27 julio

Noni


 


 Buscando una bisagra 

Me pareció sentir un ruido afuera, apague la música para escuchar mejor y fue como si hubiera apagado el mundo, mi mundo, volví a sentarme sin saber ya que estaba haciendo, y cuando mire la pared me di cuenta que estaba empezando de nuevo…

  Miraba la pared de mi casa la del lado de la avenida, y de repente solo estaba viendo una pared, era solo una pared, con cosas que no me decían nada, casi hostil. 

  Miraba el suelo y se encrespaba en una pequeña ondulación que pasaba como una ola dependiendo de cómo enfocara mis ojos, miraba las bicicletas apoyadas displicentemente sobre los muebles del living, y en un segundo se volvían ajenas a mi vida, y más que eso, extrañas e incomprensibles...

  Quise tratar de agarrar algo que me sirviera _quien sabe para qué- pero no encontré lo que estaba buscando.  Intenté escribirme una nota y las letras perdían todo sentido las palabras no tenían significado, menos aún las teclas de la laptop, que deje caer al suelo asustado y...

  Cuando levante la fija mirada hacia el cuarto ya no lo reconocí, supe que tenía que irme, abrí la puerta y salí, eché una última ojeada y no pude explicarme que hacía en ese lugar, deje la puerta abierta…

  …Encaro para el otro lado y  las cosas no mejoran, las cuadras y cuadras que camino desorientado no me dan idea alguna de conexión, las casas me parecen construcciones incomprensibles que me abruman todos se mueven rápido pero no alcanzo a definir de que se trata ser persona o ninguna cosa los autos parecen ballenas en lata en un mar que va hacia atrás, y todo lo que me rodea son parches sobre otros parches sobre los que camino como sobre un lago, que se encrespa en formas cuadradas.  

  Y sigo atravesando un país incomprensible y perfecto.  Sigo hasta que va perdiendo densidad, hasta poder separar el entorno de mí mismo y canta un gallo por ahí como para que me dé cuenta que me doy cuenta que es un gallo, que lo reconozco. 

  Tal vez llego a una costa semántica donde mi cabeza deje de ver líneas de colores que se cruzan sin chocar, y veo en el suelo una piedra que tengo que esquivar para no tropezar, ya lo sabía, no sé cómo, tampoco se cómo recupero los conceptos de piedra y suelo o gallo, ahora solo sé que empiezo a ver un color marrón que se va separando en tablas que se hacen cercos y adentro más tablas formando casas y personas que van de un lado a otro o solamente están. 

 A medida que entro empiezo a ver caras conocidas, saludo a algunos que pasan y me miran con cara de interrogante, sigo adelante ahora tengo la sensación de que se dónde voy pero solo es el camino, y cuando me empieza a ladrar un perro… 

 Veo la primera casa que puedo reconocer, mi casa, por suerte la encontré en este laberinto, pero alguien sale…y vuelve a entrar corriendo cuando me ve, yo corro como loco, no sé qué significa pero parece que hay intrusos, suena contra la pared la puerta de alambre de afuera cuando paso, aceleradamente, mientras de la puerta ya se escuchan cerrojos que no recuerdo haber puesto...¿Cuándo?  

Si ayer… ¡Hoy  yo vivía acá! Creo, ahora no estoy  seguro, aunque todo es familiar, no puedo asociar ningún recuerdo que me una a las cosas, aunque miro la canilla y me indigna que todavía no hayan arreglado esa gotera, retrocedo hasta la vereda para tomar perspectiva, donde ya hay un niño mirando.

 Mirándome, fijamente hasta darme miedo y después  dice Nooooooooooniiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii y se me viene encima con los brazos en alto, y otra vez corro, mientras otros niños se suman y me gritan y todos saben mi nombre: Noni, ahora yo también lo sé.

 Corro todavía un par de cuadras más después que dejan de tirarme piedras, solo paro cuando se cruza una plaza en mi camino, donde un banco esta mirándome llegar como ofreciéndome reposo, me miro la ropa, sucia, no sé qué hago de zapatos y traje, se me ocurre revisar los bolsillos y saco una gorda billetera llena de fotos y papeles y algunos billetes, que agarro tirando todo lo demás, tengo que saber que me paso, tengo que llegar a una comprensión que me permita tomar alguna decisión, y cambiarme la ropa por algo mas cómodo. 

  Aparentemente estoy revestido de pedazos de tela brillosa y resbalosa, que empiezo a sacarme mientras busco con la mirada algún lugar donde convertir los billetes en algo  de comer y una botella de vino para bajar los niveles de ansiedad  y oh mala suerte un policía viene caminando despacio para mi lado, sé que está disimulando y se me tirara encima, se acerca haciendo gestos con las manos

_Doctor.  Doctor! Me escucha? Vamos, a casa…

  No entiendo lo que está diciendo, no confió en ese disfraz, intento salir  corriendo pero ya tenía otro atrás que me abraza y me tira al suelo, el que estaba hablando me retuerce el brazo, escucho que alguien más les da indicaciones, un chasquido, siento un calor quemante en el muslo, las cosas se van borrando hasta que la costura del pantalón azul que es lo único que veo se diluye en una somnolencia que es como un viaje, me aflojan el brazo, termina el dolor…

...Entonces

  Despierto mirando el techo de la ambulancia, hasta que se quema de sol cuando abren la puerta, no me puedo mover, además estoy atado a la camilla, pero llegamos, varias personas de todas las edades esperan, algunas mujeres lloran, ya sé que me paso, estoy llegando a casa después de un episodio.

  Tengo la sensación de haber resuelto algo.  Seguro no será la última vez, debo pensar en una forma de conectarme con el Noni, de resolver lo que sea que esté pasando… podría hacer ya mismo un plano desde la plaza, podría dibujar esa cara, si pudiera escribir.

  Mi mujer me mira con tristeza, aunque veo otra cosa también, determinación, sé que no entiende, mis hijas me acompañan con una sonrisa.  Con su mano me rozan ligeramente sobre la camilla, aunque las percibo bastante avergonzadas, apenas entramos a la casa y se pierden por las escaleras llorando, pero nadie les dice nada.

  Antes de irse  y dar las ultimas indicaciones, el enfermero me mete un comprimido en la boca, todos se van al salón y discuten mi estado, yo los escucho horrorizado, mientras norita desmantela el consultorio, seguro no saben que estoy oyendo, pienso una estrategia para la próxima vez mientras mis ojos se llenan de oscuridad, no puedo evitarlo.

  Sé que nada quedara en mi memoria

  Me duele, lloro, anestesiado, por no poder dejar de olvidar…

26 julio

¡Para comerte mejor!


 

 

 

Harina y sal… 

Comer, necesidad primigenia si las hay, uniéndonos a los leones y los monos, a las plantas y a los peces.  Sin duda entre las cosas que generan placer, de una manera tal que fácilmente se convierte en gula, que fácilmente se transforma en adicción, en obesidad, como si fuera una droga más, se banaliza, se usa la comida para disociar el espacio tiempo, se alteran los hábitos alimenticios para no alterar la forma de encarar el mundo. 

   Más y más sabor, más elaboración, más exótico, y nos vamos alejando igualmente del entorno, porque algo tan simple como comer no debería ser despojado de su esencia, del compromiso, de compartir a través de la comida todo lo demás, porque a través del cuerpo llegamos al mundo, para crear o destruir, para cuidarnos u olvidar nuestra misión: sentirnos vivos.  Porque comer es una condición esencial  para mantener la maquina humana en  funcionamiento, simple.

  Un peruano me explico en Uruguay: “todos sabemos comer”

Pero no es tan simple para todos, dado que la relación franca entre una persona y un planeta llamado Tierra, se ha perdido y no deja lugar, en amplias zonas, menos aún en las ciudades,  para cazar recolectar o pescar, como hacia la raza humana en sus orígenes. 

  Entonces para algunas personas se vuelve una búsqueda diaria, muy difícil de resolver a veces: inaccesible, por las características del sistema, del modo de vida actual, donde todo se basa en la posesión de dinero, como único modo de obtener y satisfacer todas las necesidades humanas.

  Sin embargo hay algunos que le encuentran la vuelta, en principio para comer, y hay otros que no.  En esos casos el hambre se vuelve una resignada costumbre, la piel se endurece, el estómago se achica y se curte, transformando cualquier cosa en proteínas como un tiburón.

  Los músculos se tensan de rabia y los tendones parecen lianas trepando a los árboles, dura madera curtida de caminar sin descanso, sin expectativas, con los ojos atrás de la mirada que se tuerce para resguardarla del juicio ajeno.

  Por eso es tan importante compartir la mesa, antes que la comida, porque el alimento es espiritual además de material,  se come arroz y amistad, sopa y amor, harina y esperanza, porque el estómago funciona mejor con un corazón abierto, sin recelos, porque la comida no puede ser un motivo de esclavitud, de miseria, como tantos fabrican, transformando la necesidad en chantaje y sumisión, y el hambre en esclavitud.  Pasa todo el tiempo.

  Por eso me gusta cuando como en la casa de mis amigos, disfrutando hasta de las sopas de piedras, sin importar que sea el último plato para todos, se alimenta un minuto de plenitud y hermandad para que mañana se vuelva lucha a brazo partido, para volver a llenar la olla, se da porque la devolución es compartir, sin importar credos, razas, ni elecciones personales.  

  Y si, como hace miles de años, no hay una fuerza más acuciante que el hambre, que nos haga dejar de lado los prejuicios y los miedos, que nos abra nuevas puertas desconocidas hacia nuestras propias capacidades, que nos hermane con un desconocido en un segundo sin dudas en pos de un objetivo, o cambie nuestros parámetros hasta que no dudamos en robar y asesinar sin saber cuándo empezamos a pensar distinto.

  ¿Y qué? Acaso es legal el despojo del mundo que vivimos, por una sarta de insensibles momificados  en vida que no dudarían en arrasar una isla para regalarse un capricho cualquiera.  Que sigan comiendo porquerías y chatarra de los hipermercados, gastando en los restoranes en un solo plato lo que mantiene a una familia entera una semana, sintiéndose en la mira.  

  A veces a ellos también los terminan cazando como perros cimarrones.  Brindo por eso. 

  Bueno, al margen de los merecimientos, todos somos personas, y básicamente tenemos las mismas necesidades primarias además del alimento, como agua techo, afecto, etc., y a veces estos factores pueden jugar un poco entre ellos pero no tanto, por lo que el desequilibrio termina generando un círculo vicioso cada vez más difícil de superar y el hambre termina haciéndose crónica y estructural, y los gurisitos crecen hasta donde pueden, como a los saltos.

  A veces como perros y a veces con los perros, en los basurales, requechando lo que pueda servir en el rancho, que tiene la puerta justo al borde del primer retazo de cartón quemado robado por el viento al basural.  Y los gurises siguen peleando lo que puedan robarle a los chanchos.  

  Finos y afilados, le hacen frente a cualquier trabajo, altivos caminantes de las dunas de plástico y compulsividad que parecen no terminar nunca, como si fuera un dibujo digital para un fondo de pantalla. 

  Ciertamente que hay experiencias que no se pueden aprender de un papel, por eso es tan ajeno el hambre para la gente que nunca la padeció, pareciérales que representa una epidemia, una enfermedad de países lejanos, de razas oscuras.

   La desesperación de una panza vacía hace días, la rabia desesperanza de mirar a los niños mirándonos sin pedir nada ya, el congelamiento de los horizontes,  la vulnerabilidad, el increíble sabor de un pedazo de pan, o el verdadero peso de una papa… 

  O esa sensación de que el mundo nos está empujando afuera, lentamente, mientras arañamos proteínas de todos los basurales del mundo, para vivir un día mas, que mañana puede cambiar todo.  

  Rabia de ver gente feliz, resentimiento contra la sociedad del confort, el hambre es un caldo de cultivo de sentimientos contradictorios, finalmente justifica todo: como seres vivos, tenemos derecho a matar para comer. 

  Tal vez no es necesario llegar a eso, pero no es una cuestión que vallan a resolver las instituciones.  Con sus eslóganes…

Intensidad (Poesías)


 


 

Sólo por hoy

 

 Iba caminando

Sin pensar en nada más que disfrutar el viaje

Sin pensamientos pesados

Sin apuro, sin esa aprehensión de la noche en la orilla de la ciudad

Y llegue ahí adonde el camino se vuelve otro país

Y solo llegue y estaba bien, y no hice nada

No quería agregar nada a esa majestuosidad

Y quede un raaato solo mirando

Y después vine para acá

Y hoy es otro día

Y mañana también

Pero cosas no cambiaran.

 


 

La selva

 

Va comiendo despacio

Sin apurarse, inexorable

Las ruinas de estériles construcciones

Ni siquiera importan los materiales

Todo será base y raíz

Todo quedara cubierto de verde

Y se hará tierra

Donde nacen los arboles

De madera dura bajo la lluvia

Y la vida ebullescente

Se derramara por las dunas

Ayer terrazas de antiguos limites

Reconquistando.

 

 


El mar no siente

 

No hay velas ni estandartes

Preferidos para naufragar

No hay Titanics, no hay agua dulce

Que no pueda consumir el mar.

A miles de millas de la costa,

Festejando el despojo, hecho

Alegremente, con tanto arte

Que el engaño se puede presentar

Hasta defender, pero no creer.

Y el mar no se deja engañar

Y no acepta migajas la eternidad

Tan solo tu miedo alcanza

Para detener tu corazón liviano

Vacío de sentimientos, alimentando

Apariencias, quien se va a arrodillar,

Ahora que no sirven para nada

El agua trepa, sube, no hay lugar

No es un deporte para todos

Nadar en alta mar.  Adiós.

 


 

Despertar

 

¡A despertarse! A despertarse!

Parecen decir los grillos

Las canciones de la radio

La brisa entre el cielo:

Diez años después

Encuentro una persona

Debajo de  mil armaduras

No puede cerrar sus ojos.

El espanto, no por esperado

Dejo de masacrar su alma

Hoy, desnudo, camina

Pero el mundo es su bosque.

De a poco me encargo

Lentamente lo concibo

Le voy encontrando sentido

A  este material nuevo.

Ya no imagino, el futuro

Camina hacia acá.


 

 

Eche un ancla, necesitaba un rio.

 

Entonces

En la cascara de un enorme flotante globo

Entre las arrugas por donde viajan las aguas

Repletas de vida enteramente voraz, e impiadosa

Me hice de un lugar que viaje con él, a través del espacio

Para poder sentir su movimiento, surcando el infinito

Ya  no hay diferencias entre hoy y mañana

Ya no hay distancias entre aquí o allá

Estoy cabalgando un planeta

Se mueve, voy con él.

 


Niños

 

Duermen

Son

Crecen

Respiran

Van habitando el mundo

Aprenden

Sin adueñarse

Aman sin preámbulos

Dando sin necesidad de alterar

El gesto con la comprensión

El amor de un corazón

No se detiene

La magia

Necesita un mundo

De escenario, no menos.

Amargos amantes

Del circo sin moral

Pretenderán igual

Reducirlo a un solo número:

¡Como mascotas haciendo gracias!

Gracias pero no

Gracias hacen los monos.

 


Composición

 

Hoy tenía ganas de escribir  algo bueno  

Algo que capture la esencia de mi barrio

Y a la vez ¿Por qué no?

Una poesía que se lea en las escuelas

Con descripciones que superaran la perfección

Con edificantes estrofas métricamente irrefutables

Semánticamente correctas, rimadas, apropiadas.

Y por supuesto que tuve que salir para inspirarme,

Pues en mi casa no había nada de eso…

Iba con mi libreta

Pero no veía nada digno de mención

Y anduve bastante viendo

Cotejando sustantivos

Campo, selva, rio, lluvia, pescado, caballo,

 Plomada, pescado, garza, yatay,

 Zapatillas, puente, ripio, ladrillos,

 Basura, piedra, agua, sendas, terraplén,

Bicicleta, maíz, perros, viento, pájaros

Huerta, tablas, humo, laguna, vía

Gente, motos, bote, resaca, arena…

Después de mirar todo volví decepcionado

Regale papel y lápiz a unos niños

Que curtiendo sus pies descalzos

 Jugaban a tirarles piedras a los caballos

Este mundo solo refleja

Cotidianidad

Nunca será un clásico.

 


Mitología

 

El viento

 Barre los últimos vestigios

De las viejas creencias

Se lleva las riendas de la mente

El alisamiento del mundo se transforma

En camino, bordeando libertad,

 Siempre llegando

Más que palabras son las cosas

El toma y daca de hoy no reduce

Elegir es todo mi lujo.

 


Mmmmhh

 

Una pajarita

De pico largo y fino

Esta comiéndome

El corazón a picotazos

Qué más puedo decir

 


Y si

 

Mañana saldrá el sol

Iremos a comer bagres

Festejare mi cumpleaños

Un día cualquiera

Trotare de frio

Y volveré a escuchar música

Tan simple que pueda tocarla.

 

 


Profundo

 

Como el rio, como el agua que sube y baja

Como el aire que me llena, el pez que viene a la línea

Como este mundo que me envuelve, misteriosamente.

Entre un millón de piedras una piedra tallada

Me dice que he llegado a un lugar

Donde la libertad nunca cambio de precio

Atravesando milenios

Hijos del rio y del sol

Sobre la tierra descalza

Tomaremos todo lo que nos den.

 


Vida

 

Tan poco valorada

Tan poco se protege

Del consumo, de la estupidez

Tampoco se agradece

Como si vivir fuera un premio

Para el mundo que devastamos.

Aunque de vez en cuando

La guadaña pasa zumbando

Sobre nuestra cabeza

O tal vez somos testigos

De la extinción lenta

O violenta de un ser cualquiera

Y ya no hay que aclarar que estamos vivos

El tedio sale huyendo

Las antenas se levantan

Volvemos a ser

Ojala depredadores por siempre

Y no comida, no parte de la sangre

De otro cuerpo.

 


Una mañana

 

Despertare a tu lado.

Los pájaros con esa sensación

De amanecer rabiosamente

Festejaran el sol antes que

El ronroneo de dos cuerpos

Antes que el tiempo mismo renuncie:

No se atara a los minutos siguientes.

Dedos enredados entre el pelo

Ojos cerrados para no desmerecer el tacto

Y antes que la melaza llene el ambiente de moscas

Salir a matar y morir, un baño y el mundo arranca

Y el paisaje callejero sobre tu imagen no la borrara.

 


Un latido

 

De vez en cuando me pasa algo hermoso

El mundo desaparece, el mundo aparece

Alguien pisotea mis aspectos negativos

Una conexión me retorna al ruedo

Un ser libre, mítico, esencial.

Me vuelve a dar la verdadera noción del tiempo

 


 

Sin palabras

 


 

Transformación

 

Y cuando había perdido hasta el anhelo

De encontrarte en un rayo del sol

Cuando hastiado de miserias

Gozaba defendiendo mi soledad

Sin darme cuenta, estabas en mí

Como la espuma encima de la ola

No sé en qué momento apareciste

Cosquilleante fluida tibia suave miel.

Ahora no sé si se fue un segundo o un siglo después

Que el último beso despego nuestras bocas,

Demasiado poco duro todo, solo unas vueltas

De mil billones de engranajes cósmicos.

 


Una idea

 

Y a pesar de estar inmerso

En los mismos conceptos

Humanos, extravagantes

¿Funcionales? Desperdiciantes

Del espacio y el tiempo de vivir

Dilapidando cada vida en que

En que, por favor...

Alguien que lo explique.

Hay cosas que se fijaron

A sangre y fuego, en mi ser.

Y no entiendo, casi nunca

El momento de encender la tv.

De serruchar el piso de alguno

Por las dudas, por las dudas…

De aumentar la tiranía del espejo

Donde se reflejan las miradas

De aprobación

De los que nos consumen.

Como vampiros

Como buitres en su rama,

Algunos siempre esperaran

Que traguemos el anzuelo

Para empezar a tirar despacito.

Hasta que, a su lado, adormilados

No sintamos el cuchillito,

Cortando de nuestra misma carne,

Drenando nuestra sangre,

¿Esclavos esclavizándonos?

Ahora no me entienden, no gracias,

Y no me entienden, no…

Salgo a caminar de noche

Para evitar la tristeza de sentir

A mi alrededor las paredes

De esta ridícula pecera…

Busco gente de verdad…

En las calles, en la oscuridad…


 

Razas

 

Me alegro de ser un depredador

Me encanta pasar mirando

Y sentir el miedo, aunque no haga nada

Ellos, el daño se lo hacen solos.

Y voy buscando mi comida, mi techo, mi piel

Nadie sabrá donde lo consigo, es diferente

Pero me puse a caminar entre los herbívoros

Porque me daban otra cosa, no solo tiempo

De afilar las uñas y los dientes,

De correr y saltar al cuello de mi comida.

Pero me ablande hasta ser como ellos

Y un día me descubrí mirándolos

Pidiendo que alguien reaccione

Ante los pasos afelpados del cazador

Casi salgo corriendo, casi tengo miedo

Pero me di cuenta a tiempo, del hambre

Que esta amistad me producía

Defiéndanse con las uñas que tienen

Pensé mientras me iba, a buscar mi propia presa

Allá siguen, ellos, siempre falta alguno

Nadie se pregunta porque, viven felices

De no haber sido elegidos

Su recuerdo hoy

Me hace pensar: ¿qué me paso?

 


La ultima tarde

 

Y caminando como sobre espuma

Pensaba profundamente

Disculpame tierra

Por volverte a dar

De comer gente, valiente

Y audaz sin vueltas.

Porque me pensaba ganador

De ese estúpido duelo, solo por un concepto,

Solamente para no aumentar el frio cosquilleo

Del miedo, pronto a dejar el cuero

Sangrando y machucado

Como abono

En esa esquina del mundo.

Veníamos

Desde cuarenta metros

Caminando despacio

Evaluando cada paso

Propio y ajeno

Mientras atardecía al compas

De los perros

 

Otros se  hicieron a un lado

Por las dudas

Hasta que nos cruzamos

Lentamente

Mirándonos ferozmente

Rutinariamente

Indiferentemente.

Y el aire se aceleraba entre nosotros,

Mientras derrochábamos

Falsa tranquilidad

Y una expresión sin color

Solo desprecio por la vida

Solo desolación.

Adivinando

El movimiento de las manos

En el rumor de la campera

Mintiéndonos

En el brillo de los ojos

En la presión de la mandíbula

Apretada.

Y seguimos de largo

Cada cual su lado del camino

Y estuvo todo dicho,

Al final pensábamos lo mismo.

Coexistir.

!

 


Volviendo

Hay días

Después de la rutina

De apretar los dientes y aguantar

Que de repente todo me parece hermoso

Vuelvo mirando la armonía

De los basurales alimentando a la gente

Y los niños felices jugando bajo la llovizna

Dejando de lado el prejuicio ajeno

Que los condenaría a guardar la sonrisa.

La gente se relaciona y persigue sus objetivos

El amor y el odio pasan al mismo tiempo

Por el medio de la calle que siempre

Siempre te está mirando, atentamente

De reojo, disimuladamente, o bien de frente

No es necesario explicarse, se interpreta

Por la forma de caminar, de andar

Por la cara o el color de la voz

Nunca se equivoca, si te la dan es merecida

Porque si el tiempo pasa queda la gente

Fija como un faro, como un puerto

Como una palmera en el desierto

Se abren los caminos, a puro tesón

A puro tizón, a fuerza de fuego

Consumo calor, amor

Pienso donde ir hoy

A desplegarme, de colores,

Entre colores.

Color a gente

 


Despedida

 

No esperaba sentir algo tan fuerte

Cuando el destino inexorable

Aparta nuestros caminos

Y quien sabe…

 

Como el agua que se escurre de la red

Voy chorreando sentimientos

De plenitud de verte

De pérdida, de nostalgia

A la vez

 

De tanta vida

De este mar de dulzura

De vivir sin pensar

En eso, en ellos

Libertad

 


Un día mejor

 

Al mundo miramos fijo

Sin esperanzas esperamos

De frente el momento del choque

Donde el mundo arrasa

Nuestro mundo con su ola

Y esa promesa de que un día

Terminará el viento cortante

En brisa fresca de pasturas

En galope de patas firmes

Alcanza para llenar el alma

Con el desapego que nutra

Las raíces del futuro

Semillas de lo que quedara.

Entre la tierra removida

Mojada y fresca, y dulce de sol.

 


No te olvides

 

Que un día te sentiste viva

Que todo se deshizo como una cortina

Y no te importo, porque todo estaba

Adentro tuyo.  Los retazos que caen

Solo generan vida, el sol se parte

Entre tu pelo, entre tus dedos

Resbala por el tiempo.

Siembra mujer…

 

Cierro los ojos

Y siento tu ola besar mi costa

 

 

 

A  veces

 

Olvido adelantarte mis planes

No pregunto mucho

No escucho comentarios

Ni hago caso de consejos

Confio ciegamente

En mi instinto puro

Y lanzo mi cuerpo en feroz carrera

Oculta por el rumor del viento

Me entrego al ciento por ciento

Solo consumo lo que me alimenta

Si fallo desfalleceré

O estaré más fuerte.

 

 


No se…

 

Estaba tratando de distinguir

El fondo de sus ojos

Cuando acaricio mi pelo

Y creo que me dormí por un segundo,

Cuando desperté

Ya estaba en otro mundo,

Completamente

Enamorado.

 


 

Otro ciclo un ciclo

 

Ya ni me importa

Si nunca llego a comprender

Lo que me paso

El círculo se cierra sobre otra dimensión

La materia se crea, el núcleo

De repente, es.

Las fronteras son manadas

Que corren sueltas

En el infinito.

Cuidamos

Esa semilla.

 

 

¿Qué acrobacia del destino

Cruzo con tanta furia

Nuestros caminos

Lenta, férrea,

Aterciopelante?

 

 

Vivir

 

Hoy fui al rio

Porque tenía hambre

Media tarde

Gurises asaban

Improvisando ramadas

Contra el viento recio

El agua no promete nada

Y cumple,

Pescadores caminan

Sobre las chalanas

Terrafeando

La carnada de mañana.

El agua vive

Pero no nos contempla.

Allá abajo

Se extiende

Como una furia ciega

La primavera.

 

…………………

 

Lo que es la vida

Lo que es la calle

Lo que es el mundo

De tu mano

Y sin embargo

Quien lo invento

Tan largo

Que se extienda de repente

Por un tiempo indefinible

Territorios

Ahora

Entre nosotros

Presagiando

Tal vez la aventura

De encontrarnos

Nuevamente.


 

Punto de partida

 

Respeto

Si se vendiera

En los almacenes

Tal vez a todos

Les parecería demasiado

Caro

Pero evidente

Que falso se ofrecería.

Sin embargo

Originaria

Tantas cosas

Evidentes después

De ser consumadas.


 

Volar

 

Otra vez me distraje

Otra vez sembré razones

Para seguir caminos de gente

Sin prestar atención a mi ser.

Malicia, maledicencia, pretensiones

Respuestas corporativas,

Jerárquicas, estructuradas

En el falso consenso de las decisiones

Tomadas en flaca pluralidad.

Otra vez con equipaje

Ajeno, inútil, indeseado

Pesando en mi espalda

Y sin ganas de ir a ningún lado.

No me calzo esta mochila

Dejo la trampera en su rama

Muevo mis pies, me obedecen

Me llevan, aliviados

Adonde no elijan otros

Su camino.

Me voy.

 

 

Modas

 

Estática

Estética

Cuando vamos a movilizar

Algo más que preconceptos

Real diversidad

Identidad

Individualidad

Materializar

Algo más que expectativas

Ajenas, incoherentes

Comercialmente incomprensibles

Recientemente recicladas

Para parecer

Lo que otros quisieran ser

Alardes

De vanidad cumplida.

 


Ojos

 

Parecen amistosos

Antes de enfocarnos como espejos

Se contonean en  caras

Gesticulantes, como ombligos

De árabes danzarinas.

Un desparramo de risa opaca

Intenta versionar cada mentira

En algo bello

Pero sin la gracia feroz

De los malabaristas

Desfalleciendo en el semáforo.

 

Consumen luz

Como mendigos.

Atan la punta de una piola

Al palo más firme que puedan arrimarse

Y solo después salen,

A fingir que se juegan por el mundo

Con la otra punta bien ceñida

En seis vueltas a la cintura.

Esperando pleitesía

Imponen su importancia

Sin siquiera confirmar

Quien los escucha de verdad.

 

Un día parecen monumentos

De plaza, sin palomas, la vista al frente

El ademan enérgico señalando

El camino ya trazado para todos.

Solos, pensando que los siguen.

¡Suerte que nadie los llamo!

Son felices en sus cuevas

Donde acopian oscuridad.

 


Parece que se cruzan

Pero son paralelas

 

Cayendo al suelo lentamente

Más lento de lo que se puede pensar

Pero no sentir.

 


El brillo de tus ojos

No necesito tu cuerpo

Ni siquiera tu piel

Solo espero

Comprobar

Tu voluntad

De dar amor

Enfrente de la mía


 

Caminos

No sé dónde pierdo el pie

O es que ya me acostumbre

A caminar en círculos

Que termino mirando siempre

La entrada a la picadora.

Tal vez me distrae la charla

De los mecanizados conformistas

Sin darme cuenta que

No podrían terminar de otro modo

Distrayéndome

Al tomar la curva al revés

Feliz de alejarme del precipicio

Donde se detienen los ideales

Donde se gasta la rebeldía

De ser persona

En un mundo de cosas.

Freno y viro, camino…


 

Mentiras

 

Como escucharlas sin que duela

Como participar de una farsa

Que justifica y fabrica

Verdades que nunca pasaron

Ni pasaran, ni volverán a tener

Una oportunidad, de redimirse.

Como cerrar el culo y sonreír

Y compartir la mesa donde

Sirven a otros los despojos

De la cruel persecución

Y tomar del botín

Que ya fue repartido

Entre los saqueadores

La resaca que a nadie le importo

Inútiles

Desechos de vida sentido y pasión

Asesinados y viejos

Ya no importan

Todo fue molido para consumir

La mejor porción que ya no existe.

Guardo las semillas otra vez

Y me interno en la tierra

Salvaje y virgen.

Pero esos montones de huesos

Mutilados y humeantes

Todavía:

Jamás diré que

Solo fueron olvidados

En un descuido

Al dejar todo, sin memoria

¿Tal vez para casar mariposas?

¿Mientras juntaba flores

Silvestres en los prados azules?

Soberbia, hipocresía

Total cinismo

Esperas que me ponga solo

La soga al cuello

Para divertirte tironeando

¡Si no uso ni corbata!

Acelera tu agonía

Sin mi ayuda

Que las cuentas claras

Quiere el destino

Que todo cobra y todo paga

En la piel, la sangre y los huesos

Escrito esta todo en un libro

Que solo un segundo entendemos.

Antes de morir.

Charlando con un amigo...


 


 

  Es así, no me hice, nací puto 

   No podría ser de otra manera. Es así, no se elige, no hay elección cuando algo te gusta, ya desde chiquito supe que no era como los otros chicos, que el futbol era una tortura, salvo por al abrazo después de un gol , ¿cómo aguantar sin lanzarme? 

  Solo los condicionamientos, los miedos, la vergüenza, y toda esa culpa de arruinar a la familia con un hijo puto, así de difíciles eran las cosas antes.  

  La homosexualidad se veía como una enfermedad!  Ahora cambió un poco, esta tan instalado el tema, que es casi “normal”, en la percepción de la gente digamos, el espectáculo, la televisión, puso el tema en el medio de todo, pero es porque hay una demanda, un deseo, un consumo que lo hace necesario.  (Los hombres se mueren por una travesti pero no lo reconocen) igualmente la televisión deforma todo, casi siempre ridiculiza, pero es mejor que nada, que “no existir”, que estar afuera.

  Así que me integraba con los demás, con sus juegos, aunque hubiera preferido quedarme cosiendo la ropa de las muñecas con mis hermanas, volados y tules de colores… 

  Había un juego, sin embargo, que no me molestaba para nada, era la época de oro de los Titanes en el Ring, y después de mirar el programa seguíamos jugando en la casa donde nos hubiéramos juntado o en algún cumpleaños, a mí me gustaba la momia, otros se inclinaban por algún otro peleador, pero todos teníamos como ídolo indiscutible a Martin Karadagian.  

  Y después de probarnos en la lucha cuerpo a cuerpo, donde yo siempre perdía jajaja,  el juego terminaba en una montaña de chicos, la famosa montaña rusa, que era de los pocos momentos de libertad, donde podía sentirme aplastado, apretado, manoseado por un montón de chicos, hasta quedar chato, sin aire pero feliz.

  Pero…  los tiempos no eran como ahora… encima estaban los milicos y toda su filosofía en apogeo, eran épocas donde no podías mostrar la hilacha porque todos te hubieran señalado, no era ninguna joda que te marquen.  Así de fácil, así que hasta que pude realmente debutar por primera vez con un hombre, mayor, tan oculto como yo en ese entonces, ya había tenido que probar de otras maneras el alcance de mi sexualidad…

  La verdad que nunca tuve dudas, nunca quise otra cosa,  jamás toque una mujer, igualmente creo que todos los hombres tendrían que probar a tiempo, yo creo que todos tienen algo de puto aunque no lo reconozcan…

  En esa época de definiciones, antes de salir del armario, en la soledad de mi cuarto, por suerte, también me puse a garabatear mis primeros dibujos, como excusa para no salir a jugar a la calle a fingir lo que no era.  

  El lápiz y papel eran parte de un pedazo de mi mundo libre, donde nadie podía meterse, era tan grande mi necesidad de expresión, que cuando tome las primeras clases de dibujo, el camino ya estaba casi hecho por la práctica. Y así, después que lo inocultable de mi condición distinta ya me había hecho recibir escupitajos, piñas y desprecio, humillaciones y marginación (tuve que cambiarme dos veces de escuela) 

  Conocí un mundo que tenía una cara amable para mí, y una posibilidad de trabajar como dibujante, nunca jamás deje la lapicera quieta, igualmente tuve que soportar que me etiqueten, un ejemplo: cuando surgió el SIDA, me convertí en un intocable para alguna gente, gente que hasta ese momento parecía pensar distinto, sin prejuicios.  

  Tuve la amarga experiencia de ver consumirse a un amigo, como una vela, no había medicación…  y temblaba el día que me dieron los resultados de mi primer análisis. Claro, porque el forro está muy bien lo sabemos, pero como todo el mundo, lo más lindo es sentir el cuero libre, piel, y hay un momento en que se toman decisiones peligrosas…

  Ahora siempre uso aunque tenga pareja estable, porque…

…Che boludo, y si me sacas la manito de ahí

…Ah pensé que te estaba gustando, como la tengo hace diez minutos

…Es que te estaba escuchando, no me di cuenta, dale…

…Dale que, dale vos, seguro que te va a gustar, ¿Por qué no?…

…Che así no se puede… porque no me gustás

…Jajajajaja, que tonto, vos te lo pierdes…

…Bueno, cualquier cosa te aviso, no te preocupes…

                    

…De que estábamos hablando…

  …No se… pasame eso…

07 julio

Libertad o muerte


 


 

Libertad: 

  ¿Cuál sería el concepto, cual el formato de mundo sobre el que interpretar hasta el fin una sola palabra, a que apuntaríamos con una definición?  

  Que pregunta inútil en este caso, porque estamos en un caso único, donde un concepto define el mundo entero, donde una palabra abarca mucho más de lo que se puede decir y repetir como loros en una jaula.  Entonces ¿qué es la libertad, que significa ser libre?

  ¿Apunta a la economía? ¿Al territorio? ¿A estar del lado de afuera de las rejas? ¿O debería ser un concepto que nace desde cada ser humano hacia afuera? Debería, debiera, te la debo hermanita, casi nunca es así, con la banalización de la vida, los valores fundamentales pasaron a ser el confort (y música para volar diría Cerati) ¡Y la seguridad! 

  Y así estamos todos abocados a despreciar la vida, a consumir la dignidad, la sangre y el tiempo propio y ajeno en aras de estas vírgenes de la modernidad globalizada.

  Pero no es así como tendría que ser, tal vez porque la libertad le da sentido a la vida, la libertad de elegir siempre, de no estar atado, de poder definir nuestro camino cada segundo, afectando lo mas mínimamente posible a los demás, consumiendo nada más que lo necesario, sin perder la posibilidad de abandonar este camino y tomar el otro sin dejar residuos, sin desperdiciar el mundo.

  O correr el riesgo de que la vida cambie de sentido, y el objetivo pase a estar afuera, y se convierte en escapar o perseguir, en vez de crecer, y así, cuando los propósitos se llenan de mezquindad y egoísmo, paradójicamente, es cuando nos esclavizamos, a pesar de consumir recursos propios y ajenos, a pesar de convertir a las personas que nos rodean en cosas, en medios acordes a nuestros efímeros fines. 

  ¿Y? Que entonces  no solo es necesario sino hasta posible, vivir en libertad, que salvaguardarla un segundo vale bien la vida, porque es un valor que no se puede anteponer a ningún otro, ni siquiera a la vida misma. 

  Entonces nos metimos en cuotas para cambiar el lavarropas, y nos olvidamos de todo, porque esta inversión nos va a permitir tener más tiempo disponible para mirar televisión, con lo que nos desligaremos de la tediosa obligación de relacionarnos con nuestro entorno familiar.  

  Porque nos justifica el racimo de humillaciones que debemos soportar en nuestro trabajo, a pesar de nuestro saco y nuestra corbata italiana.  

  Y poco a poco nos vamos dejando de preguntar para que estamos vivos, mientras peloteamos para adelante facturas y vencimientos varios para poder algún día empezar a vivir mejor, decidir, disfrutar, descansar de tantos sacrificios (pero, ay, ay, ay, el lavarropas se rompió antes que terminemos de pagarlo, y justo cuando nos ensartamos con las cuotas del auto, para poder llegar a tiempo al trabajo, y tener una hora “libre” para resolver como vamos a pagar las cuentas). 

Hay un sector privilegiado de la población ¿El cincuenta por ciento? Me parece que más, que no tiene esos problemas, solo come mientras alcance, casi nunca se estresa por planificar, nunca debe los servicios a los que muchas veces no accede…   

  A cambio, el día a día se vive intensamente, la creatividad florece, la tenacidad se hace comparable a la del musgo en el acantilado. 

  Y con esa misma fragilidad se aguanta la que venga y todo porque mañana puede ser peor que hoy, aunque tal vez hoy sea mejor que ayer.  Igualmente el estrés ataca a veces agarrándose de la desprotección estructural en que quedan las mujeres y los niños, en tantos hogares donde la estrategia de supervivencia se traduce en ausencia.  

  Los hombres casi siempre salen al ruedo, a probarse contra el mundo, aunque no pueden esperar piedad cuando nadie la da, primero se aprende a comer solo, después todo lo demás. 

  Pero también se puede elegir, de manera inteligente, enfilar nuestros pasos por sobre las invisibles líneas previsibles de comportamiento que organizan la vida social, lo esperable, lo lógico, la sumisión al poder. 

  Es hasta difícil hoy en día recordar o ser consciente de que sigue habiendo otras opciones, por la cantidad de años y generaciones que nos vienen convirtiendo, a pesar de la “abolición” de la esclavitud, en objetos con precio, de remate claro, hay gente que no le gusta gastar.

  pero yo sé que nací libre, porque acabo de ver un zorro caminando por arriba de la defensa sur, con esa desafiante tranquilidad, con ese gris plateado contra la noche entre los árboles, y me pregunto como vivirá, donde tendrá su morada entre tantos perros, o será un audaz que se aventuró a ver que hay, a ver si puede llevarse una gallina al hombro, hoy que la llovizna fría, interminable, puso a todos los perros a aburrirse bajo techo, a soportar las vejaciones de los pequeños… 

  O será un hombre o mujer zorro, no sé, no quiero averiguarlo, en este barrio la mayoría de las cosas es mejor ni enterarse.  Al margen, esta increíble aparición demuestra que todo es posible, que siempre hay un camino, un modo, que entregarse es innecesario…

  Bueno volviendo al tema, tal vez la libertad solo es la trama que nos permite entrelazar otros valores, otros conceptos, tal vez es solo lo que nos permite perder el tiempo sin sentirnos culpables, tal vez se parece a un sentimiento de igualdad que llega hasta a los árboles.  

  O una forma de desapego.  O tal vez solo aparece cuando nos tomamos el trabajo de enfrentarnos, asumir, comprobar nuestros prejuicios.  

  A veces nos envuelve y se hace claro que nada importa más que ella, fluimos, transformamos el tiempo y el mundo en un segundo, a veces el concepto se hace piel, solo a veces.  

  Casi siempre lo cambiamos por otras cosas…

Aire y acero



 

Agua y fuego 

Hoy me desperté con una sensación, un pensamiento envolvente, acariciante, que se enroscaba y me recorría como un viento tibio que deja caer las ultimas hojas secas del otoño.  Quede esperando que se haga de día, mientras daba vueltas por mi casa, con una fuerza latente de yema que espera hirviendo el primer segundo de la primavera que viene, contenida sin embargo por una lámina milimétrica de clorofila.

  Necesitaba por un segundo que me aten, antes de que terminen de cantar los gallos, antes de que se me ocurra hacer un puerto en la costa abajo de mi casa, antes de que se me ocurra conquistar el mundo, o salir a serruchar las patas de esta mesa alta que viene a ser la sociedad, necesitaba un pensamiento que transforme esa energía en algo utilitario, el recuerdo de un amigo que me ayude a centrarme en mi entorno inmediato.  

  Encauzar esta fuerza infinita que me conecta con el resto del universo, que me hace hermanarme con los perros o morderle las orejas, y compartir el pan con los asesinos, porque su rabia me enseña a no cejar nunca, porque absorbo así un segundo de su tenacidad.  De su infinita calma.  De su amor inmenso por la vida. 

  Por suerte el frio helado de la madrugada llego al mismo tiempo que los primeros rayos curvos del sol, que giran en la atmosfera para acortar un poco la noche, para unir cada átomo de materia sobre la tierra con la esencia de todo. 

  Y apretando los dientes alcance a ver a tiempo que el mundo era para todos, para respetar la brizna de pasto que pisan mis zapatillas, para consumirlo con mis ojos, y saborearlo con mi corazón, para centrarme en barrer el piso o pegar un ladrillo, para lavar los platos y la ropa con este agua helada, terminando con su espera de tantos días… 

  Y conformarme con el aire que respiro a mi alrededor, con el color del viento, con el calor del sol reflejándose en las piedras.  Salí afuera a mirar el rio, mi rio, que corría sin alcanzarse nunca, sin cansarse, sin frenar, sin reclamar nada. Tampoco me calmo. 

  Y me puse a escribir esto, para disipar un poco esta llama que me cuece por dentro, al punto justo para comer o ser comido, para matar o morir, para volar y caer como un pájaro con el pico perforando la calma del agua que con sus peces cuida mi tiempo sobre este  mundo.  

  Pero es esperable que esto no pare, a través del aire, desde abajo de la tierra me llega esta energía lejana que cambio mi vida,  dándole otro sentido a cada paso que doy y a cada vez que respiro.

  Por suerte existe la música para matizar esta espera, para mí que siento cada palabra de las canciones, de las que tienen sentimiento, aunque estén en otro idioma.   Hoy que no hay ganancia ni perdida, éxito o derrota que no pueda ser festejado, celebrado como un ritual necesario de la vida.

  Para poder mirar solamente adelante, aunque haya que estar agazapado con el cuchillo entre los dientes, o ansioso esperando en la encrucijada por una señal que tal vez llegue después que parta, porque la única decisión la toma el corazón, desabrigado, para donde se vuelvan recios como un toque de tambor sus latidos.

  Y salí a caminar para el lado del rio, entre la humeante basura mil veces seleccionada por manos esperanzadas, y encontré una piedra desafiando al mismo tiempo el fuego que derrite el plástico, y la escarcha helada que quema la última gramilla del verano, demostrando con sus vetas el paso de tremendos cataclismos.  

  Viviendo sin necesidad de relatar el paso de las civilizaciones y las especies que se extinguieron hasta del recuerdo del mundo -del mundo que conocemos-  y la lleve conmigo para hacer amistad, para que me siga mirando como ahora, diciendo: todo es igual, todo es lo mismo, y el tiempo no nació para ser capturado. 

  (voy a hacer algo productivo) y agarre la pala para terminar de hacer la canaleta del desagüe, pero estaba tan inspirado que me puse a agrandar un pozo hasta llegar a la arcilla, y termine haciendo un estanque, para aprovechar el agua de lluvia en pescados y ranas, diversidad, regar la huerta etc… 

  Y terminé de hacerlo al otro día, justo antes de empezar a trabajar de noche a noche, sin poder verlo llenarse por la lluvia que se asomó por el barrio llenando la calle de charcos y baches y huellas intransitables a pie o en bicicleta.   

  Y no por eso me siento menos afortunado por vivir acá, que es como un pueblito, donde los gurises chicos juegan en la vereda hasta las once de la noche, donde el olvido estatal se trueca también en una libertad pasmosa.  

  Y la gente va instalando su rancho en “donde le gusta un pedacito de tierra”, cerca de sus padres tíos y hermanos, y siguen viviendo del rio. O también van cayendo elementos que echan de otros barrios, de todos los barrios y quizá se portan mal por un tiempo…

 Y así sigue creciendo la zona de mayor proyección de todo concordia después del Asentamiento La Bianca, dicen los entendidos, todo sobre la costa, será que no quieren caminar tanto para comer todos los días, bueno acá no se echa a nadie, ni a la policía cuando se escapa un preso y andan rastrillando cuadra por cuadra, a fondo, sin importarles si pisan gurises ni perros… ¡Yame ya!

Bueno… esto es solo una parte de la historia, la otra se está haciendo ahora mismo, mientras estamos acá enchufados, mientras dormimos, algunos trabajan, otros descansan y sueñan, unos pocos revisan sus espineles con el farol arriba del bote… 

  Otros se juntan en las esquinas hasta que amanece quien sabe para qué, un día les voy a preguntar… 

Felices e Incapaces

  Bueno...   Siempre es un problema conocer a gente importante.  Y es un problema porque la gente importante tiene problemas importantes... ...