30 mayo

El nuevo mundo (bajo la cuarta ola)

 

 



  No podemos verlo, no tenemos perspectiva… No hay valores comunes que puedan ayudarnos a dar un panorama, a levantar la mirada desde la confrontación, la polarización, la destrucción común, mutua, recíproca y permanente, como única posibilidad a verificar.  

  ¿La globalización? ¿La modernización? ¿La mundialización? Que importa el nombre, si los efectos ya nos han sobrepasado, no tenemos opciones reales que despierten nuestro interés: el espectáculo reemplazó a toda coherencia y desde las series y los programas del mediodía saltó a las instituciones, oficinas y a los ministerios, a los sillones presidenciales del mundo entero. 
 
  …¿Dónde está el poder?  Vamos… en una representación permanente, rentada por los núcleos de la hegemonía económica mundial, ya no hay un movimiento que no sea una cascara vacía, ni un ideal que no esté previamente corrompido. 

  No hay una lucha real entre la izquierda y la derecha, entre blancos y colorados, entre verdes y negros, entre la oligarquía y el pueblo, entre el rey la plebe, ricos y pobres, fascistas y anarquistas, negros y blancos, talibanes y yanquis, obreros y patrones, terroristas y policías…  

  Al desmenuzar el intrincado diseño de conveniencias y liderazgos, de compromisos y efectos, no se ven más que millones de insensatos a plena carrera, tomando partido para un lado u otro, sin dejar de justificar los vaivenes y cruces propios a la vez que defenestran los desfasajes ajenos: en realidad, desde arriba, nadie hace ese esfuerzo, nadie los diferencia tanto.  En este nuevo “Reality” mundial, sobre todo, nadie los valora. 




  La única lucha real del siglo actual es la que las corporaciones están dando contra los estados nacionales, sean del color que sean y donde se encuentren todavía fuertes, atomizando cualquier territorio tan grande que no pueda ser controlado por una empresa, desprestigiando el mismo sistema político o cualquier consenso que se base en el pasado histórico o en el futuro común antes que en la ganancia inmediata.  

  Esto se fortalece destruyendo símbolos y tradiciones, desacreditando la autonomía, la soberanía alimentaria y energética, la propiedad comunitaria, infectando el tejido social con tensiones, contradicciones y guerra interna,  incorporando nuevas costumbres diseñadas y probadas en laboratorio, mercantilizando la naturaleza, la cultura, el amor, cada intento de lucha o revuelta contra el sistema, y todo sentimiento de solidaridad que pudiera aportar a la visión de una auténtica sociedad humana formada por seres humanos reales.

  No hay otra resolución que ir hasta el final, no hay otro resultado a lo largo del planeta, gane quien gane en la lucha, que dejar a los gobiernos y a los estados-naciones -si es que esa definición conserva aún algún sentido- debilitados, sin estructuras que alcancen para frenar los golpes, para defender la población de la ola corporativa, sin valores que sean útiles a la reconstrucción, sin unidad como nación ni fuerza como territorio que pueda contrarrestar el implacable y monolítico poder de penetración del capital financiero sobre las viejas elites productivas, ya sean terratenientes o industriales, que no terminan de abrir las puertas a la intervención externa de los mercados cuando ya ven el serrucho asomando bajo sus pies, y ya no hay donde correr…




  Pero los lideres actuales no saben de ideologías, solo de buena gerencia, autoridad y consenso, aunque ese consenso no toque, no llegue ni contemple a las masas que los llevaron al poder, sino que se expresa de alguna forma en “acuerdos de caballeros” donde desde uno y otro lado del arco político protegen mutuamente sus intereses de segunda línea al margen de cualquier compromiso o lastre ideológico.  

  Esto es así porque el pueblo ha sido finalmente adiestrado como carne de cañón permanente, y no le cuesta salir a matar o morir antes de preguntarse porque, o siquiera intentar descubrir adonde derivan el fruto de sus esfuerzos vitales una vez que se convierten en combustible corporativo, siempre más letal que constructivo, mas incendiario que nutritivo. 

  Y es que los mapas y las fronteras han perdido sentido, en un mundo globalizado ¿Qué significa ser concordiense, africano, ciudadana, campesino, industrial, chino, empresaria, alemana, soldado, empleada, pescador o lo que sea?  

  ¡Absolutamente nada!  Al dejar que todo se traduzca a valores monetarios, no queda en la práctica un margen para idealismos o valores, para identidades, coherencias o gestas heroicas… ni siquiera para estrategias que puedan derrotar la fuerza instantánea del dinero en efectivo.  

  Todo eso, es parte del pasado.  La única coherencia de hoy en día, la que aporta al ascenso, al bienestar y la auto salvación, en un mundo que se agota a sí mismo, es la de la hipocresía total, la obediencia ciega, el voluntario despojo de escrúpulos personales, históricos o de clase. 

  En esta mecánica actual donde absolutamente todo es un negocio, donde la necesidad de producción genera alianzas temporales tan espurias como la minería socialista y el Ecofascismo, que serán enemigos nuevamente apenas el mercado lo demande, la única medida es ser útil todo el tiempo posible, y así lograr salir bien parado cuando nos arrojen del tren, porque, eso sí, el programa nunca se detiene, aunque tenga que disfrazarse de democracia, salvajada, empresa, cooperativa, banco, cartel, delincuencia común, agencias federales, policías, narcotraficantes, legisladores, jueces, caudillos, o lo que toque.  

  En un juego donde ni siquiera podemos elegir de vez en cuando los casilleros, jugamos con el color que nos caiga encima, porque siempre hay alguien mirando todo desde más arriba y esa es la única certeza.  La íntima convicción de ser autodescartables es la única verdad compartida por todos, y la que mantiene el orden a pesar de cada batalla, cada nueva guerra donde millones de peones mueren y matan por la presunción de un tablero, por la intuición de la existencia de impunes e intocables amos del juego que no consideran preciso darse a conocer.



  Hemos arribado finalmente a un mundo donde la única ética es la supervivencia a cualquier precio, donde la estética del disimulo y la ignorancia programada vienen de la mano de políticas públicas diseñadas mundialmente, donde hemos dejado de ser el “patio trasero” de alguna potencia cualquiera para ser parte del “gran patio” donde todas nuestras tribulaciones y efímeros éxitos, sólo definen las pautas necesarias para que el show siga en marcha, la farsa, donde gastamos nuestro dinero para existir. 

22 mayo

Rebelación (Poesías)

 


Nómades

 

Detrás de cada sonrisa, habita,

Una trinchera en el corazón inquieto,

Como un río que corre y se va,

Como un río que se llena y viene.

Una tristeza que ni siquiera quema

-Es como un viento que sopla lento,

Como un otoño que decide ser fresco-.

Los días corren y las noches pasan:

Cada brote que atraviesa el invierno

Tiene su chance en la primavera…

Todas las flores que llegan al verano

Darán su fruto justo a tiempo.

Y de los árboles que planté ayer y hoy

Solo veré el contorno de su sombra

En la alegría de los simples viajeros.

Y en el canto de los pájaros risueños

Las bondades de sus ramas fuertes

Que ayer pequeñas protegí del viento

Helado que iba quemando llanuras

Secas y yermas de tanta vieja guerra

Donde harán un bosque nuevamente.

 

 

Un ladrido, un latido

 

Quiero partir a gritos, de un hachazo

En dos este viejo tablero conocido

Escapar indemne de tus ideologías

Que vendieron mi alma por la resaca muerta

De un paraíso naufragando lejos de aca

Sin preguntarme, ni a nadie si…

¿El futuro grandioso vale tanto

Para dejar de regar este presente?

Como ciegos sin olfato que sacan

A pasear sus perros por un pantano

Pensando que es un jardín florido

Solo porque pagaron un mapa viejo

A un precio que no lleva a ningún lado.

 

 

En el horizonte

 

Quiero cuidar una flor que no esté en otro planeta

Una planta que no caiga bajo el hielo, que resista

El sol quemante que enciende Enero, que busque

La sombra al lado de mi luz, que me de su luz

Al lado de mi sombra cuando los caballos, resollando,

Galopen pesados de armaduras recién hechas.

 


 

Ante el camino

 

Por un camino poco transitado, para todas las personas, se ofrece

Silencioso y quieto como si hubiera nacido con el mismo suelo

Un pozo tan profundo y concentrado que parece un charco

Hace que algunas en silencio se queden solo mirando, intentan:

Ver una señal de la profundidad, quieren saber, si sus pies

Tocarán el fondo.  Otras, rozan el agua con la punta de los dedos

Como si un monstruo marino pudiera capturarlas, sin embargo

Presas del miedo vuelven atrás.  Otras creen que solo es agua,

Derramada sobre la arena, y no terminan de dar el segundo paso

Que espantadas se hunden, para siempre.  Otras se lanzan de cabeza,

Deportivamente, sin creer, su salto es lo que se llevaran, y sus huellas

Mojadas poco duran al sol…  Otras se acercan temerosas pero constantes

Y con una pierna y después otra, se deslizan por el vado, simplemente

Nadando mientras respiran lentamente, hasta la otra orilla, no era

Todo imposible de flanquear, pero el pozo mismo, también,

Es un camino al lado de un camino  ¿Quién lo recorrerá lentamente

Hasta llegar al fondo? ¿Quién hará del agua su propia piel, sin perder

 El sol ni la noche, no dejara un corazón enjaulado en la eternidad…

Sino latiendo, con el esplendor de una semilla, reventando bajo la lluvia?

 

 

Eternidad

 

Cada día alguien siembra, cubre, cuida…

Un pequeño sueño mientras sigue

Acercándose en el cielo la tormenta.

Cada día alguien mata y rompe, roba

Sin más objeto que la diversión

No es por eso que llora, no pierde el sueño.

Cada día alguien se dedica a pulir

Las brillantes alas de la esperanza

Aun en la mira, no se inmuta, ni se rinde.

Cada día alguien encarga botas nuevas

Para pisar pichones indefensos, tiernos

Es su felicidad imaginarse los lamentos.

Cada día alguien recomienza, respira

De nuevo, absorbiendo un nuevo sol

De sus manos se escurre el universo.

Cada día alguien elije hundirse nuevamente

En la oscura prisión del pensamiento

Atenazado a los grilletes del concepto.

Y cuantos labios sueñan encontrarse

Y cuanta piel se eriza en sueños

Y despierta susurrando deseos.

Cada día no se agota en el reloj

Navegando en un milagro continúa

Como si el mar del tiempo fuera eterno

 

 


Más allá del tiempo

 

Cuál es la jaula y cuál es el perdón

Que queremos lograr, a través

De nuestra perseverancia.  Nada…

Es más allá del tiempo, en que sin ver

Incomprendemos, somos una pequeña:

Capsula.  Que insistimos en desusar,

Distorsionar, malinterpretar, como si…

Hubiéramos nacido nada más que…

Para formar parte de estas grotescas,

Burdas, pequeñas luchas de poder…

Hay una yema que: nunca deja de crecer.

A través de nuestras eternas podas

No podemos frenarla, no se detendrá.

No podemos aceptarla, esta fuera, por completo

De todo parámetro social, su fuerza

Nos mantiene erectos, buscando un sentido

¡¡Qué desperdiciamos construyendo maquinas!!

Incluso así, hubo un destello de duda, en cada dedo

Que apretó el gatillo, en cada vida que se fue

Guiada por el interminable fragor

De una lucha sin sentido por ¿Prevalecer?

¿De qué, de quienes? En cada átomo

De una piedra cualquiera esta la historia

De tu cuerpo.  Rodando, por la ladera

Bombardeada en tiempos de guerra,

Bombardeada en tempos de paz.  Porque,

Hasta el último segundo lucharemos

Por desconocer el sentido absoluto

De una hoja seca que se suelta,

Flotando en el otoño, hacia la niebla.

 

 

Desolación

 

Ella buscaba la sombra

Y termino eligiendo la oscuridad.

¿Era tan quemante el sol

Que a todos nos cubre sin preguntar?

 

En un desierto imaginario

Muere de sed diariamente por pensar.

Secando va su propio mundo

De colores por pintar, sobre la luz.

 

Fosas oscuras o volcanes

Estallando, son sus ojos, abiertos…

No es mentira, no es verdad

Que todo haya sido dispuesto.

 

La voluntad es más fuerte

De lo que quisiera soportar…

El destino es un ovillo

Que no sabemos desenredar.

 

¿Qué hora es en “donde”?

¿No suena tan estúpido?

¿Cuándo es “ahora”?

¡Date prisa!¡Despega tu cabeza!

 

 

Buen dia!

 

Llena de amor

Ella empezó el día

Como una flor

Bañándose de sol

 

Cada tormenta

Deja tierra mojada

Semillas van

A atravesar el mar

 

Como la brisa

Que baila entre su pelo

De a ratos vuela

Sobre la gravedad

 

 

Asedio

 

Vivo en una ciudad sitiada

De no más de un metro por lado

A veces ataco, a veces me defiendo

Nunca se si gano, o pierdo…

Como artesanos de la zapa

Cruzaron bajo mis muros

¿Es mi corazón el desierto

Donde solo habitan cuervos?

¿O es ese pozo profundo,

Matizado de palmeras

Donde desensillan sedientas,

Las caravanas viajeras?

Quisiera matar y mis manos

Solo se ensucian de tierra negra…

Quisiera rendirme y no encuentro

Una bandera tan blanca…

¿Sera mi destino artero, perecer

Con el corazón estallando, desarenado?

¿Puede una silueta aguantar cien flechas

Sin sentirse levemente desamparada?

Puedo ver salir el sol, al otro lado del tiempo

Puedo ver la espuma del mar, al horizonte rugiendo…

Entrego mi destino a los dioses que no tengo.

 

 

Todo el tiempo

 

Hay un viento eterno derribando soles

Y con alfileres fijando estrellas en la noche, eterna.

Aceitando resortes que hacen ver la luna,

Derramando una ola que no tiene fin pero no vemos,

Porque no tiene principio: como la vida

Que viene y vuelve de la muerte y de la luz efímera,

Que apenas nos toca en un par de parpadeos…

Y en el medio es sólo lucha por alcanzar a ver.  Todas

Las palabras y las cosas que hacemos, son

Las mismas palabras y las cosas que vivimos ya,

Mientras soñábamos ansiosamente con despertar.

 

 

20 mayo

¡Mas foot ball plis!

 

  Un día más,  un nuevo clásico, en todo el país se llena de futbol hasta el último rincón accesible de la conciencia colectiva ¿De qué cuadro sos?… ¿En qué país? ¡En todos! ¡En cualquiera!  

  Como contrafuerte moderno del fascismo, el futbol se ha criado aceleradamente por cada rincón, como uno de los hijos pródigos de la sociedad planetaria empresarial, del gobierno mundial de hombres de negocios que lleva adelante esta gastada y caprichosa vitrina llamada planeta tierra…


  Jueces y condenados, sospechosos y abogados, pobres y millonarios, rebeldes y conformistas, obreros desocupados o estresados ingenieros, ideólogos y ejecutores, todos por igual se aplastan contra el suelo antes de dar un salto y gritar el gooooooooooooooooooooooooooooooooollll de su equipo favorito.

  Y luego se apresuran a buscar a alguien del signo contrario para escupir, apedrear, burlar o reírse en su cara, golpear, asesinar o lo que pudiera ser aceptable y legal según los usos y costumbres, el temperamento, la presencia o no de testigos, la disponibilidad de tiempo y otras pequeñeces que no hacen a la cuestión.

  Porque no hacen falta más que jugar un par de partidos, alguna humillación o injusticia flagrante, la sed de gloria y revancha y un poco de sana violencia sectaria para decretar un “clásico”, en el barrio, en la zona, en todo el país o entre selecciones, a lo largo del mundo.  

  Porque es necesario ese ejercicio de guerra simulada para naturalizar todo lo demás, es necesaria la violencia simbólica como puntapié inicial, la deportividad como excusa para la ausencia de juicio y el cinismo colectivo que justifica la agresión, como arma fundamental de la esclavitud humana a un concepto siempre ajeno del poder como imposición violenta y arbitraria. 

  Porque el padre ateo que se enfervece dilapidando la imposición del dogma católico, o de cualquier otro tipo, no dejó de vestir a su pequeño retoño con los colores de su equipo… Claro, no es religión, es pasión, es “cultura futbolera” son “los colores” que visten su mismo corazón… pura mierda.  

  Como todo lo erróneo necesita marcarse en la piel antes que lo pueda definir la conciencia, como ganado, como cajas en una bodega.  Lo que parecería inaceptable en otras cuestiones se vuelve natural enmarcado elegantemente en la competencia y el ejercicio físico… 

¡Vamos, que no queda nada de eso! En un negocio como cualquier otro, ganara quien tenga que ganar, en el momento adecuado que produzca más dividendos, aunque, hoy en día, y a través de su elaborada masificación, los dividendos son políticos, territoriales y sociales, amén de económicos.

  Por supuesto que si algo parece derivarse hacia el pueblo es el fanatismo, la sed, la voracidad de consumo en miles de artículos y souvenirs inútiles, caros y esclavizantes, porque todo se vuelve a reeditar, y hay que comprar la nueva camiseta, la nueva pelota, hay que comprar la bandera, el vaso, las medias y hasta la bombacha del club, y hay que comprar el pase de ese jugador aunque valga sesenta millones de dólares y no sepamos para que… 

  ¿Pero no era del otro equipo? ¡¡No importa!! El dinero es un barniz que tapa y hace olvidar todas las convicciones, ahora es nuestro, y nosotros seguimos siendo los mismos, igualmente fanatizados, ciegos.  En vez de pirámides y catedrales se construyen estadios, donde indiferentes y bronceados gladiadores se debatirán ostentosa y cuidadosamente tratando de hacer bien su papel, disimulando su prisa por volver a su vida de millonarios…

  Porque no es el juego, no es la habilidad lo que les están pagando, ya que todo está arreglado de antemano, perfectamente diagramado temporada a temporada, sino su carismática capacidad de manejar las masas, generando estados colectivos que puedan ser manipulados.  

  Los exaltados sentimientos irracionales en cualquier otro contexto, serán usados convenientemente para ajustar imponer o derribar sistemas sociales, ejecutar incomodos reacomodamientos y maniobras políticas, disimular masacres, genocidios y estafas, declarar guerras y campañas incomprensibles.  

  Su indiferente derivar en la masa amorfa e impune es perfecto para mantener a toda la urdimbre social en un estado de gracia y estupidez perfecto para justificar la permanencia del mas obsoleto, insustentable, injusto, perverso y oligárquico sistema posible.  ¡Y eso que importa si hemos ganado! ¡Y eso que importa si hemos perdido!

  En los suburbios se percibe una autentica y permanente ausencia del estado, la violencia campea a sus anchas de la mano de la prostitución y la trata, la delincuencia y el narcotráfico, y todo eso pega de lleno antes que a nada en los adolescentes que crecerán naturalizando un estado de guerra social permanente.  

  Mientras, disfrutaremos de los palazos de la policía sobre nuestros iguales solo porque son de otra parcialidad, olvidaremos la imposición de nuestras miserias solo porque hay partido, evaluaremos sistemas políticos, sociales y económicos en base al acceso a la televisación del encuentro o al rankeo o los éxitos y fracasos de nuestra selección.  

  Aportaremos sentido a nuestras vidas en el momento exacto en que nuestro club meta un gol, y eso es bueno, porque nos define: somos infantilmente leales y fanáticos, irracionales…

_ ¡Si! ¡Si! ¡¡Todo eso y mucho mas!! ¡Pero cuando estoy en la tribuna(o frente al televisor) me siento hermanado y completo y no necesito explicar nada mas, ni tener esperanza en el futuro, ni preocuparme por construir mi comunidad o a mi mismo!  ¡Es un renacer en el primitivo paraíso olvidado donde la serpiente todavía no había aprendido a hablar!

_ ¿Pero no eras ateo?

_ ¡Si ganamos hoy soy capaz de creer en cualquier dios! ¡Vamos, dale campeón!  Hay que matarlos a todos! 

  Y claro, al carajo la paz, démosle la bienvenida y nuestro voto de confianza a la dialéctica de la confrontación, de la dualidad irreconciliable, del maniqueísmo y los polos opuestos mutuamente exterminables, por favor, o no habrá espectáculo…

  Y así también encuentra su nicho la delincuencia y la criminalidad, en la impunidad rentada de la violencia de los violentos, del negocio turbio de la protección y el tráfico de todo tipo, del uso como ejércitos privados o fuerzas de choque extraoficiales, de toda esa escoria social que fuera rebotando de callejón en callejón hasta caer en la puerta del Club.  

  Fuera de toda posibilidad de encajar en algún lugar social donde tenga que someterse a alguna norma de convivencia, se auto entroniza en la “barra brava” para pasar de excluidos a héroes, de desplazados a líderes, de marginados a buenos ejemplos para el resto.

  Hasta que juguemos de nuevo, se seguirá deshilachando el entramado social, la injusticia, la violencia, el hambre y la indefensión, la corrupción, seguirán ganando espacios como agujeros que se agrandan en una vieja cobija… pero no importa, seguramente las camisetas de nuestro equipo estarán lavadas y listas…


14 mayo

La Vocación

 

  No es mi situación lo que me preocupa, estar en esta celda es casi como seguir en casa… ¿Ayudando a mama a lavar la ropa de otro? ¿Trabajando con el tío Alfonso y Mecha, en la tienda, cuidándome la concha todo el tiempo?

  En mi pueblo, no había opciones ¿Que iba a hacer, que iba a ser, ¿Sirvienta? ¡Una más! ¿Puta? ¿Puta de alguno? ¿Amante?  El último año de la secundaria fue una tortura, como si de un reloj de arena fuera viendo caer los granos uno a uno y saber que un día no caerían más…no habría más tiempo.    

  Me apliqué para no terminar debiendo ninguna materia, para estar libre, tampoco me perdí de ir al boliche, salir, divertirme, probar todo lo que se puede probar hoy en día, hasta que ¡Zas! Caí: un día me desperté y todo había terminado, tenía dieciocho años y nada que hacer, por un momento pensé en estudiar el magisterio, como mis amigas, pero eso no era para mí que no aguanto ni a mis sobrinos, meterme en un aula con cuarenta gurises…



  Y mira donde terminé, camino a un pabellón con cuarenta presas más, no sé qué va a pasar cuando me pasen definitivamente, cada día hay un milico que se para desde las rejas y me mira, me estudia, me pone nerviosa.  Por lo demás, las vigilantas me tratan con respeto, todo cambió en muy poco tiempo.  

  Ayer lloramos juntas con mi abogada cuando leyeron la condena… y… no me importó mucho, de a ratos pensaba en la cara del comisario, en la forma en que me miró agarrándose de la silla.  ¡No se la esperaba! Nadie… aunque sé que algunos, algunas compañeras, lo festejaron en secreto.

  La Emilia me dijo que ahora todo cambio, que primero las empezaron a verduguear, a todas, en cada seccional, y se pusieron re mal, viste que ahora está de moda la medicina preventiva, y bueno, se les vino la noche.  Pero después aplicaron un freno, “sutileza” y sin tener que llegar a lo mismo: las respetan, también saben dar un mensaje claro, y...  Ahora me quieren, un montón, vinieron todos los días al juicio, primero les cortaron todas las guardias, los adicionales, las extras  -casi todas tienen hijos que criar-  y fue peor, porque no faltaron ni un día, todos tenemos el mismo arma en la cintura, todos, y todas.  Y todos los días…

  No es fácil ser mujer y policía, “mujer policía”.  No son fáciles los meses de instrucción, donde te quieren bajar, te quieren voltear, te quieren humillar, te quieren decir que no podes porque sus mujer, después te quieren coger, después te dejan atrás aunque seas mejor que todos, y después, cuando salís endurecida, insensible, masticando bronca, te meten a no hacer nada hasta que te amanses, hasta que les trapees el piso, hasta que te entregues, hasta que sepas bien tu lugar, y no es lindo, porque estar en medio de hombres duros y armados no es bueno.  

  Y finalmente un día falta una chica para cachear en la cancha, o alguna garita aburrida que no vale nada, donde no conseguís ni agua caliente para el mate, y ahí salís a la calle, a recibir las miradas de los demás, asco. 

  No sé y no digo que todas las hayan pasado igual, aunque ahora me estoy enterando de muchas cosas parecidas, peores… como cuando invitaron a Mercedes a esa capacitación y estaba tan contenta, no fui la única que la odié, que habló al pedo, que se enfermó de envidia(tan linda ella, tan altiva)…  Pero fue solo para que le vaya a chupar la pija a todos los jefes de la región, entre charla y charla, y que iba a decir, 

  ¿Cómo escapás entonces, justo en la trampa?… yo escapé, no estoy presa, me siento más libre que nunca, enjaulada y libre, me siento, después de dos años, otra vez una persona…cuando salga de acá voy a empezar de nuevo, algo nuevo, algo bueno…

  Ayer a la tarde me decía una chica que me iba a cuidar, que su hermana estaba en la octava y le había hablado de mí, que no me rinda, que iba a arreglar adentro para que este en su pabellón, que nos veíamos… Esta mañana la trasladaron al penal, yo la tendría que seguir hoy apenas termine de salir el sol.  Ya casi tengo ganas también, de ir, de terminar con esto y empezar a llevar una vida más normal.  

  O sea, vida, vida no tengo acá, ni allá, ni afuera.  Si no hubiera habido tanta propaganda me estarían dando cada día, cada noche, pero no puedo ir a tribunales con una sola marca que se pudre todo, ya me dijeron, que esto va a servir de ejemplo, y por eso el juez renunció, estaba muy sucio y debía demasiados favores, no tenía forma de salir bien parado. 

  Mientras, me preparo, me endurezco, hago gimnasia todo el día, practico, no me van a matar, no de entrada, no sin que mande un cuerpito para arriba.  Mínimo… 

  A veces me despierto soñando con el comisario mientras se derrite en su escritorio, y esa cara de “¿Por qué?” como diciendo “Si yo te quería” Jajajaja ja  

  Como si hubiera que habérselo explicado, también, como si mercedes hubiera muerto realmente como dicen, que la mato ese perejil en los monoblock, que no movía ni cien gramos por semana, por favor, una puta trampa, como la que se me venía a mi… Claro, a él tampoco se le puede preguntar… ¡Se ahorcó! ¡Qué conveniente Su Señoría! ¡Ya nadie sabe nada…!

  Pero sabemos, yo sé, y ahora sabemos todas y ellos también, saben que fue la última, que ahora va a ser uno por una, se puso caliente el juego, caliente de verdad…  No importa que hayan tapado todo, como si importara acá adentro (allá adentro) la mentira, la verdad: la verdad la tiene el que la pone, todo es plata, todo es poder, todo está agarrado, enganchado, pero van a tener que empezar a buscar las llaves.  

  Ojala no se rinda ninguna, nunca más, a la Pachi la re veo como inspectora, y la Noelia si se pone las pilas se queda con la comisaría, es la más veterana ahí y esta de cuidaculos de ese chongo puto. 

 Pero no son todos iguales, ahora se, que tengo que confiar en el amor, si hubiera confiado hubiera elegido mejor, pero me queda creer, tanto como en mis manos, el odio no me va a servir para criar a Vani, la puta de la abuela ya me aviso que la iba a pelear 

  ¿Y porque no la peleó un poco más el hijo en vez de dejarme tirada? No me importa, por ahora me la llevo al penal, la voy a amamantar, como sea, ya están preparando la apelación, a ver si cuando empecemos a ajustar las tuercas desde adentro siguen tan firmes los testigos y las pruebas, capaz hasta la tengo afuera, en casa, en el pueblo, a esta ciudad de mierda no vuelvo nunca más…

 

 

10 mayo

La araña


 


 

  Cuando la araña trabaja aun es de noche, oscuridad, plena.  Acunados por el tenue silencio, todos duermen, sueñan descansan, o penan.  Cuando la araña despierta el mundo está quieto y en calma, las criaturas de la noche la conocen, porque sabe, porque mantiene la fe en marcha.  

  Tira un hilo de la nada, desde la nada misma, y no se entiende: cuando la araña se deja llevar por el aire no es casual, está trazando un plan, el comienzo de un rumbo perfecto que nada ni nadie puede alterar. 

  Desde un punto de apoyo, improbable, hipotético, inicia un intrincado diseño que se construye a sí mismo: se entrega a la brisa nocturna, otra vez, y tira otra línea… ¿De dónde esta agarrada? No importa.  Los que tengan que saber en su momento es porque estarán siendo capturados.

  La noche sigue, continúa, hay un reloj interno conectado al tiempo exacto que demora en girar el sol, no empezó antes ni después… ¿Para qué? ¡Hay tantas cosas para hacer! ¿Hay tantas cosas para hacer?

 En las escamas de su acerado hilo se posa el rocío que hará rebotar la luz, templando la trampa, calentando su cuerpo cansado, pero eso será mañana, hoy teje y camina, sin que se pueda saber adónde, para qué.  ¿Acaso podrían negarse los arbustos a soportar su tela, o los viejos arboles? 

¿Acaso su hilo molesta?  ¿Siquiera se percibe? Solo ella sabe, su arte es tan vieja como la tierra, su paciencia no es tan larga como su astucia, el momento en que se sacuda la tela no interrumpirá su siesta. 

Las estrellas giran, vuelve al punto de partida.  Otro hilo que vuela se agarra de un brote tierno, nuevo ¿Hace un segundo estaba? No tiene importancia para los que miran, pero ahora existe, y de repente un bastidor se recorta contra el infinito, donde se detendrá un segundo a admirar la belleza de los lejanos planetas.  

  No hay tiempo que perder, no existe el tiempo, hilo a hilo baja el tapiz de su trampa, dibujando una ofrenda anticipada, teje y enhebra su hilo de seda, la belleza plateada que se convertirá en espanto ajeno. 

  Y ya no se detiene.  

  La brisa del nuevo día, el calor de la noche en movimiento, los lejanos trinos que saludan al sol entrando a tierras lejanas, todo lo que vive vibra, pero la tela brilla.  

  Recorre su obra y completa la trama, hilo a hilo, no sobra ninguno, ninguno falta, en el punto exacto del impacto hace una firma que avise a su presa que la estaba esperando, que no hay ya salidas, y luego se retira.  

Desde una esquina mira su obra completa y piensa en la vida, en la muerte y en la vitalidad que deberá tomar, para seguir viviendo.  

  No hay opciones más que seguir adelante, hoy tampoco derribara su tela, pero antes de entregar su cuerpo al reposo, corta un pequeño hilo que abra una puerta al azar, de otra manera, no habría vida, si no pudiera confiarse en lo inexorable del destino, no habría amor sin lucha, no habría alma sin lo impredecible, ni estirpe guerrera sin sorpresas…


  

Una vez que termina mira al frente, su intención es más firme que su tela, su mirada más tensa que el hilo que la acompaña.  

  Recibe con su cuerpo al sol y su frente se perla de reflejos que rebotan en sus numerosos ojos, sus pelos absorben el calor, sus patas cansadas se estiran una a una, parece agotada pero si la miramos de cerca podría asegurarse que sonríe…


05 mayo

2 X 1

 


  Si hay algo que me enseñaron tantos años, décadas, de producir y trabajar con seres vivos y con la naturaleza, con animales y plantas, es que todo es una construcción permanente: ni siquiera cuando paramos podemos decir que algo se detiene, cuando abandonamos que las cosas cesan, ni cuando nos rendimos que la batalla terminó. 

   No podemos decir que ganamos pero tampoco que perdimos, todo está vivo, fluyendo eternamente, en crecimiento, compitiendo, enlazándose, entrelazándose, consumiendo y depredándose mutuamente, atacando y huyendo, acechando y ocultándose, matando y dando la vida, es la misma mecánica dinámica del mundo, donde también se expresa, absoluta y cotidianamente la muerte.  No se detiene el planeta mientras descansamos, no desaparece el sol o la luna, solo se esconden, no elimina la vida la oscuridad de la noche, solo favorece las alimañas nocturnas que desaparecerán en cuando se insinúen los primeros rayos del sol…

  Cada vez que avanza el fascismo de un salto pareciera que nos sorprende, pero es solo una estrategia inconsciente de nuestra hipocresía disfrazada de impotencia, de nuestra desvergüenza, de nuestra gloriosa desmemoria y nuestra amada complicidad.  Porque hoja a hoja se forman las ramas, y sin ellas no habría planta, no habría tronco, no habría aire y luz, porque  grano a grano penetran las raíces en la tierra y sin ellas no habría fuerza, no habría tierra ni agua.  

  Porque día y noche corre de un lado a otro la savia, se agazapa el brote, se prepara la intención.  Estamos inmersos en procesos eternos, “invisibles” donde el señorío absoluto de la vida es lo único que se comprueba y se repite, donde no hay buenos y malos, mejores y peores, sino reina la más absoluta igualdad.

  Después de los días se repiten las estaciones, las temporadas, frio y calor, inundación y sequía, calma y viento, primavera y otoño, verano e invierno…Claro que prevalecer es un arte y no se puede observar la incoherencia en la naturaleza  ¡Como si una planta diera hojas de colores bonitos solo porque así la adularán más! ¡Como si una piel se hiciera más gruesa o más fina, o más o menos peluda por seguir la moda!

  Mueren un par de personas en un recital y eso genera una polémica interesante, o debería generarla pero solo escucho a miles de fanáticos defender al artista, que hace cuarenta años canta, declama, loa y reverencia a la cocaína como si fuera la cúspide y cenit del mundo, y eso es a todas luces una invitación.  

  Pero no se detiene ahí, porque canta a cualquier modo de conseguirla como un medio aceptable y romántico, a cualquier estado y consecuencias de su consumo como el costo válido de una fugaz felicidad que si produjo daños y pérdidas a terceras personas, a inocentes y niños, a ajenos y propios, es parte del folclore y la vorágine que nos dejara anécdotas que contar si luego hemos sobrevivido.  

  Las calles están llenas, repletas de “redonditos” que roban y matan, que mueren y temen, para no morir de sobredosis, o de abstinencia, o de tristeza, soledad, vacío… Mientras, hay otros inmensamente beneficiados con este negocio que solo nadan lentamente como tiburones, sin preocuparse por nada…Tal vez hoy estén abriendo un nuevo punto de venta en alguna esquina de mi barrio.

   Sin embargo solo es un artista…

  Un tipo muere desbarrancado en una tribuna, lo tiran durante un partido de futbol a la vista de todos, los asesinos son ampliamente conocidos por todos y por supuesto, por fiscales y policías, pero nadie los conoce, nadie puede identificarlos.  En la foto, mientras el cuerpo atraviesa el aire, entre la euforia de los demás, una mujer mira espantada… 

  ¿Qué está mirando? ¿Es la suya la mirada de espanto ante la muerte implacable que se avecina, ante el vandalismo incomprensible, o es la súbita conciencia de su complicidad en cada uno de los segundos anteriores a la misma? ¿En ese segundo de iluminación se habrá dado cuenta de cuantas veces agitó trapos de colores cantando “hay que matarlos a todos” mientras miraba hacia el otro lado, donde había otras mujeres cantando lo mismo mientras agitaban otros trapos de otros colores?

  Cada vez que muere una mujer descuartizada decimos que no tendría que haber pasado, pero antes de encender el televisor acosamos a una adolescente en la calle solo porque su frescura y desfachatez representa lo imposible que nos resulta volver a tener la libertad que deconstruimos célula a célula y ladrillo a ladrillo poniéndonos finalmente al servicio de un sistema que nos esclaviza y nos mata, que nos enferma y nos cerca desde la conciencia de ser hasta la uña más pequeña de los dedos de nuestros pies.  

  No hay porque llorar, ella también está cercada, somos la cárcel invisible que asegura su miedo y su desigualdad, cambiaremos de canal y seguiremos espantándonos de todo, porque el asesino es siempre otro. No nosotros.

  Y ahí seguimos atornillados a lo habitual, a la rutina, a la comodidad de no revisar nunca nada, y luego de mirar un documental aburrido junto a nuestras hijas (porque sería políticamente incorrecto reírnos y aplaudir hoy que manoseen y acosen, humillen y denigren a una chica frente a todos, como una broma más, como una extensa y permanente realidad) decidimos salvar al leopardo nublado, al gorila de montaña, al yaguareté… 

  ¿Pero qué hacemos? Nada, claro, solo lo posteamos en cada red social, el universo comprenderá nuestra pereza, nuestra falta de tiempo, nuestra incoherencia total, mientras tiramos otra bolsa de plástico llena de basura a una zanja (como si fuera sólo una mujer más) mientras llenamos de insecticidas nuestra casa, mientras festejamos el precio de oferta del arroz y los atunes en lata.

  No, no es así como se sale del caos, abriendo nuestros ojos solo cuando alguien escamotea la cereza de la torta (porque la estábamos mirando) divulgando la última marcha mundial contra Monsanto, mientras consumimos cada producto barato ultraprocesado, cada paquete presaborizado con salsa instantánea cultivado en cientos de miles de hectáreas de bosques arrasados… 

  ¡Pero no es nuestra culpa! ¡No lo decidimos, no lo planificamos nosotros!  Ni siquiera manejamos el camión, ni prendemos la antorcha, ni mucho menos abrimos en dos de un machetazo a esa india hermosa que vivía a la sombra de un bananero sin producir nada.  

  Que terrible, que vergüenza, en el planeta hacen falta más maquinas cosechadoras para producir alimentos a través de la contaminante agricultura extensiva pero todo está ocupado por la minería contaminante… ¿Acaso la culpa es mía por querer para todos un reloj de oro? ¿Podemos declararnos afuera de este proceso si miramos alrededor lo que somos y lo que hemos acumulado?

  El fascismo es una construcción, hoja a hoja y rama a rama, como todo, pero solo vemos los frutos, cuando cuajan, porque no queremos saber que fuimos parte,  no queremos aceptar que compartimos miles de decisiones cotidianas porque eran convenientes, porque la verdad no puede interferir con la ideología, porque la justicia no puede entorpecer nuestras metas, porque la paz y la prosperidad alcanza y sobra cuando está en las portadas y los que mueren en la oscuridad no pueden ser contemplados.  

  No si queremos mantenernos fuertes, a flote, con la punzante lanza de nuestros ideales abstractos siempre en ristre, con la utopía lejana, cómoda, completamente idiota y cuadripléjica esperándonos, como un escudo que nos oculte de nuestras omisiones, que nos tape de la realidad, que nos proteja de la coherencia, de todo…

  No nos preguntamos cuantos puntos tenemos en común con el anciano que sueña con un mundo donde el poder no se escape de las buenas manos de sus mandadores, donde no sea ilegal el asesinato y la tortura sistemática, donde lo aberrante pero necesario, santo, justo, sea recompensado, donde la legalidad y la justicia se acomoden a sus propios ideales hasta que encajen…

  No, no nos preguntamos nada, no hacemos nada, no cambiamos nada, solo destilaremos nuestra rebeldía estandarizada en un indignado poster digital, nuestra indignación rebeldemente diagramada en la convocatoria a una marcha de repudio estandarizado, y hasta asistiremos tal vez para demostrar de qué lado estamos antes de volver a nuestra vida abstracta y mecánica donde continuaremos, proseguiremos, reconstruiremos cada paso, cada eslabón y cada minuto que llevan hacia nuestra propia y mutua destrucción.

  Mañana nos preguntaremos como es que todo ha vuelto a suceder de nuevo… Antes de evaluar cada traición que nos permita sobrevivir a cuenta del dolor ajeno diremos otra vez que sabemos muy bien, de qué lado estamos…

01 mayo

Niños en el parque

 

 

  Voy con mi hijo al parque, uno de los pocos lugares donde todavía se pueden expresar los niños a través de sus propios infantiles pensamientos, de sus propios pequeños cuerpos y pequeñas posibilidades.  

Un lugar donde a pesar de todo el andamiaje tecnológico y químico del mundo todavía pueden poner en marcha sus pequeños proyectos de niños en crecimiento: jugar, trepar, saltar, correr, gritar, observar…  Reconocerse como iguales y hacerse amigos en un segundo, aunque no vuelvan a verse tal vez, compartir el espacio, los juguetes, los juegos, la intención simple de ser felices con poco, con nada… 

Como en un documental, mamá, papá, otros adultos responsables, levantan la cabeza cada tanto, buscan, identifican, vuelven a su posición expectante…   

De vez en cuando, raramente, deciden intervenir para resolver algún pequeño problema.



  Claro que, aunque no hay pantallas gigantes, el cerco de la modernidad se extiende de alguna manera sobre todo, con puestos de dulces de colores híper concentrados y tóxicos que irán generando la tendencia a la adicción sin preguntas que promueve el sistema, vendedores ambulantes insisten y convencen, mientras los pequeños saltan y corren y trepan, caen y se golpean, lloran y se levantan, ríen y gritan otra vez sin tiempo de lamentarse… todo muy artesanal, disperso, sin un centro lógico, pero ahí se están juntando… 

¡Ah, hay un payaso! ¡Vamos a verlo! Admiro a estos nómades que probando la suerte se dedican a sus espectáculos callejeros…

  Claro, son niños, muy pequeños la mayoría, inofensivos al ciento por ciento, pero se juntan en una tribu instantánea, homogénea y compacta, frente al payaso de colores y globos, de artefactos y diábolos, de títeres y sombreros en su bicicleta multicolor…  después de diez minutos reclamando a las madres que saquen a sus hijos, riéndose de ellos, comienza el show con dos niñas a las que les enseña a posar y sonreír como escenario de sus juegos, no pasara mucho sin que le regale un globo a una de ellas, que se esforzara en darle un beso a cambio, que el payaso esquiva una y otra vez hasta que lo logra… 

¡Muy bien, antes de los siete años dejemos claro que el amor se intercambia por objetos y que el chantaje da poder, que todo esta tan normalizado que el público ríe y eso está bien, que la humillación es graciosa hasta para la propia víctima si a cambio de eso obtenemos algo! 

¿Sabrá el señor payaso, que a esas niñas les volverán a ofrecer lo mismo cada día? ¿que por algunos segundos está educando a decenas de niños que absorben sus estrategias baratas como si fueran ideales? ¿Tal vez un poco más que un globo, por un poco más que un beso? ¿Cuánto más o menos costara su vida a través del negocio de su amor y de su cuerpo? ¿Cuántos niños y niñas de no más de trece años, cuando ya no esté el payaso, sonreirán ante una dosis de cocaína?

  Pero claro, no vale la pena pensar en eso, disfrutemos del show que no para nunca, entre risueñas amenazas, amistosos sacudones  y gritos, amables descalificaciones, avanza número tras número. Por supuesto, son niños, no se supone que alguno lo golpee para aclarar que merece ser tratado con dignidad y respeto… 

Y ahí sigue, el festival del estereotipo y la discriminación, cada ínfima actitud es comparada con alguna discapacidad o enfermedad o…  Lo que sea, no importa, nadie va a pegarle al payaso delante de los niños, de sus hijos, si algún padre empieza a fruncir el ceño será parte del show, y todos podrán reírse de él, también.  Ahí viene el sorteo, donde están las madres que dejaron a sus hijos solos ¿Tal vez entretenidas con el amigo? 

Ah también hay chistes para adultos, humor sexual clasista decadente de bares vacíos de la era que estamos dejando atrás… Pero no, no termina ahí: también hay que aclarar que el juguete de niña puede ser cambiado si se lo gana un niño, no sea cosa que… pero bueno, es lo mismo, mi primo siempre jugaba al futbol y… (¿Los está adoctrinando en masa, enseñándole prejuicios, discriminación, o solo es una parábola que pretende enseñarles el valor social agregado de no salirse del perfecto estereotipo?)

  Bueno, esto es bastante decadente, no sé cómo va a hacer para levantar el show… ¡Epa! Miren ese negro, vendría perfecto para un par de chistes… no debe ser de este país donde todos fueron asesinados… (Supongo que el payaso piensa eso mientras mira al turista, negro, de piel negra, no negro por pobre)  ¿De dónde es amigo? ¡¡De Cuba!! Responde sonriendo, orgulloso…  ¡Ah y donde dejaste estacionada la balsa! (que poco duró la amistad) -el artista se carcajea- 

¡Es una caja de sorpresas, de repente pasamos al humor geopolítico para niños! Pero ante el cambio de expresión rotundo le aclara: es un chiste amigo, no te vayas a enojar(que el show debe seguir) dándole un abrazo instantáneo que al darse vuelta se convierte en expresiones y gestos implacables y duros, completamente ofensivos, que denotan el supuesto mal olor que tenía su víctima, el supuesto mal olor del negro, que más allá de llevarle una cabeza de alto y media de cada lado, no tenía pinta de esclavo ni de payaso, sino tal vez de profesional universitario, ya son varios los que miran espantados, sobre todo el turista cubano, que derrochando educación y respeto  se retira caminando y en silencio hacia otra ciudad, otro destino donde no haya este tipo de payasos construyendo los peores y más gastados parámetros perversos del mundo. 

  Al parecer no todos los días son tan buenos cuando el mundo cambia tan rápido, ni siquiera el racismo vende como antes… El payaso se queja de la miseria de su show, que tiene que acortar por que los niños no le dejan lugar y podría ser peligroso, el diábolo vuela alto y cada vez que lo agarra le hace un gesto ofensivo de revancha al padre que le dijo algo -o no le dijo nada, solo escondió su sonrisa ante los repetidos chistes de mal gusto, ante los ahora implacables ataques- 

Al continuar, el diábolo cae al suelo y la humillación vuelve una y otra vez, la tarde no es tan buena, no se ha recaudado lo suficiente en el sorteo, y aclara que va a probar suerte con su show más allá pero después vuelve, que el espectáculo sería más largo si la gente colaborara, que así no se puede seguir mucho más… y cual sería esa colaboración, pienso yo ¿Poner una legión de personajes distintos a lo habitual, con síndrome de Down, cuadripléjicos, negros, chinos, gays, feos, pobres, zaparrastrosos, prostitutas, deformes, indefensos, indios, ciegos, gordos? ¿Alcanzaría a reírse de todos, a agotar su stock de humor?

  No sé, pero regala un par de globos más, vende algunos títeres tal vez, mientras nos alejamos y le voy explicando a mi hijo el alcance y el sentido de su humor, de cada uno de sus “chistes”…  Mientras el tipo con la cara extraña va a recibir un globo para su hijo, ni siquiera intenta sonreír, pero… todo sea por los niños, que son inocentes.  

Alguien apuñalará algún día al payaso y dará una nota de color en el noticiero y los diarios, lo sospecho, se lo ve muy cómodo como para reestructurar su show… No quiero mirar más el fin bizarro y tenso de la escena, temo que me pidan prestado mi cuchillo y no tendría argumentos para decir que no…

Felices e Incapaces

  Bueno...   Siempre es un problema conocer a gente importante.  Y es un problema porque la gente importante tiene problemas importantes... ...