27 febrero

La Gran Fiesta

  

  


  En un lugar no muy lejos de algún lado, después de uno de los tantos descabezamientos de cúpulas policiales que hay a cada rato porque los comisarios después del yate quieren la isla, acaeció en la ciudad un repentino cambio (recambio) de autoridades, y todo empezó a funcionar de nuevo: pintaron las comisarías, hablaron por la radio municipal, prometieron cambiar todo, organizaron algunas reuniones con los vecinos y así por el estilo, desde el vamos tomando el toro por las astas de la seguridad.

   Al tiempo de volver a poner en marcha, ya aceitados, los engranajes de la ley y el orden, sin embargo, alguien que por no estar muy ocupado se había puesto a trabajar sin sentido, cae en la cuenta y toma nota de que de las denuncias por disturbios y/o ruidos molestos amontonándose en los papeleros de la jefatura, había una llamada de protesta que se repetía cada día, desde distintas locaciones, en el Barrio Industrial, pudiéndose comprobar en la estadística, los 42 días de funcionamiento de las nuevas autoridades, que diagramaban cuidadosamente un nuevo mapa del delito, la inmoralidad y las contravenciones.   

  Entonces, al fin y al cabo, deciden enviar a investigar las causas de tan larga interferencia en el orden social, enviando un grupo de policías con sus armas, en sus coches, para, en todo caso, terminar con el escándalo y el terrible tintineo del anticuado teléfono. 


 
Los hombres y mujeres policías descienden de sus autos en el estacionamiento abandonado, pateando botellas y envoltorios varios, mientras ya se divisan personas tiradas durmiendo entre la mugre, pudiendo a duras penas comprobarse y diferenciarse su etiquetamiento como “Personas” o “Cadáveres” ya que algunos, a través de su babeante sonrisa famélica, no reconocían a las fuerzas del orden ni reaccionaban a ningún estímulo físico-psicológico… 

  Estaban entonces -atrás de un automóvil estacionado con siete personas durmiendo amontonadas adentro, una de las cuales sacaba sus pies por la ventanilla trasera izquierda del vehículo, justo arriba de la cabeza del sargento, rozándole la gorra- diagramando un plan de ingreso, extremando la seguridad personal y de posibles civiles en ese nido de extravagantes sin ley, cuando sin dejar de escuchar ni perder la seriedad acostumbrada, el cabo Ramírez saca un porro y nadie dice nada.

  Así que lo van pasando, tímidamente al principio relajándose un poco antes de la acción, mientras recuerdan anécdotas de la escuela de policía y los pocos y salvajes fines de semana que tenían libres… todos cabecean ya, al ritmo de una música incisiva, constante como el goteo de un caño roto.

 Se abre la puerta y la música se escucha aún más fuerte, ahora con una sensualidad sibilante, rebotante, que parece cortar la realidad en tiras, mientras personas… por así decirlo, salen mirando sorprendidos y enternecidos a los uniformados, dándoles las buenas noches a las risotadas sin alterar su despreocupado caminar… 

  El oficial al mando, desorientado, desilusionado, verifica y asegura su arma, al igual que sus soldados, y penetran en el ruinoso galpón…  

  Ante sus ojos se abre un espectáculo inenarrable en el amplio espacio sin techo, tan abarrotado hasta los dientes de colores y luces, música y humo sobreimpuestos sobre las vigas desnudas y las grúas-puente muertas, que instantáneamente se hacía imposible recordar el corrupto mundo de afuera, todavía tosco y sucio de hambre y mugre rancia en las calles, violentas e impasibles.

  El líder del compacto grupo miró hacia atrás buscando el personal a su cargo pensando si había pasado un segundo, un día o un minuto, o que estaban haciendo en qué lugar, cuando a su derecha vio el guardarropas donde el resto del “Equipo de Asalto”  ya iba dejando sus armas y sus gorras mientras charlaban, y el también, aliviado, terminó dejando la suya sin hacerse preguntas, sin preocuparse de dar alguna orden de… 

  ¿De que, de cuando, de cuánto? Si le importara pensar en eso más que soltar el vaso que tenía -ni le importaba como- en la mano, tal vez no podría distinguir a los suyos de otros -disfrazados igual que ellos, o el mismo- que iban dispersándose invisiblemente en la multitud inmensa  de personajes indescriptiblemente reales salidos de todas las madrigueras de la ciudad martillados por un sonido impronunciable y totalizante, que parecía retorcer el aire en olas sonoras que convertían a cada ser en un estallido de espuma, arena y sol, efímeros e intraducibles, en todas las actitudes que un ser humano puede tener pero en movimiento, infinito… 

  Estuvo algunos segundos intentando divisar el principio o el fin de las instalaciones y la marea de gente y luego, a través del ritmo desestructurante que atravesaba todo, se fundió en la cadencia y el sudor colectivo, como Jesucristo hundiéndose en las aguas…


  ¿Eso fue anoche? 

  ¿Anoche?… Anoche… Anoche… 

  ¿O cuánto tiempo habría pasado?  

  Se aferró al sonido de su respiración, tratando de no pensar en la sed, como un náufrago que toca tierra…primera decisión: abrir los ojos, reconocer la locación, recuperar el uniforme completo, localizar al grupo a su cargo, hacer el informe…presentarse a su superior… 

  En eso empezaba  pensar a través del vaivén de su cerebro anestesiado, mientras trataba de identificar los ruidos a su alrededor, tibiamente acompasados…

26 febrero

En el INTI no sobra nadie (Entrevista)

 

 


Entrevista: Sara Claret y Alberto Pérez, técnicos del INTI, durante el festival realizado en Concordia en apoyo a la permanencia pacifica en la sede del Instituto en Bubenos Aires. 

Lugar: Plaza 25 de Mayo, Concordia

Fecha: 26 de febrero de 2018



Bueno…Ahí estamos grabando

  Estamos en un festival, que organizan… el personal del INTI  con muchas otras instituciones amigas, acá en la plaza 25 de mayo, vinieron desde distintas oficinas o secciones… ¿Acá estamos con…?

_ Sara Claret

_ Sara Claret, vos trabajas en…

_ Trabajo en concepción del Uruguay, y soy delegada por la ATE, en el INTI, Entre Ríos.

_ Y... ¿Vos?

_ Alberto Pérez, yo trabajo en Gualeguaychú, en la oficina del INTI Gualeguaychú.

_ Bueno… ¿Estamos en Concordia porqué, exactamente?

_ Justo en este caso, estamos… no sé si celebrando… estamos… se cumple un mes de todo esto…esta cuestión de la permanencia pacifica en el INTI en Buenos Aires y la lucha… nosotros particularmente en el INTI Entre Ríos estamos en asamblea permanente, porque se produjeron 258 despidos en el INTI, de una manera, digamos… en la cual dijeron que iban a llegar telegramas de despido… 

  Venimos así, y a la semana siguiente del rumor arrancó, empezaron a llegar a mansalva telegramas para todos lados… acá en Entre Ríos hubo tres despedidos, venimos con actividades durante todo este mes, nosotros particularmente en toda la provincia, ya hicimos un festival en lo que era 

  Concepción del Uruguay, y ahora estamos haciendo este festival en Concordia porque los compañeros de acá, de la sede, organizaron todo esto y nos sumamos a apoyar a esta movida. 

_ ¿Así que en Concepción del Uruguay estuviste vos ayer y ahora viniste para acá y siguen…?

_ Si, en realidad, hoy, en el marco de que se cumple un mes de este conflicto, que no tiene miras de resolución, hicieron un acto muy grande en Buenos Aires y replicamos en todas las provincias… 

  En Entre Ríos hicimos, en Concepción hoy a la mañana una asamblea abierta, en la que nos acompañaron diferentes organizaciones, y gente de otros sindicatos, y acá en Concordia se organizó este festival, con el fin de difundir la lucha y la situación que viene viviendo el INTI.

_ ¿Cuál es la diferencia, o, porque es tan importante el INTI con respecto a otras instituciones…? ¿Qué es lo que lo hace tan importante, que con tan poca gente funciona y genera todas esas prestaciones?

_  Bueno, el INTI, es el Instituto Nacional de Tecnología Industrial, tiene como tres ramas principales, una: que es el Instituto Metrológica Nacional, esto significa que es el que asegura que todas las mediciones que se realizan en el país, sean trazables, o estén contrastadas a nivel internacional, o sea que… un litro de nafta que te venden acá, sea el mismo litro que te venden en cualquier lugar del mundo, lo mismo por un kilo, por un metro, o sea… 

  También las mediciones químicas, las mediciones de contaminantes, las mediciones de… todo, todo… las mediciones ambientales… todas las mediciones, el INTI es el Instituto que asegura, que esas mediciones sean correctas y sean equivalentes a cualquier medición en el mundo. 

  Otra rama es la Metrología Legal, que trabaja con… para asegurar la calidad de los productos que entran al mercado, te asegura en cuanto a la seguridad de que… los juguetes no tengan contaminantes, los chupetes, las mamaderas.  

  Asegura los electrodomésticos, que sean seguros, que si se mojan no te electrocutes, o sea, también en cuanto a seguridad tiene muchísimas implicancias el trabajo del INTI.  Y  la otra rama, tiene que ver con el apoyo que hace a la Industria a nivel nacional, que trabaja con grandes empresas pero también trabaja con pymes, y con cooperativas o sectores de la Economía Social, haciendo llegar la tecnología a esos sectores, que si no fuera a través del estado, esos sectores no tendrían acceso, digamos: trabaja en el impulso de la economía y la industria nacional. 

_ Está bien, y… ¿Qué pasaría si se concretan todos estos despidos, si el INTI se desmantela? ¿Quién se quedaría o asumiría esas funciones tan importantes?

_ Bueno el contexto actual, este conflicto arranca con estos 258 despidos.  En la medida que va avanzando el conflicto, nos empezamos a dar cuenta de que todo esto está en el marco de un plan, armado por una consultora del País Vasco, llamada Tecnalia, que lo que plantea es una reestructuración del INTI, un achicamiento digamos, llevarlo al INTI a 1600 personas -hoy en día somos 3000 personas- y enfocarse particularmente en tres líneas de trabajo: lo que es movilidad, lo que es energía, y lo que es…

_ Alimentos…

_…Alimentos… entonces, es preocupante que una organización de otro país, una consultora, esté definiendo las líneas estratégicas de la Industria Nacional.   Entonces, si se avanza esto, se achicaría en gran medida todo lo que son… el rol del INTI para con la sociedad: cuestiones que son indelegables, que tiene que hacer el estado, y serian privatizadas. 

_ ¿Cuál es el riesgo de que estas funciones las asuman actores extra-estatales?

_ Bueno, primero, que si se retiran los controles de importaciones, pasarían a importarse productos sin control, con lo cual se pierde la seguridad de los productos que consumimos en el mercado…

_ ¿Alimenticios o industriales?

_ En todo sentido: los productos alimenticios, los juguetes para chicos, los electrodomésticos… es como, también, una manera de sacarles las restricciones a las importaciones, y eso impacta directamente a la industria nacional, porque si es más fácil importar se complica fabricar y competir en el mercado interno, y después, también está, el hecho de que se pierde el apoyo que tiene la industria nacional en tecnología, que brinda el INTI.  Digamos, el INTI trabaja mucho con la competitividad de las empresas de la industria nacional: trabaja mejorando la competitividad, mejorando los costos.

  Entonces, también, si la industria nacional se cae, se desarma, se pierden muchísimos puestos de trabajo, o sea, no sólo… primero se pierde la economía, la soberanía industrial de un país, y se pierden también muchísimos puestos de trabajo en eso.

_ Y el INTI esta en todo el país ¿No? ¿Por qué esa distribución, o porqué en Entre Ríos tenemos también en varias ciudades, cual es la idea de esa presencia?

_ Si, un poco… este ataque que está recibiendo el INTI en este último tiempo, la justificación de ellos es que el INTI creció en forma desmedida, duplicando su planta, y es importante aclarar, que desde el 2005… digamos, en el 2005 el INTI tenía presencia en solamente ocho provincias -una de las cuales era la provincia de Entre Ríos, pero tenía una sola sede que era en Concepción del Uruguay-   y a partir del 2005 empezó un plan fuerte de federalización, imponiendo, si o si, un centro de investigación en cada una de las provincias, como mínimo, y después empezando a generar estas unidades de extensión en diferentes ciudades importantes de cada una de las provincias, y así fue como se abrió la unidad de Paraná, después se abrió la de Concordia, y después se abrió la de Gualeguaychú, como ciudades importantes…

_ Vos ¿En qué pensás que abrir estas unidades de extensión ayudó o promovió a la industria o a la economía de la provincia?

_ La industria está distribuida en todo el territorio, entonces es importante que el INTI tenga sedes en todo el territorio, para poder llegar, porque al trabajar directamente con las industrias, es importante que tenga sedes y que tenga llegada a todos los rincones del país.

_ ¿O sea, que cada industria local, digamos, de acuerdo a sus características tiene técnicos del INTI a los cuales recurrir, ser asesorado y así…?

_ Exactamente…

_ Además de la cuestión industrial cabe destacar que también trabajamos mucho con la economía popular, que es una de las líneas que quieren discontinuar… y trabajamos mucho asesorando a los municipios, principalmente en temas como la gestión de los residuos urbanos, la cuestión del agua potable, entonces… el INTI, el nombre Instituto Nacional de Tecnología Industrial ya le queda chico, porque está mucho más involucrado que solamente lo que es la gran industria.

_ ¿Y en qué sentido trabajan con la Economía Popular, o apoyan a estos nuevos formatos económicos, digamos?

_ En particular, nosotros venimos trabajando a partir del 2005, donde cambia el lineamiento del INTI, en ir hacia lo pequeño, digamos: revalorizar toda la parte de la economía popular, los saberes, desde diseñar y mejorar panaderías, pequeñas unidades productivas, para el contexto que se estaba viviendo… después del 2001, donde el país estaba devastado a nivel productivo, a nivel social, entonces el INTI se enfocó fuertemente en tener esa presencia, de ir generando esas unidades productivas, para que la gente pueda autogenerarse el empleo, de cierta manera, porque la cuestión social estaba totalmente devastada, y el INTI empezó a hacer, a rediseñar toda su estrategia, y trabajando muchas veces en diseñar maquinaria a pequeña escala, porque quizá, en el mundo no existen soluciones para pequeña escala, siempre se busca la gran escala porque se dice que lo pequeño es inviable económicamente.  

  Y es mentira, el INTI lo ha demostrado en infinidad de cuestiones, y particularmente acá (en Concordia) se está trabajando mucho con los productores, los de la pesca artesanal, está el compañero de acá, Andrés Jorge… se trabajó con  pequeños talleres de corte y confección, como te dije, la panadería… siempre llevándolo a esa pequeña escala, como núcleo, como base del desarrollo industrial también.

_ ¿El INTI es un instituto que esta hace cuánto tiempo?

_ El INTI tiene sesenta años de historia ya.

_ Justo el año pasado, festejamos los sesenta años y vinieron todos los muñecos a sacarse las fotos…

_ ¿En algún momento, o en algún otro gobierno o en otra gestión, sufrieron así,  estos desfasajes, estos vaciamientos, o estos cambios de postura, de actitud de parte del gobierno?

_ Yo vengo del INTI en Buenos Aires, y tengo compañeros de mayor edad, que te dicen que ya vivieron situaciones similares en la década de los noventa, y que era cuestión de una reducción del cuarenta por ciento del plantel de gente… pero se manejaban de otra manera, se manejaban con retiros voluntarios… En este caso fue una campaña, más del miedo, echando… ya el año pasado habían echado a 60 compañeros, este año ya 258, y generando una campaña del miedo, que ahora, uno tiene que seguir negociando por las paritarias y un montón de derechos que se vienen perdiendo y lo manejan así, generando miedo en los trabajadores. 

_ Y a nivel vida cotidiana digamos ¿Ustedes piensan que puede haber cambios si el INTI deja de existir, o se dejan todos los controles en manos privadas, o en empresas que tienen solamente una mira económica?

_ Si, seguramente, como te decía antes, el tema de que se caiga la industria nacional, y que genera la cantidad de empleos que generan las Pymes, que han sido muy atacadas por este gobierno, va a generar un cambio en la cantidad de desempleados del país, y también, en la seguridad de los productos que se consumen.  Tal vez eso no se vea a corto plazo, pero a largo plazo se puede llegar a ver, digamos que la caída… un deterioro en la calidad de los productos que consumimos todos los días…

_ Por ejemplo, el INTI controla lo que es el acero para la construcción: todo el acero de todos los edificios que vemos, está controlado por el INTI, el cemento de las cementeras más importantes está controlado por el INTI.  Son cosas importantísimas que las haga un organismo cuya seriedad sea intachable ¿No? El INTI es incuestionable…

_ Hay intereses económicos…

_ O sea que, hay dos conclusiones que me están quedando así, muy fuerte: una, es que las Pymes, las pequeñas y medianas empresas, las cooperativas, los pequeños grupos económicos no pueden avanzar o sobrevivir mucho tiempo sin apoyo, sin gestión, sin asesoramiento, y otra es que, sin controles, la producción es completamente descontrolada… ¿Es así?

_ Tal cual

_ Si… muchos de los pequeños productores tienen saberes que en realidad, nosotros lo que hacemos es compartir, es una creación colectiva que es diferente el papel que tomamos nosotros para un pequeño productor que para una gran empresa, digamos, el rol con los pequeños productores es de construcción colectiva, de dialogo… muchas veces no es solamente lo técnico particular sino que es un montón de otras cuestiones que es importantísimo y además que te llena además el alma, digamos, son las cosas que uno no se olvida.

_ Más allá de este pequeño pantallazo… ¿Dónde podemos encontrar información sobre este tema, sobre el INTI, sobre lo que están haciendo ahora…? ¿Tienen una página?

_ Nosotros tenemos una página de Facebook, que se llama “asamblea INTI Entre Ríos” ahí estamos publicando las actividades que venimos realizando y también compartiendo toda la información que tenemos, de lo que hace el inti… todo este análisis que hemos charlado un poco, lo venimos compartiendo ahí en la página.

_ Y en esta movida, en esta lucha que están llevando a cabo ¿Sienten el apoyo de la gente? ¿Qué su propuesta o la intención que ustedes tienen de ser escuchados, genera algo, o devuelve indiferencia?

_ Si, la verdad, es que nos dicen “no sabía todas las cosas que hacia el INTI” y uno tiene que hacer un poco la mea culpa de que no se preocupó mucho por la difusión de esas cuestiones, o digamos, el INTI no se preocupó por la difusión de esas cuestiones, somos técnicos y no somos gente de marketing o comunicación, entonces eso también es bueno aprenderlo.  

  Lo que sí, esta lucha está sirviendo para capitalizar todo eso de darse a conocer, y la gente apoyando y viniendo a estos festivales, muchas notas de adhesión desde municipios, cámaras empresarias… hasta la UIA (Unión Industrial Argentina) está apoyando al INTI, después, cooperativas… La verdad que eso llega, y no es un numerito más que estamos viendo cuantas llegaron, sino que cada una nos llena el alma y es lindo saber que la gente valora lo que uno hace. 

_ Y cuando vos decís “Técnicos” y la gente que trabaja en el INTI con funciones muy específicas, referidas casi siempre a la industria y estos temas… ¿Tienen posibilidades de trabajar en otro lados después, de seguir su carrera en el sector privado?

   _ Si, la mayoría tenemos la posibilidad, o venimos de haber trabajado en el sector privado, y la verdad que la mayoría de nosotros elegimos trabajar en el INTI, por lo que implica INTI, digamos, siendo profesionales técnicos, elegimos el INTI porque es el que nos ofrece, que tiene un rol que es llegar a la sociedad, y no servir a un interés económico, o responder solamente a necesidades económicas, digamos.  Sentimos que trabajar en INTI es muy importante. 

  También eso creo que ha podido sostener este mes de lucha: se ha podido sostener por el sentimiento de pertenencia que tenemos todos en INTI.  Puede ser que alguno no, pero la mayoría de los trabajadores de INTI elegimos trabajar en el INTI y no es solo un trabajo, es mucho más que eso, es saber que nuestro trabajo sirve a la comunidad, es saber que -si bien no son trabajos que están… hacemos como un trabajo “invisible”- porque por ahí a una pequeña empresa le mejoramos la productividad o le brindamos un servicio que no consigue en otro lado, o le ayudamos a ordenarse, o a ordenar su trabajo y poder competir en el mercado, el resultado se ve en esa empresa, y no se ve el trabajo que hace INTI, que es como “de adentro”.  El aporte de INTI es desde adentro, de las pequeñas empresas…

_ Nosotros…

_ ¡Disculpá! ¿Ese aporte  que hace el INTI es pago por las empresas, resulta en un gasto, un desembolso, o es gratuito?

_ La mayoría sí, porque cuando trabajamos con grandes empresas o medianas empresas, donde brindamos un servicio que el INTI lo cobra, esta reducción no impacta en una reducción de gastos del estado, esta reducción de personal, porque muchos de los despedidos generaban facturaciones que superaban su sueldo.  

  A las empresas sí.  Por ahí a las cooperativas, tiene un sistema de que por ahí, INTI baja los costos o le ofrece un servicio más económico, pero en general, como el INTI genera una mejora en la productividad de las empresas, genera una mejora en la facturación de la misma empresa, parte entra al estado.  A través del INTI, INTI factura y genera ingresos propios. 

_ Mira que bueno

_…Lo que te quería agregar, como comentamos siempre, nosotros más allá de defender la fuente de trabajo, estamos acá porque queremos al INTI, estamos defendiendo el rol del INTI más allá de las fuentes de trabajo.  No es que estamos acá porque queremos la fuente de trabajo -más allá del contexto social y laboral, que esta medio en crisis- nosotros estamos acá por defender el rol del INTI.

_ ¿Y en esta defensa que ya lleva un mes, como me están contando, que perspectivas tienen hacia el futuro?

_ Y la verdad que -un poco lo que creo yo- hasta ahora venimos en febrero, el conflicto se va a ver más en marzo, cuando arranque marzo, y ahí, yo espero que el gobierno abra canales de dialogo, y poder llegar a buen puerto, que se revea la situación que estaba llevando adelante y después, que alguien pueda analizar realmente, la cuestión de la reestructuración que ellos plantean, para ver adonde quieren llevar, tanto el instituto, como la industria nacional.

_ ¿Alguna otra cosa para agregar?

_ No. Nada más.

_ Bueno, muchas gracias chicos, suerte con todo esto…

_Bueno gracias…

_Gracias

_Muchas gracias



15 febrero

Crianzas


 

  La naturaleza es sabia, la naturaleza es mágica, todo lo que nace tiene su oportunidad y su sentido…

  ¡Pero nosotros no!  Después de arrasar el planeta en el convencimiento irracional de que podemos vivir ajenos a su destino, intentamos encontrar la solución arrasando la especie humana como justa contraprestación.   

  Y claro eso no es viable, tampoco es lógico, porque el problema no es la “superpoblación”, el problema no es la falta de espacio, la falta de alimentos, la falta de recursos, de conocimientos y experiencia acumulada, el problema es otro (todos sabemos cuál es el problema).  

  No hay una especie en el planeta que prospere a través del canibalismo y la autocompetencia, que extermine a sus propias crías generación tras generación, que oculte y acumule los conocimientos de beneficio común, y genere automáticamente todo tipo de estrategias de sumisión, enfermedad y esclavitud en su propia raza y dentro de ella sobre todo, a los más vulnerables y desprotegidos…

  No, no estamos haciendo bien las cosas, sobre todo, no estamos pensando claramente: un sistema perverso que castiga el equilibrio, la buena salud, la autosuficiencia, para entronizar cadenas de destrucción humana asignadas según parámetros estéticos, étnicos, económicos, sexuales, culturales… ¡No tiene manera de volverse sustentable! 

  Para nadie, tampoco para las elites que derraman sus desperdicios desde la cima de la pirámide apostando a generar y fortalecer los mecanismos e instituciones de control y represión suficientes para mantener el oleaje social de los desesperados en el exterior de sus murallas…

  Entonces  ¿Cómo podemos ver un niño con hambre y pretender que no es nuestra responsabilidad?  No tiene que ver con la sangre, la genética, la familia, el territorio, las naciones o lo que sea que se tome como factor de diferenciación y control, pero si tiene relación directamente con nuestras posibilidades de realizarnos, de sobrevivir, de recibir justicia y paz, de ejercer nuestra libertad.  

Porque el niño es un mensaje claro de los efectos de la globalización autohegemónica, por eso tiene frio en invierno, por eso tiene hambre todo el año, por eso recibe golpes y desprecio, discriminación y prejuicios, como moneda cotidiana.  

  Porque ese niño es un síntoma y preferimos estar enfermos, y como sociedad, seguir apostando a la exclusión como método, porque todas nuestras metas y expectativas fueron finalmente formateadas hacia el individualismo, el egoísmo y la arbitrariedad.  

  Claro, suponemos que vamos a sobrevivir al resquebrajamiento social que ya hace ruido bajo nuestros pies, que desde nuestra posición completamente desfavorable vamos a dar antes de eso el salto hacia la seguridad y el bienestar futuro, mediante el desmantelamiento de nuestras propias posibilidades comunes.

  Por eso la crianza de los niños debería ser comunitaria, cualquiera podría ocuparse de remediar un día cualquiera alguno de los millones de micro problemas que atraviesan a nuestra niñez en todos los estratos territoriales y sociales.  

  No hace falta consumirse ni inmolarse, solo dar un poco de afecto, sensibilidad y coherencia antes que ninguna otra cosa, darle un sentido humano a la convivencia, una sola ficha a la apuesta global contra la desigualdad.  No importa si entendemos o no, si estamos de acuerdo o no, en la actual carrera hacia el precipicio, solo cuentan los pasos en la dirección contraria, no las justificaciones, comprensiones o idealizaciones. 

  ¿Podremos cambiar el enfoque a tiempo? ¿O seguiremos predicando machismo y guerra, violencia racismo y autoritarismo, exclusión y marginalidad en vez de amor y auto respeto, convivencia y paz social, igualdad, libertad, autodeterminación?  

  Ponemos el acento en condenar monstruos y peligros ficticios, en temer, mientras damos forma al entramado donde se fríen nuestras posibilidades, porque como siempre, el cuerpo es solo un símbolo, y cada persona un mensaje.  

  Es pues, evidente, que no habrá discriminación bajo un sistema que se especializó en excluir y descartar, cuando el delicadísimo equilibrio que todavía subsiste como una alfombra gastada donde podemos -bajo las peores condiciones-  todavía caminar, se deshaga ante el reacomodamiento natural del planeta. 

  Cuando el agotamiento de los recursos después de estos dos siglos de extracción y contaminación choquen de frente con la extraña y extraordinaria sed de consumo de la superpoblación, los increíbles desbalances de la era industrial caerán sobre una humanidad indefensa y vacía conceptualmente de sentido. 

   Pero nadie es más indefenso que los niños en nuestra sociedad, y nadie los protege, nadie los cuida, del chantaje, de la mala o inexistente alimentación, de la comida chatarra, del frio y la soledad, de la falta de razones y explicaciones, de la violencia y la explotación, el desamor y la abundancia de malos ejemplos. 

  Pero además de eso, si queremos realmente preservar la raza de la silenciosa debacle absoluta de la esclavitud programada, preservar el espíritu humano como especie y vida, debemos dejar de apropiarnos de la infancia solo porque es pequeña, o abrimos una vez más el camino nuevamente al parasitismo, al vampirismo, a la apropiación de las personas como si no fueran caminos y procesos en sí mismos, en cualquier etapa de su vida. 

  Como si fuéramos arboles ballenas o zarigüeyas, o cualquier bichito existente, debemos dar el amor con desapego, respeto, y enseñar a volar como los pájaros, aceptar que la vida es vida, y eso es libertad, soberanía, sobre el único territorio que disponemos: nosotros mismos, en la construcción cotidiana de nosotros mismos.

  ¿Podríamos crecer con parámetros distintos al atenazante y opresivo mundo de hoy?

  Si, sin dudas, pero es una responsabilidad de todos, no reproducir y multiplicar los parámetros autodestructivos, no replicar los mismos factores estructurantes de la indefensión y la vulnerabilidad, hasta adosarlos al bagaje cultural de las próximas generaciones, ya enfrentadas a una escases de recursos que todavía nosotros no alcanzamos a conocer…

11 febrero

¿Por qué, también, hace falta amor?

  

  Vivimos en un mundo hipotético, donde se supone que si algún día dejamos los mandatos de lado, la hegemonía del discurso, el pensamiento y la percepción, quedaremos a oscuras, tenebrosamente perdidos y desvalidos… 

Vivimos en un mundo donde nos dan “lo dado” como un valor en sí mismo y un contexto a la vez, y un camino, y una regla, y una ley, y una mordaza maniatando todo lo que somos y querremos ser.

  Vivimos en un mundo donde pensar distinto se combate con miles de ejercicios de mimetización, de robotización, de hegemónicas islas de sentido, paradisiacas y desiertas, donde ni siquiera podemos comprobar la arena: “encuentra el pato distinto en menos de treinta segundos, pon “¡Logrado!” si lo viste, comparte” y de ahí al linchamiento premeditado y planificado, estratégico, porque la hegemonía no quiere correr el riesgo de que la gente aguja vaya a pinchar un globo, simplemente, los desafila, apaga, pisotea, extermina… y nos educan desde que nacemos para que podamos festejar eso con nuestra indiferencia rampante y ciega. 


  Pero hace falta amor, mucho amor, porque hasta la maldad y el odio se gastan, como todo lo que no produce nada, como todo lo  que consume sin crear, sin más derechos que su propia sed de balde roto y vacío.

  Solo el amor nos reconstruye y libera, por eso es atacado y desvirtuado permanentemente, por eso se valora la obediencia y no la entrega, se festeja el tomar antes que el dar, se fomenta la violencia y el maltrato de maneras oblicuas y disimuladas, o perversas y descaradas…  

  Mientras tanto, seguiremos siendo seres humanos, aunque nos volvamos testigos directos de nuestra propia debacle, y llenemos de barrotes la cárcel de sentido con que nos aferramos a un siglo XXI que nació deforme y moribundo, intentando sobrevivir intacto al despertar del planeta y la humanidad.  

  Pero claro, no nos dijeron que teníamos que vivir sin permiso, y ahí nos quedamos esperando, hasta que el cuerpo acompañe nuestra decrepitud mental y nuestra total pasividad ante la maravilla probable del mundo que nos rodea, que reemplazamos sin culpa por la televisión y el café instantáneo, la cocaína y el calefón…

  Y así aprendemos en esta escuela fabricante de esclavos que pretenden ser gladiadores, a despreciar y juzgar, porque está en el programa, antes que a colaborar, antes que a crear, antes que a creer, reemplazando el sentido por religión, medios masivos y comida instantánea con sabor a aserrín acartonado… ¡Pero de colores! Hasta que logramos convertir todo nuestro mundo a la mediocridad compartida, a la complicidad genocida, a la injusticia y la opresión santificada por el rito, la doctrina y por cada tradición. 

  ¿Es que tenemos algo más que nuestro cuerpo para dar? ¿Es que hay algo más de “lo que somos” que podríamos poner realmente en juego? 

  Indudablemente no. 

   Pero nos cuentan otra cosa, y convierten hasta el mismo encuentro en algo infame y prohibido, a la vez que lo reemplazan con pornografía, sadomasoquismo y lencería, con anabólicos y siliconas, con imágenes de un “nosotros mismos” posible en fantasías perversas y técnicas, económicas, industrialmente similares.  

  Pero sin entrega, sin amor, sin la pasión que emana de un salto hacia afuera de los dogmas y los lazos sociales, nuestra vida se reduce exactamente a nada, y nuestro cuerpo a una mercancía mal valorada y luego pisoteada, y luego despreciada. 

  Porque el cuerpo de una mujer(o de un hombre) es un enigma infinito e intenso, un crisol y laberinto de sentidos y posibilidades tan amplio que todavía no se ha llegado a sacar todo lo que tiene para dar.

    Pero pretendemos disfrutar de imágenes como pretendemos sentir algo del paisaje mirando postales, y gozar con películas sobre sexo como pretendemos vivir, sentir, entender la naturaleza desde el documental que miramos encerrados en un departamento, como si la chatura de 16 colores en dos dimensiones fuera un viaje un trayecto y un lugar, cuando la curvatura de una espalda en suave tensión erizándose ante una caricia es infinitamente más real, intensa y libre que cualquier escena porno, y por eso mismo hoy, más que nunca, todo lo grosero y perverso es gratis, omnipresente y de acceso libre y total.

  ¿Pero sin entrega, que queda de un hombre, de una mujer?

   Hegemonía, sistema, esclavitud y adicción y vicio comercialmente catalogado. 

 ¿Si un hombre no se entrega, cual es la diferencia con la masturbación? ¿Si una mujer no se entrega, cual es la diferencia con la prostitución?

  ¡Porque si!  Los papeles están dados, los roles repartidos, y eso es sumamente importante para mantener el mundo afectivo y simbólico en un estado de sitio total y destructivo, esclavizante, miserable, cínico, lastimoso… pero sigue siendo una elección, una opción que tomamos con la excusa de que la construyen otros, como un pájaro podría tomar la tibieza y comodidad del nido como excusa para nunca jamás volar.  

  Y mientras tanto nos emociona la guerra y sus explosiones, entre los ramalazos de angustia por el calentamiento global y la muerte lenta del amazonas y los últimos indios y ese tipo de cosas que usamos para esquivar nuestro alrededor desmoronándose, que justifica y construye gota a gota ese mismo desastre que hipócritamente lamentamos en forma pública, para desvincularnos en privado a través de la mayoría de nuestras acciones. 

  Antes que nada, nos falta amor, nos falta el amor que nos debemos a nosotros mismos, como pegamento y material de ese mundo nuevo que desearíamos construir, nos falta amor para ver, para mirar, para sentir y escapar de los listados con que aseguran nuestra siempre latente y útil complicidad, nuestra entrada en el coliseo donde veremos morir a los demás como si fuera un juego, sin mancharnos las manos.  

  Nos falta el amor que no damos, que no dejamos dar, nos falta el amor que no sabemos reconocer ni apreciar, agonizando en miles de millones de rincones de cada corazón humano, que reconoce antes que nada, que no nacimos para ser instrumentos de destrucción…

  Mientras, el mundo gira, el sol renueva su trayecto iluminando nuevamente la oscuridad que convertimos en concepto, solo para que corramos a refugiarnos en alguna cueva, bajo el manto de la autoridad y nuestra predeterminada y anhelada conducta “humana” que no dejamos de elaborar como una jaula para el resto de la humanidad. 

 

 


 

 


02 febrero

Un paseo bajo la lluvia

 

 

  Matías apenas terminaba de hacer su show de como armar a la “perfection”, un “cigarrillito” (como decía la Luli),  después de hacerlo girar adentro de su boca, sellándolo para que tire parejo y despacito, evaluándolo ahora a trasluz, como si fuera transparente.  Después se lo paso bajo la nariz, oliéndolo, y le dijo…

_ ¿Querés?

  …Pero Marito no alcanzó a contestar nada, la mirada fija desde dos ojos como platos, el cuerpo como una flecha, tenso, esperando el desenlace de ese extraño ritual, negó con la cabeza con absoluta convicción, sin dejar de mirarlo fijamente.


  Entonces Matías prendió el encendedor, y arrimo el fuego hacia la punta, haciéndolo girar cuidadosamente… ahora sólo prestaba atención a su negocio… 

  Se lo puso en la boca y fumo, mientras le daba fuego, otra vez, y pego una aspirada larga, y como si hubiera empezado a sonar música en algún lado, se puso cadenciosa y lentamente a bailar… hasta que desde sus pies hacia arriba, el movimiento se concentró en el centro de sus labios y soltó el cigarrillo, exhalando en el siguiente segundo, mientras sus ojos cerrados expresaban esa paz que no se conocía en los monoblocks, nunca.  

  Marito lo miraba y se acomodaba el gorro, hundía los talones en el montón de escombros en el que estaba sentado, miraba las paredes pintadas, donde cada mancha y cada marca en los ladrillos desnudos era parte de una historia que no paraba nunca, de hermandad y sangre, de violencia y fiesta, de soledad y amor y muerte.  

  Nunca estaba lejos, la muerte, más que nada, y Marito había visto varias a sus doce años, incluidas las de su hermano y su primo, que habían caído un par de piezas destruidas, un par de montañas de escombros más allá…

  Pero ahora no se sentía parte de nada, mirando, disfrutando de la felicidad de Mati-pan por delegación, pero sin poderla agarrar, sin música, sin dejar estas paredes roñosas llenas de pintura y sangre, hasta hacerlo sentir excluido y solo, en un montón de escombros, basura y ruinas que sólo él veía.  

  Cuando levanto la vista desde las hilachas de la punta de sus zapatillas rotas, Matías lo miraba desde otro planeta, recortándose contra el cuadrado hueco en la pared que recibía el último sol de la tarde como una bala rasante… 

  Matías gesticulaba y se movía, disfrutaba, volaba, y sin dejar de mirarlo, sus ojos llenos de paz chisporroteante cambiaban como una noche de tormenta donde no paran de caer relámpagos, y cada segundo nos deja una imagen distinta del caos.

  Y desde el caos de su cara carcomida por la vida, que también los había hecho hermanos, le pregunto:

_ ¿Qué te pasa guachin? ¿Querés probar?

   Y la mano extendida se extendió como un puente…dentro de todo era un alivio dejar de pensar y decidir…

_ Dejá.  Quédate sentado nomas… jajaajajajaa no, no, naaaa, no te va a pasar nada, fíjate, es para que estés mas cómodo, vos que nunca fumaste esto…

  La luz del día se iba como su confianza, retirando sus últimos rayos del espacio de lo que alguna vez podría haber sido una ventana… ahora no, ahora era una puerta eternamente abierta hacia la zona de nadie… y se sintió temblar en algún lado, mientras sus manos favorecían el contacto entre su sistema respiratorio y el cigarrillo.  

  Aspiró a conciencia mirando la cara sonriente que tenía enfrente… y después de eso, todo desapareció bajo un tren de luz que venia del infinito para pegar de lleno en algún lugar dentro de su cabeza, como un corchazo, llenando todo de un estallido de amor inexplicable, desconocido, hermoso… retomando su conciencia de ser humano, un segundo más tarde, al identificar las marcas del techo bajo de cemento crudo, increíblemente detalladas, que ya no eran marcas sino un torrente de sentidos exactos y evidentes que cada milímetro del planeta descubría de un velo para que el pudiera entenderlo… 

  El silencio era lo más extraño y casi, también, un poco abrumador, porque no era un silencio de ruidos -solamente- era un silencio del tiempo y el espacio, podía asegurar que solo existía en un pensamiento que sobrevolaba su propia existencia, mirándose a través de los ojos del Matías que le gritaba, o por lo menos eso indicaba su cara… 

  ¿Por qué gritaba? ¿Por qué estaba tan apurado, alterado al punto de salir corriendo?

 ¿Acaso no estaba todo bien? ¿Se supone que morir o vivir hace alguna diferencia en todo esto? Ah… ya se ¿Cómo lo sé? Va a buscar un balde de agua… lo sé porque sus pasos se pierden en un mundo que ya está predeterminado, sobre el que podemos ir y venir a pesar del mundo mismo… corrían… ahora venía Surinam con una bolsa llena de barro y mierda de la cámara séptica que rebalsaba en el pasillo del quiosco del Negro Pancho.  Claro, de donde iban a sacar agua. 

  … Pero no… en el aire cada gota que volaba entre las caras desencajadas y Mati que lo estaba pateando… (lo sabía por su expresión salvaje tan conocida y familiar… ¿Por qué lo estaba pateando?) Cada gota de agua sucia era tan importante como el planeta mismo, y de alguna manera estaba viva, y sabía que venía a estrellarse contra su cara, y ese fue el último pensamiento que pudo hilvanar su…¿Cerebro? Antes de salir huyendo ante este salvaje ataque…

_ ¡Ey ey ey ey ey eeeeeeeeeyyyyyyyyyyyy!!!!!...

_ ¡Habla guacho, habla, decí algo! ¿Estas vivo?...

_Dale Marito la concha de tu hermana puta y la concha de tu madre, rescatate puto, rescatate…rescátate.  … Y cada vez que volaba un sopapo del Suri, se veían las cachas del revolver abajo de la camisa que iba y venia…

_... ¿Para qué me mojaron?...

 

  Pero su pregunta se perdió entre los gritos del Chonga, Mameluco, y el Ceba, que entraban corriendo y la Miriam que repartía cachetadas para todos lados…

_ Pendejo del orto, que mierda vienen a hacer acá, que hacen acá a esta hora pelotuditos, Matías que pajero que sos, que pajero, quieren que los cocinen a todos la puta que los pario… está vivo este pendejo de mierda, quien te pensás que sos, caca de perro, sáquenlo y tírenlos afuera, a los dos, que los rescate la lluvia…

  ¡Entonces era cierto que llovía! ¿Hace cuánto? Entre los cuatro brazos que lo llevaban parecía una montaña rusa, y entre la lluvia y la lluvia se iba filtrando un mundo infame y real, donde el agua era solo agua y el hambre solo hambre, y la soledad un mar de caras de pocos amigos que apuntaban con el dedo antes de irse… pero el agua quemaba en su piel, y en la de Mati, que finalmente se arrastro hasta recostarse al lado y después de un par de horas, o minutos, o quien sabe, le pregunto:

_ ¿Y guacho, pegó? ¡Alto viaje te comiste! ¡Pensamos que te habías ido! Tuvimos como dos horas tratando de despertarte hasta que llego la Miriam, justito, mira si te veía con esa baba blanca, medio muerto…

_ Si… no se… Flashié.

_ La próxima te mato yoooooo pendejooo jajajajajajajaaaa, vamos, vamos, que ya me está dando frio…

 

Felices e Incapaces

  Bueno...   Siempre es un problema conocer a gente importante.  Y es un problema porque la gente importante tiene problemas importantes... ...