Un punto de reunión.

 

 

Temporada

 

Paciente, estático y atento

Se me está desvencijando el tiempo

De tanto aprender a esperar.

Agazapado, antes que saltar

Respiro, lagrimeo contra el viento,

Y tenso los músculos

Sin moverme del lugar.

Cae el sol más adelante, se escapa el día…

Y sigo esperando una señal.

 

Felices e Incapaces

  Bueno...   Siempre es un problema conocer a gente importante.  Y es un problema porque la gente importante tiene problemas importantes... ...