Si miramos un cuerpo humano, está constituido por un un punto inicial que surge en el espacio infinito, en un momento al azar del tiempo...un punto que se hace eje, que se bifurca, que se ramifica, se especializa.
Como todo lo demás en el planeta físico y compacto que habitamos: a través de nuestro cuerpo somos materia viva, formas multiespecializadas de procesar energías y recursos minerales, como las arañas o los arboles...Y somos completamente perfectos.
Desde ahí, desde un cuerpo en el espacio tiempo y desde la conciencia de si
mismo, cada ser humano había dado un salto evolutivo para transformar el tiempo
en sentido, produciendo a través del uso de su cuerpo la satisfacción de sus
necesidades básicas, a través de un dialogo de igual a igual con el resto de la
naturaleza.
...Sin embargo, a través de esa misma búsqueda de satisfacción y de las
posibilidades de creación multiplicadas por la convivencia organizada, esa
conciencia de ser, y esas necesidades, fueron finalmente determinadas y
dirigidas en un sistema de socialización, porque la organización total requiere
una autoridad total.
Y se convirtieron en una jaula, ya que la vitalidad del
individuo nada tiene que aportar a las necesidades estructurales del marco
artificial que lo somete.
Cómo si fueran elecciones propias, como engranajes vamos encarnando en las
diversas funciones que sostienen la maquinaria en pie, representadas por una
gama de técnicas, oficios, roles e instituciones, completamente
predeterminadas, enlazadas al ejercicio monopolizado del poder.
Para que este poder funcione suavemente solo se permite coincidir, por supuesto, mientras que asegura castigos ejemplares y ejemplificadores a quienes buscan un desarrollo o un ejercicio del sentido por fuera de la dinámica de sumisión del individuo al molde que lo define socialmente.
Desde ahora, el enfoque sobre el cuerpo pasa a ser completamente utilitario,
porque la mercantilización de la naturaleza -que incluye no solo nuestro cuerpo
sino también todo nuestro espacio y todo nuestro tiempo- es la comprobación
final de la autoridad y su alcance total, donde cada persona deja de ser una
herramienta de producción de sentido, para ser una matriz fija de
representación de esquemas de intercambio, que lo guían en la forma de ver el
mundo, de actuar y de sentir(y de vernos y sentirnos).
De la supervivencia y la practicidad, de la creación individual o tribal, pasa a la reproducción de estereotipos y funciones sociales que se usan para someter al individuo. Cada persona, a través de la producción de bienes y servicios parece producir su propio sentido, aunque a través del consumo, este es ajeno y estandarizado: el individuo se somete a un concepto que le es asignado, complejo pero prefijado.
Esto no deja de ser aterrador, y a la vez es nuestra única esperanza de liberación, ya que: somos los únicos responsables, de una manera fraccionaria y compleja, de sostener en pie el corral de conceptos ajenos donde estamos encerrados.
Es en ese momento en que somos responsables por nuestra representación total del mundo y donde elegimos, generar un sentido propio como conciencia de ser en el planeta, o "generar" un reflejo de los formatos y estereotipos vigentes, y reducir nuestro cuerpo a un producto que consume productos...
Entonces de las preguntas que nos hagamos, de nuestras propias comprobaciones, erigiremos las posibilidades que emanan de nuestro cuerpo como un poste mas del corral que encierra a la humanidad actual, o como una puerta a un mundo y una humanidad nueva, que recupere el equilibrio de compartir el planeta en libertad.
De donde vienen tus conceptos?