24 marzo

No se puede con tanta arena


 

 

  Se sabe: máquina que para se oxida lentamente.  La herramienta que no se usa pierde el filo… 

  Y eso es lo que temen los organizadores de la guerra permanente, al perder la extensión de sus interminables -aunque bastante estáticos- frentes en Libia y Afganistán, el liderazgo y la iniciativa en Irak y en Siria y decididamente la dirección y el rumbo en Yemen, en Ucrania.  

  A pesar de los miles de millones invertidos en técnica militar, entrenamiento, tecnología, logística y pertrechos, no se ha podido forjar un solo ejercito de locos fanáticos que respalde las decisiones del centro mundial por un par de meses más, después de recibir el primer cargamento de armas: rápidamente se diluyen en ambiciosos y pequeños reinados, intensos remolinos de descontrol y sangre, de dinero sucio y muerte.

  Entonces los engranajes de la máquina de fabricar guerra se llenan de arena, y los ambiciosos generales ven evaporarse las comisiones de la industria armamentística, porque no se puede legitimar y reeditar completa y permanentemente a tales ¿Ideologías? extremas y sanguinarias en un mundo que se actualiza instante por instante, y donde cada falsa noticia tiene su contraparte y cada verdad también. 

  Tras el enorme costo financiero que supone dejar toneladas de equipos hundiéndose en el desierto, tras el inesperado costo político que implico el hecho de empezar a combatir, o más bien casi siempre bombardear sus propias “tropas” que cada día se hace más difícil hacer pasar por “rebeldes” antes que por “terroristas”, en los escritorios de roble y en las grandes mesas ovaladas de los cuarteles generales se hizo inevitable pensar en una nueva guerra.

  Un objetivo de primer nivel seria distraer la atención y evitar que siga poniéndose en evidencia la estrategia de balcanización y destrucción de infraestructuras del territorio y las rutas petroleras y gasíferas no hegemonizado por los Estados Unidos, y en mucha menor medida por otros países de la OTAN, entonces, ahí, ya tenemos los primeros roces… 

Otro de los objetivos a priori, seria terminar de colocar los excedentes de material bélico congelados actualmente en los almacenes y redactar nuevos pedidos de aviones, submarinos y barcos, para poder poner las fábricas y astilleros nuevamente en marcha y aportar a la reactivación económica… ¡En los Estados Unidos! Y ahí nuevamente se estrella el concepto de mundo y potencia unipolar contra el presupuesto y las necesidades de la desgastada y famélica Europa.

  Más allá de eso, puesto que guerras de segunda mano y conflictos seudoregionales a manos de ejércitos privados no llevaron más que al desastre económico, financiero y político, la idea motriz de estos nuevos escenarios es la confrontación directa, o por lo menos, su simulacro total en las fronteras y bases que rodean a la codiciada Rusia, al inquieto Medio Oriente, a la impredecible China y su ahijada Corea.  

  Claro que esto significa en última instancia, llevar la guerra directa o sus consecuencias de nuevo a Europa (con presupuesto europeo en su mayor parte), que solo fue liberada de las garras del nazismo para terminar atada al pico insaciable y voraz del águila yanqui.  

  En esta actualidad reeditada, cada tanque o topadora que se sube a un vagón y después a un barco para atravesar el océano, cada vehículo blindado que pasa por las autopistas de una comunidad que llego a acostumbrarse a la paz, deja un inmediato resquemor y un temeroso recuerdo olvidado, que los jóvenes oyeron contar a las generaciones anteriores sobre el desastre de la guerra… 

  Esto está convirtiendo a esos magníficos planes en el peor escenario posible, ya que las poblaciones se sienten atadas a un conflicto ajeno, usadas en una confrontación de imperialismos que tendrá como consecuencia inmediata la destrucción de su territorio… 

  Ni siquiera la saga de sangre inútil de los atentados y el terror prosperó mucho, y sus malogradas campañas arrasaron con la credibilidad de las sectas que gobernaban Inglaterra, Alemania, Francia y España, dejando de vuelto un alud de refugiados incomodos, mediatizados, que se meten por las fisuras de un continente que se resquebraja aceleradamente.  

  En medio de eso, no se puede siquiera achacar a hambrientos refugiados la pérdida del trabajo, antes que a sanciones pro estadounidense más que anti rusas, que vuelven más vulnerable a la Europa unificada, dejándola con un aparato productivo estancado en el deterioro mientras sus amados presidentes tiran por turnos, piedritas y avioncitos de papel a los dormidos lobos del Este…

  El resultado evidente es que más allá de la oposición que está empezando a despertar y por ende trasladándose en forma de queja a los cuadros dirigenciales y gubernamentales, la sola perspectiva del desastre está cambiando la forma de ver el conflicto actualmente desarrollado en países lejanos o secundarios y amenazando con destruir la legitimidad de la guerra preventiva, de la fiesta de los misiles, de la escalada armamentística y defensiva en sus propias fronteras…   

  Y como no pasó nunca casi, en más de cincuenta años, se empiezan a escuchar voces cuestionando la necesidad de las bases y el personal norteamericano, de la visión transoceánica sobre la realidad europea, donde el ciudadano común ve mucho más factible y productiva una paz posible que una guerra imposible de ganar para todos: ya nadie quiere morir por un diseño geopolítico ajeno que no lo contempla como persona, que no lo respeta como parte del espacio común, que no le da opciones al futuro más que inmolarse en el caldero de la desolación…

  En una Europa envejecida que apuesta al decrecimiento y la restauración ambiental antes que al hiperconsumo, que aspira hoy a concentrarse sobre sí misma, la perspectiva de conquista y el despojo ya no alcanza para atraerla completamente, máxime cuando le son ofrecidos cotidianamente oportunidades de negocios y posibilidades de acción y desarrollo competitivo a través de mecanismos de negociación, diplomacia y paz… hoy en día, la guerra es el peor de los negocios posibles.  

  Claro que las decisiones en una asociación como la OTAN se toman desde una sola cabeza, y esta responde al mando unificado que descansa en los pilares de la Nueva York y Washington ¡Y no necesariamente en la Casa Blanca! Pareciera que hoy las únicas perspectivas son de un juego dividido entre tableros asiáticos y europeos y jugadores externos, donde los ganadores no serán reconocidos en sus sacrificios, donde los perdedores no habrán de ser tratados más que como esclavos.

  Queda en última instancia, en las manos de la población, la última gran batalla que está empezando a desarrollarse, la de la paz y el antimilitarismo contra las agencias y medios hegemónicos fabricantes de falsa información y descaradas mentiras… 

  La batalla silenciosa de las comunidades contra el consenso de guerra, la batalla del bienestar perdido contra el presupuesto en aviones y buques e infraestructuras militares.  Hoy la única verdad evidente es que a través de las guerras que mantienen en pie a los imperios en retroceso, se da la guerra de desgaste contra el ser humano, contra la libertad en su sentido más amplio y real, contra el futuro que necesita claridad y paz para ajustar el rumbo…

  Hoy se necesitan semillas libres antes que balas, comida y árboles antes que cheques y deuda, tierra antes que plástico, palas antes que fusiles, y volver a un modo de vida sustentable antes que trincheras y tanques.  

  Cada persona en el planeta aporta a esta decisión, cada ciudadano en todos los países del mundo es parte posible de una nueva nación planetaria que no descansa en la tiranía de los imperios financieros, pero… 

  ¿Podrá llegarse a dar esta batalla por la paz, a tiempo? 

  ¿Podrá evitarse la confrontación total?

 

21 marzo

Nacer (Poesías)

 



Como enredaderas

 

Hoy no se pudo, mañana no sé…

En las calles todo es efervescencia

Aunque no se note, la masa está:

Levando a punto y el horno la espera.

 

Un millón de guardias custodian la torre

Del conocimiento ancestral…

Parecen cínicos pero están atribulados

Los libros ya no alcanzan,  para distraer.

 

¡Pero las madres se cansan de tirar cada día

A la basura el pan recién horneado!

Todo es sospecha y rugir preparativos

Pero cuando empiece no alzarán las manos.

 

¿Se redimirán los peores de hoy?

¿Los sonrientes se verán espantados?

¿Quién mueve el lápiz desde atrás de las sombras?

¿Quién alcanzará a sentirse dibujado?

 

¿Acaso el bosque se corre antes del incendio?

 

 


Nunca fue en vano

 

Todo el amor que quedo en el camino

…todas las semillas que cayeron, en el pasto seco

Y cada día que la espada volvió a su vaina

Por una esperanza tan pequeña y fresca

Destinada a perecer a media mañana

Si el mundo no fuera más que números y letras.

 

Todas las hojas que volaron con el viento

Y cada barco descascarándose, solo, en el puerto, quieto

Todas las esperanzas que se hundieron en el barro

Volando por caminos de polvo de huesos

Perdieron el sentido cuando los ejércitos

Frenaron ante el amor de dos niños pequeños.

 

Caer rodando para intentarlo de nuevo

Y llorar desde adentro con el triperío revuelto

Si cada moretón y cada cascara que sangra

Es un aviso de que nada detiene al tiempo

Y no hay un frio tan gélido en el mundo

Que alcance a detener un corazón de fuego…

 

 

Diálogos sobre la hierba…

 

Si te dijeron que muchas veces me vieron en las noches comiendo de la basura

Si te dijeron que camine descalzo y sucio por los salones esparciendo mi desprecio

Si te dijeron que mi ropa y mi pelo pareció alguna vez la de un mendigo escuálido y polvoriento

Si te dijeron que me vieron despertar tiritando en plazas y baldíos en el invierno

Si te dijeron que agache la cabeza para no responder al que me humillaba, masticando a la vez mi rabia y mi tristeza por la raza humana...

Si te dijeron que estuve al borde de la locura y la muerte y no encontré la cura viviendo en este mar insensato de gente

Si te dijeron que teniendo casi nada regale y compartí todo lo que me quedaba sin pensar en el día de mañana

Si te dijeron eso seguramente fue porque lo vieron y eso es cierto.

 

Si te dijeron que humillé a un niño, que devolví un golpe a traición, que robé y mentí, maté para conseguir algo que fumar o tomar, para drogarme...

Si te dijeron que acepte un trabajo humillante y servil de adulador pago para mantener mis lujos...

Si te dijeron que soy esclavo de una persona una idea, un prejuicio o una sustancia

Si te dijeron que mi sonrisa de felicidad le costó un segundo de tristeza a alguien más

Si te dijeron que alguna vez tuve un arma que no fuera yo mismo y mi palabra

Si te dijeron que alguna vez me fui corriendo de cobardía y miedo, que tengo cicatrices en la espalda y no en la cara

Si te dijeron que un solo día me rendí o tiré la toalla, que retrocedí antes de entrar otra vez a la arena del combate, aun perdiendo

Si te dijeron que enarbolé la bandera de la neutralidad frente al despojo y la violencia, que escapé de la masacre

Eso no es verdad y nadie fue testigo de eso

 

El amor por la libertad y la vida es el único medio, el único bien que poseo...

Si te dijeron que alguna vez me vieron encadenado o preso, fue porque no miraron mis ojos incendiados, fluyendo...

 

 

Gracias, hasta luego…

 

Gracias noche por tu sabiduría

Gracias pequeña oscuridad por afinar

Entre las sombras mi mirada

Gracias Luna, gracias Estrella, por un rayo

Iluminando un camino hacia mí mismo

Apenas tropezando sí, pero volviendo…

 

Exhalo y devuelvo toda la enfermedad

A los confines secos y muertos de la tierra

Inspiro y absorbo el sol resplandeciendo

Desde el otro extremo del planeta…

Respiro y vivo, abro los ojos ¡Despierto!

Y camino entre brasas sin errar un paso

 

¿Es la hora tal vez o solo lo parece

En que los sueños se despegan del suelo?

Cuantos acechen ahora darán el salto

¡Si estaban desatentos no es mi culpa!

No dura más que el invierno la malicia

No llega a cruzar el rio la soberbia…

 

No alcanzaron a ver el suelo lleno de semillas

No distinguen un pasto de cualquier cosa

Es muy trabajoso incendiar el mundo entero

Para quien solo espera la fácil ganancia

Derrotados de antemano viven como ratas

Buscan nuevas madrigueras en la vieja casa…

 

 

Destravesias…

 

Como una tabla en el medio del mar, algunos…

Algunas ven al amor como una isla que los salve

Acostumbrados a mentirse frente al espejo

Habituadas a subastar los restos del despojo

A diez leguas huelen las hienas la carne muerta

Los gusanos olfatean el brote antes de que nazca

 

A mil años de tormenta delicadamente envuelta

No la llaman los puertos descaradamente altivos

Que permanecerán pero no buscan, la resaca…

Acumulándose siglos en sus radas, abandonadas

No la anhelan las costas de recuerdos erosivos…

No la extrañan marinos bajo techo, en su día franco

 

Aunque haya siempre cielos negros tan oscuros

Que se nutran de chispeantes nubes de tormenta

No la sienten las serpientes marinas en su fosa

No la buscan los dragones en su monte despejado.

Rugen inútiles y soplan, y se gastan arrasando

Territorios que igualmente serian renovados…

 

 

Wake up in áfrica

 

A veces estoy tranquilo sin esperar nada

Y una lanza invisible se revuelve adentro mío

Desde la infinita nada se concentra en mi pecho

Se clava dura y me hace pensar que todo está resuelto.

No logro escuchar el desesperado ladrido de los perros:

Encadenados cuidando el terreno de los hambrientos

Que venderán su cadena para lograr ser adictos…

Ni me preocupa el ruido de los disparos, en la noche

Sabiendo que es tan frágil y tenso el equilibrio

Que los mantiene aún fuera de mi perímetro

Ni haber comido ayer por el día de mañana, si tengo

Tanto imposible tiempo para hacer cosas nuevas

Y volver a caminar entre los brotes insolentes

En un mundo que solo da sus premios al desierto…

Camino o me detengo en una vida sin barrotes.

Solo me duele el estallido silencioso de la vida

Encegueciendo mis ojos repentinamente, cuando

Después de la tormenta, todos los charcos

No parecían ocultar más que malos presagios…

 

 

Intraducible

 

Hay lunes llenos de sonrisas

Y hay caminos que haremos en puntas de pies

Para poder llegar -sonriendo-  más lentamente.

Hay noches donde la furia está en calma

Hay ausencias que prometen libertad…

Y aunque haya creadores de silencio, eternos

Hay moscas que no se posan en el vidrio.

Hay una forma de atravesar la niebla

Sin tirar miguitas en la llanura, llena de ratas…

Hay caballos que conocen su destino

Y hay jugadas que, solo parecen, preparadas.

Al rey del tablero no le importan las piezas

Quien se hunde o amanece bajo el agua

(La vida y la muerte son caprichos baratos)

Para divertirse no dudara en patear la mesa:

Alfiles y caballos derramara jugando.

Pero  cuando los grandes pájaros levanten vuelo

Y se reúnan los grandes en el pequeño salón

Su corazón extraña la alegría de los peones

Que con llenar la mesa se sienten amos del juego.

Actualidad en guerra…

 

 

 


  No hay nada más dinámico que la guerra, o si, claro, tenemos millones de ejemplos en la misma naturaleza (y, es más, será la naturaleza la primera que conquiste y tome al asalto los contaminados e inaccesibles campos de batalla abandonados) aunque nada expresa tan completamente el abanico de desmedidas pasiones, ambiciones y contradicciones humanas…  

  En un mundo en transición absoluta, donde ya perdió sentido el sentido de conquista que enarbolan como bandera los líderes de las elites gastadas y sangrientas, donde ya no alcanzan los monstruos reales o a inventar para mantener las riendas de la realidad tirantes con el miedo, el ciudadano común no alcanza a sufrir ya con los problemas ajenos en la misma medida en que olvida los propios.

  Mientras tanto...dado que el motor de cada conciencia dinamitada por la rutina y el desinterés es la diversión y el confort, cada canilla debe surtir –en lo posible-  agua, cada cajero debe seguir expendiendo dinero, alguien tiene que barrer los vidrios y alguien más tirar un balde de agua con lavandina sobre los humeantes charcos de sangre…  

  Y sobre todas las cosas, alguien tiene que volver a correr el telón, porque el show debe seguir, y solo hay dos comediantes: vos y yo.  Entonces es cuando las cosas se fuerzan hasta el máximo porque el trazado en damero de las ciudades las hace vulnerables a la velocidad, a la tecnología, a la oscuridad a la psicología y hasta a la apatía, pero claro, ese pasó a ser exclusivamente nuestro problema, porque quienes crearon las complicaciones están muy lejos de interesarse en su solución…

  A modo de ejemplo, yo tenía un caballo, era un zaino mestizo de sangre árabe que me había enamorado, y entonces a pesar de que no lo necesitaba, lo compre al contado sin retorno, convenciendo a su pesar al tratante de caballos que, astutamente, me lo había dado a probar para que no deje de comer el mejor pasto, y se mantuviera durante el crudo y seco invierno que se venía encima, sin ninguna intención ni perspectiva de venderlo… 

  Pero claro, resulta que yo era yo, y me quede con ese magnífico caballo: era rápido, había sido bueno en las carreras como parejero en carreras privadas del Hipódromo de Palermo, y aun acá todavía podría haber sido una fija en cualquier cuadrera… 

 Aunque yo no lo quería para eso, sino para recorrer arroyos, andar caminos y llevar a mi hija a la escuela, arriar novillos mansos, corretear algunos atrevidos que se aventuraban en mi territorio a cazar y pescar sin permiso, y divertirme probando su temple en los angostos pasadizos llenos de espinas del monte nativo…

  En ese momento todavía estaba un poco loco, así que podía volar al galope dos leguas solamente para comprar un paquete de tabaco, o ¡Cómo no! Un día le corrí una carrera al tren desde General Campos hasta Estación Yeruá, aunque estoy seguro que el maquinista aflojo el tranco por el miedo a sentirse culpable de que mate a ese tremendo animal… 

  Después de eso podía meterme en el monte a arreglar un problema entre los hacheros, o a la vista de un grupo de invasores, llegar hasta la costa del arroyo que cruzaba el campo, dejar a mi caballo esperando, atado a la presilla del sombrero para no mojar las calchas, y tirarme bajo el agua con el cuchillo entre los dientes para surgir en la otra orilla a explicar las cosas, mientras enrollaban acelerados los hilos de las líneas con que pescaban tarariras y dejaban los rifles en el suelo para tranquilizarme porque, hay un momento en que a una persona decidida solo la frenas tomándole la vida, pero… ¡Ay,  que no es tan fácil todo el tiempo!

Bueno, así era mi zaino, y yo, mucho más tranquilo que el caballo, que un día reventó una tranquera en pedazos porque, claro,  habituado a correr en furiosos duelos los 2500 metros, cuando le aflojaba la rienda no lo paraba enseguida, y entre la polvareda y el ruido de los cascos, la espuma que saltaba y esa sensación de poder que da galopar en un camino desierto, no hacia el intento hasta los últimos metros, era como manejar un fórmula uno en una pista de kartings…  

  Adrenalina.  Pura adrenalina.  Y si me acorde de mi mejor caballo fue porque ya no hay forma de frenar a los que perdieron las riendas, y todo esto está pasando hoy en mi barrio, y claro, no es divertido ni romántico, sino todo lo contrario: presagia no más que sangre… dolor, destrucción y muerte…

  Porque no hay una sola noche, al día de hoy, que no se escuchen tiros en algún sector de Carretera la Cruz, si no es al fondo es contra el refugio, sino es en la Plazoleta es en la defensa o en el Barrio Nuevo, si no es en plena Avenida es en los Ranchos del alto verde o en una casa cualquiera… 

  Y  esto pasa, claro, porque la solución más adecuada para el que no le importa nada de su comunidad es adquirir un arma, que es tan fácil como comprar un caballo o drogas o todo lo demás, porque el sistema se nutre de capital y todo lo que lo pone en movimiento es bueno, mas allá de la pantalla ética-moral que no pasa de palabras muertas en libros que ya ni se imprimen…


 

 Entonces tenés tu revolver y cuarenta balas, y cada día te aseguras de poder responder a cualquier intento de robo a los disparos, aunque sabemos, después disparar se hace vicio y las balas sirven para arreglar discusiones, que si la música, que si la junta más allá, que me molesta la pelota o que si me dijeron que caminas por el medio de la calle como si fueras el dueño del pueblo y que se yo, porque el arma de fuego da un poder incontrastable y único, que asegura la supremacía total… 

  Claro, eso es hasta que otra persona también tiene un arma, y se siente ofendida o en peligro por esa actitud, pero mientras tanto, los que tienen la cortedad mental de poner el dedo en el gatillo, los que adquirieron o poseen un arma, ya sea que la compraron ilegalmente o se las ha proveído la naturaleza de su trabajo, pueden sentirse seguros mientras a su alrededor todo se derrumba…

  Entonces tenemos a los nenitos del barrio, a los menores envalentonados por años de malos ejemplos, impunidad y matonería protegida por el poder político, que ya pasaron del aprendizaje a la experiencia directa y los mismos que los criaron enseñándole a robar a sus vecinos ya se quejan de que así no se puede mas. 

  Porque no olvidemos que el mismo presidente del barrio puede pasar de las descaradas amenazas directas a la acción total y rastrera y partirle la cara a rebencazos a una mujer que intenta recuperar el lavarropas que le robaron de su casa a las dos de la tarde, delante de todos, o repartir armas de fuego entre sus custodios de quince años, asegurándoles tanta impunidad como a el mismo.  

  Y todo esto pasa sin dejar de vender drogas impuras cada día, desde hace años, con el solo compromiso de acaparar todo lo que llegue para que nada se reparta, cuidarle las espaldas en el barrio al político de turno, llevar un poco de gente a los actos y no dejar quietos los bombos…  

  Claro, hay un momento en que son tan útiles que todas las estrellas brillan a su favor, pero como decía una vieja vecina, de unas cuantas cuadras mas allá, con esa tristeza de saber y haber visto las manos que mueven los hilos, de haber visto crecer a los niños, de haber visto empoderarse a los peores y ver como los que deberían resolver los problemas terminan dando las peores soluciones “ahora los dejan caminar porque trabajan para ellos, pero cuando los quieran parar no los van a poder parar, y los van a parar igual” o sea… de a ratos todo esto no da más que tristeza...   

  Pero mientras, gobernadores e intendentes, diputados concejales y senadores, fiscales, jueces, jefes, directores, gerentes, comisarios y abogados viven en sus casas de lujo, custodiadas y enrejadas, mientras las distintas herramientas políticas que monopolizan el uso de la fuerza obedecen a quien manda y el negocio, como sirve, no deja de aumentar, el ciudadano, la persona común y corriente, inerte, indefensa, no deja de pagar las consecuencias.

  Y así pasa que un día el vecino que veíamos pasar todos los días, volviendo de su trabajo honrado, sin previo aviso muere violentamente, o vuelve a su casa para encontrarla desvalijada, o para ver llorando a su hija, golpeada y arrastrada para sustraerle un celular que todavía está pagando, o a su hijo tirado en un rincón agonizante con la nariz llena de vidrio molido.  

  Puede volver a su casa para ver a sus mascotas envenenadas o sus puertas y ventanas o su auto destrozados, o vive la simple tortura de no poder pegar un ojo hasta que se hacen las cinco o las seis y tiene que levantarse para ir a la factoría a dejar doce horas seguidas de su vida por un sueldo de miseria.  Y así hace su aporte estoico al país sin saber a ciencia cierta si en el mismo momento en que se pone los guantes para comenzar su día no abusan de sus hijos pequeños o su mujer con el despiadado salvajismo que provocan hacia los demás los cocteles nocturnos de anfetaminas y alcohol…

  Es que nadie quiere el problema, pero menos aún, nadie quiere ser parte de la solución, porque claro, viene de arriba la cosa y no es bueno enfrentarse al poder, porque el poder puede y si se puede proteger lo propio de manera que el desastre le caiga encima a un vulnerable indefenso, más tarde vendrán a ofrecernos los restos… 

  Y así parece elevarse nuestro techo cuando el de al lado cae… aunque el golpe que nos prepare la verdadera realidad es solo cuestión de tiempo…  Claro que todo esfuerzo destructivo será premiado y entonces se multiplica, claro que hundir al vecindario en un mar de oscuridad y barro, de enfermedad y miedo será reconocido, y algunos logran trabajar oficialmente de eso: es el costo de que barran las veredas en la tranquilidad del centro de la ciudad, hasta que… Claro, nadie, nadie esta exento…


19 marzo

Carne humana


 

  ¿Prostitución? Prostituyente.  ¿Prostituta? Cliente….


Hay una causa, una relación directa, aunque el diccionario apenas acepte a regañadientes las nuevas palabras que nacen a través del temblor que sacude los cimientos de la arcaica sociedad actual.  Con el grito desesperado de las minorías, con el clamor constante de las mujeres del mundo, se desnudan las verdades que todos sabíamos, cobrando un precio nunca antes visto. 

  Si tomamos a las personas como un fin en sí mismo, como declaran las más antiguas vertientes filosóficas, no hay algo más deshumanizante que encontrarlas obligadas a poner un precio a su propio cuerpo: única propiedad y equipaje permanente en el transcurso de su devenir en el planeta.  

  Sería en una sociedad libre donde no se pudiera ni nadie estuviera obligado a hacerlo, dando y dándose naturalmente a la interacción sexual sin más marco que el respeto, sin más condicionamientos que las preferencias y la búsqueda del placer mutuo… 

  Sin embargo, atrás de un cuerpo desnudo para su cotización y consumo directo, desmantelado emocionalmente, despojado de la mayoría de sus atributos humanos en pos del comercio sexual, hay siempre un laberinto de imposibilidades e imposiciones, de marginación y exclusión, violencia, miseria y vulnerabilidad total.  

  Claro, evitamos mencionar el tema cuando se hace tan notorio que molesta, siendo la respuesta más hipócrita y típica, ilegalizar estos parámetros o situaciones “laborales”, o sea, en la práctica, de sacar el negocio del debate público y de las zonas de alta exposición, sin que deje de desarrollarse en otros ámbitos menos controlados o visibles (Suburbios o Zonas Liberadas).

  El resultado es el mismo: trata de personas, esclavitud sexual, sadismo hipocresía y violencia. Porque el lugar no importa, ni necesita demasiado lujo, se reubica cerca de los centros de consumo, donde puede generar clientes y a la vez captar personas, seres humanos, prostituíbles, y esto, a veces quiere decir, intimidación, engaño, secuestro, asesinato…

  En definitiva, dada la red de complicidades, de sociedades inconfesables enquistadas en lo más permanente del poder, resguardadas por sus herramientas naturales, como son las fuerzas de seguridad, no es un “negocio” que se pueda atacar de frente, ni tan siquiera debatir claramente, sin recibir del poder las respuestas más desesperanzadoras.  Entonces, antes que nada, es nuestro deber comprender un poco mejor de que se trata.

  Las posturas acerca del tema podrían dividirse básicamente en tres: la prohibición, la regulación, la abolición.

  La primera es la que mejor encaja en los tabúes y las represiones sexuales que mantienen la unidad de la familia burguesa, en la dinámica hipócrita que nuestra sociedad necesita para seguir sonriendo mientras barre su doble moral bajo la alfombra de lo delictuoso: Cada mujer que ejerce la prostitución (Si, también hay hombres, aunque en una mínima medida y casi nunca expuestos a la misma presión y peligros que las mujeres, y por supuesto, travestis, que en un sistema excluyente, no acceden a otros parámetros laborales que aquellos que se refieran a la explotación sistemática de su cuerpo) se criminaliza y persigue, se estigmatiza como contraste a las “buenas costumbres” y se castiga sistemáticamente.  

  Afuera de esto quedan los proxenetas, los traficantes sexuales, los clientes, y todo negociador de cuerpos ajenos, porque en una sociedad dominada y usufructuada por hombres, es bueno y económicamente deseable, que la culpa sea de las mujeres.  

  Claro, que desde esta dinámica se evita contemplar situaciones y factores socioeconómicos que las empujan a prostituirse, porque claro, la oferta siempre está, y el precio a pagar por una persona es el menor posible que se pueda generar. 

  Esta mecánica pone mucha más presión y violencia en las espaldas de las personas que están envueltas cotidianamente en esta situación, restándoles todo derecho y posibilidades de protegerse o decidir por sí mismas.  

  Obviamente y como se demuestra, esto no termina con la prostitución (en realidad ninguna prohibición terminó nunca con nada) sino que la cubre con un velo de desaprobación social que se conforma con convertirla en una actividad clandestina y “discreta”.

   La regulación, como hay variadas experiencias en marcha, pretende resguardar derechos laborales y personales en el ejercicio de esta práctica, en la fantasía idealizada de que así podría ser ejercida libremente y sin peligros.  

  Obviamente se demuestra inmediatamente que el panorama es más amplio, que lo ilegal y criminal conviven y crecen a la par de la regulación, que dado el sistema patriarcal y machista donde la mujer es excluida sistemáticamente del poder, de los ámbitos de decisión social y política y del mercado laboral, miles de mujeres son empujadas al borde de la desesperación donde solo pueden vender su cuerpo para poder comer (Claro, o sea, en contextos de miseria, el valor de consentimiento de una persona puede llegar a ser tan bajo como un paquete de azúcar) debería haber otras posibilidades, otras salidas.  

  Más allá de eso, legaliza un mercado sexual completamente opresivo, en la pretensión de que la prostitución y la trata no comparten el mismo plano, generando a través de la ley, un panorama absolutamente favorable a la criminalidad.  

  En definitiva, los proxenetas se convierten en exitosos empresarios y el negocio aumenta y se diversifica en todas direcciones.  Mientras tanto, las mujeres siguen siendo cosificadas, objetivadas como un objeto de consumo para el hombre, y dado que el sistema está programado para feminizar la pobreza y la vulnerabilidad, es claramente desenfocante y falso hablar de “libre elección” a la hora de encajar en un nicho de mercado que tal vez fuera el único permanentemente disponible.  

  La regulación como efecto práctico, no hace más que lavar la cara de los clientes, mientras “las putas” mantienen su rol de contracara de la buena moral y la sociedad sana, de la santa madre patricia.

  La abolición, difiere de las posturas anteriores en que pretende atacar  la mecánica, la dinámica social que genera las desigualdades y las vulnerabilidades, cambiar las condiciones socioeconómicas que llevan a estas elecciones, o sea, asegurar la calidad de vida de todas las mujeres, asignarles roles productivos y reales en la sociedad, combatiendo y eliminando los prejuicios y los roles de una sociedad patriarcal que exige la sumisión, y sobre todo la sumisión sexual de la mujer, que valoriza antes que nada su función decorativa, que pretende el sexo como un derecho masculino, que se escuda en la indiferencia y la invisibilidad para defender su hipocresía.  

  Esta postura visualiza por tanto a las mujeres como víctimas, y pone en su verdadera dimensión a proxenetas y clientes, como generadores y sostenedores de esta mecánica, y no se enfoca desde prejuicios o morales para fundamentarse.

  No es de esperar que esto se resuelva rápidamente, que se renuncie a un lucro basado en la destrucción de cuerpos y voluntades ajenas, que el Poder Prostituyente se despoje de su zona de expansión, que la santificada moral burguesa deje de estigmatizar y reprimir, de exigir conductas sexuales anacrónicas, que la masa prostituyente se dedique a masturbarse sin culpa ni gracia mientras a la vez promueve la igualdad y la equidad de géneros, que la decisión y la libre sexualidad de la mujer sea vista como un derecho y no una transgresión…  

  Pero por lo menos, si se puede esperar que se generen nuevas visiones más reales y cercanas al tema, que se corra milímetro a milímetro la condena social desde las prostitutas a los clientes, que se generen a través del debate y la visualización, nuevas posibilidades y reacomodamientos que apunten a arrasar las causas, aunque hoy sigamos día a día lamentando las consecuencias en el cuerpo y la vida de millones de víctimas a lo largo del mundo…

 

 

 https://www.youtube.com/watch?v=UqPYUkWC7sk

 

13 marzo

Vivero Barrial II

 

 


Hoy también planté un árbol...

Hoy plante una higuera, en un sector recién configurado, y todavía y por un buen tiempo aún en construcción, estructuración reestructuración o como sea que pudiera nombrarse, en un lugar que vengo recuperando hace seis años, desde que estoy acá, con mucho trabajo, mucha pala de punta, una cantidad de recursos económicos igual a cero, y mucho muchísimo amor y dedicación, aunque no se note, no se aprecie, no me convenga o no se acepte, pero es lo que me gusta hacer y lo hago, como siempre...

  Los resultados, para los que saben ver, y obviando y a pesar de las destrucciones, persecuciones y descalificaciones de algunas personas, sectores o instituciones, son increíblemente buenos, dando hoy en día uno de los lugares implantados con la más densidad de biodiversidad en equilibrio de todo Concordia, que tiene su punto de partida en la recuperación de un terreno utilizado para el descarte y quema de basura, donde primeramente fue limpiado y restaurado a través de la huerta orgánica, aromáticas, y plantas restauradoras del suelo, el subsuelo y el agua, más allá del tratamiento general del terreno.

  A partir de ahí y en el manejo del espacio en ciclos anuales y/o estacionales y en el transcurso de los años, a través de la subsiguiente sistematización y el aprovechamiento integral del agua, y la restauración de la vida acuática con la resiembra de peces y anfibios,  mediante canalizaciones, estanques y desniveles, y la construcción de estructuras de manejo, dirección, escurrimiento y purificación de la misma con materiales generados por el mismo proyecto y el reciclado de la basura que amablemente depositaba el viento o se generaba a través del esfuerzo sistemático de algunos vecinos…

  Hace días, semanas ,meses, que vengo pensando en esto, y más allá de que yo venga haciendo lo mismo sin descanso hace mucho tiempo, o sea, generando árboles para mi entorno y mis vecinos, mi barrio, mi ciudad e incluso para otras ciudades vecinas o lejanas no puedo solo, no tengo tanto tiempo ni energía suficiente, para encarar esto como me gustaría, como hoy en día lo merecen sus ampliadísimas posibilidades totales.

  Tampoco me alcanza la energía ni el tiempo para asumir los retrocesos, las situaciones límite y las contingencias temporales humanas o climáticas, que implican resolver y cuidar intensivamente en algunas épocas, replantar trasplantar sombrear, desyuyar, abonar o repicar, construir, estructurar, etcétera, mientras no dejo de hacerme cargo de mi tiempo, de mis sueños, de mis responsabilidades, de mis relaciones con otros seres humanos y de mi vida...

  Me gustaría me acompañen quienes quieran aportar seriamente a esto, porque más allá del romanticismo, hay que puntear y preparar la tierra, recolectar y cuidar semillas, regar cada día, y eso exige un compromiso sin segundas intenciones ni prejuicios...   

  Quienes conocieron o participaron del vivero de árboles nativos que hicimos hace un par de años en la Carretera saben que finalmente fue destruido por el oportunismo y la cartelera política, que nunca construye ni suma, más allá de las fotos y los titulares, la asignación de recursos de dudosa utilización, la captación del sentido hacia direcciones opuestas a las pregonadas, etcétera, así que esas no son las expectativas.

  Se puede hacer algo autogestivo que aporte al bien común y la construcción ciudadana al intercambio mutuamente productivo entre personas y entre personas y ambiente, entre personas y su ciudad, su entorno...

  Aparejado a eso está la puesta en marcha de la Biblioteca Paquete que hace años vengo formando, y la futura construcción en barro, tal vez truncada en su inicio por estar demasiado adelantada a su tiempo, pero bueno, todo es experiencia y todo eso será en el futuro, y será lo que se pueda armar y sostener...no voy a quedarme a vivir acá para siempre así que aprovecho que la mayor parte de lo que hice ya tomo vuelo propio, algún día este lugar será exclusivamente para eso...para estos proyectos hermanos…

  Yo pongo a disposición mi experiencia, mi tiempo disponible de cada día, el terreno de atrás de mi casa, y me comprometo a enseñar y explicar a quien quiera por qué las cosas son así y cómo funcionan, por qué este proyecto es a la vez ambientalmente uno de los más simples e innovadores y modernos de la provincia, y sobre todo real, efectivo y continuo, brindando un abanico de soluciones genuinas en un contexto sociocultural suburbano decididamente adverso.   Pudiendo ser replicado en cualquier escala en otros territorios y contextos… De hecho, ya se está haciendo en otros rincones del mundo…

  Pónganse en contacto quienes quieran aportar de alguna manera, para participar seriamente y sin egoísmos, en un espíritu de interacción libre, voluntaria y horizontal, de mejoramiento social, de cuidado y respeto, de autogestión, aprendizaje y distribución gratuita del conocimiento.

  Nos vemos entonces por acá…

Sin estrategia de retirada…

 


 El mundo cambió, demasiado: demasiado aceleradamente para la confianza inmutable de los millones de yanquis conformes que compran una caja de 72 hamburguesas congeladas por semana, como si asegurar su obesidad antes que ninguna otra cosa asegurara todo lo demás, pero eso está cambiando, y es su propio gobierno el primero que se los oculta…  

  A los que no llegan a comprar nada, ni a ser dueños de su casa, ni a conseguir un buen trabajo, ya no se puede engañarlos tanto, pero eso se resuelve con el combo de la fantasía de Hollywood, adicciones, políticas represivas y de control.  

  Claro, entonces, el imperio norteamericano es una marioneta desdibujada que amenaza caer sola por el peso excesivo de su abominable y deforme cabeza (por usar una metáfora para el tremendamente intrincado, absolutamente sobredimensionado, caduco inútil y autocompetitivo aparato de inteligencia)

  Acostumbrados a un consumo desenfrenado y caótico, que podían matizar con tecnologías verdes y técnicas ecológicas de vez en cuando, para simular una tranquilidad en su conciencia que no necesitan, los ciudadanos del otrora país más poderoso del mundo se regodeaban frente a la tv.  

  Cada vez que su gobierno organizaba una nueva embestida contra el África colonial o el medio oriente petrolero, o una expedición de castigo a cualquier país de Latinoamérica o Asia: rápida, exacta, letal.  Más allá de eso, los resultados y las reconstrucciones periodísticas primaban al margen de los altos costos políticos y humanos como pudieran ser Somalia o Sudán, o el estrepitoso pantano de Libia, el retroceso empresarial en Nigeria.  

  Pero, hoy en día ¿Quién le cree a la CNN cuando sus propias ambiciones corporativas se mezclan con el complejo militar-industrial? ¿Cuándo sus políticas informativas están más al servicio de la represión y disuasión interna antes que a ninguna otra verdad?

  Pero claro, millones de ciudadanos engañados no se dieron cuenta a tiempo que mantener esas seudo victorias en la práctica, en un contexto que no los prefiere como custodios de una libertad que masacra, de una democracia que corrompe y destruye todos los esquemas de progreso y participación real les insumía tanto dinero en armas y ejércitos en marcha como en dadivas y transferencia de tecnología a los quejosos y abusivos tiranos y policías de sus políticas, llámese Israel, Alemania, Arabia Saudita, Pakistán, Kuwait o cuantos más…  

  Aunque por historia, posibilidades y oportunidad geoestratégica, el primero no solo no se limitó a reproducir y mejorar esas tecnologías, replicando las aventuras imperiales de su patrono sino que se incrustó mediante el cabildeo y la guerra de posiciones inmobiliaria, en lo más vital y sensible de la política, el aparato productivo y el territorio norteamericano…

  Hoy en día, La Gran Manzana bulle de gusanos que consumen el todavía jugoso PBI nacional y los recursos del Pentágono para políticas externas, aun antes de que alguien se pregunte si no tendrían más derecho los ciudadanos que mantienen esta autodesangrable  maquinaria con sus impuestos.  

  Hoy en día las leyes se hacen al ritmo y la necesidad de corporaciones foráneas, como si el congreso fuera una fábrica, como si la casa blanca fuera una kermesse donde hasta los jugadores de segunda o tercera línea pueden ir a buscar el premio del fin de semana tirando la moneda a suerte o verdad…

  Pero claro, si esto pasa en el corazón del imperio, que podemos esperar en los suburbios sino el más absoluto caos y descontrol, donde los aburridos soldados en las lejanas bases, imposibles ya de controlar, intercambian técnica militar, vehículos y misiles a cambio de drogas y auto terapias de sexo brutal, cuando no las toman a la fuerza aumentando el costo político global.  

  Pero el fracaso se da también a gran escala en las estrategias más planificadas, como paso en un Afganistán arrasado que no solo no se entregó sino que le brindo a cambio una humillación tan grande y permanente que envalentonó a todos sus vecinos alrededor en contra de un tirano omnipotente que en la práctica se demostraba lento, fofo y blando…

  Es a partir de estas derrotas sin retorno, como en un Irak aun unificado que no pudieron desintegrar al estilo Yugoeslavia ni mantener políticamente vasallo como hubieran querido, en una Siria combatiente que no cedió a la penetración internacional de cientos de miles de mercenarios supuestamente bien armados y mejor entrenados.  

  Es la sorpresa de un Yemen que parecía otra cosa y que sin embargo antes que perder pie rápidamente, humilla y derrota y no deja de aglutinar aliados y lanzarse a la reconquista de antiguos territorios usurpados por su poderoso vecino saudí.  

  No queda muy lejos de eso una Ucrania que al intentarse domesticar y disciplinar se volvió una caja de pandora que no pudo impedir el avergonzante retorno de Crimea a la Rusia imperturbable ante una lista de sanciones ridículas e ineficaces, que, más allá de molestar y perjudicar a sus “socios” europeos, dieron al mundo la evidencia cierta de lo que hasta ahí, aun dudaba, no están en condiciones más que de aparentar…



 Fue así que otros se dieron a la fuga de sus respectivos guiones, haciendo su cálculo sin contemplar las pretensiones del imperio, cuando no ejecutaban su directo chantaje extorsivo.  

  Por ejemplo Israel y su disparada política expansionista, que antes de salir al ruedo como beligerante penetró todas las redes comerciales de su antiguo protector, y cínicamente, todas las redes políticas -sobornando a una ambiciosa clase sin escrúpulos- asegurando el financiamiento desmedido de su retórica de ejércitos terroristas ajenos, combatidos por ejércitos antiterroristas ajenos, financiados con dinero ajeno que sin embargo dejaba no menos del trece al veinte por ciento ya por anticipado en las arcas de sus empresas mundiales, declaradas o encubiertas…  

  Como Turquía, que de un pisotón aplastó los andamiajes estructurales del control interno al que era sometida, y sin perder ningún beneficio se lanza sin timidez a la reedición de su antiguo imperio histórico, tanto como a hacer alianzas de ocasión con amigos y enemigos sin atender a ninguna represalia ficticia, real o probable.

  En estos nuevos escenarios complejos pero no nuevos, si hay un país en la región interesado en la expansión del caos político, en que no pierda poder el dinero y a la vez en defenderlo por las armas más despiadadas y sofisticadas es el régimen de Israel.  

  Sin embargo o a consecuencia de eso su territorio de lucha -como aprendió de su promotor- siempre estará fuera de sus fronteras, aunque ¿Hasta cuándo?  

  Ya es impensable una próxima guerra que siga dejando físicamente indemne los territorios de los usurpadores, porque en un mundo pequeño y plano, surcado de aviones y satélites en todas direcciones, ya no es posible ignorar nada.  

  Mucho menos favorecer y permitir que los pocos recursos naturales estratégicos que aún se mantienen “independientes”, sean absorbidos por los peores y más hipócritas jugadores sin consecuencias hacia adentro de sus territorios nacionales.  

  Esto es factible  ya que el descontento y la autocrítica creciente de sus propias poblaciones, convierten a esas opciones en una afilada estocada que no puede ser desperdiciada…


  Mientras tanto, China sigue llenando almacenes de materias primas, exteriorizando sus trincheras hacia el mar, a despecho de una ofendida OTAN, y despegando sus finanzas de occidente como una calcomanía de un vidrio, sin dejar de inundar el mercado con sus productos.  

  Rusia encara el renacimiento de su industria agro-civil-militar, Irán y Corea del Norte se preparan a repeler y contraatacar un cada vez más lejano intento de invasión, sin dejar de demostrar su desobediencia, y hasta los narcos mexicanos prefieren de a ratos financiar su sangrienta guerra y construir sus propios túneles a través de la frontera sin pasar por la criba del corrupto aparato de estado de su vecino, llámese DEA, Policía de Frontera o cualquier otro nombre de fantasía para ocultar el último intento por acaparar el monopolio del  millonario mercado de los estupefacientes…

  Mientras tanto, todos seguimos tirando selfies en el Facebook, reduciendo nuestras emociones a dibujitos, nuestra profundidad de análisis a frases falsas y gastadas que se demuestran a si mismas mediante la foto de un post.  

  Seguimos buscando un nivel y estilo de vida depredador y completamente insustentable.  Seguimos demostrando lo abundante y ficticio de nuestra vida en un amplio inofensivo y virtual abanico de redes sociales.  Seguimos desperdiciando nuestro poder de pensamiento y decisión en interminables cazas de brujas y búsquedas de culpables que puedan apuntalar nuestra notable indiferencia común hacia el producto final de nuestras decisiones individuales.  

  Tal vez, eso sea, sin embargo lo mejor: cuando el planeta estalle podremos seguir mirándolo por televisión hasta el último segundo, sin que se nos mueva un pelo.

09 marzo

Mi amor.

 


 

  A veces escucho, leo, veo frente a mí, pregonar el “amor libre”, y no necesariamente son jipis alucinados, no necesariamente son feministas fanáticas, no necesariamente son gurúes del negocio de la nueva era, aunque muchas veces también se usa el concepto para liberarse de responsabilidades frente a las otras personas, dominar y oprimir, engañar o promover actitudes que no serían posibles en otros marcos reales de parámetros verdaderamente humanos, o para excluir y exterminar, para humillar y atacar, para menospreciar y falsificar y tantos otros objetivos espurios que nada tienen que ver con el amor o la libertad, de ninguna manera.  

  Me imagino que los que se llenan la boca hablando de amor libre a la mañana, con esos oscuros objetivos, por las tardes recorren las calles vendiendo agua mojada, y por las noches convencen a los demás de la superioridad del fuego encendido… porque para distorsionar y sacar ventajas, para acaparar y estigmatizar no hay estados de la mente, no hay géneros ni ideologías, naciones ni clases sociales, el prejuicio, la perversión, la malicia, atraviesan todo…



  Porque el amor es libre por definición, el amor es libertad, y la libertad es amor, no se pueden separar sin que se rompan los dos, como siameses inoperables, suelen ir juntos o mueren ante el primer intento de hacer un corte irracionalmente tendencioso… no se puede separar la respiración y la vida, la vida y el movimiento, la vida y la comunicación la comunión y el encuentro… O solo queda la depredación y la cacería, la perversión y el sadismo de estos tiempos, la hipocresía, el control, la mentira.  

  Mas allá de eso, no podemos “ser” aparte de nuestro entorno, son hechos, incontrastablemente reales.  Sin embargo vivimos en un mundo que a cada paso aprovecha el menor evento, la menor atribución de sentido para convertir todo en una negociación impiadosa, en una rendición incondicional disfrazada de respeto, de patriotismo, de progreso o de lo que sea, porque todo apunta al poder, al dinero, al territorio, a los recursos…

  Acaparar es la norma y la regla, y bajo esos parámetros no hay nada más peligroso que la libertad y el amor, porque siempre andan juntos, porque no hay forma de vencerlos si no es por ellos mismos, sino es contaminándolos y acosándolos hasta su propia autodestrucción… 

  Entonces no se habla de amor, ni de libertad, mucho menos, porque eso podría poner en riesgo las pequeñas ventajas, no se promueve el amor ni la libertad porque eso podría no ser base para imponer la dominación, para que nuestra ideología suba un escalón más alto que el resto, no se aceptaran jamás como un punto de partida porque no llevan a ningún lado del mundo conocido.

   ¿A quien le interesa en realidad fundar un mundo nuevo sino conquistar a sangre y fuego el que ya está dado, el que ambicionamos…?  Por eso me da nauseas cada vez que escucho hablar de amor libre, para no hablar de amor, para no hablar de libertad, para vender un producto más, semiestandarizado pero no lo suficiente como para no fluctuar según las necesidades dictadas por el devenir de los intereses y los acontecimientos…

  Mientras tanto, los profetas del acero siguen vendiendo muerte, los santos de la espada siguen fomentando guerras, los nuevos líderes justificando el hambre, y todos fabricando bombones o proyectiles de 35 milímetros con un pequeño cambio en las matrices, en las cadenas de producción, autos y vehículos blindados, topadoras y tanques ,bomberos y Navy Seals, profesores y Spetnaz, escuelas y presidios, test de inteligencia y listas negras, prejuicios y disneyworld, barbies y femicidios, guerra fría y fútbol, drones y patinetas, spiderman y niños esclavos, sacerdotes y proxenetas, políticos y traficantes… 

  Todo, todo, todo lo que nos rodea viene de lo mismo, apunta al mismo lugar, es tan fácil darse cuenta que no queremos verlo… ¿Qué podríamos hacer? ¿Deshacernos de nuestra canallesca vida en un segundo? ¿Sacar hacia afuera de nuestra cotidianidad todo lo que huela a farsa hasta quedar desnudos? Claro, eso no es posible, lo que no tiene remedio solucionado está, pasame el control del televisor que empieza The Walking Dead…

  Claro que es más barato y fácil que nada la inacción y la resignación, claro que es gratis la estupidez, y hasta nos pagan al contado la indiferencia pero este es el punto de partida desde la realidad, este es el ladrillo donde estamos parados en la vida actual, y no podemos más que tomar estos elementos para cambiar, re-crear, resignificar, poco o mucho, completamente o de a pedacitos, con mejores o peores resultados, pero no vamos a concebir un mundo nuevo con la coca cola y el paquete de papas fritas en la mano, aprendiendo a liberarnos por televisión…

  El amor es acción, la libertad es coherencia, el nuevo mundo que deseamos se compone de un inclaudicable desfile de miles de pequeñas victorias, de millones de dolorosas derrotas, como en una pantalla que fuera ganada pixel a pixel para componer la nueva imagen donde pasemos de la destrucción a la responsabilidad, a la humanidad tan pregonada por todos los destructores y conquistadores como excusa para el saqueo y el exterminio… 

  Pero claro, la manipulación no puede derrotar a los conceptos porque son anteriores a las palabras, y los sentimientos anteriores a las definiciones, el instinto anterior al aprendizaje…

  Podríamos apagar nuestra computadora tan solo por hoy, ahora mismo, y buscar una nueva dirección, darle una nueva entidad al uno por ciento de nuestra vida, restarle sentido al desperdicio y la dominación para promover un milímetro de autogeneración de conciencia, de sustentabilidad emotiva y convivencia, de sonrisas de niños que no vengan de un adictivo caramelo y de futuro común, podríamos empezar hoy, podríamos darle al mundo el regalo de volver a ser nosotros mismos, un poco más, y al mismo tiempo el de vivir un poco más “hoy”

  Podríamos, “Podemos” “Si, se puede” …pero es tan peligroso y fácil caer en eslóganes que más vale empezar el camino desde el fondo de nosotros mismos, que protegernos en la multitud acorazada por el automatismo, conservemos el valor intacto de ser nosotros mismos, o toda ganancia ira a una nueva fábrica de espiritualidad mercantilizada…¿A que vamos a apostar?

07 marzo

Tercer piso, habitación 307

 

  En sus ojos no había luz… tampoco oscuridad.  Eran los ojos de un perro que sabe que no van a volverlo a desatar, y ya tiró de la cadena tanto tiempo que no espera liberarse.  

  Sin embargo, sabe que no está dicha la última verdad, y la vida es en sí misma una llave.  No era falta de esperanza ni de fe, sino un realismo tan hiriente que los que lo miraban salían lastimados, como si al refugiarse en una cueva de la tempestad, se dieran cuenta luego que todos los rayos y los vientos salían de la misma…

  La dueña del hotel lo miro con miedo, lo miro sin verlo aun antes de que aparezca, siguiendo el ruido a través del pasillo del otro lado de la pared, sintiendo en el erizarse de su piel el ruido de las botellas vacías en la bolsa, en el apretarse de su estómago el miedo que cada día sentía…

_Buenas noches –dijo él, y fue como si el sol hubiera desaparecido para siempre-


_Buenas noches Miska –dijo ella sin emoción, apretando las llaves en su mano, sintiendo como se aceleraba su corazón y su presión sanguínea, hasta llegar al cénit en el momento en que rozaba apenas sus dedos-

  No había opciones, hace años que alquilaban el mismo cuarto del hotel y con el tiempo habían llegado a adueñarse de un piso entero, pagaban puntualmente, no hacían ruidos (nada, ningún ruido, jamás) y en esa ciudad industrial en decadencia, con tan pocos huéspedes que eventualmente se alojaban, habían resultado un ingreso fijo que no era para despreciar sino todo lo contrario.  

  Hace años se había establecido un acuerdo tácito de privacidad, donde solo se dejaban las toallas y las sabanas de cada día en la puerta, y la familia se ocupaba de ser su propia mucama.  Cuando era niña le había provocado curiosidad y había pasado horas en la escalera asomando apenas la cabeza, solo para escuchar ese ruido a botas caminando sobre vidrio molido, que ahora se había convertido en un montón de gusanos que desdibujaban día a día su cerebro…

  Su padre le había prohibido acercarse, y había sido él quien trataba con ellos en la recepción, pero ahora había muerto y era ella la encargada actual de tratar y negociar el pago, gestionar sus compras dejar listo el desayuno cada mañana en la puerta de la habitación 307 y sin embargo nunca veía a nadie más que a él, ni siquiera sabía cuántos pasajeros eran actualmente, o a que se dedicaban, ni cuáles eran sus actividades en las largas horas, a veces semanas o días que pasaban sin salir de las habitaciones…

   Ocupaban todo el tercer piso, y para salir a la terraza a tender las sabanas y toallas y la poca ropa que se lavaba en el hotel, tenía que atravesar el pasillo completo, dado el diseño serpenteante del establecimiento, y eso siempre le provocaba un escalofrío al ir, y otro más intenso al volver…

  A veces se hacía preguntas que amenazaban enloquecerla y había optado por dejar su mente en blanco, en una laguna que podía hacer ceder lo suficiente (para decir “buenas noches” entregar la llave al pasajero, dejar el desayuno en el pasillo al día siguiente y la ropa de cama) y luego dejarla crecer hasta tapar todo nuevamente, los recuerdos actuales y pasados, la aprehensión y el miedo cotidiano y diario…

   Pero incluso en esa mecánica de autoprotección, no podía dejar de escuchar los pasos sobre el vidrio molido y su mayor terror al golpear la puerta por las mañanas, era que abrieran inmediatamente y ser testigo de algo horripilante que no la dejara dormir una noche más en su vida, más allá de las pesadillas recurrentes que ya tenía…

  No salían o entraban en grupos grandes sino siempre de a dos o tres, una vez había prestado la suficiente atención para intentar dilucidar cuantas personas eran y eso casi la había enloquecido, podía jurar que bajaban las mismas personas una y otra vez, y nunca más volvió a levantar la vista, nunca más volvió a contar, y desde ese momento empezó a tener miedo, cada vez que entregaba la llave de la habitación 307, la única puerta que parecía abrirse 

  ¿Habrían agujereado las paredes internas de todo el tercer piso? Casi no había otros pasajeros en el hotel, ni incidentes, ni problemas con la policía, y ella, absorbida por esta enfermiza curiosidad, por ese dilema inconcluso de cada día, no había logrado interesarse en nadie ni formar una familia…

  Se despertó transpirando, casi chapoteando sobre su cama mojada entera, se levantó con decisión y rabia arrancando las sabanas a tirones, estaba soñando que extendía la mano para recibir la llave y alguien de rostro intraducible le decía “buenas noches” a pesar de que era de día… Se dio un largo baño tibio hasta que su piel se cansó de la lluvia, luego se vistió y salió a la calle, dejando las sabanas en la puerta, sus llaves sobre la mesa. 

  A veces había hablado con el personal de su pequeño hotel de estas cosas pero sin llegar a nada, a ellos no les parecía nada raro ninguna actitud de los huéspedes del tercero, ni habían pasado por ninguna experiencia extraña.  

  También a veces por las noches a veces se detenía a observar sus legajos intentando sacar algo en claro, porque había llegado a pensar que eran parte de la misma mecánica macabra, había veces que dudaba de haberlos visto antes bajando las escaleras con esa extraña ropa y esa más extraña mirada desarticulada de ojos bien abiertos, y hasta había pasado horas y días siguiendo a sus empleados verificando que no volvían, que no se alojaban en la habitación 307.

  Recorrió la plaza y el centro comercial, extrañamente vacío, y volvió para desayunar, estaba sintiéndose inexplicablemente cansada…  

  Frenó frente a un bar por un minuto para sentarse, y se sacó un pedazo de vidrio incrustado en la suela de sus botas… eso le hizo recordar un programa donde enseñaban a hacer unas bonitas artesanías con botellas –Si, la palabra era “bonitas” no eran lindas ni hermosas-  y pidió algunas en el bar, que le fueron dadas, aunque la cara de susto del mesero no auguraba nada bueno de su salud mental.  Mientras tanto, algo en su cabeza pugnaba por salir a flote pero no pudo saber a tiempo que era. 

  Guardó las botellas en su bolso, le encantaban estos paseos temprano por la mañana, la dejaban libre, tranquila y despejada, volvió meditando y respirando conscientemente como había visto en un libro, expandiendo su pecho y su estómago, largando luego todo el aire hasta el final, en cuatro pasos, disfrutando, y antes que se diera cuenta ya estaba en la puerta del hotel de nuevo. Alargó la mano para recibir la llave de su habitación y escucho del recepcionista, un muchacho mal peinado con una extraña cara de dormido:

 _“Buenas noches”  -le dijo el recepcionista, con una forzada amabilidad- 

_“Buenas noches Miska” -respondió divertida y subió a los saltos hasta el tercer piso-

  Todavía pensaba en su cara y su mal aspecto cuando introducía la llave en la habitación 307…


Felices e Incapaces

  Bueno...   Siempre es un problema conocer a gente importante.  Y es un problema porque la gente importante tiene problemas importantes... ...