30 octubre

Manzanas

 

 


Vivimos en un mundo que parece un cajón de manzanas podridas, donde afanosos gusanos se esmeran tenazmente por absorber a fuerza de baba y arrastrarse sin descanso, el rancio desperdicio que una vez fue sabroso y ácido, nutritivo, sano. 

  Parece trágico pero solo es la fuerza de la vida, el mundo nos abarca y abraza a todos, y se equilibra aun cuando no parezca, la culpa no es de la manzana

  ¡Mucho menos del gusano! Aunque piensen que se volverán mariposas… 

  Y esto no es del todo errado, o sea, juzgamos a una polilla lenta y oscura por sus colores, por sus costumbres, por sus efectos en nuestro huerto, cuando solo es la consecuencia del descuido, de nuestra cuasi maliciosa, improductiva soberbia: “Estas serán las mejores manzanas” dijimos mirando al árbol, sin más argumento que nuestra capacidad crítica siempre de antemano descartada. 

  En qué mercado estábamos prometiendo fruta cuando teníamos que mirar la tierra, cuando teníamos que podar las ramas muertas, las que crecían torcidas, atrevidamente ambiciosas, metiéndose hacia adentro (¿Cómo un gusano?) restándole aire y luz al árbol entero. 



  ¿Cuándo lo vimos lleno de flores y festejamos, y nos olvidamos de las raíces, del suelo que nutre toda fructificación? 

  ¿Y qué culpa tiene la polilla? El mundo es exacto y eterno, nada se pierde, nunca… 

  ¡Jamás! Todo se transforma infinitamente hasta el final de los tiempos, estamos hechos de manzanas que se comieron a los gusanos, que son parte del mango de madera que sostiene la azada que olvidamos usar, despreciando a las malezas. 

  De que llorar y quejarse ahora, si la respuesta sigue siendo la misma, aunque nos lastime el hambre, encerrados en nuestra decepción, lo único importante es aprender: si no se queja el árbol que muere sin abandonar su puesto ¿Cómo suenan en la inmensidad del tiempo nuestros inútiles lamentos? 

  A pesar de la corta visión utilitaria, que nos aconseja asolar el huerto, después de un irresponsable mal manejo, cada flor y cada fruto expresa la voluntad inexorable de un futuro cierto, que no se detiene ante huesos y cenizas, ante resacas, basura y duras piedras, ocultadas por el velo de la tierra y el tiempo

  Siempre habrá una raíz haciendo de todo su alimento, transformando los restos en sustancias, elementos, nutriente savia que vuelve todo verde después de la tormenta recia. 

  Porque también es agua, y todo tal vez fue necesario para darnos cuenta que después de nuestro otoño interno veremos llegar una nueva primavera donde estemos más atentos, cuidando las manzanas antes de que nazcan, cuidando el árbol antes que decaiga, cuidando las flores por su mensaje hermoso de comunicación, intercambio y renacimiento, antes que su perfume, color, y forma de abrirse al viento, que solo es una estrategia para atraer a los insectos, útiles mensajeros eternos del cambio que llega aunque no lo esperemos. 

  Pero toda reserva se guarda en el crudo invierno, en una naturaleza sin graneros, que deja caer las hojas para endurecer el cuero, donde los nuevos brotes reventarán velozmente cuando el son de los rayos eternos del sol rebotando en el pasto nuevo espante cada duda, cada miedo…

  ¿Qué haremos este verano? dijo Newton, y tomo la carretilla con sus dos curtidas manos, pisando entre la escarcha fría mucho antes de recostarse a descansar bajo la sombra del árbol del que cayó la manzana inesperada…

29 octubre

Que se jodan todos...

  


  Este es un país que no aprende de sus errores, un país de niños díscolos, incorregibles, revoltosos pero tiernos.

  Nos hablan de la lección que nos dio el neoliberalismo ¿A todos? Puedo registrar a mi alrededor a gente que no fue tocada por ninguna política, liberal, antiliberal, nacional y popular, anticlerical, conservadora, fascista, o de ningún tipo… 

  Hay mucha gente que estructuralmente queda fuera del estado desde y para siempre por no tener los medios de expresarse y darse a conocer, la cultura política que les permita acercarse al fogón donde se cuece el chocolate, o las afinidades familiares y/o ideológicas que los lleven a tener un contacto más directo y eficaz con los punteros de barrio, que en esta era de pretendida equidad.

  Vamos a mirar para otro lado, para no ver cuantas veces siguen acaparando o en el mejor de los casos repartiendo discrecionalmente todo beneficio, cuanto usan su poder y contactos para delinquir, escapar de la justicia o dirimir asuntos personales. 

  ¿Pero qué pasa con los demás? A un sector de la gente, que se cree asegurada y libre de los cambios de gobierno, que no ve más que los errores y desfasajes, cuando se piensan merecedores de un pasar mejor que el resto, tal vez no le parezca tan temerario olvidar la historia reciente, pero si les duele sentir que se olvidaron de ellos.

  Entonces, rememorando el “que se vayan todos” en el que tal vez participaron con su indignación, con su desesperanza devenida en rabia y frustración por el futuro que se escapaba como arena entre sus manos, hoy se sienten estafados cuando ven que lo peor de la vieja política no solo no fue extirpado sino que es la base de toda política actual, rebosante de favoritismos y clientes, de ladrones y explotadores gubernamentales, de derroche descarado injusticias y transparencia cero. 

  A sus ojos el discurso de la presidenta es una cascara vacía que no refleja la realidad, y no hay satélites que compensen el devenir de su día a día.

  Es así como deciden, temperamentalmente, en base a la misma frustración y hastío de antaño, como el maestro que intenta encauzar a los malos estudiantes, llamar al frente al alumno desatento, repetir una vez más las lecciones para reforzarlas, aun cuando cayeran ellos mismos como pichones.

  Y del antiguo “que se vayan todos” que algún día los tuvo como valientes protagonistas, donde pueden comprobar al día de hoy que no solo no se fue ninguno sino que llamaron a un sinfín de parientes, conocidos y amigos, para no estudiar de memoria pasan al “que se jodan todos” pero esta vez como coprotagonistas de una obra que desde su titulo los incluye con el resto.

  ¿Es todo esto cierto? Tal vez si, tal vez no, o en todo caso habría que ver en qué medida la realidad refleja el ataque y saqueo de las aspiraciones desmesuradas de una clase media que tal vez no termine jamás de encontrar su lugar en el mundo… 

  Igualmente, no hay nada que no pueda ser dicho o insinuado -abren cada día diez nuevas fabricas de palabras vacías- y aunque básicamente incomprobable, lo que no hace sino aumentar los rumores y versiones, los falsos trascendidos y operaciones de prensa que calan en un caldo de cultivo efervescente y en pleno movimiento, cada discurso encuentra oídos y bocas para repetirlo. 

  Al caer en el infinito error de responder con la palabra exaltada, con el descalificante adjetivo, se convierte el encuentro en una zona de guerra, quedando automáticamente reducidos a cenizas todos los debates y el dialogo que hubiera traído claridad al asunto, haciendo el juego más fácil para los que inventan, fabrican noticias, y deforman la realidad a través de los medios corporativos como se les da la gana. 

  Claro que, estos medios no ofrecen mucha diferencia en el discurso o el método con los superficiales y adeptos, oficialistas que se dedican a operar desde la vereda contraria, y ahí está nuevamente, mal por mal, la garantía política del ascenso del fascismo.

Es así como a pesar de todo y de todos, de la realidad y la fantasía, sin ningún asidero lógico aunque si emocional, cabeza a cabeza en el territorio complicado y mágico de nuestro país, se genera un pensamiento “ya fue, yo voto a Macri” porque después de todo, hay un sector que sigue clamando en el desierto por un cambio, cualquiera sea, que rompa la continuidad de un sistema que perciben como doloso, ineficaz y persecutorio… 

  Nuevamente tendríamos que ir a las comprobaciones, para ver en qué medida esto viene a ser errado o cierto, aunque obviamente no se llegue a eso desde una trinchera ideológica, económica o política. 

  Tal vez el futuro ya fue lanzado y solo nos quede navegar entre los restos para asumir las lecciones de la soberbia, la sordera política, el triunfalismo, o tal vez nos queden algunos días, acelerados y extraños, que puedan revertir esa tendencia a tiempo, lo cual, a pesar del supuesto triunfo de los supuestos paladines de las políticas nacionales y populares, no certifica “per se” que se interiorice ninguna enseñanza, que se mantenga o aumente ningún beneficio… 

  Mientras tanto, la patria, somos todos, y eso es siempre lo que más duele, desde uno y otro lado de esta cuerda que se tensa…

 

28 octubre

“Dos modelos”

  


Y finalmente votamos, elegimos, ejercimos… ¡Excelente! Todas las formalidades fundamentan los procesos, las instituciones, los trabajosos caminos emprendidos…

 Algunos despotrican, defenestran, insultan, putean, se preocupan, tienen miedo… no los entiendo. ¿Es que estos resultados sorprenden de verdad a alguien? ¿Cuántos años demoro la firmeza de los discursos en convertirse en la comodidad soberbia de los que pretendían estar por siempre asegurados?

 Algunos, pocos: inesperada y brevemente se transformaron las convicciones transformadoras, constructivas, populares y socialmente inclusivas en un ejército de ciegos caminantes hacia el abismo de la desilusión ajena, sin pensar que la militancia nunca debió de haberse transformado por doquier y desvergonzadamente de ser y hacer en aparentar y dejar de preguntarse nada.

  Que comodidad fue ser un soldado de Néstor y Cristina, soldaditos de plomo que no sabemos hasta el último día cuanto pesan, soldados en toda regla: disciplina y obediencia ciega, cuestionamiento cero, y hacer en cada trigal una trinchera, identificar al enemigo por una bandera y tirar cada día, escondiendo la cabeza para salvar el cuero, mientras el campo llano se convierte en un desierto que a nadie beneficia.

  Mientras tanto, muchas veces aquel que sembraba sin hacer de su vida una guerra fratricida fue menospreciado, entorpecido, difamado sobre todo por los que desde abajo pretendían ganar un lugar más alto. 

 Cuántos de estos oportunistas cambiaron de bando en las internas y siguen dispuestos a hacer de su única ideología el doble juego, la conveniencia casual de una coyuntura cualquiera, sin pensar en el futuro que exigen y venden a los demás. 

  ¿Cuántos ilusos destructivos de la función primordial de la democracia hicieron su mayor y único esfuerzo en demostrar su fidelidad, rodeándose de candidatos en las fotos, acudiendo a actos, posteando infinitos carteles, amenazas, doctrinas, símbolos vacíos y mentiras no cuestionadas?

 ¿Cuál es el precio que paga la democracia cuando con su solo proselitismo, que no se embarra un solo día las patas, pretendieron puestos y premios, que saben escasos, que no pretenden quejarse si para recaer en ellos se priva a las personas idóneas y preparadas, a los comprometidos con la realidad social, los problemas, la dinámica que ellos solo pregonaban?



Son los primeros en insultar y asustarse por la amenaza de cambio para la que no están preparados, como si no pudieran seguir trabajando desde abajo, construir cada día las bases de la sociedad que están publicitando, apostar y enfocarse en el bien común, en la coherencia de la cotidianidad que exige lucha, en la imperiosa necesidad de fortalecer sin descanso las convicciones a través de los actos.

  Pero no, eso está fuera de la discusión, si para avanzar en su camino tienen que festejar las injusticias, está hecho, si para permanecer deben hacer al de al lado una preventiva zancadilla rastrera, no demoran, si para progresar solitariamente deben falsificar y mentir, usurpar necesidades ajenas y robar, ni lo piensan… 

  Pero hasta los más grandes imperios cayeron por no depurarse a sí mismos, aunque tuvieran la mas fantástica y visionaria de las conducciones y esa fue la señal que muchísima gente se quedo esperando.

  Finalmente, fue desilusionada al ver como a sus ojos se hacía todo mal con la alegría impune de los asegurados, de los atornillados a lo más sucio y contradictorio del poder, resumiendo en sus vidas, en sus personas las decisiones y bienes que debían ser repartidos, redistribuidos, como era la fuerza de una nueva visión equitativa del poder, de la dirigencia y de la democracia.

   Sistemáticamente cerramos los ojos para no ver avanzar un cáncer que cada día se comía una nueva célula sana para ganar un lugar espurio.  

  Sistemáticamente, aun cuando hubieran sido los mejores dirigentes quienes estuvieran a cargo, más abajo, como en una carrera de lauchas, todas las preocupaciones se olvidaron al llegar al granero, las convicciones fueron derrotadas por la urgencia de la ambición y la realidad por el agitar permanente de eslóganes demagógicos y partidarios.

Si hay algo que ha traído a las playas la resaca de los terremotos sociopolíticos de este siglo, es la certeza de que el poder está oculto, no nos pertenece, y países enteros dan fe de eso, convirtiéndose en marionetas o sangrientos platos de los imperios aun en contra de sus mismos pueblos…

   Pero a la vez, se da la comprobación diaria y esperanzadora de que el mundo no está definido por maquinas sino por personas, que en cualquier momento y cualquier lugar, cada uno, en su ignorada y pequeña soledad o su monumental e iluminada función, en su sueño o su inesperada forma de ocupar un lugar en la sociedad puede tomar una decisión nueva, mejoradora.  

  Se puede derrotar lo establecido para encauzar la trama en una dirección que no sea hacia el desastre, hacia la entrega final del ser humano a los soberbios dueños del mundo.

El pueblo nunca se equivoca, aunque a veces una parte del mismo pague con su propia sangre las consecuencias de su desastrosa omisión, de la visión acorralada de las soluciones posibles…y el pueblo, a ver si queda claro, somos todos y cada uno, y eso puede extenderse al planeta, sin excluir a ningún ser humano, todos somos parte de esto.

  Eso significa no excluir a nadie, porque no hay fantasiosas o supuestas grietas que sean la solución a un problema que nace desde lo más intimo y profundo de cada ser humano, no hay colores ni fronteras que no sean artificiales en su inamovible certeza, ni forma de seguir fabricando soldados que no lleven al inicio de una nueva y funesta guerra. 

  Tenemos unos días para repensarnos, al calor de la sorpresa, la incertidumbre, la posibilidad cierta de la victoria o la derrota… pero no para sumarnos al miedo de los perversos inicuos, de los oportunistas inútiles, usurpadores falsarios de la función pública, aparentadores profesionales, obsecuentes aduladores eternos y seudodoctrinarios, que al mismo tiempo investigan las posibilidades de negociar y traicionar, de acomodarse y olvidar…

Ya que no van a ser responsabilizados por eso, cada uno de nosotros, desde su puesto de ciudadano, debe velar en esta nueva etapa, para que los garrafales errores de propios y ajenos choquen contra los frutos de la consistencia y la fortaleza social nacida de la convicción, la coherencia y la integridad. Ahora, vamos a ver cuántos están dispuestos realmente a esto…

 


25 octubre

Votación

 


  Llueve, hoy es domingo, hoy, como otros días, se vota. Me despierto con mi hijo, remoloneando, pensando que hoy, no voy a votar temprano, y mientras charlamos, recuerdo…

  A su misma edad no pude acompañar a mi padre a votar, ni a mi madre, ni a mi abuelo, ni a mi vecina ni a nadie… 

  Cuando tenía su edad todavía no terminaba de renacer la democracia, hablar de un tema como ese era sinónimo de una temeridad suicida, de la que teníamos que cuidarnos hasta los niños de nueve años.  

  Pero claro, no lo sabíamos, porque no existía ni convenía la posibilidad de que entendiéramos exactamente por que.   

  Una generación de nuestro país, crecía cada tanto, cíclicamente, sin conocer el valor de la democracia, viendo los tanques en la puerta de su casa, o los soldados en la calle(y no exactamente para cuidar las urnas) 

  Cada tanto, en nuestro país, los niños crecían aprendiendo a no mirar al costado, a no escuchar gritos, lamentos ni pedidos de socorro, a no preguntar, a no querer saber para protegerse, sin entender porque, aunque sin embargo entendieran -porque los niños entienden todo- eran parte de algo que podía ser, sin previo aviso y con total efectividad exterminado. 

  Cada tanto, en nuestro país, como en otros, como en casi todos los países de nuestra región tristemente abrazada por la sombra de un imperio sangriento, algunos de estos niños crecían con miedo hasta que un día no veían volver a sus padres, no los tenían en su casa para recibir y dar un beso, se perdían de repente y para siempre el abrazo al despertarse o al volver de la escuela, y tampoco podían preguntar, ni valía algo más que el silencio. 

  Se los protegía con la desinformación total, intentando dejar en pie algo de ese necesario y frágil mundo de niños, aunque no pudieran llevarse ni el osito, ni levantar del suelo los juguetes pisoteados, cercados por el espanto…

Cada tanto, en nuestro país, algunos de esos niños nacían en el lugar equivocado, en las leoneras de la dictadura, que en la mente de un niño es una palabra fea, que no saben que significa pero es la causa del miedo, y aunque caminen solos hasta la casa de sus abuelos, unas pocas cuadras por la ciudad, no sortearían la puerta hasta memorizar teléfonos y direcciones, hasta repetir claramente una y otra vez las consignas que podrían proteger o condenar a su propia familia, un niño a veces, en nuestros países, salía a jugar con una responsabilidad total. 

  No había que responder preguntas a extraños, ni hablar, ni acercarse a menos de cien metros a nada raro, ni escuchar balazos, ni correr asustado, no saber de qué partido político es tu papa, que piensa, que dice, cuando lava los platos tu mama, que se charla en la mesa, con quien y de que, quien vino de visita la semana pasada o ayer a las tres de la mañana. 

  No había que saber ni entender, y entre el terror solo pensar en jugar a la mancha, tal vez sonreír, ser inocente y tierno, casi tonto -pero no tanto- y admirar las armas hasta que los soldados se fueran…

Entonces, cada tanto, hoy lo sabemos, uno de esos niños nacía en el momento y el lugar equivocado, pero era solo un recién nacido, sin conciencia del olor rancio a mierda vómitos y sangre seca, sin registro de los gritos demoledores que hacia brotar la parrilla donde freían a alto voltaje uno a uno a los demás, entonces alguna pareja entre el espanto, escupiendo con soberbia los cuerpos que serían enterrados, lo convertía en el indicado, y lo alzaba sonriendo ¿Sonriendo? ¿Sonreirían?

  Imposible saberlo, pero se lo llevaban, se la llevaban, mientras la madre destartalada esperaba su muerte cierta entre la desesperación, la tortura, violaciones, y el espanto final de no poder morir a tiempo para dejar de alargar la tortura. 

 Esas madres ya estaban muertas cuando los cables volvían a correr por dentro de su cuerpo, cuando el taconear de las botas y las risotadas anunciaban la grotesca invasión sin amor de violentos penes, cuando no de cuchillos palos o ratas. 

  Allá afuera, sus hijos crecerían dibujando padres y hermanos invisibles, abuelos de paja y lata, casas de algodón entre las nubes, sospechando sin saber, porque la memoria nace en las células antes que en los sentidos…

  Mientras tanto, en la absoluta certeza de esa oscuridad que solo podía esperar golpes y más golpes, su mundo de afuera estaba siendo arrasado, piedra a piedra y corazón a corazón, detenido con sangre y fuego, por verdugos implacables que tal vez no dejaban de reír, por la ironía macabra de entregar a los hijos de sus enemigos al destino opuesto al esperado.  

  Y así, salían a buscar nuevos padres y madres que hundir de cabeza en el agua, y para equilibrar su gesto que pudiera parecer blandamente humano, volvían con pequeños seres que destrozaban a patadas delante de sus padres, o disfrutaban (no tanto porque los bebes no hablan) haciéndolos carne de la picana.

  Cada tanto, mientras se llenaban jaulas y más jaulas, empresarios conformes manejaban sus autos, libres de todo, escuchando radio, despreocupados, fabricando negocios nuevos mientras las pérdidas millonarias se anotaban en la libreta del “estado” que alguna utilidad debía tener, a fin de cuentas, después de tantos sacrificios, complicaciones, noches perdidas dibujando números y noticias, reuniones, canapés y sonrisas conformes a las apariencias…

  Cada tanto, en nuestros países, tristemente llenos de recursos que debían ser ajenos, el saqueo y la geopolítica macabra imponían por cada segundo un siglo de retroceso, a la libertad de expresión le era tan difícil de existir como cualquier otra libertad fanática, los derechos había que buscarlos en los inodoros y con suerte enterrar a los muertos.

  Con suerte, sobrevivir para penar y resistir, para dejar apenas intacta una semilla que hiciera nacer entre escombros y cenizas un mundo nuevo.

  Hoy voy a votar con mi hijo aunque sepa que no alcanza, que mañana todo será tan frágil, incierto y vulnerable como ayer cuando bajó del colectivo, si resumo mi pensamiento, mi participación, mi ciudadanía a un simple voto, si dejo que las decisiones se sigan tomando a mis espaldas sin preocuparme más que del mundial, del gran hermano, del Facebook o la Play, si sumo a la de los aprovechadores mi propia hipocresía, pagando con indiferencia, con apatía, el vuelto de un negocio que muchos buscan para su propio beneficio, mientras abrazan falsamente al pueblo.

  No quisiera estar llorando mientras mi hijo juega en casa, pero estoy a punto de contarle porque voto, estoy a punto de contarle el valor y el precio de esta democracia, de nuestras democracias, la importancia de los días de historia que no sabe, que pocos ya pueden contar de primera mano… atrás mío me pregunta 

  ¿De qué te reis? ¿De mí? Confundiendo mis sollozos mientras me despeina con el borde del paraguas… voy a darme vuelta cuando termine de dejar correr estas rebeldes lágrimas…

24 octubre

Mirando-me (Poesías)

 


 

La herida del tiempo


He visto gente caer de repente por

Golpes sordos que recibieron mucho antes

He visto imperios resquebrajarse en días sin viento

Como una culebra que enroscándose a un palo

Deja su piel vieja, inútil, para vivir de nuevo…

Es imposible atrapar un pensamiento, entre dos miradas

Antes de achicar la distancia, que forjo lenta la indiferencia.

¿Cuál es tu forma de apropiarte, de aprehender un mundo

Que nunca dejo de ser tuyo? Cada milagro nace de saber

Esperar que una semilla rompa el tegumento: como una dama

Que en la noche, suavemente, muestra los hombros, lenta…

…En la mutua decisión de entregarse, que no frena ni se apura

En derrotar al tiempo. ¿Vas a engañarte? ¿Mirando la TV?

Mientras alrededor vuelve a salir el sol, entre los pastos,

¿Mientras la luna y las estrellas reflejan el futuro en los charcos?

Y por cada muerte que lloramos, intrascendentes, por no saber

Apreciar el valor de la vida, nacen universos completos, fecundados

Por la tenacidad del viento. ¿Has visto tus propias huellas en otros pies?

¿O solo ambicionas ciegamente copar la parada, ignorando, millones de años

Que tardaron los planetas en forjar tu alma? Podemos inventar bombas

Podemos fabricar maquinas, y arrasar países enteros para callar una sola voz

Pero jamás alcanzaremos a describir, en nuestra vanidad, la realidad con palabras…



Soberbia


Todo ser humano

Es una construcción

Colectiva, ardua, primorosa,

Que asoma entre prejuicios

Deberes y miserias,

Mandatos y lazos.

Cada gota, cada bocado

De comida viene de mil brazos

Tensos esforzados…

Conformes o esclavos.

Cada pensamiento navega:

…Perdura o se pierde

En la historia hasta posarse

En la curva de nuestras cejas.

Donde danza huérfano, libre,

Escapando de la utilidad

Del provecho, la raza, listo

Sólo a soltar amarras.

Cada imperio no hace más

Que cosquillas al planeta

Que ríe y se revuelca

Sonriéndonos. Mezclándonos

Siempre de manos abiertas…

Llorar de dolor o frustración,

Encadenarse a la nostalgia,

Bailar entre músicos ciegos

O huesos frescos sangrando,

Ganar, perder. Reír

Con todos los dientes o

Mostrando las encías

En un castillo de viento,

No cambia nada, ni conforma

A los sabios inútiles, encerrados

En su dialéctica vil:

Robando tinta hace mil años

Solo para decir, cada tanto

En milagrosos congresos

Después de tontos libros

Que la única certeza

Es estar vivo.



Mientras respiro


A veces es tan largo el camino que

Para que apurarse, al llegar…

Día tras día atravesando

Sentidos, creando países

Viejos y nuevos...

Naciendo sin partero

Entre tormentas crueles

Entre sombras frescas

En la polvareda del sol

Desintegrándose en las piedras

Mirando de reojo

Lagartijas, fantasmas,

Gendarmes y espejos

Rotos al borde del sendero.

…Arena, pasto seco y lluvia

Balazos y música, tranqueras

Cerradas, miel y cobre,

Y un paisaje volador, como una alfombra:

El que salte primero, se estrella

Mientras el universo deposita la tarde

En capas lentas de rocío.



Primavera


Desde la sombra fría del invierno que se acaba

Retrocediendo pero lanzando ciegas dentelladas

Nacieron tus labios desde canciones solo imaginadas…

Y en la curva interminable de un camino que vuelve

Pisando el tiempo como un gallo, que canta a las tres de la mañana,

Florece lentamente el suelo desde el barro seco que se raja

Cediendo a la presión subterránea tenaz, invisible y calma

De la semilla que sin piedad se hincha, revienta, estalla…



…Tan lejos de las palabras


En esos ojos de agua de rio

Me quiero zambullir pa’ siempre

Y navegar adentro de tu piel…

Aterrizar en tu silencio,

Llegar desnudo, rendirme sin banderas,

Y escuchar el canto fresco de los pájaros

En la misma trinchera…

No voy a regar con lágrimas

En la tierra nueva: la semilla que caiga

Buscará el fondo de la tierra,

Lentamente -como un niño

Que despierta sonriendo-

Los primeros rayos del sol

Acarician un brote nuevo.

La brisa de la mañana

Llega enredada entre tu pelo, y yo

Solo puedo callar y esperar

Que tus manos rocen mis dedos…



Eterno devenir de la ciencia


Cuantos sabios, escribiendo,

A la luz de tibias velas

Enclaustrados voluntarios

De la mojigata ciencia

Murieron sin saber

Que se puede derrotar

Al tiempo muerto en el reloj,

Y penaron en las sombras

Fabricando leyes, experimentos,

Que una tarde cualquiera

Dejan de tener sentido…

Corriendo con las probetas

Entre azulejos relustrados

Mientras al calor de los seres

Que recuerdan estar vivos

Fluidos surgen y se evaporan

Sin invocar a las formulas,

Despreciando teoremas,

Derribando enunciados

Para dar al mundo tal vez

Un nuevo genio frustrado

Por no poder comparar

Entre sus propios dedos:

Contra crisoles y marmitas

Contra alquimistas mecheros

El calor arrebatado

De un segundo infinito

En el que chocan dos cuerpos.



Ojos contra el viento


Soñando, despierto y me sacudo el polvo,

Que vuela eternamente en esta zona de guerra.

Renazco cuando hago lo que siento,

(Ya me libre de la locura de tratar de entender)

En un mundo que diseñan cada día al revés,

El que se queda mirando se convierte en blanco:

No solo somos carne y hueso, pero tampoco…

Mucho más que eso, sacate la careta, tirate

De cabeza a la pileta con tu santa manta blanca.

Cada día que se pierde no vuelve, y te aleja

Encerrado con palabras, ajenas (es hermoso el rio

Pero no pa’ estar atado) mirando el fondo

Mientras los caranchos vuelan. ¡Atento!

Que cada átomo esta en movimiento

Girando hacia el universo ¿Qué Big Bang?

¡Si nacen de nosotros todas las estrellas!

Levanta la cabeza que hay demasiados

Pintores malogrados, dibujando baches.

En cada camino, cuando te marches,

Miles te dirán que conocen tu destino,

Pero hay un solo corazón que bombea

Tu sangre, no lo dejes solo, cobardes

Son los que se curan antes de caer…

Pero en este mismo segundo, a tu lado

Sin que la mires la vida se dispone, a florecer.



La gota que enhebra el destino


¿Cuantos caminos se cruzan, en una sola aguja

Que enhebra el trenzado hilo de nuestro destino?

¿Cuantos mares se secaron viendo nacer montañas

Antes de vernos derramar la primera lagrima?

Que sin embargo es parte de la misma sal, y al mar

Vuelve sin perder tiempo, mientras se abre paso

Una sonrisa que lenta se arrebata pero sin prisa,

Entre tormentas y escollos asoma como la roca

Que en mil años enfrento una por una todas las mareas

Golpeada por los esqueletos de orgullosos barcos

Negreros hundidos por su propio espanto.

Pero aun cuando en el mismo día, la noche

Se presente lenta majestuosa y franca y diga

“Yo reinare aunque haya vida” y la duda se enrosque

En la desconfianza que nace de la resaca

Formada de mil cadáveres deshilachados

Que enseñorean la playa ancha de nieve oscura

Nacida de la zatarra: un solo grano de cuarzo

Que asoma en el entrevero para ser presa

De un rayo de luz certero que atraviesa como un mazo

El cumulo de nubes mansas para partirse en reflejos

Tiene la fuerza del sol estallando en las montañas

Que en la pura piedra volcánica hace nacer primero

-Mientras espanta a la noche sin dejarle alzar el vuelo-

El sonido de la vertiente que pare los buenos tiempos.

 

22 octubre

Facao conversado...

 


  ¿Qué significa, a que llamamos traición? ¿Quién pierde más que la vida o gana más que la muerte? ¿Qué tesoro vale más que el tiempo? 

  Pregunto, ahora, lo que tantos se preguntan intentando adivinar en los mapas mi paradero, ahora que tantos sufren de fríos repentinos en los erizados pelos de la nuca, mirando de repente al costado, acorralados por una sombra que parece atacarlos pero solo es el reflejo de su miedo…

  No he llegado a arrepentirme de un solo segundo de mi vida, pero algunas cosas hubiera hecho mejor, de haber podido, de haber sido más persona que instrumento del destino. ¿Pero acaso me dedique a disfrazarme, a mezclarme entre la aburrida barbarie de la gente? 

  No. Y esa decisión cotidiana me exime de aclarar motivaciones, no merezco ni necesito ser esclavo de las bajas pasiones del mediocre que sueña con dos putas tirado en un sillón de cuero, mientras mira el partido en su televisor de medio metro cuadrado. 

  Mientras, el resto de sus días, despierto, es esclavo, aguantando los reproches de su jefe quejándose del gobierno mientras le tira a los gritos las herramientas diez minutos antes que suene la sirena. 

  Ver la muerte sonriendo es un privilegio, un alivio reservado al hermano, que se va mirando a los ojos limpiamente, sin un grito, asintiendo admirado, como diciendo “pero si yo sabía” y así era, pero…

  La feria estaba tremenda, la gente arreciaba buscando algo para gastar la plata y yo, que tenía un día muerto, me equivoque en armar un puesto, para pispiar la calle sin cuentos ajenos. Pero antes de dejar los bagayos importados cayéndose en el suelo junto al Chero yo analicé cada forma de no llegar a eso…

   La cosa estaba medio definida, porque no se puede, nadie lo hace y yo no iba a ser el primero, lo que se lleva se paga y a tiempo, pero si no hubieran sido sus sobrinos ni siquiera los hubiera atendido… si los conozco desde que nacieron, revoltosos, inútiles, ruidosos, groseros ¿pero quién empezó desde la mejor versión de sí mismo? 

  Por eso les di una oportunidad, largándoles el baguyo sin seña, para que arrancaran firmes, la idea era buena…

  Ocho días espere, cuando lo normal son tres, antes de caerles… pero en cuanto escuche la primer mentira aberrante no pude dejar que mi error se extienda en la calle, a ver si cualquier pajarito se piensa que puede chamuyarme, robarme, deberme, o faltarme el respeto mientras ni aprende a peinarse… 

  Toda mi vida elegí entre divertirme y ser cruel dependiendo de los medios, merecimientos y la disponibilidad de tiempo, pero también puedo ser rápido, exacto y certero: Gabucho se ligó el primero, doblando la sonrisa falsa con que me traía el café, y antes que entendieran que sólo podían bajarme, quebré al Pirulo y al Francés (no le decían así justamente por ser un tipo fino, sino porque se crio a “paté fua” robado de los supermercados)… 

  ¡A ver, si se puede hablar en serio ahora eh! …Miraban manoteando el aire, pero hace mucho aprendí que no se puede dejar vivo un perro después que mordió al que le trae la carne…

  A la tarde del otro día ya estaba limpia la base, fiambres al matadero y a hacer rendir el trabajito de esos cueros, los pendejos tenían clientes buenos, chetos, y al final no demoro el recupero. 

  Cuando me dijeron que el Chero había andado rondando el barrio, vigilando, pensé en armar el puesto… 

  Vino caliente y directo, dándome la mano con furia, pero sabiendo, que estuve en todo mi derecho, hablándome entre dientes, escupiendo whisky, recriminando... 

  Desde la cintura se asomaba el mango y sabía que lo estaba mirando, resoplando me ladraba y entre la furia que nadie hubiera podido adivinar en mí, casi sonriendo, me acordaba de tantos caminos y aventuras juntos, copando trenes, en noches eternas, saltando techos, viajando, espalda contra espalda en el entrevero…

  Yo estaba listo para todo, esperando atajar la puñalada pero… ¡Me perdonó! Como si valiera ablandarse en el último metro, no sirve, los arrepentimientos son después, dijo un juez agarrando el sobre y… 

  …Me dio un beso, dos lágrimas de dolor anticipado me corrieron desparejas y él no la entendió, cuando me soltaba la mano, que no dejo enemigos vivos.  

  Y fue ahí, con su propio cuchillo, que le traspase el cuerpo, embocando tajos, nueve veces, nueve agujeros donde la sangre se llevaba la vida hacia los baldosones rajados, y así empecé el feriado.  Si hay algo que aprovecho son los fines de semana largos. 


20 octubre

Llueve... (Solo un cuento chino)*




 

  Llueve… Tal vez les parezca conocida la situación: gotas que caen de abajo hacia arriba hasta endulzar el cielo. No, eso no es cierto, pero sirve para adivinar la verdad, porque divagamos en una trama tan lenta que caemos como un tigre en una tosca trampa de monte. 

  Llueve. Tal vez les parezca aburrida la situación, porque desearían que no lloviese, o que lloviese solo lo suficiente, pero lo suficiente para que, ¿Qué es suficiente para quien cuando manda la ambición?

   Cuando todos tenemos un nivel distinto de hastío que, aunque parezca nivelarse sin mayores diferencias, como el bosque de bambú que parece una alfombra desde las terrazas donde ahora mismo plantan el arroz del año que viene, en cuanto nos adentramos desde abajo, no quedan dudas de que cada caña es diferente a todas las demás.

  Entonces, lo que para unos es suficiente, para otros recién empieza a llenar los niveles de su aburrida y perversa resolución. Y nadie se aburre más que el emperador, aunque su reino este dividido en dos, aunque desparrame hijos de tantas mujeres, esposas y concubinas como garantes de su ley, teme aun, y en su palacio de cristal tallado roca a roca, en sus inmensas canteras y sus interminables campos, fueron cegados este año, como espigas, todos los que escucharon temblar su voz.

Pero llueve y no va a parar, los dioses que a flechazos marcan el cielo en sus juegos lo anticiparon, y yo hace semanas que reviento caballos junto al rio, recorriendo el camino abandonado hacia la capital, comprando emisarios, adoctrinando heraldos y pregoneros. 

  Gasto cada hora de mis días fabricando silencios con el oro de las canteras públicas, o con el caer tembloroso y fingidamente pudoroso del kimono de las geishas, o con las espadas afiladas de mis samurái, o con las tres cosas a la vez. 

  Pero esta dictaminado que el futuro debe hacerse, como un nuevo dios de barro -inútil y frágil- creado por hombres pequeños y delgados, aunque deba escribirse la historia reclutando huérfanos bastardos, borrando a la vez diez mil poblados. 

  Sé que les parece tosco, innecesario, falto de cortesía hasta en hombres acostumbrados a sembrar tanto la miseria como la opulencia día a día, pero no decido, ni obedezco al cielo, y el consejo de los ciegos siempre sonrientes lo ha dictaminado: la funesta dinastía debe perpetuarse.

  Todas las especies han sido sacrificadas para leer la ventura que no miente, buscando un cambio en los designios que no será otorgado: rompiendo la tradición, se intentó leer hasta en las vísceras de hasta ayer protegidos conejos y patos. 

  He prohibido a mis hijos bajar de la pequeña aldea, sosa y chata, pero sé que está a 24 varas más alta que el mango de mi catana y no será arrasada, es mi única licencia, allá cuidaran las puertas los díscolos pero inútiles hermanos. 

  Mientras tanto, vengo corriendo desde la cuenca alta, donde se fraguan las enchorradas, ganándole al tiempo solo un par de semanas, nadando junto a los mejores caballos, perdiendo en la corriente mis mejores espadas, apretando los dientes para no dejar que en su carrera me gane el agua…

  Todos deben quedar en su sitio, perecer, para que la costa sea nuevamente recolonizada, veo al viejo guardián de la fortaleza en medio del rio alzar a todos desafiante la mirada, para disimular que será, antes que pasto de las llamas, a las aguas abandonada.

  Se ha ordenado cortar la lengua a todos los ancianos, para que no recuerden que esto paso hace poco más de cincuenta años, cuando fue arrasado por la revoltosa arena y las jangadas el puerto de la ciudad opulenta, que hoy los señores se juegan a las cartas. 

  Pero vengo bajando y sé, en cada vena de agua, que esto es mucho más intenso que cuarenta días viendo derramarse el cielo, un ejército de nubes más grande que el propio imperio nos acecha para darnos feroz el merecido golpe de gracia.

  He mentido, ocultando al pueblo que los magnos miran como vuelan las águilas, desde arriba de las montañas, pero todos deben quedarse en su lugar hasta la aclamación de los nuevos dignatarios, luego, si no llega antes, podrá ganárselos el agua. 

  Solo permanezco aquí como testigo de mi propia cobardía, compartiré con el pueblo su suerte por no atreverme a usar en mi la propia espada, veo los pájaros volar sin posarse en el suelo, los animales salvajes parar la oreja para oír el retumbar lejano del estruendo que se acerca, mientras acá se construyen nuevos estadios, circos, fuentes vanas, campeonatos y gimnasios… 

  ¿Cuantos campeones y guerreros han forjado para que perezcan nadando? 

  Muchos esperan en vano el fin de la fiesta para robarse aunque sea los platos… yo, miro de frente a mi destino, afilo la pluma en el borde de la espada y sigo vivo, sólo por la memoria de mis hijos. Cuento los días mientras se llenan las lagunas reales, pequeñas y bajas, reventando cauces, bajo la lluvia espero junto a los que se van conmigo…

Veo desde este cerro, en el paso de Hangu, llegar con furia una vez más el azote de los Han, solo entregarme me liberara, desde los hielos de Bayan Har nació implacable mi castigo la pasada primavera.



*Manuscrito anónimo hallado en el mango hueco de una antigua catana al borde de un extinguido cauce seco del Rio Amarillo (se presume redactado por un personaje importante) en las excavaciones a las puertas de la antigua ciudad capital de las huestes del imperio.

  Motivó que la construcción de la proyectada presa de Sanmenxia fuera suspendida hasta la comprobación matemática estadística de las supersticiones de los ingenieros…atrasando su construcción por más de cien años

  (Sanmenxia año 1880 aprox. El documento original fue “extraviado” en los archivos nacionales durante la Segunda Guerra Mundial)

09 octubre

Despliegue (poesías)

  



Devenir

 

Como el viento viene, el viento va.

Solo los ciegos ingratos ¡se irritan!

Por lo que no saben aprovechar…

¿Qué es fácil o difícil de atravesar

Más que nuestra propia tendencia

Suicida a la felicidad?

Cuando dos lobos se encuentran

Atravesando la montaña

¿Quedan sus huellas en la nieve?

¿O solo avanzan, bajo el viento nuevo?

…No hay cuevas que duren para siempre

Ni tormentas que las merezcan…

En la primavera se adivina el brillo

De las gotas que ruedan bajo la brisa:

El ultimo frio de invierno, ya solo las templa…

 

 

Ética y estética (moviendo los dedos)

 

“Expresamos nuestro rechazo”

“Nos solidarizamos…”repudio.

¡Terribles noticias y fotos!

Mascara virtual mientras

Manoteamos frutas secas

Al azar.  ¡Qué vergüenza!

El hambre que cerca todo…

La pobreza, represión, odio,

Que nos transmite esa imagen

Reflejada en paredes blancas

Que iluminan pisos trapeados

Por esmerados siervos que

 “viven mejor que nosotros”

Mientras afuera el frio

Solo lastima a los perros

Que salvan los mascoteros:

“amo a mi amo” dicen que

Piensan por no ser libres…

Mientras en otras selvas

Entre basurales y tablas

El amor nace del calor, de…

Una mirada que no miente,

Un corazón que no se detiene.

La realidad está afuera

De esta cinta de madera:

Es de manos y piernas fuertes

Que solo aferran lo que aman

Cuando el instante vale la pena.

 

 

Matices

 

En la noche

Los que van a morir

Esperan.

Se siente en la sangre

El furor de la búsqueda

Implacable…

En el día

Los que van a seguir

Sueñan:

El aire atraviesan con

Hilos de araña esmeraldas,

Acerados…

 

 

Frio amanecer

 

 

Aullando como un lobo

Para no llorar más

Girando en un cuarto

Sin parar, lavando

La sangre vieja en la piedra

De afilar.  Repartiendo flechas

-De madera dura-

Que dejaron tiradas

En el suelo…

 

Toda alegría guardada

En la frontera de las pupilas

Que se aprestan, frías,

A contemplar. El día

En que la puerta se abre…

Y quedan como testigos

Contra la pared, mudas,

Quietas, solo la mugre

Y la escoba.

 

 

Incumplimiento

 

No nací para mandar

Por eso aun obedezco,

Pero entre tanto patrón,

Tanta malicia calculada…

Entre rapiña disfrazada

De ternura y amor, solo

Puedo hacer caso siempre

A mi propio corazón:

Que nació entre agua y  brasas

Caliente, inquieto, fuerte,

Entre El rechinar del vapor

En el silencio su ritmo

Hace en la noche colores.

 

 

Irrescatable

 

En un mundo de héroes fugaces, no conozco la gloria

En un mundo de ganancias rápidas, no sé por donde

Todo se me escapa. Me despierto y pienso, como fue…

¡Que día tras día solo supe perder y volver atrás!

Que quise dejarme morir y fui derrotado, por un plato

De comida dejado arriba de un muro, para elegir por mí.

Que quise estar triste para siempre cuando una caricia

Me hizo sonreír justo antes de llorar, y renacer…

Que quise quedarme mirando, estar afuera, y una mano

Me saco a bailar, como a todos en la fiesta…

Que quise perderme en la oscuridad y un agujero

Hecho en una falsa pared me mostro el calor del sol…

 

 

El mundo es vos

 

Podes sentir el aire alrededor

De tus brazos, la atmosfera

Que rodea el mundo y todo

Lo que somos cada día

Conectado, alrededor

Del mundo, en cada idioma

En cada roca, en el amanecer

De los brotes nuevos

Podemos sentir, sin parpadear

La luz de un rayo lejano

Que destroza todo más allá

Y sin embargo no es más

Que la expresión de un cambio

Que solo iba a pasar…

 

 

Los peligros del mundo…

 

Es tan complejo el complejo entorno

Que fabricamos para movernos

Que no nos damos cuenta que las ruedas

De la máquina del mundo giran mientras

Dormimos.  Y un día hasta los más extraños

Engranajes encuentran su lugar, haciendo

Girar las ruedas que encauzan el destino:

Convirtiendo los arroyos en molinos

Convirtiendo las praderas inundadas

En parques.  Porque el ruido de la lluvia

Despierta a los que sueñan, lejos…

Abren los ojos cosiendo redes, cansados…

Atando nudos para no dejar mañana

Más que lágrimas en el agua, antes que un pez

Porque el estruendo del sol recorriendo

En un solo día tanto terreno, avisa

Que la hora es hoy, que ahora es hoy. 

 

 

Aun hoy

 

Escuchando gotear el tiempo

En una cueva llena

De trastos y sombras

Como un náufrago eterno,

En la intensidad del viento:

Adivino países lejanos.

En nuestra quietud

Hay algo que sigue corriendo

En plena calma, lentamente estalla

En el frenesí.

 

Gotas

 

Una gota que cae, desde el cielo

Sin mirar a las demás, se concentra

En la aventura de volar, inexorable

Derecha en la calma, como una flecha,

Torciéndose deshilachada a través

Del viento que le toca sin elegir.

Una gota no tiene más que la tierra,

Para caer en picada a rienda suelta:

Desde el momento en que el peso

De su cohesión interna lo dicta,

Se lanza a su viaje sin mirar atrás

Ni extrañar el cielo, solo cae…

Se zambulle  en su destino vital

Mientras la tierra sueña con ella

Mientras las raíces despiertan

Con los truenos y el falso miedo

De la tormenta, que solo asusta

A los que nunca siembran

A los que solamente pisotean

Sin mirar más que su ambición:

Destruyendo para controlar…

Pero una gota cae y tiemblan

Los granos de arena, acorralados

Por el reventar de las semillas

Que hacen necesaria la lluvia.

 

 

 

Buscando el sol

 

Ahí va el pescador…

Sus ojos, cavernas hundidas de mirar el rio

Bordeadas por pestañas quemadas

Por el sol y el rocío.  Su piel:

Una sucesión de pieles pegadas

Por el fuego del verano

Por el rigor del invierno

Arremangándose en sus manos

Que solo recuerdan los remos

Aunque se hayan cebado en ellas

Mil anzuelos. Sus pies: caminan

Como la marea, un bamboleo

Hipnótico, aun en la chalana

Aunque pisen tierra.

Su corazón paciente no llora

En los anzuelos vacíos, ni deja

De reír cuando la tanza se tensa

Y el brazo fuerza, y el día empieza.

Los botes son escaleras

Para remontar los ríos

Las garzas fieles testigos

De lo que en la jornada se deja

Y al volver silencioso,

Si hubo suerte con su sarta,

Solo sabe que en la noche

Volverá a empezar mañana…

 

 

Flores

 

Las flores de plástico

No mueren, ni lloran.

Esperan con sus colores

(Su perfección eterna)

En un rincón iluminado

De cualquier salón

Donde son tan requeridas

Por su adiamantado brillo

Y su figurada grandiosidad…

Por su ambiciosa neutralidad.

Pero no sienten, nada,

Aunque en los espejos

Practiquen verdes sonrisas:

No respiran, solo se agitan

Una vez al día, para liberarse

De polvo que levantan

Los zapatos de los que caminan…

¿No necesitan agua? Tal vez

En sus sueños de nailon haya lloviznas

O lagrimas ajenas que es lo  mismo

Para ellas, que no tienen aroma

Ni corazón que sangre, ni savia

Que alimente algo más que su orgullo

De plástica flor distante.  Mostrándose

En un rincón del salón, hasta que

Alguien se acerca y comprueba

Que no hay color ni vida

Que se pueda simular,

Ni calor que se pueda guardar

En pétalos de amianto

En hojas de goma y seda.

Un cuerpo frio rodeando

Un alambre industrial

Erguidas, como de verdad

La fiesta termina y vuelve a empezar

Mientras esperan, irritadas

Nuevas miradas lejanas

Que alimenten su ilusión

De estar vivas, como lo demás…

Un día gris serán descartadas

Por quedarse a mitad de camino

Entre el sueño y la realidad.

 

Felices e Incapaces

  Bueno...   Siempre es un problema conocer a gente importante.  Y es un problema porque la gente importante tiene problemas importantes... ...